"Oh, eres una abominación para la sociedad. Eres un poco demasiado parecido a mi"

El característico silbido de los salvadores fue escuchado, eso basto para que los que quedaban vivos se reunieran donde siempre.

Esta vez notaron que no fue Negan quien los había reunido, había sido Raegan que llevaba a Lucille sobre el hombro de una forma burlesca.

— Si alguien hace algo, mueve un solo músculo o intenta algo estúpido — comenzó a decir Raegan — Volare este lugar a pedazos conmigo dentro. Es hora de escuchar.

Raegan los miro seriamente a la espera de una mala reacción, entonces solo los vio de rodillas de la misma forma que con Negan.

— Negan ya no va a estar a cargo — canturreó Raegan — Y este lugar se va a ir mucho a la mierda. Entonces les propongo algo, los que quieran unirse a la milicia adelante y los que no.. bueno, entonces morirán. Algo simple.

— No recibiré ordenes de su puta — espetó uno de ellos con desprecio mientras escupía en el suelo.

— ¡Oye no! — dijo Raegan con el ceño fruncido — Yo no soy su puta.. fui su amante que es distinto, pero ya deje eso atrás.. ahora soy célibe.

— No importa, ¿dónde esta Negan?

— Aquí — respondió Raegan — Ahora no lo volveré a repetir, ¿quien mierda se une a las otras comunidades y quien se va?

Nadie se movió, entonces Raegan azoto a Lucille en el barandal para hacer un fuerte ruido, con ello algunos dieron un respingo y reaccionaron levantándose dando a entender que se unieran a la milicia, algunos otros se quedaron de rodillas.

— Los que se unen vacíen todo este lugar, armas, comidas, medicamentos.. todo póngalo en los camiones y lleven las cosas a Alexandria — dijo Raegan — ¡Ahora!

El castaño observo como los salvadores se retiraban dejando a los demás ahi hincados, mismos que se rehusaron a unirse a la milicia.

— Bueno.. — murmuró Raegan — Sin mas que decir.. ¡Jodanse!

Y entonces dejo caer un encendedor desde arriba prendiéndole fuego a todo el piso de abajo.

Raegan observo a los salvadores desde arriba gritar ante el fuego quemándolos vivos, dio una pequeña sonrisa antes de desaparecer de ahi para ir hacia la celda dónde había dejado a Negan.

— ¡Hola! — saludó Raegan abriendo la puerta.

Había dejado a Negan amarrado de piernas y muñecas en aquella oscura y sofocante celda.

— ¿Que hiciste ahora? — preguntó Negan en voz baja.

— Mate a los salvadores — respondió Raegan con desdén — Y robe tus cosas. Todo.

Negan soltó una risa.

— ¿Que es lo gracioso?

— Nada — dijo el hombre — ¿Y que hay de mis esposas?

— Las dejare ir — respondió Raegan — No me sirven de esa forma a mi. Yo no soy tú.

— Eres igual a mi — señaló Negan — Eso es lo divertido.

— No soy nada como tú.

— Si tu dices — soltó con sarcasmo — ¿Has hablado con Amber?

— No, ¿para qué?

— Te voy a joder con esto — se burló Negan — La chica esta embarazada.

Raegan alzo ambas cejas ante la sorpresa y espero que Negan desmintiera la noticia pero no lo hizo.

— No sabe de quien es el bebé — continuó diciendo Negan — Si tuyo o mío.

— Mierda.

— Le he pedido que aborte.

— ¿Y?

— No lo hizo. Se que no lo hizo, cuando se lo propuse no se vio muy convencida de ello.

— Mierda — repitió Raegan — Bueno, ese es problema de ella no mío.

— ¿Hablas en serio?

— Si — respondió Raegan — Si ella lo quiere tener es muy su problema, que le joda la vida a alguien más con ello. A mi no me interesa. No puedo ser papá.

— Eres incluso peor que yo — murmuró Negan — Un diablillo desalmado.

— ¿Que se supone que haga con un bebé? Además puede ser tanto tuyo como mío, prefiero que sea tuyo y así seria tu problema.

— No podría hacerme cargo estando aquí.

— Tendré que asesinarla entonces — soltó Raegan de forma pensativa — O decirle a Daryl y que él me solucione el problema.

— ¿Realmente asesinarías a esa chica solo por estar embarazada? Espera un hijo tuyo o mío... de cualquier forma no es solo su culpa.

— Use condones... ¿cómo paso si no?

— Los condones se rompen, chico — señaló Negan — De cualquier forma, hiciste una orgia, ¿cómo puedes estar 100% seguro de que no se te paso ese detalle?

— Que estresante es esto — murmuró Raegan tocándose la nariz de forma pensativa — Fingiré que no se nada y la dejare ir.

— Raegan..

— Cállate, más tarde regreso — espetó el castaño cerrando la puerta de la celda con fuerza.

Avanzó por el santuario, era extraño verlo tan vacío, y lo era aún más sabiendo que él había ocasionado todo.

Se felicitó por ello, había sido listo como siempre.

Abrió las puertas del harén con una expresión seria, sus ojos vieron a todas las esposas ahi a excepción de Sherry que había escapado el mismo día que Daryl.

— ¡Buenas noticias! Negan esta derrotado y ahora se pueden ir — las felicitó Raegan — Váyanse o mueran, no me importa.

— ¿Derrotado? ¿A que te refieres con ello? — preguntó Tammy con el ceño fruncido.

— Significa que los salvadores están muertos y a Negan lo deje en la celda — respondió Raegan — Ahora, váyanse, ¡Ya!

Las vio intercambiar miradas de alivio y las mujeres casi corrieron lejos de ahi, realmente se irían.

— Tú no — dijo Raegan sosteniendo el brazo de Amber — Necesito hablar contigo.

Los ojos azules de Amber le vieron con nerviosismo, asintió con la cabeza y ambos esperaron a que las demás se fueran. Una vez en completa soledad fue que los ojos verdes de Raegan vieron a la rubia de forma pensativa, se paseo por el lugar viéndola fijo y a la espera de que esta hablara.

A Amber le causaba escalofríos Raegan, llevaba una mirada seria y vacía como si la fuera a matar en cualquier momento, era casi igual de intimidante que Negan, si no era que hasta peor.

— ¿Y? — preguntó Raegan finalmente notando que Amber no tenia intenciones de hablar.

— ¿Que pasa? — preguntó la rubia en voz baja.

— Escuche por ahi que estas embarazada — comenzó a decir Raegan en tono lúgubre — Y que Negan te pidió abortar.

Los ojos de Amber se llenaron de lagrimas a causa de los nervios y temor.

— ¿Es mío? ¿Realmente lo es?

— Eso creo — respondió la rubia — No lo puedo saber con certeza. No hay medicos, entonces...

— ¿Y que te había dado para abortar? — siguió preguntando Raegan.

— Unas pastillas que Eugene hizo — respondió la rubia acercándose a un mesa y mostrando un pequeño recipiente — Estas..

— Ya veo.. — murmuró Raegan. Hubieron unos minutos de tenso silencio en dónde la rubia se sintió con los pelos de punta ante la mirada del castaño puesta en ella — Tómalas entonces..

— ¿C..como?

— No me iré hasta ver que las hayas tomado — señaló Raegan dejándose caer en el sofa — Tomate tú tiempo pero no mucho porque aún debo ir a ver a mi ardiente casi novio.

— N- no quiero — balbuceó Amber a nada de soltarse llorando — Me puedo ir y jamas sabras de mi.. de verdad y...

— Si lo conservas no te dejare ir — señaló el castaño — No sabiendo que la posibilidad de que sea mío sea muy alta.

— N-no necesitas ser parte — sollozó la rubia — Por favor.

— ¡Esta bien! — soltó Raegan con enfado mientras se levantaba del sofa y se acercaba a Amber — ¿Lo quieres? ¡Quédatelo!.. pero no te iras hasta que nazca, si veo que es mío entonces me lo quedo y tú te vas, si veo que es de Negan entonces haces lo que quieras.

— No me ire — dijo la rubia — No abandonare a..

— Mira linda — le interrumpió Raegan tomándola del rostro para que lo viera a los ojos — Tú no me interesas, el bebé en cambio puede ser mío. Y si lo es, tan solo quiero saber como lucirá, si tendrá mis ojos, mi cabello, sonrisa... si las tiene entonces sera un bebé hermoso pero si no.. de igual forma sera atractivo porque Negan y tú lo son.

Amber sintió pánico, estaba entre la espada y la pared, quería continuar el embarazo porque era lo único que le quedaba, su novio había sido asesinado por Negan y ella estaba sola. Ambas opciones que Raegan le ofrecía eran horribles, la primera la tenia descartada desde que Negan la menciono y la segunda, dónde el castaño daba a entender que de ser suyo se quedaría con el bebé lo era casi igual de peor.

Raegan no tenia material para ser padre, la sola idea aterraba a Amber, no podia.

— Te dare una hora para pensarlo — determinó Raegan finalmente — Piensa bien y no la cagues.

Raegan le miro con falsa ternura para después salir del harén dejando a la rubia sola.