Pov Brooklyn:

Quería escuchar de sus labios mi nombre, pero ¿Y qué tal si decía el nombre de otra chica?
Creo que no podría soportarlo, por lo que busqué con la mirada algún escape de esa respuesta.

-olvídalo, fue una pregunta fuera de lugar-miré el reloj en la mesita de noche-además, ya deberíamos ir a clases.

-Brook...-esperé a que dijera algo más pero se quedó mudo, como si no supiera que decir.

-nos vemos luego-besé su mejilla y sali con sigilo de la habitación.

Tuve que ser muy ágil y rápida para que nadie me viera.

-¿Brooklyn? ¿Qué haces en pijama a esta hora?

-¡Loonie!-exclamé aliviada-es que...salí a caminar y al parar para descansar me dormí-mentí

-iré a clases y le diré al Hada Madrina ¿Sí? O puedo inventar algo-sonrió encogiéndose de hombros

-no, está bien-sonreí-me cambio y voy.

-nos vemos-se apresuró a cruzar el pasillo hacia los salones.

Respiré con tranquilidad y segui a mi habitación para luego cambiarme e ir directo a clases.

No sé que le dijo Loonie pero el Hada no me retó, luego tendría que agradecerle a mi amiga.

-Brook-oí a alguien susurrar mi nombre, disimuladamente me fije en todo el salón quién había sido, descubrí que fue Jane-¿Es cierto que estabas con Ben en pijamas, anoche?

¡Maldito Chad!

-pues si, pero fue porque hubo un percance anoche, en el museo y me pidió que lo ayudara-vislumbré a Audrey con su mirada de odio clavada en mi.

-claro-sonrió volviendo a prestar atención a las clases

-¿Ben?-el Hada Madrina volteó a ver la puerta por la que pasaba el susodicho-¿Qué son estas horas de llegar?

-lo siento, es que tuve que hacer deberes reales-mintió guiñandome un ojo, siendo precavido.

¡Y tenemos a el nuevo Pinoccho, señoras y señores!

-toma asiento-con la batuta en sus manos,que normalmente usaba para enseñar, señaló el asiento junto a mí.

-¿Cómo estas Brook?-susurró

-estoy bien Pinoccho-me burlé

-¿Querías que le dijera que llegué tarde porque pasé la noche contigo?-levantó una ceja divertido y por eso se ganó un golpe en el hombro

-eso sonó peor de lo que realmente sucedió y por favor no hablemos más del asunto ¿Sí? -me puse ligeramente nerviosa mientras me aseguraba,que nadie estuviera de chusma en nuestra conversación.

Luego de aquello nadie dijo nada en toda la clase y realmente lo agradecí.
No quería que se malpensaran las cosas de que como realmente sucedieron, porque solo dormimos y nada más.

Tras la salida con Ben fuimos a la cafetería para conocer un poco más a Evie, Mal, Carlos y Jay.

Encontramos a los cuatro en una mesa, hablando animadamente o eso parecía.
Fuimos acercándonos hasta estar frente a ellos.

-¡Hola chicos!-saludamos con un sonrisa a unísono.

-que hay-dijo con desgano la pelimorada

-¡Hola Ben!-exclamó Evie con una tonada casi pegajosa, como si le estuviera coqueteando.

-¿Cómo les fue en su primer día?-pregunté ahora observando a Carlos y Jay

- bien-se encogieron de hombros

-si Audrey u otra persona les dice algo, no se angustien o se sientan mal porque ustedes son mas de lo que creen que son y no debe afectarles lo que otras personas digan, ellos no los conocen como para juzgarlos por lo que son-sentí la necesidad de animarnos un poco.

Me imagino que debe ser difícil para ellos estar en un lugar al que no encajan porque son distintos y no solo eso las miradas de todos están en esas cuatro personas, esperando que hagan algo mal para poder devolverlos a la isla con una buena excusa.

-eso fue muy bonito, Brook-Ben pasó un brazo por mi cintura acercándome un poco más a él.

-gracias Brook,tus palabras son de gran apoyo-dijo Evie agradecida

-aquí pueden ser lo que ustedes quieran-el chico junto a mi se rió al darse cuenta de algo, que nadie mas notó-no es Neverland pero si quieres ser una princesa-miró a la peliazul-puedes serlo o incluso un jugador profesional de Tourney-esta vez su mirada se dirigió a Jay.-en tanto se esfuerzen por ello y no se den por vencidos...-dejó la oración en el aire

-ya no sé si quiero ser princesa-dijo tímidamente la hija de la Reina Malvada-lo que quiero es dedicarme a la alta costura, quiero hacer los vestidos y trajes de todo el Reino-sus ojos brillaron de ilusión

-¡Genial! Nos hace falta una modelista-sonreí

-bueno, nosotros los dejamos-nos despedimos para ir a almorzar.

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No podía creer lo que veía, Jane y Loonie con nuevos peinados hablando con Audrey, como si fueran mejores amigas de toda la vida.
Cuando la realidad es distinta y es que chicas como Audrey no se juntaban con chicas buenas como Jane o Loonie.

Lo que me intrigaba de todo esto es saber como lo hicieron, porque creo que hasta nariz nueva tienen.

-¡Jane!-llamé su atención antes de que entrara a entrenar

-hola Brook-sonrió

-me encanta tu nuevo look, ¿Quién te lo hizo?

-¡Oh! Fue Mal, fue muy amable en ayudarme y a Loonie-respondió acomodándose su nuevo cabello ondulado.

-¡Qué lindo gesto!-sonreí

-si ¿Verdad?

-¡Jane!-oímos el grito de Audrey

-debor ir, nos vemos luego-corrió y se metió al gimnasio

¿Por qué Mal haría algo así?, digo no he visto que socializara con otras personas que no fueran sus amigos y no es por juzgar pero no parecía ser la clase de persona que ayuda por la bondad de su corazón.

-¿Quién soy?-alguien tapó mis ojos con sus manos.
Al oír esa voz quedé de piedra  porque sabía que no era Ben, ni mucho menos Chad u otro estudiante de la preparatoria.

-¿Peter?-murmuré rogando porque me este confundiendo, pero no, sacó sus manos e inmediatamente se puso frente a mi.

-¿Me extrañaste, amor?-sonrió con petulancia

Peter Jr , hijo de Peter Pan, solía ser mi novio pero tuvo que irse a Neverland y terminamos.
Pero la razón por la que se fue, no es más que una mentira, les dijo a todos que tenía deberes de líder en aquel país, cuando solo huyó tras haberme sido infiel con la hija de Ariel.
Y el único consuelo que tuve, fue Ben.

-¿Qué haces aquí?-observé sus ojos verdes con curiosidad

-volví-dijo obvio-quería arreglar las cosas contigo-Justo vi pasar a Ben, se giró sonriendome y no pude evitar hacer lo mismo.-pero creo que llegué un poco tarde-murmuró el notar lo que había pasado

-si, es tarde-regresé mi atención a él-ya no siento nada por ti, lo siento.

Decidí regresar a mi habitación, había sido suficiente por hoy, además moría de sueño porque con todo lo de anoche me faltaron horas para descansar.