Para la madre de Holly fue un poco difícil aceptar la petición de su hija.

El único inconveniente que la señora le veía a su relación con un chico como John era que su bebe saldría lastimada. Como ella con su padre.

Su Ex-Esposo era igual que John, testarudo, sarcástico y rebelde.

Para Holly ese día era hermoso aunque tenia un cargo pesado. El viernes tendría una cena con John en la casa y su madre, La señora Napoli estaría presente.

En el colegio dejo de estar feliz, pues recordó que la mayoría de sus compañeras en clase y profesores pensaban que su madre estaba gravemente herida.

A mitad de sus clases de Biología la asistente del Director fue por ella.

Holly se puso demasiado pálida. 

—Necesito a la jovencita Nápoli —Llamo la Señorita —El Director quiere verla.

Todas las miradas calleron en ella, las demás señoritas hablaban en cuchicheo para que no escuchara nada, pero era muy evidente que lo hacia. Sus manos le sudaban y nerviosa se levanto para seguir a quien le había llamado.

Afuera de la oficina del director había una banca de "espera" en la que el joven Lennon ya había sentado con una sonrisa sínica.

—Espere aquí un momento por favor —Indico la secretaría.

Holly se sentó muy cerca de John mirándolo.

—Hola, Cariño —Dijo John riendo.

—¿Que haces aquí, que paso? —Pregunto Holly alterada —¿John?

—Creo, pequeña Holly que te acabo de meter en problemas —Comentó el joven con una mueca —Pero no te preocupes ¡Siempre pasa! 

—¿Siempre pasa? —Espetó enojada ella —Siempre te pasa a ti. Yo nunca me he metido en problemas y mi madre se enojara mucho más...

—Señor Lennon, Señorita Nápoli —Llamo de nuevo la Secretaría —Pasen por favor.

Ambos se levantaron de su asiento, Holly estaba tensa se le notaba demasiado. En cambio a John no le importaba mucho, ya había pasado esto demasiadas veces.

—No te preocupes Holly —Susurro John sujetándole de la mano —Te sacaré de esto. 

Antes de entrar John solto la mano de la pequeña y entro a la oficina muy vagamente. Se sentó y puso los pies en el escritorio del Director. Ahí estaba el Director del colegio para Damas y el Director del colegio para caballeros. Uno estaba sentado y el otro parado. Holly en vez de sentarse miro impresionada el acto de su pareja, se quedo ahí parada cerca de la puerta.

—Señor ¿Como ha estado?  ¿Todo bien con su esposa?  —Pregunto John con una sonrisa —O sigue igual, ya sabe... Tal vez se divorciaron por su amargura.

—Joven Lennon, Sabe que no tengo esposa —Replica molesto el director. 

—¡Con razón!  —Exclamó el castaño —Sabía que era tanto comida la que lo hace no tener esposa. Debería conseguirse una, la secretaria esta buena.

John guiño un ojo al director y rápido miro a la pequeña para mirar su expresión, aunque ella estaba más preocupado en lo que les dirían que en lo que John decía.

—Señor Lennon, sabemos que usted y la Señorita Nápoli...

—Señora Lennon, por favor —Interrumpió el —Algún día sera así. Así que vaya acostumbrándose.

—Hasta qué ese día llegue sera la señorita Nápoli —Defendió el director —Ambos salieron de sus clases ayer. Lo tuyo John, no esta justificado, pero lo de la señorita supuestamente "Si" Aunque investigamos, la madre de Molly Nápoli no tuvo ningún accidente. Los dos se fugaron del colegio ¿Saben que esto es muy serio?

—Se llama Holly no Molly, no quiera cambiarle el nombre a uno común, ella es como una Reina ¿Lo entiende? —Aclaro de nuevo el joven —No es tan peligroso esto de fugarse ¡Lo he hecho varias veces!  No me han secuestrado.

—Sus padres confían en nosotros, que están en el colegio —Hablo el otro director —Por lo que esto es peligroso y no les importo sera acreedor de un castigo.

—¿Un castigo?  Señor Director le imploro que no lo haga, no se que estaba haciendo yo...

Holly hablo rápido y nerviosa.

—Bueno, su profesora nos ha comentado que John la saco de la clase y viendo que usted no ha estado en la Dirección podre hacer una excepción señorita... —El directo tomo tiempo mirando su expediente para ver su nombre —...Holly. En cambio usted Lennon ha estado mucha veces tanto en mi oficina como en la de su colegio. Ha pasado esto tantas veces con demás señoritas. Su director y yo hablamos. Que esta sea la ultima vez a la próxima quedara expulsado.

La sala se quedo en completo silencio.

—Ya se pueden retirar —Ordeno El Director —Y John, a tu colegio.
Ambos salieron.

Holly no estaba tan feliz, aunque se haya salvado del regaño de su madre y el castigo del director algo la molestaba. El "Ha pasado esto tantas veces con demás señoritas" ¿Acaso Holly solo era otra en su lista?  ¿Había caído como todas las demás? 

Antes de que el castaño fuera a su Colegio detuvo el camino de la chica a su clase.

—Te dije que te sacaría de este problema —Dijo John pasando enfrente de Holly. Después se acerco y le dio un beso en la mejilla cerca de sus labios —Te veo después de clases, cariño. 

La castaña sintió algo dentro suyo. No se sintió muy cómoda, se sentía mal. Un ardor, una burbuja de tristeza exploto en ella. El solo la veía como una chica más, o eso pensó ella.

Se dirigió a el salón de clases. En todo el día no pensó en nada más que en John. Pero esta vez no de la forma en que siempre lo hacia, la nube color rosada en la que flotaba se convirtió en una espesa niebla.

Al salir del colegio se encontró con su amiga Bridgit. No le contó nada y trato de verse normal ante sus ojos. Tenia que demostrar que John no importaba tanto.

—Chica ¿Estas lista? —Pregunta la rubia con tono alegre —Iremos a mi casa. Recuerda la fiesta.

—La recuerdo —Comento Holly con una mueca —Iré a tu casa más tarde. Ahora tengo que esperar a John hablare con el.

—Bien, Holly Linda —Asintió su amiga —Te espero en mi casa. Suerte con Lennon.

Holly quedo sola en el terreno del colegio para chicas. Espero mucho tiempo que al final decidió irse hasta que vio un grupo de chicos salir. Ahí estaba su pareja.

—Pequeña, lamento haberme tardado —Excuso el castaño —El director me presiono con el castigo.

—De acuerdo —Contesto Holly.

—¿Te acompaño a tu casa?  —Pregunto John mirando a Holly. Ella negó.

—Tengo que ir a casa de Bridgit —Dijo desanimada.

—Te llevare a casa de tu amiguita entonces. 

Ambos caminaron involuntariamente.

—¿John? —Llamo la pequeña haciendo que John volteara a verla —Mamá quiere que vayas a cenar a la casa... El viernes.

—¿Yo?  —Dijo sorprendido mirando a ambos lados —Vaya sorpresa ¿Por que?

—Cree que eres mala influencia para mi —Comento desanimada —La convencí de que te conociera mejor.

—¿Mala influencia, yo? —John soltó una fuerte carcajada —¡Imposible!

—Pues, creo que ahora tiene razón. 

John paro en seco, acto seguido Holly lo hizo. Ella estaba totalmente triste. 

—Holly ¿Te pasa algo?  —Pregunto metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón azul.

—Oí al director decir que tuviste varios problemas... Con otras chicas —Dijo Holly algo tímida —¿Soy otra más en tu lista, no es así? Estarás conmigo una semana más y me votarás ¿no es verdad?

—Para ser sinsero nunca duro 3 semanas con la misma chica —Bromeo John,  a lo que su pareja le molesto. El se dio cuenta —Holly, Cariño. No es así, tu de verdad me gustas, las demás... Solo fue un rato. Ni siquiera anduve formalmente con ellas. 

—Nosotros tampoco vamos enserio —Defendió la castaña aun conservando un poco de serenidad —Hemos salido un par de veces. Tal vez no me hablas el próximo Lunes.

—Te hablare este y los próximos Lunes que vengan hasta mi muerte, aunque llegues a odiar me —Dijo John acercándose más a la pequeña —En verdad me gustas, quiero estar contigo. Hasta yo me veo raro diciendo esto, creeme jamas se lo he dicho a nadie. Hablo con honestidad Holly. 

Holly lo miro a los ojos y siguió caminado, perseguida por el. Su caminar era lento así que no mostró molestia en sus actos. Se había relajado un poco al escuchar las palabras de el, pero aun no se sentía  segura del todo. Cuando por fin llegaron a la residencia DeBerry ella agacho la cabeza.

—Gracias por acompañarme hasta aquí —Agradeció ella —Te veo el viernes... A las 7. No faltes, te necesito.

John noto todo su humor hasta abajo, se sintió mal también. Era la primera vez que la veía así, no le gustaba. 

—Holly —Esta vez el llamo —¿Quieres andar conmigo enserio? 

La gota que derramo el baso. 

Podría sentirse feliz por aquella pregunta que la mayoría quisiera escuchar. Pero no se sentía bien, ella pensaba que lo hizo solo porque ella estaba presionándolo.

—J-John —Titubeo Holly —Yo...