"Dicen que hice algo malo. Entonces, ¿por que se siente tan bien?"

El apodo que Daryl le había puesto a Raegan se había esparcido entre las personas. De manera que algunos le llamaban "engendro del mal" o "engendro del demonio".

Rosita incluso le había llamado "diablillo" de forma que también se le añadió ese.

Algunas cosas ya habían pasado, por ejemplo, Noah junto a Aiden habían muerto en la pequeña expedición de Glenn.

Raegan había ido voluntariamente con Daryl y Aaron a reclutar personas, pero aquello no había salido particularmente bien cuando se vieron atrapados en un auto rodeados de caminantes, eventualmente encontraron a Morgan y lo llevaron a Alexandria.

A los días Morgan junto a Rick encontraron una cantera llena de caminantes por lo cual el ojiazul pronto armo un plan para desviar la horda.

— Hola, Maggie — saludó Raegan con una pequeña sonrisa — ¿Sabes? He tomado una decision.

— ¿Cuál?

— ¡Quiero un sobrino! — soltó el castaño para proceder a aplaudir en festejo — ¿Que tal y si te pones a trabajar para ello?

— ¿Para que quieres un sobrino?

— Solo imagina lo increíble que seria — dijo Raegan — Un pequeño niño que pueda ser mi complice al momento de molestar a los demás. Podría aprender muy buenas cosas de mi.

— No lo creo, Raegan — murmuró la castaña haciendo una mueca — Además de que creo...

Maggie se interrumpió a si misma y sus ojos vieron los de su hermano que tenia un brillo de maldad en ellos.

— ¿Como lo sabes?

— ¿Que cosa? — preguntó Raegan fingiendo desdén.

— Apenas me entere ayer — señaló la castaña — No hay forma que lo sepas.

— No lo sabia, pero ahora lo sé — dijo Raegan riendo — Gracias por tu cooperación.

— Espera — lo detuvo Maggie cuando este se dio la vuelta para irse — Glenn ni siquiera lo sabe, ¿podrías no decir nada?

— Claro, yo guardo el secreto — asintió Raegan —.. y por cierto, te mentí.. me entere en la mañana que fui a tu casa.

— ¿A que fuiste a mi casa? — preguntó Maggie confundida. Raegan no vivía en su casa, vivía en la de Rick. Y ella ni siquiera lo había visto ir a su casa.

— No importa a que fui — respondió Raegan después de una pausa — Entre a tu baño y vi el palito de embarazo.

Maggie entendió que había caído en el pequeño juego de Raegan para que confesara la verdad. Raegan no estaba seguro de si la prueba de embarazo era de su hermana o otras de las chicas que vivían en la casa de ella. Gracias a su manipulación ya lo sabia.

— Si eres un diablillo — asintió Maggie con la cabeza — Raegan.. yo creo que lo mejor es si te quedas aquí.

— Me quedare aquí en espíritu — respondió Raegan — ¡Vamos Alexandria!

— Hablo en serio — dijo Maggie en tono cansado — No sabes trabajar en equipo.

— Puedo intentarlo — dijo Raegan — El otro día trabaje en equipo con Aaron y Daryl.

— Y casi matas a Aaron, eso no es trabajar en equipo.

— ¡No lo iba a matar!.. él tan solo se atravesó en mi camino — murmuró el castaño — Me iré afuera.

— No puedo permitir que te vayas.

— ¿Por qué no?

— Porque... — Maggie se debatió a si misma si decirle o no la verdad — Los demás no quieren que vayas.

Los ojos de Raegan brillaron y su expresión decayó completamente.

— Lo siento, Rae — dijo Maggie — Dijeron que eras demasiado molesto y que no ibas a dudar en traicionarlos.

— Eso no es cierto — se negó Raegan indignado — No soy tan molesto... de lo otro no puedo desmentirlo.

— Es por eso...

— ¿Quien dijo eso de mi? Les voy a romper la cabeza.

— Raegan.

— ¡Me siento tan mal! — lloriqueo Raegan, la castaña ya no sabia si las emociones de su hermano eran reales o parte de su actuación.

— Debes quedarte.

— No, que se jodan — gruñó el castaño rodando los ojos — Iré con Sasha, Abraham y Daryl. A ellos les caigo bien.

Maggie hizo una mueca no tan segura de ello, no alcanzo a detener a su hermano cuando este ya se había ido a toda velocidad hacia la entrada donde el auto estaba preparándose para salir, junto a la motocicleta de Daryl.

— ¡Hola!

— ¿Ahora que, engendro del diablo? — cuestionó Sasha en un tono cansado.

— ¡Algo horrible a pasado! — dramatizó Raegan recargándose en el auto — Las personas son malas.

— Claro ejemplo — señaló Abraham al castaño.

— Iré con ustedes — dijo Raegan — Hubo un pequeño inconveniente con los demás.

— Ya sabemos cual es el inconveniente — dijo Sasha — Ahórratelo.

— Nada de hacer idioteces — señaló Daryl subiendo en su motocicleta — O entonces arruinaras el plan.

— Puedo seguir un plan — murmuró Raegan encaminándose a los asientos traseros del auto — Otra cosa es seguirlos a ustedes.

Ciertamente habían ocurrido algunos sucesos que hicieron que el plan se saliera un poco de control, la mitad de la horda se había desviado hacia Alexandria, Daryl quería desviarse en dirección donde Rick estaba mas este le había dicho que continuara con el plan, el ballestero aún así se desvió del auto donde Sasha, Abraham y Raegan estaban, para finalmente regresar junto a ellos a los minutos.

Luego llegaron a un punto donde los caminantes iban a seguir en dirección a la ciudad, por lo que Daryl junto al auto manejado por Abraham se desvío hacia la izquierda para tomar camino hacía Alexandria, no contaban con que a medio camino los atacaran disparándoles y haciendo que se desviaran.

— Que divertido — se rió Raegan oculto tras el auto una vez que salió de este.

— Vamos — indicó Sasha y ella junto a Abraham corrieron al auto abandonado que estaba al lado para ocultarse.

Raegan preparo el subfusil que cargaba y lo disparo en dirección de los que atacaban para proceder a esconderse.

— ¡Raegan! — llamó Sasha en un susurro alto para que los siguiera. El castaño se llevo un dedo a sus labios para que guardara silencio y le hizo una seña para que se fueran.

— Idiota — murmuró Sasha y ella junto a Abraham, terminaron corriendo cuando los disparos se dirigieron en su dirección hasta ahuyentarlos.

Raegan espero pacientemente a que los hombres se fueran, escuchó sus pisadas en el bosque y tan solo se asomo cuando noto que ya se iban a ir.

Entonces notó a uno yéndose al último por lo cual salió de su escondite y corrió tras el por el bosque, alzo su arma cuando lo visualizo y le disparo en la espalda.

— ¡No! ¡Por favor! — dijo el chico una vez que Raegan lo puso boca arriba para que lo viera — No me hagas nada, por favor...

— Cállate — espetó Raegan inclinándose al chico para tantearle el cuerpo en busca de armas — ¿Como te llamas?

— Negan.

— Ese es nombre de perro — se rio Raegan pateando su pierna levemente. El chico no debía pasar los 20 años.

— Todos somos Negan — dijo el chico con dificultad — Si me haces algo..

— ¿Qué? ¿Me vas a acusar con tu mami? — se burló Raegan guardándose las armas del chico para si mismo — ¿De verdad te llamas de esa horrible manera? Habla.

— Soy Dan..

— Dan — repitió Raegan pensativo.

— Negan no lo va a dejar pasar — dijo el chico desde el suelo — Él va...

— ¿Que seria bueno hacer? — lo interrumpió Raegan de forma pensativa — ¿Te mato o le mando un mensaje a tu amiguito Negan?

— ¡No me mates, por favor!

— ¡Ya se! — soltó el castaño haciendo que Dan diera un respingo — ¿Derecha o izquierda? Elige.

— De.. derecha.

— Tu lo dijiste — advirtió Raegan descolgándose su machete y ocasionando que Dan comenzara a llorar y a pedir que no hiciera nada — Shh.. atraerás a los caminantes y se darán un buen festín si no cierras la boca.

Raegan se saco su pañoleta del cuello y la arrugo para ponérsela en la boca a Dan, después alzo su machete y lo encajo con fuerza en el brazo izquierdo del chico. Un golpe, dos bastaron para desprender la extremidad y el chico cayera inconsciente.

— Oye, no — se quejó Raegan viendo el desastre que ocasiono y moviéndolo con su pie levemente a la espera que se despertará.

No había puesto un torniquete en el brazo del chico de forma que se comenzó a desangrar, también estaba el hecho de que se había desmayado y Raegan ensuciado de sangre ajena.

— Creo que se murió — murmuró Raegan para si mismo. Se encogió de hombros y lanzo el brazo lejos — Ya que..

Raegan recargo sus armas y comenzó a rastrear a los otros cuatro que venían con el chico y les habían atacado, su plan consistía en asesinarlos. Los encontró demasiados quitados de la pena mientras intentaban hacer una fogata. Raegan espero pacientemente a que hicieran fuego para acercarse.

Una idea brillante cruzo por su mente cuando se disponía a dispararles.

— ¡Alto! — llamó uno de ellos alzando su arma cuando Raegan apareció en su campo de vision — Deja tus armas.

— ¡Por favor, no me hagan nada! — soltó Raegan con pánico — Soy Harry Bernard, tengo 25 años, soy leo, estoy solo y...

— Ya chico — le interrumpió uno de ellos notando el pánico en el castaño — No te haremos nada. Te llevaremos con Negan primero.

— ¿Quien es, Negan? — preguntó Raegan limpiándose las lagrimas falsas de la mejilla.

El hombre bajo el arma cuando noto que el chico no era peligro alguno.

— El líder de los salvadores — respondido haciéndole una seña para que se siente en un tronco frente al fuego — Te llevaremos con él y lo mejor sera que obedezcan en todo lo que te dice.

Raegan asintió con la cabeza analizándolos, los cuatro se veían unas personas completamente inútiles, eso seria pan comido para el castaño. La oportunidad se presento cuando uno de ellos se inclino hacia la fogata para acomodar la madera y que el fuego se hiciera mas grande.

— No iré con Negan — dijo Raegan con una sonrisa descarada — Ustedes irán al infierno, me saludan a sus madres.

Raegan tomo de la nuca al chico que se inclino al fuego y lo empujo hacia este sin permitirle salir, sus gritos se escucharon hasta que se calló, el castaño luego saco su arma para matar a uno. Pese a la sorpresa, los otros dos le atacaron, el castaño entonces hizo uso de su machete y alcanzo a moverse cuando el último le disparo, entonces finalmente lo pateo y encajo el machete con fuerza en su cráneo.

Una vez que finalizo, limpio su machete con la ropa de uno de ellos, les robo las armas junto a algunas de sus pertenencias y con ello comenzó a intentar rastrear a Sasha y Abraham.

Notó que había seguido unas huellas erróneas cuando termino cerca de una fabrica, por lo que hizo una mueca y alzo un francotirador cuando noto que unas personas se adentraban a unos camiones. Los podia asesinar en un pestañeo y ni siquiera se iban a dar cuenta.

Se puso en alerta cuando alguien lo jalo por la espalda tapándole la boca, Raegan reacciono golpeándolo con el codo para que lo soltara, una vez que lo hizo tomo su francotirador y lo golpeo con este en el rostro.

— ¡Basta! ¡Soy yo! — soltó Daryl sosteniendo su nariz con una mano.

— Si, ya sé.

— Dame eso — gruñó Daryl arrebatándole el francotirador para colgárselo en el hombro, se quito el resto de sangre que salía de su nariz y miró hacia Raegan — ¿Dónde están Sasha y Abraham?

— No sé, los perdí — respondió Raegan recogiendo la mochila con armas que les había quitado a los salvadores.

— ¿Y porque...? No importa — dijo Daryl lanzándole una corta mirada de incredulidad — ¿Que mierda te sucedió? Estas bañado en sangre.

— Un pequeño incidente — respondió Raegan.
Los flshbacks del incidente se le vinieron a la mente — ¿Y tus cosas?

— Me las quitaron — respondió Daryl después de una pausa — Vámonos, debemos buscar a Sasha y Abraham.

— ¿No notas la tension? — preguntó Raegan siguiéndolo — Creo que se gustan.

— No me importa.

— ¿Te cuento un secreto?

— No.

— Anda, es un chisme pequeño — insistió Raegan.

Daryl se adentro a un camión oculto entre los arboles, Raegan se sabio al asiento copiloto.

— Ya cállate.

— Adivina quien esta embarazada — comenzó a decir Raegan de todas formas — No, olvídalo, prometí no decirlo.

— ¿Hay alguien embarazada? Debes estar mintiendo — inquirió Daryl.

— No debes decir nada — advirtió Raegan — porque lo he prometido.

— Me da igual.

— Es... ¡Maggie! — revelo Raegan como si de un premio se tratara — En camino un pequeño bebé coreano.

— ¿Maggie esta embarazada? — preguntó Daryl sorprendido.

— Si, me lo dijo hoy — respondió Raegan abriendo el maletero para buscar algo.

— ¿Por qué te lo diría a ti?

— Porque soy su confiable hermano menor — respondió Raegan haciendo que Daryl rodara los ojos — La manipule y me soltó la sopa.

— Eso ya es mas creíble — murmuró Daryl viendo de reojo como Raegan sacaba un chocolate del maletero.

— A ti también te manipule y no te diste cuenta — señaló Raegan abriendo el empaque de su chocolate.

— No es verdad.

— No, no lo es — se rio el castaño — Pero te hice dudar.

— Estoy deseando empujarte por la puerta.

— No puedes hacer eso.

— ¿Por qué no?

— Ya saben lo que dicen de las personas guapas — señaló Raegan en tono serio — Si les haces algo entonces tu vida se convierte en tragedia tras tragedia.

— ¿Quien dice eso? — cuestiono Daryl incrédulo.

— Yo — respondió Raegan — En este preciso momento, a las... ¿que hora sera?

Daryl no podia creerse que estaba cayendo en los jueguitos de Raegan, eso le hizo preguntarse si el chico era demasiado inteligente y manipulador o simplemente el mismo no era lo suficientemente listo como para prever eso.

— ¿Quieres? — ofreció Raegan de su chocolate, Daryl negó con la cabeza — Toma.

Raegan había partido un pedazo y sin Daryl esperarlo, el castaño lo había llevado a su boca a la fuerza.

— No vuelvas a hacer eso — gruñó Daryl después de que se trago el chocolate — Vengo manejando.

— ¿Y?

Daryl rodó los ojos cuando noto que con Raegan era un caso perdido decirle las cosas, de forma que se mantuvo en silencio y agradeció que el castaño también lo estuviera.

— ¿A que edad descubriste que te iban los chicos? — preguntó Raegan banalmente. Daryl suspiro con cansancio.

— ¿Porque asumes que me van los chicos?

— ¿Entonces estoy equivocado? — se burló Raegan. Hubo un momento de silencio donde los ojos verdes vieron hacia Daryl hasta ponerlo incomodo.

— A los 15 — terminó respondiendo Daryl de malhumor — Ya basta de preguntas tontas.

— ¿Y cuando fue la última vez que saliste con alguien? — preguntó Raegan de igual forma.

— A mi déjame preguntarte algo — dijo Daryl en cambio — ¿Cuando fue la última vez que te callaste por más de una hora?

— Cuando tenia 21 — respondió el castaño finalmente.

— ¿Por qué?

— Hice una felación y termine adolorido de la garganta — respondió Raegan haciendo que Daryl deseara matarse — Fue un poco brusca la cosa.

— Ya mo lo soporto, ya cierra la boca engendro.

— No me hables en ese tono, estoy triste — murmuró Raegan comenzando a llorar.

Daryl no sabia si mentía o actuaba.

— Mierda, guarda silencio — pidió Daryl — Deja de fingir.

— ¿No me preguntaras porque estoy triste? — preguntó Raegan parando el llanto y sorbiendo su nariz. Daryl notó que incluso llorando se veía guapo.

— ¿Por qué?

— La gente de Alexandria no quizo que fuera con ellos — respondió Raegan — Y no se porque si soy un encanto.

— Eres un engendro del mal, es por eso que no querían que fueras — señaló Daryl — Los molestas constantemente, tienes el don de poner incomodo a las personas con tus palabras. Creo que es obvio el porque..

— Yo creía que era porque me tenían envidia — admitió Raegan — Ah, ya llegamos.

Daryl estaciono el camión afuera de un edificio, una de las puertas decían el apellido de el mismo junto con el de Raegan, no paso mucho cuando Sasha y Abraham hicieron acto de presencia. El pelirrojo con un lanzacohetes y vestido con un traje de marino, la morena con su misma expresión seria de siempre.

Entonces una vez que subieron al camión, los cuatro partieron rumbo a Alexandria, los ojos de Raegan comenzaron a pesar de forma que los tallo e intento mantenerse despierto. El camión disminuyo su velocidad cuando en plena carretera un grupo de motociclistas los esperaban.

— Más problemas — murmuró Raegan.

— Y por lo que más quieras mantén la boca cerrada — señaló Sasha antes de bajar del camión.

Raegan se miro en el espejo retrovisor antes de bajar del camión y mantenerse ahi de pie junto a los otros mientras que el grupo contrario hablaba. Uno de ellos se acerco para quitarles sus armas, los ojos verdes de Raegan siguieron sus movimientos sin inmutarse.

— Tú debes ser el chico que Dan dijo — mencionó el motociclista principal.

— ¿Yo?

— Si, tu lo eres — asintió el hombre — dijo que eras parecido a James Dean.

— No es verdad — negó el castaño — Yo soy más guapo.

— Lo que le hiciste fue un acto de crueldad, inhumano... casi igual a.. No importa.

— ¿Quien diablos es Dan? ¿El del bracito? Creí que se había muerto.

— Lo encontramos moribundo junto a nuestra otra gente muerta — señaló el hombre — Tú, muestra lo que tienes para nosotros.

— Yo te lo puedo mostrar — dijo Daryl.

— No, que lo haga James Dean, aquí presente.

Raegan asintió con la cabeza, el mismo hombre que les quito las armas lo empujo hacia la parte trasera del camión. El castaño se mantuvo en silencio y abrió las puertas de la cajuela de par en par.

— Oye, ¿me ayudas a bajarlo? Es demasiado pesado — pidió Raegan subiendo de un brinco hacia la cajuela.

— ¿Que es?

— Es una increíble arma, no se su nombre — mintió Raegan.

— Bien, si intentas algo voy a matarte y destrozar ese atractivo rostro tuyo — advirtió el hombre haciendo el esfuerzo por subirse al camión.

Raegan espero a que se acercara y una vez que lo hizo fue que lo pateo y se subió a su espalda rápidamente para quebrarle el cuello. Los movimientos del hombre habían sido lentos a causa de su gran peso.

— Idiota — se burló Raegan tomando el lanzagranadas y bajando del camión con el en mano — ¿Como se usa esto?

Disparo y notó que con ello se llevo a cabo una increíble explosion donde los motociclistas terminaron prendidos en llamas.

— Ah, con que así se usa — murmuró el castaño — Hablaba mucho esa perra, ¿no? Ya vámonos, eso de salvar traseros es agotador.

— Joder, definitivamente eres un diablillo — señaló Abraham.

— ¿No me merezco algo en recompensa? — cuestionó Raegan viendo a Daryl — ¿No crees?

— No.

— Bueno, si lo merece — asintió Sasha viendo a Daryl, este gruñó irritado antes de quitarle el lanzagranadas a Raegan y avanzar hacia la cajuela para guardarlo ahi.

Raegan se rio antes de subir a los asientos delanteros del camión y partir hacia Alexandria.