-¡ENCONTRE CAMELLIAS!-

Jonesy escucho el llamado familiar, mezcla de amor y sangre, y sonrio, las Camellias eran su alimento preferido, dulces y crujientes, algunas veces lo hacian sentir como una vaca, pero eran bastante apetitosas, corrio hacia el campo floreciente y diviso a sus tres hermanas: Bea, sonriendole a la lejania, Franny, jugando con algunos insectos, y en el centro Julie, la menor.

Le encantaban las coronas de flores, y a el le encantaba ella.

No lo malinterpretes ¡Amaba a sus hermanas! pero Julie era especial, carecia de la sutileza de Bea, o la inteligencia de Franny, pero era dulce y divertida como un rayo de sol, lo hacia sonreir de tan solo verla, saltaba y brincaba como una pequeña ardilla, y los hacia olvidar por un tiempo el hambre y la miseria.

Le recordaba tanto a su madre....

-¡Son tan lindas!-la femina las recogio, mirandolas con adoracion-¡No te las comas aun! voy a repartirlas-

-Emmm ¿Ok?- se agacho, mirandola con diversion-Si son lindas, gracias por ayudarnos-

El sabia que su hermana estaba hambrienta, y que no se hubiera comido todas las flores ella sola lo hacia feliz.

-¿Pueden recoger mas?-Toco sus petalos, pinchandose ligeramente con las espinas-Son muy pocas-

Se levanto y el joven pudo notar su vestido lleno de roturas y parches, ellos eran limpios, se lavaban todos los dias, pero las ropas andrajosas que el mayor conseguia los hacian ver mas miserables, sabia cuanto queria Julie un vestido como el de las revistas que saco de la basura, pero simplemente no podia pagarlo, su ropa estaba tan desgastada...

-Tu vestido esta roto...-el monstruo arcoiris miro acongojado la prenda sucia-Conseguire otro, quedate aqui-

-¡Esta bien!-

Tomo las manos de sus hermanas y volvo a la cima de la colina, preocupadas de que no se perdieran en la espesura, Bea apreto su mano y algo se encogio en su estomago, hace mucho tiempo que era ciega, pero el recuerdo de sus padres la atormentaba por la noche, se sentia culpables por no poder vestirlas o alimentarlas bien, por tener que buscar flores entre la hierba en vez de descansar en los dias festivos, por hurtar, no queria ser rico, solo tener dinero, dinero para no preocuparse por que iban a comer mañana, para ir al medico, para que sus hermanitas pudieran aprender a leer y escribir, para aferrarse a la vida, para ser feliz.

Alejo esos pensamientos, tenia que concentrarse.

-¡Encontre algo!-Franny dio la voz de alerta-¡Se ve grande!...-

El chico se acerco y sintio un ambiente pesado antes de oler el olor a carroña, se encogio timido, y protegio a la pequeña con sus brazos antes de indicarle que saliera del lugar, esta volvio con su hermana, sospechando, Jonesy se acerco mas al arbol desde donde veia el bulto, desde un claro lo diviso.

Era un cuerpo, y llevaba dias ahi.

Sus ojos se dilataron y chillo asustado, nunca habia visto algo como eso estaba ¿Muerto? pero se veia tan vivo... podia jurar que aun respiraba, se aerco y noto que se trataba de un niñita, bastante pequeña, al parecer el arroyuelo la habia traido, se ahogo.

Llevaba un precioso vestido, como el de las revistas.

Miro hacia losl ado, no habia nadie, debia avisar  alguien pero ¡Podrian meterlo a la carcel! el pensamiento le dio escalofrio, sus hermanas quedarian a la interperie del hambre y de la pobreza, tres criaturas, completamente solas, le dieron ganas de lloran.

No podian decirle a nadie, era muy riesgoso.

Se agacho junto a ella y la observo, parecia ser rica, si podia haber pagado ese vestido.... tal vez podia obtener algo, solo una cosa.

Ella seria enterrada, le traeria flores todos los dias, y el podria darle algo a su hermanita.

La desvistio y lavo la prenda con una mezcla de asco y gratitud, Julie podria vestirse con algo nuevo, y sabia que sus hermanas volverian a casa si el no aparecia, no habia riesgos, enterro a la niñita a los pies de un roble centenario, y recogio Camellias para ponerlas mientras se secaba el vestido, le puso tambien un piedra, se veia bonito.

Camellia, seguramente le gustaria ese nombre...

-¡Adios Camellia!-Se despidio con la mano de la tumba, tomando el vestido ya seco-¡Gracias!-

Subio la colina de nuevo, el sol se ponia bajo el horizonte, y el sonrio, su madre le habia contado que cuando algo moria pasaba a a ser parte de todas las cosas, la imaginaba en todas partes, era parte del pasto, de las flores, del aire, era parte de la vida, debia ser muy entretenido ser todo.

Su mama estaria con ella, su mama era tambien parte de todo.

-¡Ya llegue chicas!-Levanto el vestido, como una bandera-¡Le traje algo a Julie!-

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-¿Por que tardaste tanto?-Franny aparecio detras de unos arboles, sorprendiendo a a su hermano-Es muy estupido dejar flores al lado de una piedra ¿Sabes?-

-Son para Camellia ¿La recuerdas?-

-¿Esos cuentos que creaste?-Sonrio sarcasticamente-¿De una niña magica que te regalo un vestido para Julie? nos dijiste que viajaba por el mundo y inventaste historias sobre sus aventuras, nunca te crei-

-La extraño-

-Yo tambien la extraño-Se arrodillo junto a el, conciliadora-¿Vamos a casa?-

-Esta bien-

Jonesy aun cumple su promesa, y la cumplira mientras viva.