🎶𝓦𝓱𝓮𝓷 𝓨𝓸𝓾 𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓢𝓸𝓶𝓮𝓸𝓷𝓮 | 𝓣𝓪𝓮𝓖𝓲
Contenido +18
(lean bajo su propia responsabilidad)
🎼
🎵 TaeGi
(Taehyung top, Yoongi bottom)
⚠︎ Mención de JinKook/KookJin ⚠︎
(La mención de esta ship es breve y no se especifican roles de top/bottom, por favor respetar y no dejar comentarios ofensivos, estos se eliminarán)
Fue un día duro, ¿no es así?
Me duele el corazón con solo verte
No hay mucho que pueda hacer por tí, excepto...
...quedarme a tu lado, lo siento.
El sol estaba dando directamente en su blanco pelaje y en sus párpados cerrados. Se sentía tan bien.
Ser un híbrido de gato tenía sus ventajas. Podía dormir casi todo el día sin que nadie se molestara por ello, pues los gatos eso es lo que hacían. Además, frecuentemente conseguía comida y mimos porque mucha gente decía que él era adorable cuando lo veían echado en algún lugar alto que lo mantenía fuera del alcance de los perros.
En especial uno.
Había un humano que todos los días pasaba por el callejón donde ahora vivía. Tenía una piel color canela muy bonita y lisa que brillaba cuando los rayos del sol la tocaban; sus dedos eran largos y gentiles, se sentían muy bien cuando dejaba caricias detrás de sus orejas y en la columna cerca de la base de su cola; y algo que siempre le gustaba era la enorme sonrisa que parecía estar grabada en su rostro cada vez que lo veía.
Lamentablemente cualquier ser tenía un defecto, el de ese humano tenía cuatro patas, una cola horriblemente esponjada y un ladrido agudo que lo irritaba. Si, el humano era dueño de un cachorro de pomerania. Que terrible defecto.
Muchas veces la criatura, que en su opinión tenía más pelo que cuerpo, lo había acompañado mientras aquel humano pasaba a saludarlo y dejarle comida. Siempre traía una correa que lo restringía pero en su opinión el humano sonriente debería dejarlo sin correa y ponerle un bozal en su lugar.
— Hola gatito.
Sus ojos se abrieron al instante de escuchar esa voz gruesa, la reconocía sin duda alguna.
Un destello de color rojo brillante lo confundio por un momento, hasta que ubico el rostro que ya habia memorizado a la prefeccion.
— ¿Cómo estás?
"Con sueño"
En su forma animal, obviamente los humanos no lograban comprender lo que decía y en su lugar solo escuchaban los maullidos, pero eso era bastante bueno porque sus respuestas siempre tendían a ser frías y sarcásticas, según había dicho su madre, eso no era algo que a la gente le gustara.
Prefería que la gente creara sus propias conclusiones.
— Aww bonito, yo también estuve extrañándote.
Solo que algunas veces esas conclusiones no tenían sentido alguno para él.
— Hoy me pagaron gatito y ya que organice mi dinero vi que me sobraba lo suficiente para una bolsa grande de comida para gatos.
"¿Eso significa que ya no me traerás de tu comida?"
— Lo sé, lo sé. Estas muy contento, ¿cierto?
"¡No! ¡Esa comida no se le puede comparar a la carne!"
— Dios, eres tan adorable cuando estas tan feliz.
Ese humano no lo entendía para nada, era afortunado de tener esas manos que se sentían tan bien en su pelaje, de lo contrario ya lo hubiera mordido.
Cuando un pequeño platito metálico fue puesto frente a él comió sin ningún tipo de protesta mientras los dedos largos del humano acariciaban a lo largo de su columna. Aquel ser sonriente siempre se quedaba con él mientras comía y aun después de que terminaba lo seguía acariciando por un tiempo más, era agradable la compañía.
Al terminar la visita de aquel humano siempre dormía para que el sentimiento de soledad no tuviera tiempo de instalarse en su pecho. Extrañaba a su mamá y el sentimiento de pertenecer a una familia, aunque fuera una pequeña de solo dos integrantes, para él había bastado eso por muchos años y se había sentido confuso cuando todo cambió de un día para otro.
Ahora ya se había adaptado a ese cambio y había aprendido más sobre el mundo exterior, pero quería pertenecer a algún lado, quería tener algo que pudiera llamar suyo.
El humano que había conocido un mes atrás se había vuelto alguien que él ansiaba ver cada vez más conforme seguían pasando los días, no le pertenecía pero la sonrisa cuadrada y las manos cálidas le daban ese sentimiento de hogar que tanto extrañaba.
Por ello se sintió triste el día siguiente, cuando ese humano sonriente no apareció, tampoco lo hizo dos días después y para el tercer día entendió que ese sentimiento no había sido real, simplemente ilusiones suyas.
Con su corazón latiendo de manera extraña y lenta, bajó de su lugar seguro e inició su camino hacia el parque cercano, los últimos días había comido un poco de lo que había encontrado cerca pero fueron cantidades muy pequeñas y su estómago ya se estaba comenzando a quejar. En el parque había muchas personas y, lo más importante, niños que iban a querer acercarse y acariciarlo, eso normalmente significaba comida fácil.
Antes de dejarse ver, se situó en un lugar escondido para observar de un lado a otro buscando posibles amenazas. Dejó que su oído y olfato se hicieran cargo de rastrear el lugar en busca de algún perro que le pudiera causar problemas y no tardó mucho en escuchar el ladrido.
Solo que ese sonido era reconocible para él al igual que la voz del dueño. El perro pomerania que tanto lo irritaba, caminaba felizmente a unos cuantos metros, solo que quien llevaba la correa no era el humano que había querido ver los días anteriores. Este era definitivamente más bajito, con cabello rubio, labios más gruesos y unos ojos más pequeños.
Siguió observando en silencio como el perro y ese humano que no conocía caminaban en círculos alrededor del parque, obviamente la actividad era para la pequeña bola de pelos porque el humano estaba más interesado en su celular. Era aburrido estar ahí escondido pero no pudo alejarse y cuando comenzaron a irse por un nuevo camino él los siguió de cerca.
No tenía ni idea de lo que estaba haciendo, no tenía porqué interesarle lo que le pasara a la pequeña bestia peluda pero no pudo dejar de seguir el mismo camino, el cual terminó rápidamente frente a una casa de dos pisos. El lugar quedaba realmente cerca del callejón en el que él siempre estaba, ni siquiera llevaba cinco minutos llegar de un lado al otro.
Cuando el timbre fue presionado por el humano desconocido, movió sus orejas hacia enfrente para no perderse ninguna palabra.
— Ya llegamos de nuevo a tu casa Tannie.
El perro fue alzado en brazos por el humano de voz cantarina unos segundos antes de que la puerta se abriera. Y ahí estaba el humano que había estado en su pensamiento esos días. Solo que se veía diferente. El cabello seguia siendo de un rojo brillante pero en ese momento lucia desordenado, habia circulos negros debajo de los ojos, las ropas que traia estaban arrugadas y sucias y ya no tenia una sonrisa en la cara.
Su corazón dolió.
No tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero el humano lucía tan triste que quería cambiar a su forma humana solo para poder abrazarlo. Solo su mamá había hecho que ese sentimiento naciera en él, no entendía porque ese humano se había vuelto tan importante.
— Gracias por pasear a Tannie.
La voz apagada que llegó a sus oídos solo hizo que el sentimiento de tristeza se reafirmara en su pecho.
— Taehyung... no me gusta verte así.
— Ahora no Jimin.
— ¿Entonces cuando hablaremos? ¿Cuando estés al borde del desmayo porque no estás comiendo? ¿O cuando pierdas tu vida por alguien que no vale la pena?
— Teníamos cinco años juntos Jimin y los últimos cuatro me estuvo engañando. Él era feliz con su novia mientras me usaba a mi en secreto, pero para mi él fue mi mundo durante ese tiempo.
— Tae...
— Jimin, gracias por pasear a Tannie, pero por favor ahora quiero estar solo.
Cuando la puerta fue cerrada, pudo ver la preocupación y tristeza en el rostro del humano rubio antes de seguir el camino por el que habían llegado. Pero él no se movió.
Tenía que regresar y buscar comida antes de que el sol se metiera y el parque se vaciara, pero sus patas no se movieron para regresar, en su lugar avanzaron hacia la pequeña casa donde había desaparecido el humano pelirrojo.
Rodeó la casa en busca de un lugar alto que le permitiera ver hacia adentro, escaló por la separación de ladrillo que dividía las propiedades y se colocó frente a la primera ventana que encontró con la cortina corrida hacia un lado.
Estuvo varios minutos con sus ojos y oídos rastreando la ubicación del pelirrojo pero sin tener éxito. Aun no sabia porque se estaba tomando tantas molestias por el humano que dejó de llevarle comida sin siquiera una advertencia, pero tal vez si se quedaba observando un poco más lo averiguaría.
Se puso en una posición más cómoda que le permitió descansar su hocico en sus patas delanteras y al mismo tiempo podía seguir observando hacia el interior de lo que parecía ser la cocina.
No había esperado que el sueño lo venciera.
Se despertó sobresaltado cuando la molesta cosa peluda en el interior de la casa comenzó a ladrar como loco. Lo estaba mirando, pero estaba muy seguro de que el pulgoso de patas cortas no lograría subir ni a una de las sillas que rodeaban la mesa de madera que estaba cerca. En su forma humana estaría mostrando una sonrisa ladeada para burlarse del pomerania que pretendía ser aterrador para ahuyentarlo.
— ¿Qué te sucede Yeontan? ¿Por qué ladras de esa manera?
Ahí estaba nuevamente el humano entrando en su campo de visión y de cerca se veía definitivamente peor de lo que había pensado.
— ¡Oh! ¡Gatito! ¿Eres tú cierto? ¿Cómo me encontraste?... ¡Debes de ser un gatito muy inteligente!..¡Ay no! ¡Debes de tener hambre! ¡Soy un tonto, tonto, tonto!
Casi salió huyendo cuando el primer grito salió de los labios del humano. Hablo tan rápido haciendo preguntas, respondiendose él mismo y gritando, que por un segundo se sintió mareado. Y ahora más cuando el pelirrojo comenzó a ir de un lado al otro en la pequeña cocina buscando como loco.
El solo pudo quedarse petrificado y parpadear ante la torpeza del humano que tiró cosas una y otra vez mientras sacaba cosas del refrigerador y metía otras en el horno de microondas, con la pequeña bola de pelos ladrando sin parar.
Cuando finalmente la locura terminó, aquel pelirrojo tomó los platos, que por cierto olían muy bien, y los sacó por la puerta delantera para ir hasta donde él se encontraba. Situó dos platos pequeños en el suelo con comida, uno tenía algún tipo de estofado y el otro carne medio cocida, y el tercero era un tipo de tazón pequeño que tenía agua fresca.
No bajó de inmediato porque no quería que el humano pensara que solo había llegado hasta ese lugar por comida, pero no fue necesario que lo reflexionara mucho cuando su cuerpo ya estaba siendo alzado por dos fuertes manos.
Se congelo. Siempre lo acariciaba, pero nunca lo había tomado entre sus brazos y mantenido cerca de su calor corporal y del latido de su corazón. Y le gusto la sensación de tranquilidad y seguridad que se instaló en su pecho.
Casi protestó cuando fue colocado en el suelo, pero de inmediato su estómago tomó el control cuando el aroma de la comida quedo aun mas cerca de su nariz. Al igual que siempre comenzó a comer mientras los largos dedos del humano recorrían su pelaje.
— Gatito, lamento tanto haber olvidado llevarte comida. Pero para ser sincero apenas y me he levantado de la cama, Tannie solo sigue alimentado y feliz porque mi amigo viene a cuidarlo. Estos días no me siento como yo mismo.
Dejó de lado lo que estaba haciendo justo en el momento que vio como una lágrima resbalaba por una de las mejillas.
Otra vez su corazón se sentía apretado en su pecho al ver la tristeza del pelirrojo, pero en ese momento era un gato y aun no estaba listo para dejar de serlo frente a él ni frente a nadie, solo pudo acercarse y chocar su cabeza contra la palma de la mano que se sentía tan cálida, solo podía escucharlo en silencio y dejarlo llorar sin moverse de ahí.
Solo podía mantenerse a su lado, esperando que eso bastará por el momento.
🎼
Quisiera ayudar solo un poco
Quiero seer el lugar en donde descanses
Si piensas en mí mientras estás ocupada
Haré lo mejor para animarte.
— Gatito, duermes todo el día, también tienes que comer.
Un plato lleno de comida para gatos fue puesto frente a él.
Se estiró destensando todos los músculos que habían estado en inactividad por tanto tiempo y se reacomodo para poder comenzar a comer.
La casa del humano, que ahora sabía que se llamaba Taehyung, había resultado bastante cómoda para vivir esos últimos dos días y lo sería aún más si pudiera sacar al peludo de patas cortas que no se cansaba de ladrarle por cualquier cosa.
No había sido adoptado, claro que no. Él solo estaba ahí mientras el humano se recuperaba de su tristeza y volvía a llevarle comida hasta el callejón donde él pasaba el rato.
Y porque no había tenido otra opción.
El mismo día que había seguido al pequeño rubio hasta la casa de Taehyung, este último lo había alimentado y posteriormente llevado al interior de la casa.
Le mostró todo el lugar explicando las cosas como si estuviera hablando con un niño de cuatro años y le mostró que una ventana siempre se mantendría abierta para él y que no lo estaba encerrándolo, solo que lo quería tener cerca para poder seguir alimentándolo.
Al día siguiente el rubio con labios regordetes, Jimin, había visitado nuevamente al pelirrojo para darle de comer a la bola de pelos y se llevó una sorpresa, o al menos eso fue lo que dijo, cuando vio que no solo Taehyung estaba levantado y ya había alimentado al perro, si no que también estaba duchado y mas arreglado que los días anteriores.
Escuchó cuando el humano pelirrojo le decía a su amigo que haberlo visto a él, le había recordado que el mundo exterior no se detenía y que habia arreglado todo para que su trabajo fuera mandado a casa por algunos días, porque aun no se sentía listo para enfrentar a su ex-novio.
El humano rubio lo había tomado en brazos y estrujado fuerte mientras dejaba saliva en su pelaje con sus regordetes labios y le agradecía.
Él lo mordió y arañó.
Subió a uno de los muebles de madera y se lamió su pelaje hasta que se consideró totalmente limpio nuevamente y le dedico miradas asesinas al humano bajito durante todo el proceso. Pero eso parecía no importarle porque antes de irse volvió a hacer lo mismo. Estaba comenzando a odiar al amigo de Taehyung.
— Gatito tengo que ir a comprar comida así que por favor no vayas a huir, volveré enseguida.
Los dedos largos se sumergieron en su pelaje blanco y no pudo evitar que un ronroneo diera inicio haciendo retumbar su pecho. Estuvo a punto de caer del mueble cuando las caricias se alejaron y él quiso seguirlas con los ojos cerrados.
Cuando escucho la llave dar vuelta en la cerradura por fin abrió los ojos y miró a su alrededor. El humano pelirrojo no podía tardar mucho y él se estaría arriesgando si hacía lo que tenía en mente, pero ansiaba tanto un baño y volver a caminar en dos piernas que ya no lo pensó ni un segundo más.
Bajo de un salto del mueble alto en el que siempre estaba frente a la ventana y escucho como las uñas de la bola de pelos rascaban el piso alfombrado en un intento de llegar rápidamente hacia el origen del ruido. Pero cuando llegó se quedó pasmado por unos segundos cuando lo encontró en su forma humana.
— Largo.
El pequeño perro se alejó para esconderse debajo de una de las sillas de la cocina cuando escuchó su voz, ronca por el desuso, desde ahí siguió dando pequeños gruñidos mientras lo seguía con la mirada fija.
Dejó de prestarle atención al enano peludo y se preocupó más por estirar sus brazos hacia arriba mientras subía los escalones hacia el segundo piso. Su desnudez no debía de importarle si se encontraba solo por ello se deslizó en el cuarto de baño con su piel expuesta al aire frío del interior de la casa y lo hizo estremecerse un poco.
En su forma de gato, con las varias capas de pelo cubriendo su piel, el aire acondicionado no era ningún problema y quizás debió de haber llegado hasta el segundo piso antes de pasar a su forma humana, pero tenía tantas ganas de volver a caminar en dos piernas que no lo pensó mucho.
El frío mosaico en la planta de sus pies le causo cosquilleo, cosa que no pasaba en su forma animal y lo hizo darse cuenta de cuánto extrañaba las cosas más simples como esa.
Haber sido echado del que fue su hogar por dieciocho años había sido duro de entender. Él no había conocido más que bondad de quien fue su mamá, por eso olvidó las advertencias e historias que ella le contó mientras crecía, a fin de cuentas siempre creyó que su mamá estaría siempre ahí para él.
Pero no fue así.
Su mamá era una mujer muy mayor y tres meses atrás se había ido para siempre de este mundo. Los dos hijos que nunca se preocuparon por ir siquiera a visitarla, pronto se presentaron para reclamar la propiedad y el dinero que pudiera haber dejado atrás la señora Min.
Él había cambiado a su forma animal después de llamar a la ambulancia cuando su mamá había caído inconsciente en el suelo de la cocina, toda su vida fue advertido por su madre que no dejará que los otros humanos vieran que era un híbrido, según ella, los que eran iguales a él siempre eran vendidos a quienes podían pagar una gran suma de dinero y que tenían no tan buenas intenciones, era algo relacionado con los días en que su cuerpo se calentaba mucho y una sustancia viscosa se deslizaba por sus muslos, esos días eran dolorosos y parecían interminables, lamentablemente seguían ocurriendo tres veces al año desde que había cumplido dieciséis.
Tenía que pensar a qué lugar seguro ir en la siguiente ocasión que su cuerpo se sintiera de esa manera, su mamá siempre lo cuidaba y trataba de hacer que fueran más llevaderos, nunca tuvo corazón para decirle que nada de lo que hacía lo hacía menos doloroso, pero al menos había tenido su compañia y muchos mimos cuando todo terminaba.
Pero se preocuparía de eso después, aún tenía un mes para ocuparse de ello. Ahora importaba que lograra obtener su tan apreciada ducha antes de que el humano pelirrojo volviera.
Acomodo la temperatura del agua hasta que se sintió un poco más calientita que su piel, se adentro en el espacio cuadrado limitado por las puertas de vidrio translúcido y se relajo debajo de la corriente continua que salía de la regadera. Su cola se meneo felizmente en el limitado espacio y sus orejas se pegaron a su cabello pero solo para que el agua no entrara en ellas porque realmente estaba disfrutando del primer baño verdadero en meses.
Descubrió que el aroma afrutado que normalmente desprendía Taehyung, provenía del acondicionador para cabello y el aroma a fresas que se combinaba tan bien con su aroma natural almizclado, era ocasionado por el jabón corporal.
Sin saber por qué, sonrió completamente cuando los aromas suaves que identificaban al humano quedaron en su piel y cabello. Era muy rara la manera en que su corazón estaba latiendo tan rápido.
— Es solo que estás emocionado por volver a caminar en dos piernas.
Se tuvo que autoconvencer durante algunos segundos ya que sinceramente no tenía ni idea de lo que estaba pasando, nunca se había sentido tan extraño cuando vivía con su mamá.
Terminó de lavar la espuma en su totalidad y cerró el flujo de agua para dar por finalizado su baño. Lo ideal hubiera sido que una mullida toalla lo estuviera esperando, pero no podía utilizarla y esperar que Taehyung no se diera cuenta, por ello aprovecho la puerta cerrada de la ducha para sacudir las gotas deslizándose de su cabello y su piel. Lo hizo lo suficiente como para no dejar sus huellas húmedas marcadas en el piso y se encaminó hacia la habitación del humano para terminar de secarse de la manera en que él y su parte animal tanto amaban, con la luz del sol que entraba por la ventana.
El piso era liso y de madera, lo que significaba que absorbía de manera perfecta el calor de los rayos del sol que entraban por la única ventana que ocupaba más de la mitad de una de las cuatro paredes. Había visto como Taehyung había limpiado minuciosamente esa misma mañana, diciendo en voz alta que había descuidado su hogar.
Se dejó caer sobre su costado derecho en la cálida superficie con su cola meneandose felizmente. Cerró los párpados para que la luz no molestara sus ojos, los cuales no eran capaces de adaptarse a la iluminación como ocurría en su forma felina, solo sería un momento, solo el tiempo suficiente para que su cabello se secara completamente.
Por lo menos eso es lo que había planeado.
— ¡Ahhh!
Se despertó y se levantó totalmente sobresaltado con aquel grito que lastimó sus orejas. Se encontraba hincado y listo por si tenía que volver a su forma animal y salir corriendo.
Pero ese era el problema, Taehyung había vuelto y había encontrado a alguien con orejas puntiagudas y una cola de pelaje blanco en lugar de un gato.
Rápidamente busco la mirada del pelirrojo, no sabía por qué solo quería tratar de explicar lo que fuera, pero en lugar de encontrar miedo o confusión, era emoción la que se mostraba en el rostro del humano y estaba acompañada de la sonrisa geométrica que no había visto en tantos días.
— ¡Eres un híbrido! ¡Lo sabía!.. Bueno, no lo sabia, pero es solo que eres muy listo como para haber encontrado mi casa siendo solo un gato.
Antes de que pudiera procesar alguna palabra, o sobreponerse del aparente nuevo estado de entusiasmo del humano, fue estrechado entre los brazos del más alto. Su piel desnuda quedó pegada directamente en las telas que conformaban la vestimenta del pelirrojo y su nariz quedó a la altura del cuello que desprendía la esencia almizclada y afrutada.
Su cola dio un movimiento de latigazo que expresaba su felicidad, involuntariamente claro.
— Eres adorable~
Algo extraño debía de pasar en la mente de Taehyung para hablar de esa manera alegre cuando había encontrado un intruso con orejas y cola en su habitación.
Pero al mismo tiempo se alegraba. Había sido por su causa que la bonita sonrisa rectangular volvía a estar en su lugar. Él había causado que la tristeza huyera de la mirada que ahora volvía a ser brillante.
¿Por qué se sintió tan bien en su pecho cuando logró eso?
Su corazón latía de manera extraña, como si se hubiera acelerado cuando se dio cuenta de que él fue quien logró sacar al humano pelirrojo de su lento descenso en las profundidades de su propio mar personal. Aunque ese momento solo resultaran ser unos segundos, estaba feliz. Ahora sabía que era capaz de ayudar a que Taehyung se animara y convertiría esa en su nueva meta próxima. Convertirse en el lugar de descanso del humano, donde pudiera olvidarse del mundo exterior y sonreír sin preocupaciones.
🎼
Eres una persona con un corazón tan tierno
Así que cada vez que te veo sufrir en silencio
Quiero hacerte sonreír otra vez
Cueste lo que cueste.
— ¿Tienes un nombre verdad? Solo te llamo gatito, pero debes de tener un nombre.
Ahora que se encontraban sentados en la mesa de la cocina, Taehyung seguía mostrando esa sonrisa en su rostro, la misma con la que siempre lo había visto desde que se conocieron, mientras él se encontraba un poco nervioso por el interrogatorio que sabía que venía a continuación.
¿Y si quería devolverlo con los hijos de su mamá?
¿Y si lo llevaba de regreso a uno de esos lugares donde lo venderían y tendría que vivir con las personas malas que su madre le había dicho?
— ¿Gatito? ¿Me escuchaste?
— Y-Yoongi... Min Yoongi, a-así me llamo.
— ¡Wow tu voz es baja! Te ves tan tierno que creí que tendrías una voz más aguda. Y también tienes un nombre bonito. Yoongi, Yoongi, Yoongi.
Ese humano definitivamente era extraño. No lo malentiendan, le agradaba verlo sonreír, ¿pero quien se emocionaba tanto por escuchar su voz y saber su nombre?
Por debajo de la mesa estiró la tela que cubría hasta la mitad de sus muslos, era un simple gesto nervioso causado por la mirada profunda que estaba puesta sobre él. Nunca le había gustado mantener contacto visual con las personas, era algo tímido para hacer eso, después de todo la única persona con la que convivía a diario había sido su madre.
— Espera gatito, si tienes apellido es porque perteneces a una familia, ¿no?
Levantó su vista un poco más rápido de lo que hubiera querido, ahora el pelirrojo definitivamente sabía que algo pasaba.
— ¿Qué sucede? ¿Te perdiste? ¿Te abandonaron?
— Algo así... Si, e-eso pasó.
La silla que ocupaba el humano soltó chirrido al ser arrastrada hacia atrás. En un par de segundos, Taehyung estaba sentándose a su lado en lugar de frente a él y el perro enano ladraba sin parar ahora que había sido dejado en el suelo de la cocina.
— ¿Por qué no me quieres decir?
Bueno vaya. Cuando era un felino, el humano interpretaba sus maullidos a su conveniencia, pero ahora que estaba en su otra forma parecía entenderlo a la perfección. Que suerte la suya.
Ahora tenía que arriesgarse a contarle la verdad y esperar que no lo fuera a devolver o convertirse a su forma felina y salir huyendo de ahí, jamás lo alcanzaría de esa manera.
Pero volvería a estar solo.
Volvió a mirar al humano pelirrojo frente a él. La preocupación que se mostraba en su rostro, confiaba en que no podía fingirla. Quizás Taehyung era una persona extraña, pero también tenía un buen corazón, tenía que tenerlo si lo trato tan bien desde el primer segundo en que se encontraron.
— Mi mamá.. murió.
En un movimiento fluido fue arrastrado hasta estar envueltos en los brazos del pelirrojo. No había esperado esa reacción, tampoco la lagrima que escapó de su ojo.
En tres meses, esa era la primera vez que decía en voz alta lo que le pasó a su madre.
— Lo siento mucho gatito.
— Era mi mamá adoptiva, ella dijo que me rescato, aunque no se de donde. — Sus palabras comenzaron a fluir de manera sorpresiva para él, ahí encerrado entre los brazos largos y con su cara escondida simplemente confío en el humano que lo sostenía. — Vivi dieciocho años con ella y falleció hace tres meses, por lo que se fue un ataque al corazón debido a su edad y peso, o eso fue lo que dijeron los de la ambulancia que llegaron. Tenía dos hijos que conocí hasta que fueron a vender la casa y a echarme de ahí, ellos no sabían que yo era un híbrido, mi mamá siempre me dijo que nunca me transformara frente a los humanos, ella era la única a quien le mostraba esta forma.
— Entonces fuiste echado de tu hogar gatito, no puedo imaginarme lo triste y asustado que debiste haber estado. — Se pegó un poquito más al calor que emanaba Taehyung, por alguna razón le gustaba mucho estar así. — La primera vez que te encontre me debatí mucho si debía de traerte o no conmigo, pero te veías tan acostumbrado a estar ahí que creí que no estarías cómodo viviendo aquí. Que tonto, debi de haberte traido desde esa vez.
No le respondió nada. Porque realmente hubiera huido si en ese primer encuentro lo hubiera llevado hasta ahí, pero eso no tenía que saberlo.
— Escuchando tu historia, me siento como un completo tonto por haberme derrumbado por algo tan insignificante. Mi problema no es para nada comparable con el tuyo y yo solo me escondí. De verdad fue una tontería.
Sabía a medias lo que había pasado Taehyung con su ex-novio, pero realmente no le interesaba saber sobre alguien que había lastimado al humano que ahora lo acogía y le brindaba ese sentimiento de calidez.
— Gatito, no, Yoongi. — Las manos grandes en sus hombros lo alejaron unos centímetros para que ambas miradas pudieran encontrarse, al menos duró un segundo porque él rápidamente desvió su vista hacia el lunar que Taehyung tenía en la parte baja de su nariz. — Se que tan solo han pasado dos días, pero ¿te gusta vivir aquí? ¿Te gustaría quedarte?
¡Si!, habría gritado esa simple palabra si las advertencias de su madre no siguieran fuertemente arraigadas en su ser.
Encogió toda su anatomía en el pequeño cuadro de madera que conformaba la silla, abrazó sus piernas y estuvo a nada de esconder su cara detrás de las mismas.
— ¿Qué quieres a cambio?
— ¿Eh? No, no pienses así. Yo solo-
— Tienes que querer algo a cambio, se que no puedo trabajar, nadie me contrataría.
— No, escucha. Sé que en este tiempo lejos de tu hogar pudiste haberte topado con gente mala, pero no soy así. Soy consciente de que no puedes trabajar, aunque yo quisiera ayudarte a conseguir empleo me pedirán el certificado que declara que soy tu dueño o de lo contrario te llevaran con otros como tú para ser vendido. No quiero eso, en dos días me ayudaste a salir del hoyo en el que me estaba hundiendo, mi mejor amigo de años no pudo hacerlo y tú lo lograste solo siendo un gato. No me sé explicar y no se como decirlo sin que suene raro, pero siento que te necesito a mi lado.
Taehyung no había dicho nada malo o incorrecto.
Pero... ¿por qué sus mejillas empezaron a sentirse calientes como cuando sentía vergüenza? ¿Y por qué su corazón estaba latiendo tan extraño? ¿Estaba enfermo?
Su mamá tenía que haberle explicado muchas cosas más, pero siempre lo trató como si fuera un pequeño. Ahora él tendría que averiguar porque había un cosquilleo en su estómago.
— Yoongi, ¿no me responderás? ¿No quieres quedarte aquí?
Separó sus labios para decir una simple palabra, pero ningún sonido salió. Se limitó a asentir con la cabeza y a desviar su vista hacia la superficie plana de la mesa.
— ¡Genial! Gatito, una cosa más. ¿Le puedo contar a Jiminie? Él es mi mejor amigo y nunca le diría a nadie sobre ti.
— No me agrada.
— ¿Enserio? Pero si Jimin te hizo muchos mimos cuando vino.
— Me babeo mi pelo, querrás decir.
— Le puedo decir que no más mimos — dijo el pelirrojo con su sonrisa creciendo aún más.
— Como quieras.
No podía prohibirle que no invitara a su rubio amigo, pero si volvía a babear su pelaje volvería a morderlo. En los dedos regordetes y pequeños.
🎼
Preferiría llorar a dejarte llorar
Quisiera sentir dolor en lugar de dajarte sentirlo
No quiero que te lastimes nunca más
Amar a alguien más de lo que puedo
Es tan extraño cuando amas a alguien.
Las piernas de Taehyung eran su nuevo lugar favorito para dormir.
Y obviamente para burlarse de la bola de pelos que el pelirrojo tenía por mascota, Yeontan.
Aunque este se había acostado muy cómodamente en las piernas de Jimin. El amigo de Taehyung estaba nuevamente de visita y había resultado bastante útil en las últimas cuatro semanas. Al parecer su hermano mayor, Jin, tambien tenia un híbrido, y aunque no era una cruza de gato si no de un perro, igual el bajito había orientado mucho a Taehyung sobre los que son como él y a pesar de la especie, él se había llevado muy bien con Jungkook, el híbrido de doberman que era mucho más agradable y menos ruidoso que la mascota que había en esa casa.
Justo ahora se encontraban conversando sobre otra cosa más de la que él no tenía ni idea pero que era parte de su naturaleza.
— Sabes que lo tendrás que ayudar con su celo, ¿cierto?
¿Qué es un "celo"? ¿Por qué Taehyung lo tenía que ayudar?
— ¡¿Ce-Celo?! ¿Co-Cómo los animales?
Bueno eso era algo ofensivo y de todas maneras porque seguían hablando como si él no estuviera presente.
— Es parte animal, tonto. Y si me refiero a eso.
— Pe-Pero él no... E-Es macho, él no va a que-querer ha-hacermelo... ¡¿O-O sí?!
¡¿Hacerle que?!
— Pueeeess...
— ¿Qué Jimin?
— Según entiendo, ellos fueron creados para ser sumisos y.. eh, pues complacer. Pero no se, supongo que depende del híbrido. — El silencio se instaló entre los conversadores amigos por algunos largos segundos, hubiera cambiado en ese tiempo para poder preguntarle a Jimin a que se refería, pero las manos del pelirrojo se sentían bien en su pelaje blanco. — Tae, él fue criado por una señora mayor que lo cuidaba como una madre y no dejaba que otros lo vieran. ¿Entiendes que es más que posible que él nunca hubiera estado con nadie de esa manera?
— Gracias por no agregar presión al asunto Minie.
El tono de su humano estaba bordeado por nervios y un poco de molestia. ¿Estaba molesto por eso del celo? Quizas no quería ayudarlo, aun no sabia con que tenía que ayudarlo pero sí se sintió un poco triste sin saber exactamente por qué.
— Jimin, tan solo ha pasado un mes desde que termine una relación.
— Creí que ya lo habías superado Tae, pensé que te habías dado cuenta de que no merecía la pena y por eso regresaste a trabajar aun cuando lo tenias que ver casi a diario.
— Ya no me importa él Jimin, Yoongi me hizo darme cuenta de que mi situación era tonta por el hecho de llorar por alguien que no tuvo el suficiente valor de enfrentar a sus padres y decirles que era gay. Pero entiende que es el único con el que he estado, además si realmente es la primera vez de Yoongi, creo que merece escoger si lo quiere o no y con quien.
— Yo también estoy de acuerdo en eso, pero aunque no me guste, los híbridos fueron diseñados así, ellos sienten mucho dolor por días y la única manera de que no sufran es ayudándolos a liberarse.
"Oh, entonces te refiere a cuando mi cuerpo se siente raro. ¿Dices que hay una manera de que no duela?"
No pudo evitar volver a su forma humana rápidamente.
Si, estaba desnudo y sentado en las piernas de Taehyung, con su rubio amigo rojo de la cara por alguna razón. Pero necesitaba saber que tenía que hacer para que no doliera.
— ¡Yoongi!
Ignoró el llamado de Taehyung, pues sabía que lo mandaría a ponerse ropa, pero en ese momento tenía en mente un asunto más importante.
— ¿Qué es el celo? ¿Como le puedo hacer para que no duela?
Estaba agarrando a Jimin de los hombros y tal vez su mirada era algo dura considerando que estaba pidiendo ayuda. Pero estaba a días, o quizás horas, de que esa cosa viscosa volviera a salir de su cuerpo y realmente ya no quería pasar días llorando por el dolor.
— ¿Tu mamá nu-nunca te lo explicó? ¿Nunca has tenido uno?
— Creo que si tuve algunos, bueno tu descripción suena igual a cuando mi cuerpo duele y una sustancia viscosa sale de mi trasero, esos días siento mucho dolor y ya no quiero que duela. Dime por favor que tengo que hacer.
Los dos humanos se encontraban con sus caras completamente rojas y ninguno quería mirarlo a los ojos, gracioso si se consideraba que normalmente era él quien evitaba ver a alguien directamente.
— Ahh... Yo-Yoongi, Taetae te lo puede decir, porque ahora él sabe como hacerlo, yo me tengo que ir. Adiós.
Jimin bajó rápidamente a Yeontan para instalarlo en el lugar que acababa de desocupar, y salió por la puerta principal como si alguien fuera persiguiendolo.
Tiene la impresión de que su humano pelirrojo habría hecho lo mismo si él no hubiera estado sentado en su regazo.
— Dime — exigió al más alto.
— Bu-Bueno, eh, ¿sa-sabes lo que son re-relaciones s-s-sexuales?
— No.
— Nunca viste en la televisión cuando un ho-hombre y una mu-mujer, eh, se quieren mucho y... pues se acercan y-y-
— ¿Y se besan? Si se eso, mi mamá me dijo que se hacía cuando dos personas se querían mucho, aunque siempre me decía que me cubriera los ojos cuando se besaban por mucho tiempo, solo podía escuchar ruiditos raros y como si la mujer estuviera ronroneando. ¿Esas son las relaciones sexuales?
— Pues algo así, pero-
— Entonces ten relaciones sexuales conmigo, mi celo sera en unos dias.
— ¡¿En unos días?!
— Si, es cada cuatro meses y ya están por cumplirse. Siempre varía dos o tres días así que puede empezar mañana.
— Escucha Gatito, antes tenemos que hablar sobre-
— ¿No quieres ayudarme?
Su humano no quería ayudarlo, eso le había parecido a él cuando estaba conversando con Jimin.
— ¡Claro que sí! Es decir, yo-
— Bien, entonces tú me ayudarás.
Volvió a su forma felina y se fue de lo más feliz a su lugar frente a la ventana. Ahora no tenía que preocuparse por pasar esos días sintiendo dolor y estaba contento porque sabía que Taehyung lo cuidaría y confiaba en él.
Era extraña la manera en que se había apegado tanto y tan rápido al humano amable y de bonita sonrisa que lo había acogido sin esperar nada a cambio.
Esa noche durmió tranquilamente y dejando muy lejos el pensamiento que lo había preocupado los últimos días. Se despertó del mismo humor que lo había acompañado y se permitió estar todo el día apegado a su humano pelirrojo, literalmente estar detrás de él.
Varias veces fue casi atropellado por Taehyung, pero no se podía alejar, olía muy bien y quería que solo le prestara atención a él.
Incluso estuvo a punto de morder a Jimin cuando lo abrazo. Y ahora no se movía de su regazo aún cuando estaba en su forma humana, solo quería abrazarse al cuerpo y no soltarlo.
— Ha estado así desde la mañana, además no ha querido comer desde ayer en la cena, ¿sabes qué le pasa Minie? ¿Está enfermo?
— No. Solo es un híbrido macho que ya está en celo. Su cuerpo ahora quiere solo una cosa y como él solo tiene un lugar para utilizar durante el acto, no se arriesgará a comer mucho hasta que el calor pase.
Pudo observar como el color rojo cubría otra vez la cara de su humano, casi haciendo competencia con el color del cabello de este. También pudo oler algo, algo que le gusto mucho pero que no podía identificar, Taehyung nunca había tenido ese aroma encima pero olía mucho mejor ahora.
Se reacomodo para poner las piernas a cada lado de las contrarias, de esa manera fue más fácil envolver sus brazos en el cuello del más alto y enterrar su nariz en el cuello de este. Pero en esa posición también sintió algo que había en los pantalones de su humano, no lo molestaba en su trasero pero sentía ganas de mover sus caderas contra lo que sea que escondía ahí.
— ¿Qué es esto?
Se movió ligeramente para dejar espacio entre ellos y puso su mano totalmente extendida donde se podía notar el bulto. Taehyung soltó un chillido de lo más extraño y Jimin se soltó riendo de manera exagerada, como si su pregunta hubiera sido un chiste de lo más gracioso.
— Quería aprovechar el fin de semana y ver una película con ustedes, pero ahora veo que ustedes tienen mejores planes. Adiós Taetae, diviértete. — El rubio amigo de su humano dejó una caricia detrás de su oreja que lo hizo ronronear. — Si tu quieres o te sientes bien con algo Yoongi, no dejes que Tae trate de hacerte cambiar de opinión.
Le giño uno de los pequeños ojos y tomó a Yeontan entre sus brazos para salir finalmente de la casa. Eso fue raro, pero su mente no quiso analizarlo, estaba más concentrado en ver que lo que su humano tenía escondido debajo del pantalon estaba creciendo más.
— Ga-Gatito, no hagas eso, mgh.
— ¿Por qué no? ¿Qué tienes aquí?
Apretó un poco sus dedos sobre eso que se sentía duro y blandito al mismo tiempo. La reacción de Taehyung fue un ruido raro y profundo y también agarro su mano para apartarla.
— Gatito, ayer no me dejaste explicarte y ahora me tienes que escuchar. — Asintió, un poco hipnotizado por la voz grave del humano. — Las relaciones sexuales es algo que se hace para sentirte bien y lo haces con una persona a la que quieres mucho o alguien en quien confies, no es algo que se haga con cualquiera, ¿entiendes?
— Si entiendo y yo quiero que seas tu.
— Gatito, lo que vamos a hacer será muy diferente de lo que has visto en la televisión, tendrás que confiar en mí y quizás al principio no te duela un poco.
— Confío en ti.
Intercambiaron miradas por varios segundos, no tenía ni idea de lo que pensaba su humano, pero él estaba un poco nervioso de tener la atención totalmente sobre él.
— Vamos a la habitación.
La voz normalmente grave del pelirrojo había bajado aún más, eso mando un escalofrío por su espalda y también causó que esa sustancia rara saliera y manchara la ropa interior que estaba usando.
Nunca le había pasado de esa manera, esa sustancia siempre salía cuando el dolor comenzaba, no antes. Ahora parecía que una especie de llave se había abierto, la cosa viscosa se estaba comenzando a deslizar por sus piernas y lo que normalmente usaba para orinar, ahora se sentía más grande.
Lo toco solo para darse cuenta de dos cosas; primero que era parecido a lo que le había pasado a Taehyung, estaba más grande y se sentía más duro; segundo que ahora entendía porque su humano había soltado ese sonido raro cuando lo toco, se sentía muy bien.
Durante todo el camino siguió frotando su mano en ese lugar, sacando un profundo ronroneo desde su pecho.
— ¿Se siente bien Gatito?
Asintió con los ojos cerrados, no pudo abrirlo porque ahora la mano grande de Tae también lo acariciaba en ese lugar. Dejó que sus prendas fueran quitadas de su cuerpo y arrojadas lejos, de cualquier manera le gustaba aun mas estar desnudo. Dejó que el más alto lo guiara a la cama que se encontraba en el centro de la habitación y también dejó que lo recostara en el centro de esta.
Simplemente le cedió el control a su humano, parecía que él sabía que hacer y todo lo que sus manos tocaban se sentía muy bien.
Su único sobresalto fue cuando vio como los labios delgados estaban muy cerca de su parte que en ese momento estaba más grande y con la punta dirigida hacia arriba.
Empujo un poco el hombro del pelirrojo, pero no pudo más que maullar desesperado cuando su parte se perdió en la boca del contrario.
Se sentía tan, tan bien.
Ni siquiera pudo protestar cuando dos dedos jugaron con el líquido viscoso de su trasero y después se adentraron en el lugar por donde normalmente salían cosas. Todo lo que estaba haciéndole se sentía demasiado bien.
— Me voy... me voy a hacer pipi... detente, meow~
Taehyung si se detuvo, abrió un poco más sus piernas y se colocó encima. Sintió como una de las manos grandes volvía al lugar donde habían estado metidos sus dedos y después sintió como algo más grande era presionado levemente en ese lugar.
— Gatito, puede dolerte un poco, pero después se sentirá bien, ¿confías en mí?
— Si-Si.
Confiaba en su humano, hasta ese instante, nunca le había mentido, tampoco fue una mentira lo del dolor. No fue mucho y solo duro hasta que lo que estaba entrando se detuvo, era un poco más de ardor que de dolor en realidad y este se fue totalmente cuando Taehyung comenzó a moverse, a entrar y salir aunque no por completo.
Algo dentro de él fue golpeado varias veces haciéndolo sentir satisfecho como nunca antes, su espalda baja se arqueó y se mantuvo así durante todo el tiempo que su humano estuvo moviéndose. Su cola se agitaba en latigazos que demostraban lo bien que se estaba sintiendo y sus maullidos y ronrroneó no habían parado.
No quería acabar con esa sensación, pero nuevamente le dieron ganas de ir al baño.
— Tae... pipi, ah~ meow~
— No es pipi gatito, solo deja que salga, se sentirá bien.
— No quiero ensucia-
Sus palabras quedaron olvidadas totalmente cuando Taehyung lo besó.
¡Lo estaba besando!
Y se sentía tan bien.
Su reclamo sobre no querer ensuciarse quedó fuera cuando su lengua fue acariciada por la de el pelirrojo. Su pipi salió fuerte, aunque esa vez se sintió diferente, no era tan líquida y la sensación de cosquilleo que dejó en todo su cuerpo era la mejor del mundo.
Comenzó a temblar un poco, pero no era frío lo que sentía solo algo que no podía explicar y que tenía que ver con que su humano seguía moviéndose y besándolo.
Taehyung solo se quedó quieto cuando algo calientito se sintió en su entradita. Aun así su cuerpo no dejó de temblar.
— ¿Te encuentras bien gatito?
— S-Si. — Su mente parecía estar en blanco y su cuerpo se sentía como si estuviera flotando a pesar de que el cuerpo del más alto estaba encima. — ¿Esta son relaciones sexuales?
— No, a esto se le llama hacer el amor.
Amor.
Conocía esa palabra, su mamá se la había explicado y aun así él no la había entendido del todo en ese entonces. Ahora sí lo comprendía un poco más, a su manera. Era ese cosquilleo en su estómago cuando estaba con Taehyung, ese sentimiento de extrañarlo cuando solo iba al trabajo, esa tristeza que lo invadía al verlo llorar y la felicidad cuando lo veía sonreír.
El amor era extraño, pero le encantaba la sensación.
Makis lindxs:
Aquí les dejo la letra en español. Puse el MV al inicio 👆🏻 porque este y los dos MV pasados están conectados en ese orden ("What Can I Do", "I Love You" y "When you love someone"), es una mini historia que se desarrolla en esos tres videos por si les llama la atención, a mi realmente me gustan las voces y las canciones de estos chicos, espero que ustedes también hayan disfrutado esta trilogía de videos.
Por cierto, pido perdón por las faltas de ortografía que hay en el capítulo, lo estoy publicando desde mi trabajo 😅. Haré la revisión más adelante, ahora mismo no pude porque estoy por terminar un turno de 48 horas y estoy más dormida que despierta 😴.
En fin, ya solo nos queda el último One Shot, ¿listxs?
💜
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