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Llegamos a casa de Marco y con nada que Marco abre la puerta aparece Rome me encanta este precioso perrito.
Se tira dos minutos a mi lado mientras yo le acarició pero Marco empieza a protestar porque Rome no ha ido a saludar a Marco. Cojo a Rome en brazos y me acerco a Marco y le doy a Rome para que lo salude. Porque si no Marco va a explotar.
- oye pero Rome a mi no me saludas - le dice al perro como si Rome le fuese a contestar.
Después de estar varios minutos con rome en el sillón. Marco y yo nos levantamos para ir a dormir ya que mañana tienen entrenamiento temprano y estamos reventados.
Pero antes de yo echarme a dormir a la cama necesito echarme mis cremas que siempre me echo a lo que Marco protesta.
- ven aquí no me dejes solito - me dice desde la cama.
- Marco ya voy estoy juntandome las cremas. - le digo desde el cuarto de baño de la lado de la habitación de Marco.
- No se para que te echas eso si estás perfecta. - me dice haciéndome que me quede sin palabras otra vez.
- Marco puedes dejar de protestar ya - digo yendo para la cama.
- Es que te necesito para dormir porque si no no puedo. - dice dándome un abrazo.
- Si pues no se que vas a hacer todos los días. - le contesto.
- Yo tampoco. Bueno venga vamos a dormir. - dice apagando la luz de la mesita de noche.
- Buenas noches Marco. - le digo dándole un beso.
- Buenas noches preciosa - me dice agarrandome de la cintura.
Los dos nos quedamos dormidos nada más sentir el tacto de la almohada.
Por la mañana empieza a sonar la alarma del móvil de Marco y que ruido más espantoso. Cojo la almohada y me la pongo sobre la cabeza pues el otro lado de la cama esta vacío. Al hacer eso escucho una risa.
Me giro y me encuentro a Marco con la ropa del entrenamiento ya puesta y con la mochila. Me refiero los ojos con las manos para poder ver mejor.
- Buenos días - me dice acercándose a él borde de la cama con una sonrisa. - Que graciosa estas.
- Marco no te rías tendré que estar horrible. - le recriminó.
- Oh no señorita usted está presiosa siempre. - me dice dándome un toquezito en la nariz.
A lo que yo río.
- Marco pero, ¿ que hora es? - le pregunto
- Las nueve y media - me contesta.
- ¿ Y porqué no me has despertado antes tonto ?
- Vaya humor el que tienes por la mañana - dice riéndose y me hace reír a mi también. - Porque te veías muy mona durmiendo.
- si vamos súper mona - digo con ironía a lo que el rueda los ojos. - Anda me tengo que ir a mi casa.
- No por fa quedate mientras yo voy al entrenamiento y cuando vuelva comemos los dos y vemos una peli aquí.
- Marco
- Por fa, por fa - dice haciendo un puchero y a mi haciéndome derretir.
- Es que si me pones esa carita imposible decirte que no - le contesto.
- Si solo por esta carita anda que mentirosilla - dice riendo.
- Anda vete ya que no llegas - digo dándole un beso.
- Bueno vale pero no te vayas - me dice dándome un abrazo.
- Que no anda que no me voy - le digo.
Marco se va a el entrenamiento y yo me quedo con Rome en su casa así que decido salir al jardín a jugar un rato con Rome. Hablo con mis amigas sobretodo con Maca.
Llegó a el entrenamiento con una gran sonrisa en mi cara aparco el coche y al salir de él me encuentro a Lucas e isco.
- Pero bueno si pareces el gato de Alicia en el país de las maravillas pisha - me dice isco.
- Eso seguro que tiene que estar relacionado con Sheila - añade Lucas.
A lo que a mí se me ensancha más la sonrisa si se puede.
- Ves es que lo sabía - dice Lucas
- Bueno venga vamos a entrenar - añado yo.
- si si ya nos contarás - dice ahora isco.
Y es verdad que les tengo que contar porque no la quiero cagar, no con Sheila.
Durante el entrenamiento, entrenamos en el mismo ambiente de siempre con muchas tonterías y muchas risas.
Llegó del entrenamiento y escucho música en el jardín por lo tanto voy hacia allí.
Y me encuentro a Sheila con una de mis camisetas y con uno de mis pantalones haciendo ejercicio y a Rome mirándola sentado.
Que bien le queda mi ropa por favor.
Me acerco a ella y sin que se de cuenta me pongo a cantar la canción que está escuchando reloj de Anuel y rauw Alejandro.
A lo que ella se asusta.
- Marco me cago en todo - dice sofocada.
- Lo siento lo siento - digo riéndome.
- Madre mía muerta me vas a dejar, muerta - dice con la mano en el pecho.
- Tu si que me vas a matar a mi y no precisamente de susto - le digo dejándola otra vez sin palabras lo que me encanta hacer eso.
- Anda anda ve a darte una ducha - me dice.
- si señora. Tu también deberías después de hacer deporte.
- Claro cuando tu termines .
- No venga vente. - le digo.
- Marcooo
- Bueno valee. Ahora bajo - digo subiendo las escaleras.
Con nada que Marco sale del baño voy yo porque mientras el no estaba me he puesto hacer un poco de deporte.
Acabo la ducha y cuando salgo me pongo la ropa que Marco me ha puesto en la cama. Bajo las escaleras y me lo encuentro haciendo la comida.
- Vaya chef más bueno - le digo.
- Eso ya se que estoy más bueno que el pan. - me dice mirándome.
Y aquí aparece otra vez el ego de don Marco asensio señores y señoras.
- Madre mía Marco que ego tan grande que tienes . - le digo.
- Si si lo que digas tu - me contesta.
Hacemos entre los dos la comida y cuando está lista la servimos en los platos.
Durante la comida hablamos y no falta las palabras entre nosotros.
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