Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

- 04

El entrenamiento avanza con normalidad. Saltamos al campo para realizar los ejercicios de calentamiento. Troto junto a mis compañeros, riendo y charlando mientras el sol ilumina el césped.

Cuando empezamos a correr, no puedo evitar mirar hacia las gradas. Lo hago disimuladamente al principio, pero cuando mis ojos encuentran a Sheila, sentada entre las mujeres de mis amigos y riendo animadamente con ellas, mi concentración parece irse por completo.

Por un instante, olvido dónde estoy. Mi ritmo de carrera se relantiza apenas un segundo, y mis ojos se quedan fijos en Sheila, que parece que no se ha dado cuenta de que es el centro de mi atención.

- Eh, Marco, ¿qué miras tanto? - pregunta Isco, que está corriendo a mi lado y nota mi distracción.

- ¿Todo bien o necesitas gafas? - bromea Lucas, que también se da cuenta y empieza a reírse.

Pego un pequeño salto sobresaltado, aparto la mirada de las gradas y miro a mis amigos con una sonrisa nerviosa.

- Nada. ¿Qué voy a mirar? Estoy concentrado.

- Claro que sí, super concentrado - dice Isco, señalando con la cabeza hacia las gradas. - Aunque, ahora que lo pienso, parece que hay algo o alguien interesante por ahí, ¿no?

- Ah, ya lo entiendo. Es Sheila. Vamos, Marco, puedes disimular un poco mejor - dice Lucas.

- No digáis tonterías - respondo, tratando de reírme para quitarle importancia.

- Tranquilo, no te preocupes. Solo decimos que si vas a mirar tanto, por lo menos no te quedes atrás en la carrera - dice Isco, dándome una palmada en el hombro,nro antes de acelerar el paso.

Mientras siguen con sus bromas, intento concentrarme de nuevo en el entrenamiento. Pero cada vez que pasamos cerca de las gradas, no puedo evitar que mi mirada se desvíe, aunque sea unos segundos, hacia donde está Sheila.

El entrenamiento continúa bajo las órdenes estrictas del cuerpo técnico. Formamos grupos para realizar ejercicios específicos. Algunos practican pases rápidos y control del balón, mientras otros trabajan en tácticas defensivas y jugadas de ataque.

Después de mi des concentración, me esfuerzo por concentrarme en mi entrenamiento. Durante los ejercicios de presión, muestro mi habilidad al robar balones con rapidez, aunque cuando puedo miro hacia las gradas. Isco y Lucas, no dejan pasar la oportunidad de bromear, y cuando pueden me lanzan indirectas.

- Venga, Marco, imagínate que el gol es para impresionar a alguien - dice Isco, guiñándome un ojo mientras practicamos los tiros a puerta.

Rio un poco incómodo. Disparo fuertemente pero termina golpeando en el travesaño.

- ¿Así? ¿Contento?

- Uy, qué motivado está hoy - indica Lucas, provocando las risas entre los compañeros.

En otra parte del campo, el equipo técnico hace ajustes en las tácticas. Zinedine Zidane observa con atención, señala detalles a sus asistentes mientras nosotros ejecutamos jugadas ensayadas. Sergio, como capitán, se encarga de organizar a los defensores, mientras que Karim Benzema nos lidera a los demás en combinaciones rápidas.

De vuelta al campo, el entrenamiento termina con un partido entre dos equipos. Me animo y es por ello por lo que me luzco con un gol espectacular tras un pase de Modrić, ganándome los aplausos de mis compañeros y un comentario de mi propio asistente.

- Si siempre juegas así, deberíamos dejar que Sheila venga a todos los entrenamientos.

Entre risas y comentarios, nos reunimos en el centro del campo para estirar y charlar sobre el entrenamiento. Esta vez no miro a las gradas, aunque pienso que esta mañana ha sido diferente y en parte, eso es por Sheila.

El entrenamiento acaba, y regresamos al vestuario entre risas, comentarios sobre las jugadas y bromas típicas de nosotros. Algunos se dirigen a las duchas mientras otros se sientan en los bancos. El ambiente es relajado y agradable.

Estoy quitándome las botas cuando siento una palmada en el hombro. Al girar mi cabeza, me encuentro con Sergio Ramos, que me mira con una mezcla de seriedad y complicidad.

- ¿Qué tal, Marco? ¿Cansado o todavía te queda energía? - me pregunta Sergio, apoyándose en la pared junto al banco donde me encuentro sentado.

- Un poco de ambas, capi - respondo sonriendo. - Aunque creo que hoy he hecho un buen trabajo.

Sergio asiente moviendo la cabeza.

- Eso he visto. Te has movido bien delante. Aunque, también he podido ver que tus ojos estaban más en las gradas que en el campo.

Me rio nervioso, mientras me rasco la nuca.

- Venga ya. No digas eso, si siempre estoy concentrado.

- Claro, claro, súper concentrado - bromea Sergio, cruzándose de brazos. - Bueno, no voy a meterme en lo que sea que estés pensando.

- No estoy pensando en nada - digo rápidamente.

- Bueno, Pilar y yo hemos planeado una cena esta noche en casa. No es nada formal, solo familia y amigos.

- No quiero molestar ni invadir tu noche en familia.

- Venga ya, Marco. Tú eres parte de ese grupo. Van Lucas, Nacho y Isco junto a sus parejas.

- Vale, cuenta conmigo. Gracias por la invitación, Sergio.

- Perfecto. A las ocho en punto ¿vale? Y no llegues tarde, que Pilar es muy estricta con los horarios.

- Tomo nota - digo con una sonrisa.

Mientras Sergio se aleja hacia su taquilla, siento una mezcla de nervios y emoción. La idea de cenar en casa de los Ramos, y sobre todo, compartir tiempo con Sheila, me parece la mejor forma de terminar el día.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro