𝟚𝟘
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Dissimulate
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Haewon se encontraba sentada en un sofá, con las piernas temblando por el nerviosismo y mirando a otras direcciones que no fueran al frente, ignorando a Lily y disimulando su mirada. El silencio en la sala era denso, solo interrumpido por el ocasional suspiro de frustración de Lily.
Lily se cruzó de brazos y suspiró profundamente.
-Haewon, ¿por qué me ignoras? -preguntó, insistente.
Haewon no respondió de inmediato, sus ojos seguían enfocados en un punto invisible en la pared opuesta. Finalmente, dejó escapar un suspiro y se frotó las manos nerviosamente.
-No estoy ignorándote, Morrow. Es solo que... -Haewon tartamudeó.-Es complicado.
Lily se acercó y se sentó al lado de Haewon en el sofá, su proximidad haciendo que el aire se sintiera más pesado. Tomó la mano de Haewon con delicadeza, obligándola a mirarla.
-Haewon...
-¿Sí?...
-Haewon, no puedo soportar verte así.
Haewon se mordió el labio inferior, sus ojos brillando. Lily se dio cuenta de que la distancia entre ellas había disminuido aún más, y podía sentir el calor que emanaba del cuerpo de Haewon. Lentamente, levantó su mano libre y acarició suavemente la mejilla de Haewon.
-Lily...-susurró Haewon, su voz apenas audible.
Lily inclinó la cabeza, sus labios casi rozando los de Haewon. Podía sentir la respiración entrecortada de Haewon contra su piel, y el momento parecía detenerse.
-Haewon, no quiero perder esto. No quiero perderte-murmuró Lily, sus palabras tan cerca que casi podían ser un beso.
Haewon finalmente levantó la mirada, encontrando los ojos de Lily. Había una mezcla de emociones en sus ojos, desde el miedo hasta el anhelo. Tomó un profundo aliento antes de hablar.
Haewon cerró los ojos, dejándose llevar por el momento. Y entonces, en un movimiento suave, Lily cerró la distancia entre ellas, sus labios encontrando los de Haewon en un beso que fue tanto suave como apasionado.
El beso duró apenas unos segundos, pero para ambas, se sintió como una eternidad. Cuando se separaron, ambas respiraban con dificultad, sus frentes aún tocándose.
Justo en ese momento, Haewon despertó de su sueño, agitada.
Haewon abrió los ojos, sintiéndose desorientada y confundida. No recordaba cómo había llegado a la habitación de Lily.
Haewon respiró profundamente, tratando de calmarse. Mientras observaba a Lily, se le escapó una sonrisa alegre. Aunque el sueño había sido solo eso, un sueño, no podía negar lo real que se había sentido.
Con cuidado, Haewon decidió salir de la cama sin hacer casi ruido para no despertarla. Antes de irse, tomó su teléfono y sacó una foto de la escena: Lily durmiendo en la cama, con una expresión de tranquilidad.
Haewon sonrió, pensando en la buena anécdota que tendría para compartir con Bae más tarde.
Se deslizó fuera de la habitación y se dirigió a la cocina. Vió su chaqueta colgada sobre una silla y dejó un momento su celular en la mesa para ir a buscarla.
Justo cuando tomó la chaqueta, su teléfono comenzó a sonar ruidosamente, rompiendo el silencio de la casa. El tono de llamada era muy ruidoso en el espacio vacío.
Haewon se apresuró a tomar su teléfono para cortar la llamada, pero en su prisa, se tropezó con una alfombra y cayó al suelo.
Se levantó rápidamente y logró colgar la llamada, viendo que era Bae quien intentaba contactarla. Pero ya era demasiado tarde. Al levantar la vista, vió a Lily en la puerta del dormitorio, somnolienta y mirándola fijamente.
-Haewon, ¿qué estás haciendo? -preguntó Lily, su voz aún cargada de sueño.
Haewon se sonrojó, sintiéndose atrapada.
-Lo siento, Lily. No quería despertarte. Solo... no recuerdo cómo llegué ahí.-señaló la habitación de la mayor.
Lily se frotó los ojos y caminó hacia Haewon, sus pasos lentos y cuidadosos.
-Te traje aquí anoche. Estabas muy cansada después de la sesión de fotos y pensé que sería mejor que te quedaras.-Lily sonrió suavemente- ¿Estás bien?
Haewon asintió, aún sintiendo la adrenalina del momento.
-Sí, solo estoy un poco confundida. Gracias por cuidarme, Lily.
Lily se acercó más y tomó la mano de Haewon, apretándola suavemente.
Mientras preparaban un café, compartieron sonrisas y risas, recordando los eventos del día anterior y haciendo planes para el futuro.
Mientras el aroma del café llenaba la cocina, Haewon empezó a recordar fragmentos de su sueño.
La intensidad del beso y el lío de emociones volvían a su mente con una claridad sorprendente. Las imágenes de Lily y ella, tan cerca, los susurros y la tensión, todo parecía tan real.
Haewon se detuvo un momento, su mente volviendo a aquel sueño tan vívido. Miró a Lily, que estaba revolviendo el café, y sintió una punzada en su pecho.
-¿Estás bien? -preguntó Lily, notando la expresión distante de Haewon.
Haewon parpadeó, volviendo al presente.
-Sí, solo... estaba recordando algo -respondió con una sonrisa, intentando tranquilizarse.
-Bueno, sea lo que sea, estamos aquí y tenemos café. Eso siempre ayuda -dijo Lily con una risa ligera, extendiéndole una taza.
Haewon aceptó la taza, agradecida por la distracción. Pero no dejó de pensar en el sueño, deseando que se volviera realidad. Después de compartir un café y algunas risas, Haewon y Lily se prepararon para ir a la agencia.
Aunque el ambiente en la casa de Lily se había aligerado, Haewon no podía dejar de pensar en su sueño y en lo que podría significar. Decidió dejar esas preocupaciones de lado por el momento y concentrarse en el día que tenían por delante.
Después de compartir un café y algunas risas, Haewon y Lily se prepararon para ir a la agencia. Aunque el ambiente en la casa de Lily se había aligerado, Haewon no podía dejar de pensar en su sueño y en lo que podría significar. Decidió dejar esas preocupaciones de lado por el momento y concentrarse en el día que tenían por delante.
Llegaron a la agencia poco después del mediodía. El bullicio habitual llenaba los pasillos mientras el personal se movía rápidamente para cumplir con sus tareas. Haewon, Lily y Bae se dirigieron a la sala de conferencias, donde tenían una reunión programada para discutir la próxima campaña publicitaria. Haewon se sentó primero, seguida de Lily, que se acomodó a su lado, y finalmente Bae se sentó junto a ellas.
Al entrar en la sala, notaron que varias personas ya estaban presentes. El director de marketing tomó la palabra y comenzó a revisar los detalles de la campaña mientras proyectaba unas diapositivas en la pantalla. Haewon miraba las diapositivas, pero su mente divagaba, recordando el sueño que había tenido y las sensaciones que aún no podía sacudirse.
Mientras la reunión avanzaba, Haewon sintió una repentina necesidad de conectar con Lily de una manera más íntima. Lentamente, deslizó su mano bajo la mesa y la colocó suavemente sobre el muslo de Lily. Lily se tensó al sentir el toque de Haewon, su respiración se aceleró ligeramente y un rubor subió a sus mejillas.
Su cuerpo se estremeció levemente, uniendo el nerviosismo y la sorpresa del contacto inesperado. Tratando de mantener la compostura, Lily se mordió el labio, sintiendo cómo el calor subía por su cuello hasta sus mejillas.
El director continuaba hablando, pero Lily apenas podía concentrarse en las palabras que decía. El calor de la mano de Haewon en su muslo enviaba pequeñas olas de electricidad a través de su cuerpo, y ella no podía evitar sentir un deseo creciente. Se movió ligeramente en su asiento, tratando de encontrar una posición más cómoda mientras sus pensamientos se arremolinaban.
Haewon notó la reacción de Lily y apretó suavemente, disfrutando de la respuesta que provocaba. Sin embargo, su atención se desvió cuando el director de marketing llamó a Bae para que explicara algunas de las ideas creativas para la campaña. Bae se levantó y comenzó a hablar con entusiasmo, detallando las innovaciones que tenía en mente.
Después de la presentación inicial, el director abrió la sesión para preguntas y comentarios. Haewon y Lily trataron de concentrarse en las discusiones, aunque la tensión entre ellas era palpable. Al final de la reunión, mientras todos se dispersaban, Bae se acercó a ellas.
—¿Listas para la sesión de fotos? —preguntó Bae con una sonrisa.
Haewon asintió, agradecida por la oportunidad de distraerse con el trabajo.
—Claro, vamos a dar lo mejor de nosotras.
Las chicas se dirigieron al set, donde el equipo de producción ya estaba preparando todo para la sesión. Los vestuarios eran deslumbrantes: Lily llevaba un vestido elegante y fluido, perfecto para resaltar su figura y añadir un toque de sofisticación. Haewon, por su parte, vestía una combinación de ropa urbana chic, con una chaqueta bomber y jeans desgastados, reflejando su estilo moderno y relajado.
La sesión comenzó con energía y profesionalismo. El fotógrafo dirigía a las chicas, buscando capturar la esencia de cada una en cada toma. Sin embargo, a pesar de la buena atmósfera, Haewon no podía evitar que sus pensamientos volvieran al contacto íntimo con Lily durante la reunión. Sus miradas se cruzaban de vez en cuando, cargadas de una tensión eléctrica que ninguna de las dos podía ignorar.
La sesión de fotos avanzaba con energía y profesionalismo, pero Haewon tenía un plan en mente. Decidida a crear un ambiente íntimo y cercano con Lily, comenzó a hacer poses que, aunque parecían profesionales, estaban llenas de intención.
En una de las primeras tomas, Haewon abrazó a Lily por la cintura, acercándola hacia ella. El fotógrafo capturó el momento justo cuando sus cuerpos se alinearon, con sus rostros muy cerca. Podía sentir la respiración de Lily, y por un segundo, casi olvidó que estaban rodeadas por el equipo.
Luego, Haewon giró a Lily de manera que sus cuerpos quedaran de frente, apenas unos pocos centímetros separándolas. Sus manos descansaban en la cintura de Lily, mientras Lily colocaba sus manos en los hombros de Haewon. Los fotógrafos estaban encantados, ya que la cercanía y la tensión entre ellas era palpable.
En otra pose, Haewon inclinó su rostro hacia el de Lily, sus labios quedando peligrosamente cerca. Los ojos de Lily se entrecerraron, y sus labios se entreabrieron ligeramente, añadiendo un toque de vulnerabilidad a la foto. Parecía que en cualquier momento podrían besarse, lo cual añadía una capa de emoción a las imágenes.
Finalmente, Haewon se colocó detrás de Lily, abrazándola desde atrás y apoyando su barbilla en el hombro de Lily. La suavidad del gesto, combinada con la mirada intensa de Haewon hacia la cámara, creaba una imagen poderosa y emotiva.
Cuando la sesión terminó, el equipo aplaudió su trabajo. Haewon y Lily se cambiaron de vuelta a su ropa normal, pero la electricidad del set aún vibraba en el aire.
—Increíble trabajo hoy, chicas —dijo el fotógrafo, mostrando una de las tomas en la que ambas parecían perdidas en sus pensamientos, pero conectadas de una manera profunda.
—Gracias —respondió Lily, sonriendo.
Haewon se sentía ligera, casi eufórica. Había algo en esas poses, en esos momentos de cercanía, que había encendido algo dentro de ella. La mirada de Lily había sido una mezcla de sorpresa y aceptación, y eso la llenaba de esperanza.
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