Pov Brooklyn:

Los días fueron pasando de a poco, lo que no significa que no la pasamos bien, todo lo contrario. Recorrimos el bosque encantado repasando las mil historias impregnadas en estos árboles, viviendas, cuevas, lagos, etc.
La estábamos pasando de maravilla, pero cuando nos quisimos dar cuenta faltaba solo un día para regresar a Auradon.

Hoy era un día soleado aunque la mañana estaba fresca, decidí que saldría por lo que tomé un saco y caminé entre la flora del lugar.
El olor a naturaleza me encantaba, incluso algunos animalitos se asomaban y se acercaban por un poco de amor, no era secreto que era hija de Blancanieves y eso se notaba mucho en los aldeanos del lugar.

Iba de lo más tranquila con unos pajaritos que me seguían desde las alturas cuando una señora anciana me obstruyó el camino.

-¡Lo siento!-me disculpe-iba un poco distraída.

-no hay problema, querida-sonrió mostrando la falta de algunos dientes, me observó de pies a cabeza-¿Estás en cinta?

-¿Cómo lo supo?-debo decir que me asusté

-solo es intuición-suspiró-¿Te gustaría saber el sexo de los bebés?

-no lo sé... ¡Un momento!-algo me detuvo-¿Cómo sabe que son dos?

-no te vayas a asustar pero tengo ciertos poderes, nada ofensivo de lo que tengas que temer-le restó importancia

Me lo pensé unos minutos, con Ben hablamos al respecto y queríamos que fuera sorpresa, pero la verdad es que me causaba curiosidad saber que tendría.

-esta bien-acepté

-dame tu mano derecha, querida-se la di con miedo, la dió vuelta dejando la palma hacia arriba y puso sobre esta suspendido en el aire un extraño collar-si el dije va en sentido del reloj es niño, y en péndulo a los lados es niña ¿Sí?-asentí

Soltó el dije y este comenzó a moverse lentamente en sentido del reloj, un niño

-¡Un niño!-exclamé feliz

-ahora veamos el otro-el dije se movió en péndulo-¡Oh querida! Felicitaciones serán un niño y una niña

-estoy tan feliz, que hasta podría cantar-reí

-igual que tu madre cuando se enteró de ti-sonrió-eres idéntica a ella

-pues ¡Gracias!

Miré a los lados buscando a la señora pero había desaparecido, me encogí de hombros y segui mi caminata pero ahora iba más que feliz

-Andrew y Emma-probé-Andrew y Alice o ¡Thomas y Emma! ¡Thomas y Alice!, son tantas opciones...¡Uff! Espero que Ben me ayude

Llegué a un pequeño lago y me senté en la orilla sobre una piedra. Cerré mis ojos disfrutando del sol que golpeaba suavemente el rostro.

De repente escuché el agua siendo movida bruscamente, abrí los ojos encontrando el lago embravecido, aunque no había viento.
Me alejé quedandome fuera pero sin dejar de observar por si algo salía. Y lo hizo, era una sirena de cabellos rubios largos hasta mitad del torso, lacio y con una especie de diadema de caracoles, su cola por lo que pude ver era naranja y su piel brillaba a la luz del sol como si estuviera formada por miles de diamantes.

-¿Eres Brooklyn?-preguntó reposando en una roca justo en medio del agua.

-¿Quién quiere saber?-me acerqué unos pasos

-mi nombre es Lira y soy una sirena oriunda de Neverland-explicó

-¿No me digas que Peter Pan jr, te envío?-pregunté con notable fastidio

-así es, me dijo que te dijera que tengas cuidado con los que amas, nunca sabrás cuando podría ser el último día que los veas.-recitó

-¿Es una amenaza?-casi podía oir mi voz quebrándose

-puede ser... no lo sé-se encogió de hombros

-pues dile que no le temo.

Y con eso decidí irme de ahí, tenía un sabor amargo en la boca, algo me decía que no se refería a Ben.

Me apresuré a llegar al castillo y cuando lo hizo lo recorrí en busca de Ben.

-¡Ben!-llamé con la esperanza de que me escuchara

-¡En la biblioteca!-se escuchó como repuesta

Regresé mis pasos y fui hacia aquel lugar.
Al entrar me quedé sin habla el lugar era un paraíso, lleno de estanterías que llegaban hasta el techo, de dos plantas todo rellenos de libros de cualquier temática, desde novelas hasta cuentos, obras, manuales y muchas otras cosas más.

En el centro en uno de los tantos sillones rojizos se encontraba Ben leyendo lo que me pareció que era una novela romántica.

-¿Brook? ¿Está todo bien?

No sabía si lo preguntaba por mi semblante preocupado o quizás por el hecho de que mis mejillas estaban bañadas de una fina capa de lágrimas

-no-dije intentando tranquilizarme

Dejó el libro y se paró para luego abrazarme

-cuéntame ¿Qué te ocurre?-se sentó en el sillón conmigo sobre sus piernas apoyando una de sus manos en mi vientre

-Peter Pan jr, mandó a una sirena amenazando con llevarse a quién más ame-expliqué entre llanto

-nada va a pasar, no dejaré que él se acerque, reforzaré la seguridad en Auradon ¿Sí?-asentí

-hay algo más... sé el sexo de los bebés-me limpié el rostro

-¿Cómo...?

-me encontré con una anciana y ella me hizo un pequeño ritual con un collar-informé

-¿Entonces?-me miró atentamente

-creo que querías que fuera sorpresa-dije sorprendida

-no puedo con la ansiedad-admitió

-tendremos un niño y una niña-tomé sus manos entre las mías, Ben se quedó estático.-¿Ben? ¿Cariño?

-yo...-una sonrisas surcó su rostro-no lo puedo creer-tomó mi rostro-¡Gracias! ¡Gracias ¡Gracias! ¡Te amo Brook!-me besó con efusividad, no pude evitar feliz

-de nada-lo abracé-también te amo

-¿Entonces serán Thomas y Alice?

-¿Disculpa? ¡Serán Andrew y Emma!-declaré

-¿Por qué?-preguntó a la defensiva

-porque yo seré quién los tenga-dije obvia

-¿Y si... elegimos un nombre los dos?

-¿Uno y uno?-asentí-esta bien

-yo propongo Alice

-y yo Andrew-sonreí

-¡Listo!-me abrazó-serán Alice y Andrew Beast White

-si-me apoyé en él-¿Qué estabas leyendo?

-una vieja novela que mi madre solía contarme.

-¿Y de qué trata?-me interese

-trata de una mujer humilde que se enamora del más hostil, gruñón y egoísta hombre, que casualmente era un adinerado terrateniente.

-¿No te recuerda a algo?