☄️ Nɪɢʜᴛ Oɴᴇ ☄️
"Entonces sus ojos se encontraron y no sabían del infierno en el cual ahora debían caminar."
- Vamos no seas aguafiestas -la voz de su amiga Palm salió divertida.
- No es que sea aguafiestas, simplemente tenemos examen mañana preferiría estudiar -hablo el joven sonriendo. La azabache rodó los ojos.
- Me debes ya más de una salida -dijo su amiga con un puchero.
- Cuando pasen los exámenes te juro que si -sonrió -. Además hoy tenemos que ir a trabajar.
- Es verdad -una sonrisa floreció en el bello rostro de su amiga -. ¡Machi decoro muy lindo!, ¿Irás a ver a tu madre?
- No -nego con la cabeza, hace años que no la veía.
- Ya veo -respondió, a pesar de que Palm era su mejor amiga había cosas que ella realmente no sabía de su amigo, ¿Por qué hablar de su madre le ponía mal?, no lo sabía, ¿Por qué se mudo solo?, no lo sabía. Eran detalles que para alguien más podrían ser insignificantes, pero para ella eran tan pero tan importantes.
- Tengo que ir a mi siguiente clase -miró su reloj -. Nos vemos al rato, te vas con cuidado y no llegues tarde o Feitan te regañara otra vez.
El moreno se despidió con una sonrisa de su linda amiga caminando hacia la facultad de pedagogía. Antes de llegar a su respectivo salón compro un café cargado, ya que la noche anterior como de costumbre no durmió.
Ese maldito insomnio era insoportable, simplemente no entendía porque esas pesadillas volvían a él, su madre, el accidente y... Él.
No sabía su nombre, ni como debía llamarlo, simplemente era alguien que aparecía en sus sueños, esos en los que podía descansar, esos en los que no se convertían en pesadillas atroces, esos en que aquella voz que jamás recordaba pero que siempre lo calmaba, esa mirada, cuando despertaba no podía volver a recordar su rostro y lo único que recordaba era unos ojos azules, tan lindos como el mar.
Pero ¿Quién era?, La verdad no lo sabía.
Jamás lo ha sabido.
Pero
Agradecía cuando soñaba con él, porque era la única forma en la que podía descansar.
Sin su madre,
sin el accidente,
sin su padre,
sin nada y solo esa sensación de paz.
Aunque era horrible despertar y sentir las lágrimas bajar por sus ojos sin saber porque su pecho se sentía lleno de nostalgia, anhelo, tristeza.¿Pero de qué?, No lo sabía.
Entro a su salón de clases encontrando a su mejor amigo Zushi.
- ¿Por qué no me contestaste ayer en la tarde? -preguntó el castaño con el ceño fruncido.
- Trabajo -respondió el moreno sentándose en su lugar.
- Eso siempre dices, deberías salir Gon, disfrutar nuestra juventud -dijo el chico sonriendo y hablando eufóricamente.
- Será después -sonrió, no podía darse el lujo de divertirse no cuando su madre no mandaba ni un solo peso para su universidad, ni siquiera para él.
- Eso me dijiste el año pasado -el castaño suspiro derrotado, sabía todo aquello de su madre por eso quería que su amigo saliera y conociera nuevas personas, se divirtiera y no se matará en esa cafetería donde trabaja.
- Sabes que mi agenda es ocupada -hablo sacando la libreta de esa materia -. Pero te prometo que pasando estás evaluaciones podremos salir.
- ¿Lo juras? -preguntó con los brazos cruzados y una ceja alzada.
- Lo juro -respondió con una sonrisa tan sincera que era imposible no creer en sus palabras.
- Bien -fue lo último que dijo al ver que el profesor había llegado.
Las clases pasaron así, aparentemente tranquilas aunque con el hecho de que estaban en evaluaciones y la aura dentro de los salones se sentía tensa. Gon termino su examen, levantándose y poniéndolo enfrente del escritorio para después salir del salón y caminar a las jardineras de su facultad.
Le gustaba sentarse ahí cuando no había nadie, saco su libreta de dibujo y comenzó a dibujar esos ojos azules de su sueño, recordaba cada uno de los tonos azules que reflejaban esos ojos y esa mirada llena de ¿afecto?, era extraño porque evidentemente no conocía a esa persona sin embargo cada que soñaba con ella su corazón se sentía tranquilo y seguro.
Una estupidez, tal vez era un invento de su cerebro para poder pasar el trauma de la muerte de su padre y el alcoholismo de su madre.
Si,
Debía ser eso.
Dió un suspiro al terminar de dibujar, vio la hora en su reloj nueva clase, nuevo examen.
Así pasaron las últimas 5 horas, hasta que llegó las 2 de la tarde, salió de su escuela despidiéndose de su amigo y esperando a que la tonta de Palm llegará temprano a la cafetería.
Mientras llegaba un mensaje de su madre llegó.
Mamá.
Necesito dinero.
Gon suspiro, metió su celular en el pantalón.
Camino hasta su pequeño departamento, que se encontraba en un fraccionario. Era un cuarto pequeño adecuado a él, a una sola persona. Se cambió y se marchó para la cafetería, ya en esta hizo lo mismo de siempre se cambió, comió lo que la señora Mito le hizo, saludo a Feitan y a Machi y se puso en marcha, este día le tocaba ser mesero por lo que debía estar más animado que otro día.
Y así era como su monótono día había comenzado de nuevo.
La misma rutina,
las mismas personas,
la misma sonrisa, sin el brillo que le caracterizaba a Gon Freecss.
-Señor, el avión está listo -el albino dejo de mirar aquel cuadro que estaba en el aeropuerto, le gustaba la decoración de este lugar, lo extrañaría.
- Bien, vámonos -la voz salió y camino junto a aquel hombre de cabellos largos y una pipa en su boca.
- Hey, Killua -la voz de la rubia lo hizo voltear, aquella linda chica caminaba a su lado con curiosidad plasmada en su rostro.
- ¿Qué pasa Bisky? -preguntó.
- ¿Nos quedaremos ya en Japón? O ¿Regresaremos a Italia? -pregunto la chica con aquellas libretas en brazos.
- Nos quedaremos allá, el cambio está hecho Kalluto y Milluki se encargarán de nuestra empresa aquí -dijo con una voz calmada -. Yo e Illumi allá.
- Ya veo -dijo con una sonrisa.
- ¿Por qué? -preguntó con una ceja alzada.
- Bueno, sinceramente extrañaba Japón, y extrañaba a tu madre -dijo con una sonrisa.
- Bueno ahora podrás estar todo el tiempo allá -dijo con una sonrisa.
- Por cierto, ¿Cómo está Alluka? -preguntó la rubia mientras entraba al avión privado detrás de Killua.
- Se está adecuando bien, para ser adoptada hace cuatro años lo está haciendo bien -dijo con una sonrisa.
- Me alegro -la rubia dijo, prendiendo la pantalla del avión.
"Entre otras noticias, el porcentaje de hombres con la capacidad de un embarazo ha subido un 30%
Recuerden que es obligatorio que todo hombre debe de hacerse el examen de anatomía antes de sus 18 años mejor aún que sea a los 15 o 16 para saber su condición y poder ayudarlos."
- Wow aumento -dijo la chica sorprendida.
- Es sorprendente -dijo Killua con una ceja alzada.
- Debe ser tan lindo, lo digo por lo hombres que se quieran embarazar, ya sabes la homosexualidad y así -dijo la chica con una sonrisa.
- Pues si -el chico asintió.
- Killua, ¿Qué pasó con Alessandra? -preguntó.
- Nada, ya sabes que yo no quiero nada con nadie -dijo con una mirada seria viendo las nubes en el cielo -. Y ella era tan... Desesperante.
- Concuerdo con eso último -lo miro y después continúo -. Me encantaría decirte que la chica ya no te buscará pero creo que te seguirá hasta que le digas que si, es una interesada.
- Lo sé -el albino la miro -. Se que lo único que quiere es el estatus social, una persona avariciosa nunca se esconde.
- Totalmente de acuerdo -dijo con una sonrisa -. Me alegra que no seas un idiota Killua.
- Ja, Ja, Ja, graciosa -dijo el albino tomando de la botella de agua que le había traído la azafata.
Momentos después la rubia quedó dormida, Killua miraba las nubes del cielo azul, su corazón palpitaba fuerte como si le estuviera advirtiendo que algo sorprendente pasaría. Le dolía la cabeza de pensar en... Esa sonrisa, dios, ¿Cuántos años estaría con el mismo sueño?
Esa sonrisa, esas tersas manos tocando su rostro, podía aún sentir el delicado tacto. ¿Por qué?, ¿De que se trataba?
Su vida siempre había sido tranquila, su madre lo quería, su padre aparentemente igual, tenía buenos hermanos, pero faltaba algo, como si sintiera vacío, como si algo le hubieran arrebatado.
Regresados a Japón y su monotonía volvería a pesar como siempre.
Estaba acostumbrado.
Pensó de nuevo en esa sonrisa, ¿Quién era? Y ¿Por qué su corazón palpitaba con emoción al recordarla?, ¿Por qué su pecho dolía?
Era una idiotez.
Él era un idiota.
Holaaa ❤️.
Gracias por apoyar, las/los amo.
Oigan, le puse a esa chica Alessandra porque pues estaban en Italia JAJAJJA ella si es mala muy mala ✌️
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