Llaman al timbre de mi casa y me dispongo a abrir la puerta.

- Hola titi - dice mi sobrino Marco.

- Pasad - le digo después de saludarlos con abrazos.

- Bueno hermanita pues aquí te lo dejamos gracias por dejar que se queden aquí - me dice mi hermano Sergio.

- Sergio que no me tienes que dar las gracias que sois mi familia y yo encantada de que ellos se queden conmigo - le digo yo.

- Gracias por todo - me dice pilar acercándose a mi para abrazarme.

Pilar es como esa hermana que nunca tuve y como una amiga a parte de cuñada, es un amor de persona.

- Bueno nosotros nos vamos. Portase bien - les dice a los pequeños a lo que ellos se ríen.

Se despiden de nosotros y se van.

- Bueno ¿que queréis hacer? - les digo yo a estos pequeños.

- Tita yo quiero ver una película - dice Sergio.

- Y yo y comer chucherías - añade Alejandro.

- Vale pues quedarse en el sofá, voy por las chucherías y ponemos la película ¿ vale?

- Si Tita - dice marco.

Voy a la cocina y abro el cajón donde suelo guardar chucherías, hago palomitas y cojo algunas gomitas y citratos.

- ¿ Qué película queréis ver? - les pregunto.

- Spiderman - dice Alejandro.

- No esa no, Toy story - dice Marco.

- Que no,  que batman es mejor - dice ahora Sergio.

- Mira hacemos una cosa, hoy vemos Spiderman y otro día vemos las demás ¿ vale? - digo intentando poner paz.

- Vale si - dice Sergio.

Nos ponemos a ver la película mientras comemos chucherías.

Cuando la película acaba es hora de darles un baño.

- venga chicos a la bañera - les digo.

- No Tita - dice Sergio.

- voy - dicen Alejandro y Marco a la misma vez.

- ¿cómo que no Sergio? - le pregunto.

- Bueno ya voy.

Vamos a la ducha para ducharlos  y cuando ya están duchados les pongo los pijamas.

Para cenar hago unas pizzas algo rápido porque ya les está entrando el sueño.

Si Sergio y Pilar estuvieran viendo lo que han comido los niños mientras están comidos me matarian pero para eso esta la tía para consentirlos.

Acabamos de cenar y me los llevo a la cama.

- Buenas noches - digo.

- Buenas noches tita - dice marco, que es el único que tiene todavía los ojos abiertos pero que es en cuestión de segundos cuando se le empiezan a cerrar.

Antes de yo dormir, me escriben las chicas  por el grupo que tenemos para quedar para ver mañana el partido. Ponemos hora y punto de encuentro que si no luego para buscarnos todas es un jaleo.

Me llega un mensaje de Marco dándome las buenas noches a lo que yo sonrió y le escribo otro.

Imagino que Gilberto e Igor ya están en casa de Marco.

Me voy para la cama y me quedo durmiendo yo también rodeada de mis pequeños sobrinos.