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Party...
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Las fuertes bocinas y la música retumbaban en mis oídos mientras iba pasando por el umbral de la puerta para entrar a la fiesta. Lily estaba entrelazada a mi brazo, lo que ciertamente me daba una sensación reconfortante y al mismo tiempo alimentaba mi egocentrismo.

No solíamos venir a estos tipos de fiestas, pero hoy queríamos hacer una excepción luego de que Jinsol nos convenciera para no quedarse sola, aunque realmente hasta ahora no la vida en ningún lugar del salón. La fiesta era exclusiva y ubicada en uno de los barrios más lujosos de la ciudad.

—Esto parece bastante impresionante —comenté, mirando alrededor del lugar decorado con gusto y elegancia.

—Sí, definitivamente no es el tipo de fiesta al que solemos ir —respondió Morrow, sonriendo.

Nos adentramos entre la multitud, y pronto, nos encontramos moviéndonos al ritmo de la música en la pista de baile. La cercanía y el ambiente hicieron que nuestros cuerpos se rozaran una y otra vez. En un impulso y como disfrute coloqué mis manos en la cintura de Lily, guiándola suavemente mientras bailaba. Lily se giró, quedando frente a mí, y sus ojos se encontraron con los míos, iluminados no sólo por las luces del salón, si no por algo más.

—Te ves increíble esta noche —murmuré, mi voz apenas audible sobre la música.

—Tú también, Haewon—respondió Lily, su sonrisa iluminando el momento. Sonreí por inercia.

Después de un rato, nos acercaron a la mesa de bebidas. Serví rápidamente un trago y le ofrecí el vaso a Jin. Ella tomó un sorbo y luego me pasó el vaso de vuelta, nuestros dedos rozándose brevemente. Tomé del mismo vaso sin pensarlo, para luego servirme algo de Vodka. Al beber de este sentí como el líquido pasaba a través de mi garganta, esta quemándose por el licor y volviéndose algo áspera.

—Eso está bastante fuerte —comentó Lily, riendo suavemente.

Yo solo asentí y me serví otro vaso de alcohol. Ella parecía mirar seria cada uno de mis movimientos, atenta.

—No tomes demasiado, Haewon.

—No sé desde cuándo te preocupas por mí.

—Desde siempre. Ahora, bebe moderadamente si no quieres que llame a Sullyoon para que te retire.

Bufé molesta y luego hice un gesto de 'Sí' con la cabeza, observé unos segundos el vaso que tenía frente a mí, pero decidí por milenia hacerle caso a Jin y aparté el vaso de mi alcance. Pude ver una sonrisa esbozarse de sus labios.

—Tal vez necesitemos algo para suavizar el ambiente—sugerí, mi mirada intensa sobre Lily.

La tomé de la mano para que se levantara y así recorrer un poco los pasillos. Llegamos a una escalera y subimos, para luego ver varias salas. Nos unimos a un grupo de personas que había organizado un juego de la botella en donde se encontraban varias personas famosas que ya habían conocido anteriormente.

Todos se sentaron en círculo y la botella comenzó a girar, señalando a diferentes parejas que se enfrentaban a diversos desafíos. La botella finalmente se detuvo apuntando a Lily y a una chica de cabello negro. Mentiría si dijera que no sentí mi sangre arder al observar a Lily y la chica cumplir con el reto de un beso. Supongo que en ese momento el alcohol me consumió bastante.

Las dos se miraron, mientras la peli-negra desconocida se iba acercando lentamente hacia Jin, para luego tomar su mentón y comenzar a besarla con disfrute. Y luego estaba yo, observando la escena mientras sentía que iba a explotar. Todos miraban callados la escena de ambas comiéndose la boca, y de tan solo pensar que probablemente Morrow estaría disfrutando de ese beso me ponía los pelos de punta.

Se estaba besando con una desconocida, ¿Cómo podría disfrutarlo? Aunque solo hubieran pasado diez segundos para que terminaran con el beso y se separaran, para mí habían tardado más que una eternidad.

Giraron el objeto nuevamente y esta vez le tocó a Park Rosé y Kim Jennie, dos modelos y actrices bastante conocidas. Rápidamente les asignaron el típico reto de estar encerradas por treinta minutos, así que las empujaron y encerraron allí. Mientras pasaban su tiempo a solas, los de la ronda decidieron seguir jugando, así que giraron la botella otra vez.

La botella paró frente a mí, genial. Lo peor de todo es que me había tocado con un chico que claramente no sabía de su existencia, aún mejor. Por la impotencia por lo ocurrido anteriormente hice lo más estúpido que pude haber hecho: correr a besarlo.

Pasé rápidamente por el medio de la ronda y me acerqué a él, quedando a centímetros de distancia, aunque él terminó besándome. Mientras todo esto ocurría sentí en todo momento la mirada penetrante de Jin, pareciera que me estaba quemando con la mirada, lo que ciertamente me gustaba de tal forma, quería hacerla sufrir.

Subí un poco la intensidad del beso, causando que todos se sorprendieran, ya que, como había dicho anteriormente, no nos conocíamos en absoluto. O mejor dicho, yo no lo conocía a él, ya que estaba dicho que él a mí sí. Luego de que me separé de él todos comenzaron a aplaudir, por lo que fingí una sonrisa hipócrita mientras regresaba a mi lugar. La Lily sonriente y protectora de antes había pasado a ser ahora seria y enojada, misteriosa.

Las rondas siguieron y apuntaron a bastantes parejas, las cuales hacían todo tipo de retos del mismo tipo. Hasta que finalmente pasó, y nunca me imaginé que lo haría. La botella giró de nuevo, y esta vez se detuvo apuntando a ambas. El ambiente se tensó un poco mientras nos mirábamos serias y con los ojos fijos en la otra.

—¡Pockys! —exclamó alguien, sacando una caja delgada de palitos de chocolate.

Tomé el Pocky que me habían ofrecido, lo tomé con mi boca y me acerqué sigilosamente a la rubia. Cada una tomó un extremo de este y comenzamos a morderlo lentamente, acercándonos cada vez más centímetro a centímetro. Había un silencio profundo en la Sala, y esto no importaría por los miles de rumores que había en redes sociales de que éramos pareja, por eso mismo la gente estaba tan atenta. Podía sentir su respiración y mi pecho latía constantemente, estaba demasiado nerviosa aunque no pareciese.

No podía apartar mi vista de la rubia, y luego pude apreciar que ella tampoco. Con cada mordisco nos acercábamos más, y mi respiración se volvía más pesada, profunda. La tensión creció con cada mordisco hasta que llegamos al final. El último trozo de Pocky se desintegró y nuestras bocas se encontraron en un beso que comenzó como cualquier otro, pero que luego rápidamente se convirtió en uno más oscuro, lujurioso, apasionado.

Pronto dejé de oír los murmullos de las personas de alrededor y solo podía sentir los labios de Jin sobre los míos. Presioné más nuestros labios en desespero. Mis manos se movieron instintivamente, una deslizándose detrás de su cuello, tirando de su cabello ligeramente, mientras la otra reposaba en su cintura, apretando a medida que el beso avanzaba.

Lily respondió con igual intensidad, sus manos encontraron camino a mis hombros, tirando de mí con fuerza. Nuestros labios se movían juntos, explorándonos, mientras nuestros cuerpos se alineaban perfectamente. Cada segundo pasado enviaba una descarga eléctrica por mi cuerpo y mi piel se erizaba. El sabor del chocolate y la adrenalina se mezclaban, haciendo que el momento fuera aún más intenso.

Finalmente nos separamos, nuestras respiraciones entrecortadas y nuestros ojos fijos como antes del suceso, ambas teníamos la cara sonrojada y el corazón acelerado. El círculo aún seguía callado, sorprendidos por lo ocurrido recientemente. Sinceramente si antes sospechaban sobre ellas, ahora estarían cien por cierto seguros de su teoría, algo que no me importaba en lo absoluto, al menos en este momento.

La música retumbaba en el apartamento, y las luces tenues creaban un ambiente íntimo. La multitud estaba animada, disfrutando de la velada con risas y conversaciones. Yo por mi lado estaba buscando a Lily por todas partes, se había ido a buscar unas bebidas hace diez minutos pero no volvió. Me encontraba hablando con Bae en una mesa pegada a la pared, con varios tragos en la mesa. Bae, siempre animada y llena de energía, me estaba dando consejos sobre cómo manejar mis 'sentimientos' hacia Lily.

—Debes ser honesta con ella —dijo Bae, levantando su vaso para brindar.

—Lo sé, pero... —suspiré, tomando un sorbo de mi bebida.

Bae me observó.

—Mira, si no lo haces ahora, ¿cuándo lo harás? Esta noche es perfecta.

Asintí, sabiendo que Bae tenía razón. Mis ojos vagaron por la pista de baile y se detuvieron en Lily, quien estaba bailando con energía. Su vestido se movía con cada giro y salto, y su risa era como una melodía que hacía eco en mi mente.

La envidia y los celos comenzaron a llegar al ver a Lily tan animada y rodeada de otros. Bae me dio una palmadita en el hombro, como si supiera exactamente lo que estaba sintiendo.

—Ve a por ella, Haewon —dijo Bae con una sonrisa alentadora.

Me levantó y me dirigí hacia la pista de baile. La música se sentía más fuerte a medida que me acercaba. Finalmente, alcancé a Lily y toqué suavemente su hombro. Lily se giró y sus ojos se iluminaron al verla.

—Haewon, ¡ven a bailar! —gritó Lily por encima de la música.

No necesité más invitación. Me uní a Lily, nuestros cuerpos moviéndose al unísono al ritmo de la música. Cada paso que dábamos juntas parecía sincronizado, como si estuviéramos en una burbuja propia. No podía evitar sentirme atraída hacia Lily, la energía y la alegría de mi amiga eran irresistibles.

Mientras bailábamos, yo aprovechaba cada oportunidad para acercarme más a Lily. Coloqué mis manos en su cintura, guiándola suavemente mientras nos movíamos al ritmo de la música. Lily se giró, quedando frente a mí, y sus ojos se encontraron, llenos de intensidad.