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04

1 mes y medio después...

-¿Jisung estás listo?.

El sonido del cierre de la maleta se escuchó después de aquellos golpecitos en la puerta.

-Sí- respondió el rubio bajando su maleta al suelo y mirando todo el cuarto por última vez.

Realmente iba a extrañar ese lugar aún cuando no fueron los meses más largos de su vida, se había acostumbrado un poco a ese espacio pequeño de solo 1 cama, una mesita de noche y un clóset.

Sus días en aquella casa habían terminado luego de que Jihyo le haya dicho que hubo un avance en su personalidad y forma de afrontar los problemas, que sus efectos físicos también comenzaron a disminuir con el medicamento y que mentalmente parecía haber superado todo y era verdad. Después de la visita de Minho su forma de ver las cosas cambió por completo, tenía mucho que hacer cuando saliera de aquel lugar y por supuesto que iba a extrañar a Minjoon quien ahora estaba frente a él cuando abrió la puerta.

-No te vayas- dijo ella mirándolo.

Jisung suspiró dejando su maleta a un lado y poniendo en cuclillas frente a la anciana para tomar su mano.

-Lamento tener que irme, pero recuerda que te estaré escribiendo mucho y también te visitaré.

Ella bajó más la mirada un poco triste.

-¿Que pasa si mi Alzheimer empeora y ya no puedo recordarte?.

El omega sonrió acariciandole la mano.

-Sera como conocernos de nuevo- le tocó un poco el cabello -Espero que puedas hacer más amigos aquí y divertirte.

-Siempre lo intento- mencionó.

-¿Quieres acompañarme a dar una vuelta?- preguntó.

La anciana asintió aún un poco triste y Jisung dejó su maleta en el pasillo tomando la silla de ruedas para poder ir a los demás rincones de la casa. Especialmente el jardín trasero donde era un espacio muy agradable, tuvo la conversación larga sobre lo que haría cuando saliera y lo que debe hacer Minjoon ahora que Jisung no estaría para jugar con ella, comer o ir a los talleres.
Algunas personas alrededor también se despidieron del omega, solo aquellos con quienes había entablado alguna plática agradable ya que la mayoría de personas que estaban bajo esa casa solían ser un poco reservados.

El paseo terminó en la puerta de recepción, cuando Jisung miró su reloj para darse cuenta que ya era hora de irse. Su maleta había sido llevada por uno de los enfermeros que ya estaba esperando para llevarlo hasta la puerta principal. El rubio suspiró un poco triste de dejar todo y dio unos últimos abrazados a todo el personal.

-Ha sido un gusto- mencionó una de las enfermeras que los atendió durante los días que estuvo en aquella casa.

Una mujer que tenía sus manos en los bolsillos de su bata se acercó y Jisung y sonrió ampliamente para también darle un abrazo fuerte.

-Deseo de corazón que realmente puedas lograr lo que te has propuesto hacer- mencionó ella dándole golpecitos en la espalda -Y recuerda, no todo será bueno en tu vida Jisung, pero me alegro que hayas aprendido a superarlo.

-Es gracias a ti, supongo que necesitaba de esto para poder sanar algunas cosas del pasado.

-Así es, ahora solo tienes que vivir tu presente.

Jisung se separó y caminó hasta la salida de la casa para ir al portón principal, lo hizo lento mirando de vez en cuando hacia atrás. Sentía un nudo enorme en la garganta tener que dejar a las personas que estuvieron con él esos días, metió sus manos en el bolsillo de su suéter y luego llegó hasta la puerta principal abriéndose para dejarlo salir y ver un auto conocido afuera.

-Que le vaya bien- el enfermero sonrio dejándole la maleta a Jisung y él asintió para mirar a Felix que desde el otro lado agitaba su mano y corría hacia él.

El portón se cerró y el rubio sintió como un cuerpo lo presionaba.

-¡Te extrañe demasiado!- exclamó Felix abrazandolo con fuerza y llorando, algo que a Jisung lo sorprendió y se separó de él para acomodarle el cabello.

-Oye vas a apretar al bebé- dijo riéndose y bajando su mirada al pequeño bulto que sobresalía de la camiseta de Felix.

-¿Cómo estás, bien? ¿Te trataron bien? ¿Por qué no me dejaste escribirte? Tengo muchas cosas que contarte y no es lo mismo con Hyunjin.

-¡Te escuché!- exclamó el alfa desde el otro lado.

Jisung observó luego a una mujer conocida acercarse aguantandose las ganas de llorar y el rubio solo fue con ella dándole un gran abrazo.

-Mamá no llores.

La mujer se rompió en llanto mientras abrazaba y acariciaba el cabello de su hijo.

-Ni siquiera me has dado la oportunidad de poder escribirte, te he extrañado mucho.

-Era mejor así, ahora estoy bien.

Ella se separó y se limpió las lágrimas sonriendole a su hijo y tocando su mejilla.

-Voy a preparar la comida que más te guste hoy, ¿sí? Y de paso nos cuentas cómo te fue.

Felix le dio la mano a Jisung y su madre también y juntos caminaron hasta la camioneta donde Hyunjin y una niña lo saludaron apenas pudo sentarse. El omega sentía lo mucho que había extrañado parte de su hogar y cuando el motor del auto sonó, solo le quedó mirar la casa que estaba dejando y todos momentos que pasó.

El sonido del llanto hizo que Minho dejara de hacer sus cosas para tomar el biberón de la máquina e ir hasta la sala donde Yuna estaba llorando dentro de su reposador móvil. Se sentó en una de las sillas altas para poner el biberón en la boca de la niña y hacer que ella comiera lo que necesitaba antes de dormir. 

Se había acostumbrado a los horarios de la niña, dormía 5 veces al día hasta ahora aunque el pediatra le dijo que era muy probable que al cuarto mes su estilo cambie. También intentaba siempre estimularle tanto pudiera con música y cosas coloridas aún cuando sabía que ella no veía mucho todavía.

Era las 9 am, debía salir en unos minutos si deseaba llegar a tiempo a su cita. Su teléfono celular sonó en ese momento y observó la pantalla reconociendo el nombre.

-¿Hola?

-Minho - la chica habló desde la otra línea -¿Estas en tu casa ahora?.

-Iba de salida- mencionó observando cómo la botella se terminaba y Yuna se empezaba a quedar dormida -Tengo que ir a ver a mi abuela hoy.

-Oh es verdad, es que estaba en una tienda muy bonita y encontré un vestido adorable para Yuna, ¿no importa si lo compro verdad? Solo quería decírtelo.

-Jisu, creo que no es necesario, le compras muchas cosas a Yuna- Minho dejó la botella a un lado y movió un poco la sillita.

-Esta bien, no son tantas cosas tampoco, es que lo vi y pensé que se vería bonito en ella.

El alfa colocó el teléfono entre su hombro y su oído para poder hacer eructar a su hija.

-Me haces sentir mal cuando haces esas cosas porque sabes que yo...

-Sí, lo sé Minho, pero está bien, esto es solo como amigos tómalo como si... como si fuera una madrina.

Él sonrió un poco y solo suspiró.

-Está bien ¿quieres almorzar en el hotel hoy?- preguntó.

-Por supuesto, nos vemos a las 2 pm.

-Sí.

La llamada finalizó y Yuna soltó el sonido de que estaba satisfecha, sus mejillas abultada se aplastaban en el hombro de Minho y él solo sonrió para ir por el resto de la casa y poder recoger lo que faltaba antes de salir.

Estaba un poco nervioso desde aquella visita a la casa hogar donde residía su abuela. La sorpresa de ver a Jisung en ese lugar fue demasiado y no quería preguntar porqué estaba ahí aún cuando podía hacerlo, pero él respetaba demasiado la intimidad del omega que solo intentó ignorar lo sucedido.
Cuando ingresó al auto, colocó a Yuna en el asiento para bebés mirándola unos instantes.

-Todos los días te pareces más a él- susurró acomodandole el poco cabello que tenía la pequeña.

Ingresó al auto para conducir hasta el lugar, se mentalizo fuerte no ser muy obvio durante la visita y menos ser muy observador. También llevó una pequeña manta amarilla para cubrir a Yuna durante su visita.
Apenas su auto se estacionó, después de 1 hora de viaje, se quedó un instante observándose en el espejo retrovisor acomodando su cabello.

El portón se abrió y Minho se presentó como siempre para poder obtener el pase e ingresar. Sabía muy bien el protocolo así que solo se estacionó como de costumbre, abrió la puerta trasera para sacar a la niña y envolverla en aquella tela de algodón.
Fue hasta recepción para llenar el formulario de visita y lo acompañaron hasta el jardín trasero del lugar.

-Hoy a estado un poco triste, quizás esta visita le ayude- dijo una de las enfermeras dejándolo solo al pie de aquel jardín.

Como de costumbre, observó a la mujer sentada cerca de una de las mesas y demás árbol más frondoso. Camino hasta el lugar para tocarle el hombro ya que ella estaba mirando hacia abajo.

-Hola- saludó Minho con una sonrisa.

-Ohh- ella sonrió para poder darle un beso en la mejilla y mirar a Yuna domirda -Que bueno que estás aquí.

-Una enfermera me dijo que estabas muy triste ¿Que pasó? ¿Es tu Alzheimer?.

-Algo así- mencionó ella -Pero estoy feliz de que hayas venido ahora, quizás me sienta mejor.

Minho acomodó su silla frente a ella -¿Cómo has estado? ¿Terminaste tus dulces?.

-Los tuve que compartir y se acabaron rápido- mencionó ella.

-¿Quieres que te traiga más la siguiente vez?.

-No es necesario- Minjoon suspiró acomodándose en su silla de ruedas mientras apretaba las cosas que tenía sobre sus piernas -Ya no podré compartirlas.

Minho vió el semblante de su abuela y sabía que ella no estaba tan bien que digamos. Era el mismo rostro cada vez que se encontraba desanimada por algo que tenía que ver con sus amigos.

-¿No me vas a contar qué es eso tan triste que ni siquiera mi visita ayuda?- preguntó.

Minjoon lo pensó unos instantes para luego volver a hablar.

-Es que mi amigo se fue hoy.

El alfa la miro un poco confundido esperando algo más de explicación.

-¿Te acuerdas que te lo presenté? Jisung fue dado de alta hoy y estoy muy triste por eso.

La noticia hizo que Minho también sintiera algo de pena, tanto por su abuela como por el hecho de que hoy no había posibilidad de encontrarlo.

-Ahora tendré que hacer amigos de nuevo y lo voy a extrañar mucho, pero prometió visitarme y escribir una carta- dijo ella mirando luego hacia abajo -Y también dejó esto.

El castaño observó la bolsa transparente pequeña, viendo dos botines blancos de lana con un listón y un poco de pedrería.

-Me dijo que lo tejió para Yuna, él es muy amable. Me dijo también que no te lo dijera pero prometí contigo no guardar secretos.

Minho solo observó el regalo sintiendo muchas cosas de por medio y haciéndose miles de preguntas.

-¿Lo tejió para Yuna? .

-Sí, no se lo pedí, simplemente lo hizo y antes de irse me lo entregó.

En noble gesto solo hizo que Minho lo recibiera colocándolo en sus piernas y acomodando a la niña en sus brazos.

-Quizás cuando lo veas, puedes decirle gracias de mi parte- dijo Minho.

-No puedo, recuerda que no debía decirte que era de su parte pero veré cómo se lo digo- ella sonrió esta vez y Minho solo tomó su mano para quedarse a conversar sobre su día en el restaurante y andar unos instantes por el resto del lugar.

.

.

.

La noche se hizo presente y Jisung estaba andando por su cocina mientras miraba de vez en cuando al teléfono que estaba verticalmente sobre la mesa.

-Entonces la abuela era familiar de Minho.

-Sí- Jisung respondió a su amigo en lo terminaba de cocinar su cena.

-El mundo definitivamente es muy pequeño- mencionó Felix- Se suponía que tenías que estar a salvo de él.

-Pero ya te expliqué que gracias a eso pude superar algunas cosas- dijo colocando sus alimentos sobre la mesa y buscando los cubiertos.

-¿Que piensas hacer ahora?- Preguntó.

-Recuperar mi trabajo eso es obvio y después... aún estoy pensando algunas cosas- Jisung se sentó sobre la mesa mirando la pantalla.

-¿Tiene que ver con Minho?.

-No seas chismoso - dijo Jisung intentando comer.

-¡No debería haber secretos entre nosotros! Te he contado todo.

El rubio sonrió metiéndose algo de comida a la boca y disfrutando su primera cena fuera de casa.

-Prometo contarte cuando yo mismo decida que hacer.

-Más te vale- dijo Felix siguiendo la conversación que aún tenían pendiente.

Gracias por apoyar la adaptación y por votar 💕😭.

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