Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02

"Con una probada de tus labios, estoy de paseo en un paraíso venenoso"

JiMin boqueo, olvido lo de las enredaderas y desesperado comenzó a forcejear, les tenía pánico a los reptiles. YoonGi le llamó muchas veces para detenerlo, intentar calmarlo un poco, pero nada funcionó.

JungKook se burló de ellos con una risita cínica, se encontró delante del peli rosa, quien al ser consciente de su presencia cerró los ojos con fuerza para no verlo, estaba demasiado intimidado por su poderosa aura.

La traviesa lengua bifurcada de la serpiente siseo, lamió el rostro del pequeño humano y no muy contento de verlo sumido en el pánico, decidió darle una mano. A JungKook le encantaba devorar a sus presas después de haber jugado con ellas lo más que pudiera, adoraba calentarlos y llevarlos al frenesí de sus deseos sexuales más oscuros.

—Mgh~.— gimoteo JiMin al sentir como JungKook le tocaba la entrepierna por sobre la tela, la enorme mano abarcaba todo su miembro y con solo moverla unos míseros centímetros ya lo estaba masturbando.

—Déjalo.— ordenó YoonGi con voz firme.

JungKook lo ignoró, en cambio, decidió rodear el cuerpo de JiMin desde atrás y darle una mejor vista al humano de cabellos morados. Aun siendo mitad animal tenía presente que ambos eran pareja y que copulaban sin importar que fueran hombres.

—No parece querer que lo deje.— siseo la serpiente divertida, introduciendo su mano en los apretados pantalones del humano.

JiMin negó aun con los ojos cerrados y apretados, aunque al sentir el tacto sobre su pene no pudo controlarse y se entregó a la lujuria. El veneno que JungKook le había inyectado en su cuello estaba haciendo de las suyas, nublándole el juicio y volviéndolo alguien irracional.

—Gi~.— gimió ansioso el peli rosa.

YoonGi sintió su propio miembro punzar por el llamado de su pareja, las enredaderas en su cuerpo estaban reteniéndole violentamente, dado que antes había intentado soltarse y por si fuese poco las muy malditas estaban ahora envolviéndole la erección. En realidad, JungKook estaba moviéndolas con su magia de esa manera, atrapó el miembro del peli morado y comenzó a masturbarlo mientras su mano se llenaba del espeso semen de su pareja, un total descaro.

—¡Ahhhhhh~!— grito JiMin extasiado.

La serpiente dirigió su mano llena de esencia a los pomposos labios del humano y le introdujo los dedos en la boca para que degustara su sabor. Luego de eso, lo beso y jugueteo con su lengua, provocando sonoros chasquidos por la saliva.

YoonGi los estaba viendo, gruñó al ver a su pareja siendo tocado por alguien más, pero había un toque de morbo y excitación en la situación. Realmente desconocía si estaba reaccionando de esa forma porque de verdad deseaba ver a JiMin con otro o si era provocado por el veneno de la serpiente.

JungKook se separó del peli rosa, le ordenó a las enredaderas soltarlo y cuando lo vio caer de rodillas, lo envolvió con su cola para apresarlo. JiMin lo observó con miedo, así que la serpiente comenzó a desnudarlo, rompiéndole las prendas con toda su fuerza y lastimándolo por su brusquedad.

—P-para.— pidió YoonGi, esta vez como una súplica.

Las palabras del peli morado fueron ignoradas, JungKook no conocía la piedad y solamente haría lo que quería con ellos. Ordenó a las enredaderas que se introdujeran en las ropas de YoonGi y continuaran masturbándole, pero con más velocidad. Las ramitas le envolvieron el miembro, el glande, los testículos e incluso una porción se adentró en la uretra para evitar que pudiera correrse.

JiMin escuchó los murmullos adoloridos y detalló la imagen de YoonGi atado por las enredaderas que resaltaba su cuerpo, su miembro al aire libre siendo masturbado y torturado. No pudo evitarlo, irremediablemente se excitó al verlo en esa situación y su flácido pene volvió a erguirse.

—Míralo.— ordenó JungKook, acariciándole los pezones, pellizcándolos y lengüeteándolos.

Entonces JiMin arqueo su espalda por la deliciosa sensación, sintió las enormes manos bajando por su pecho, su vientre, hasta sus piernas. La serpiente le tomó por los muslos, lo abrió para alejarse y admirarle el culo, el cual era redondito, rosita y esponjoso. Tan perfecto que le daban ganas de jugar con el, llenarlo de mordidas con sus colmillos y meterle su lengua bifurcada.

YoonGi no soportaba más, estaba babeando, sus pequeños ojos felinos estaban llenos de lágrimas y aun con la enredadera dentro de su miembro, tuvo una fuga desordenada de semen.

—Minnie~.— gimió con respiraciones entre cortadas.

Las ramas lo liberaron por órdenes de JungKook y YoonGi cayó como JiMin instantes atrás, de rodillas ante ellos. Las plantas no eran venenosas en sí, pero sus aromas servían como drogas y la serpiente absorbía la energía de sus presas a través de sus enredaderas, por eso ambos se encontraban débiles.

—Son un delicioso manjar.— comentó JungKook emocionado mientras alzaba a JiMin para que unas enredaderas del techo bajaran y lo ayudarán a mantenerlo suspendido, justo a la altura que necesitaba para tomarlo.

YoonGi fue desnudado, sostenido de la misma manera y colocado al lado de JiMin para que ellos comenzaran a tocarse entre sí. JungKook no se interpuso, prefirió preparar lo que necesitaba para follarlos y devorarlos.

—Gigi~.

—Minnie.

Ambos humanos estaban cegados, muy perdidos en la nebulosa de su mente para siquiera ser conscientes de que serían comidos por una bestia mitológica.

La serpiente tomó unos frutos muy parecidos a las uvas, de un tono verde fosforescente cercanas a él, las molió con sus manos y estas se volvieron gel. Admiro con sus plateados orbes ambos culos a su disposición y su lengua siseo deseosa, acarició las entradas para verterles la viscosidad.

JiMin y YoonGi se encontraban frente a frente, abrazándose mientras sus miembros se frotaban con el contrario. JungKook aprovechó la distracción para comenzar a prepararlos con sus dedos y sus dos hemipenes salieron a flote de su escamosa cola. Estaba duro y húmedo de solo sentir los interiores apretados y cálidos de sus presas.

Los dos miembros que poseía eran enormes, venosos y podía moverlos con la misma o más agilidad que su propia cola, eso le permitía aparearse mejor con sus parejas.

JungKook le ordenó a las enredaderas juntar lo más posible los cuerpos de JiMin y YoonGi, al punto de que pareciera que se fundirían en uno solo. Una vez listos, la serpiente dirigió sus dos hemipenes a cada ano y los introdujo de una sola estocada, tanto JiMin como YoonGi gimieron por la intromisión tan bruta.

Sin embargo, el dolor que sintieron desapareció rápidamente cuando JungKook comenzó a moverse y los penetró, golpeando justo en sus próstatas, brindándoles el más puro placer.

YoonGi tomó el rostro de JiMin con sus manos y se besaron frenéticamente, se vinieron en sus vientres al mismo tiempo cuando JungKook lo hizo dentro de ellos. Sus estómagos estaban rebalsados de semen, calientito y espeso, la serpiente no los separó, les permitió permanecer juntos esa noche y decidió que ya mañana los devoraría como debía.

JungKook ordenó a las enredaderas que los soltasen y se ocuparan de recubrir toda la habitación para evitar un posible escape mientras él dormía. Envolvió los cuerpos inconscientes de JiMin y YoonGi en su cola y los abrazo para descansar con ellos. Una acción que nunca antes había hecho, pero que su animal interior le pedía realizar en ese momento.

La serpiente llevaba muchos años en el mundo, nació y creció en la soledad, alimentándose de animales en el bosque y aprendiendo lo que podía de la civilización gracias a las víctimas que encontraba acampando.

JungKook tenía demasiados años, tantos que no recordaba cuántos eran en realidad, aunque no sabía casi nada que no fuera escuchar su lado animal y este siempre le pedía las mismas cosas: comer, cazar, jugar y follar. Actualmente estaba en la edad de la reproducción y encontrar hembras de su raza era imposible, la serpiente lo sabía, pero quería hijos y por eso tuvo que cambiar su manera de cazar, para buscar un vientre fértil.

Hace un año JungKook encontró esta cabaña en su camino y la hizo suya, devoró a los dueños y descubrió que le daban un uso distinto a un hogar, lo rentaban a otros humanos. Tardó un buen tiempo en entender la tecnología o lo que se hacía con ella, pero apenas aprendió, comenzó a recibir clientes y todos fueron su alimento.

Entre ellos obviamente hubo algunas mujeres, aunque ninguna fue capaz de darle lo que tanto quería. Nadie podría dárselo, su destino era la muerte en soledad; la extinción.

De alguna manera que JiMin y YoonGi aparecieran no trajo nada distinto para JungKook, únicamente eran dos presas más. No obstante, su serpiente al llenarlos, tal como si hubiese logrado la reproducción, lo obligaba a mantenerlos bajo su protección para lograr su cometido.

JungKook no era tonto, sabía que un hombre no, ni dos en este caso, podrían darle lo que su animal quería y por eso se prometió comerlos antes de que la serpiente traicionera en su interior se imaginara algo más.

No podía permitirse el dolor de un anhelo fallido, no nuevamente.

"Soy adicto a ti ¿No sabes que eres tóxico? Me encanta lo que haces"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro