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❄️☆𝓔𝓵 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓻𝓮𝓰𝓪𝓵𝓸☆❄️


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Estático, así estaba el rubio.

Aún no podía procesar porque razón su ex novio estaba justo allí, tal vez estaba comenzando alucinar o se había emborrachado con el ponche.

No había otra opción; ¿por qué más estaría allí?, realmente no lo entendía.

Los demás al ver que Jimin no tenía intensión de responder decidieron tomar la iniciativa.

—Si gustan los dejamos solos —la señora Park sonrió cómplice.

—¿Ah? —Jimin sacudió su cabeza aún aturdido y volvió su vista nuevamente a Jungkook. Sus ojos se pasearon por toda su anatomía notando lo mucho que había cambiado físicamente y también el uniforme de coronel de las fuerzas armadas. Al parecer había logrado su objetivo.

—No es necesario Yeji, quería hablar con Jimin afuera —observó al mencionado—, claro si es que quieres...

Park mordió su lengua y observó a su madre. ¿Por qué dejaba que aún la llamara por su nombre?, no debería hacerlo. Ni siquiera comprendía porqué razón parecía que ella sabía todo.

—Esta bien —murmuró finalmente.

Sin decir más salió de la sala siendo seguido por kook, ambos caminaron hasta llegar al patio trasero y abrieron la puerta dejando entrar la fría brisa.

La calles estaban cubiertas de nieve, las luces de las demás casas brillaban y a lo lejos se escuchan diferentes clases de villancicos.

Park y Jeon salieron sin decir palabra alguna y caminaron hasta un viejo árbol, Jimin recordaba que allí se habían besado por primera vez

—¿Que haces aquí? —preguntó el más bajo luego de haber estado varios minutos en completo silencio. Afuera estaba helando y quería saber de una vez por toda que sucedía.

—Yo...—suspiró y recostó su cuerpo en el árbol— primero te quiero llevar a un lugar, y allí podré explicarte todo. ¿Si?

—¿Por qué aquí no?, estoy muriendo de frío

—Solo dime si aceptas o no —observó fijamente al precioso rubio— por favor...

—Aceptó...—su cuerpo enteró se encontraba temblando y no tenía idea si era por el frío o porque estaba demasiado nervioso.

No tenía ni idea de que decir o como comportarse. Técnicamente ellos no habían terminado tan mal, pero aún así habían quedado en alejarse para siempre.

Nuevamente ambos empezaron avanzar pero esta vez Jungkook se posiciono detrás del rubio y cubrió sus ojos con sus manos.

—Confía en mi...—susurro sobre su oído suavemente.

Una corriente eléctrica recorrió el cuerpo enteró de Jimin. Dios, no quería admitirlo en voz alta pero realmente lo había extrañado.

—S-si, lo hago...—trago grueso y de forma obediente siguió caminando. Alrededor de unos quince minutos después se detuvieron pero Jeon no destapó sus ojos.

—No puedes ver hasta que yo te lo diga

—No estoy entendiendo nada —soltó con sinceridad. ¿Que demonios quería hacer Jungkook?.

—Pronto lo harás...

Al sentir que destapó sus ojos tuvo ganas de espiar pero se contuvo. Pasaron alrededor de cinco minutos más y por fin volvió a escuchar la voz de kook.

—Ábrelos...

Lentamente comenzó abrir los ojos siendo cautivado inmediatamente por el bello paisaje. Se encontraban justo al lado de un precioso lago congelado. A sus alrededores había muchos árboles llenos de luces de navidad y al fondo una bella cabaña perfectamente decorada y con letrero que no lograba ver del todo bien.

—Se que esta helando y querrás que hable rápido —kook sonrió dejando a la vista su blanca dentadura— intentaré ser breve, sabes que siempre terminó dist-

—Estas distraído justo ahora —rio y negó con la cabeza—, rápido Jeon, siento que voy a morir de hipotermia —bromeó.

—Si, si. Tienes razón—rasco su nuca avergonzado— Y-yo...— dejo escapar todo el aire que estaba conteniendo— se que probablemente estas muy enojado aún por haber decidido irme a los Estados Unidos —hizo una mueca. Justo ahora los nervios se estaba apoderando completamente de su sistema, quería hacer esto hoy ya que navidad siempre había sido una época realmente especial para ambos y quería que Jimin recordará esto toda su vida—. Quiero pedirte una disculpa por no haber insistido en continuar con nuestra relación, estaba tan cegado en subir de rango y ser coronel que no pensé las cosas —dio un paso más cerca— Quería acercarme a ti pero todos me aseguraban que estabas mejor sin mi —sus ojos color miel brillaron por las lágrimas contenidas—, pensé que seria egoísta de mi parte pedirte que me esperaras asi que solo decidí seguir, hasta que finalmente logre lo que quería... —suspiró— y me di cuenta que nada valía la pena si tu no estabas —trago grueso—. Espero que no sea tardé para pedir que me disculpes, yo... —su mirada cayó al suelo. Jeon no sabía que haría si Jimin se negaba a perdonarlo—. Te necesito en mi vida, se que probablemente tu ya no quieras pe-

—Shh —Park puso uno de sus dedos sobre los labios de kook—. Creo que yo también te debo una disculpa Jungkook —Jimin no tenía ni la menor idea de por donde empezar, pero tenía muy claro que ambos debían sanar aquella herida abierta. y tal vez solo tal vez podrían llegar a ser nuevamente pareja, aquella idea le gustaba pero en el fondo sabia que no pasaría. ¿O si?...

Park observó a su alrededor, enfocó la vista en el cielo y soltando un fuerte suspiro comenzó a hablar.

—Nunca debí terminar contigo por cosas tan tontas, estuvo mal de mi parte querer hacerte elegir entre tus sueños y yo —su mirada se mantenía fija en el oscuro cielo—, pero todos comentemos errores, y yo no soy la excepción —remojo sus gruesos labios con la punta de su lengua—. Te perdonó y espero que tu también me perdones a mi por mis errores

—Esta bien Jiminie, te perdonó —habló en voz baja mientras se acercaba aún más a él.

En aquel momento una fría brisa soplo con fuerza empujando el cuerpo del rubio, dejando a este pegado por completo a Jeon. Seguido un fuerte sonido de cascabeles los hizo saltar del susto.

—¿Tú hiciste eso?... —susurro Park.

—No, aun no puedo manejar los elementos —soltó una suave risa y llevo sus manos hasta la pequeña cintura de Jimin—. Dame otra oportunidad, déjame demostrarte que he cambiado. Te juro que no te vas arrepentir...

Y allí, bajo la luz de la luna se encontraban dos chicos los cuales nunca se dejaron de amar. Sus caminos se habían separado temporalmente pero la vida y la magia de la navidad se estaban encargando de juntarlos una vez más.

Estaban destinados a estar juntos toda la vida. así se separaran, aquel hilo rojo no los dejaría estar lejos por mucho tiempo.

El rubio volvió a observar el cielo, notando en ese momento una bella estrella fugaz.

—Deseo estar contigo toda la vida...—murmuró y sus bellos ojos viajaron hasta el rostro de Jeon— Intentemoslo de nuevo Jungkooki...—soltó con voz dulce, acercando a un más su rostro al de su amado.

—No te vas arrepentir —sus grandes manos subieron por la espalda del rubio hasta llegar a su rostro.

—Nunca me he arrepentido...

De forma lenta ambos cortaron por completo la poca distancia que los separaba y unieron sus Labios por primera vez en dos largos años.

Se besaron con delicadeza y amor. demostrando con aquel íntimo acto cuando se amaban y jurando sin palabras que esta vez estarían juntos por siempre;  a lo lejos aquellos lindos cascabeles resonaban, tornando el ambiente aún más romántico.

La navidad no solo se trata de regalos y objetos materiales. Estas fechas son para disfrutar en familia, para pasar tiempo junto a la persona que amas.

Para sonreír y ser feliz. Disfrutando de cada pequeño detalle de esta bella víspera navideña.

Cuando dejas este mundo lo unico que te llevas contigo son los momentos que vives y disfrutas. Te llevas los recuerdos y las sensaciones, te llevas los sentimientos y todas aquellas cosas que realmente son valiosas.

Jimin y Jungkook jamás se olvidarían de este momento. Pues era algo realmente inesperado, kook no tenía ni idea de que cosas le esperaban al volver a corea; solo estaba seguro que quería regresar a los brazos del amor de su vida.

—Te amo —soltaron al unísono.

—Creo que esta es la mejor navidad de todas...—susurro el más bajo.

—Estoy de acuerdo, tu eres el mejor regalo que he recibido en toda mi vida —pego su frente a la del bonito rubio— ¿sería demasiado si te pido que seas mi novio?

—Pensé que ya lo era tonto —golpeó su pecho y solto una risita—. Y no, no sería demasiado kooki. Te espere por años, ahora lo único que deseo es nunca alejarme de tu lado —suspiró enamorado.

—Jamás me alejaré de ti —con su pulgar acarició las regordetas mejillas de Jimin— ¿Quieres ser mi novio?...— murmuró sobre su oído oído voz ronca.

—S-si, Si quiero —sus ojos brillaron y ambos corazones se aceleraron.

Nuevamente empezaría su bella historia de amor, y esta vez no se separarian nunca más. Ya que el amor es más fuerte que cualquier cosa...

Desde lejos, aquel misterioso hombre observaba con una sonrisa a ambos jóvenes enamorados. Su trabajo ya estaba hecho, sabía que ellos dos no querían ningún regalo material. Lo único que deseaban era estar juntos nuevamente; así que sin pensarlo dos veces los ayudo a que fuera posible, Pues a santa le encantan las historias de amor con un bello final feliz.

《Años después》

—Y así fue como tu papi y yo nos reconciliamos —terminó de contar Jimin mientras le ayudaba a destapar sus regalos a su hijo.

—¡Pero no entiendo papi! —chilló el pequeño.

—¿Que no entiendes cariño? —preguntó Jeon mientras arrullaba a su hijita de tan solo ocho meses.

—Dijiste que esa vez salieron las cosas mágicamente... —los miro sin entender— ¿por qué?

—Bueno pues aquel día alguien me regalo un boleto a busán, este apareció bajo mi almohada junto a una nota.

—¡Y que decía! —grito. El pequeño de cinco años estaba más emocionado por la historia que por lo juguetes que estaba destapando su padre.

Jeon sonrió. Su lindo hijo era una copia exacta de Jimin, y cada vez que se emocionaba hacía los mismos gestos.

—La nota era sencilla. Tenía escrito en tinta roja "Vuelve por él, no lo dejes ir. Allí en busán te espera un lindo rubio junto al árbol de navidad" —sonrió. Kook recordaba perfectamente ese momento, pero lo demás simplemente era un borrón en su memoria—. Las cosas fueron realmente extrañas. No recuerdo en qué momento llegué al aeropuerto y mucho menos como logré llegar tan rápido a corea...—junto sus cejas.

—Siempre ha sido un misterio como llego tu padre —el rubio le entrego un juguete de carrito a su pequeño—, ni siquiera el mismo lo recuerda —soltó una risita—. Solo recuerda estar en el aeropuerto de busán y llamar a mi madre para decirle que debía verme

—Fue una completa locura —se levantó del sofá y camino hasta al lado de Jimin— ambos creemos que fue un regalo de parte de santa —se sentó junto a su esposo— ¿verdad?

—Si, de hecho esa noche escuchamos sus cascabeles...

El pequeño abrió su boquita en una perfecta "O" y salto emocionado.

—¡Yo también quiero conocer a santa! —movió sus manitos emocionado.

—Lo harás cariño, en el momento indicado el te cumplirá tu mayor deseo —sonrió Jeon y observó enamorado a su pareja—. Jimin siempre fue mi mayor deseo...

El rubio se sonrojo.

—Y tu el mio kooki —giró a verlo completamente enamorado—. Te amo...

—Te amo mucho más príncipe —se acercó a él y beso sus rellenos labios.

Y si, aquel amor perduró años y años. Y cada navidad solían recordar ese mágico reencuentro. Donde su amor volvió a florecer pero esta vez con mucha más fuerza.

Santa claus les había dado el mejor regalo del mundo y siempre se lo agradecerían.

FIN

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