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Dedicado a •~ Alexandra-angelees

Jungkook levantó la mirada al escuchar los pasos de Jimin, espero a que él se sentará y cuando lo hizo le acercó el plato.

—Te prepare tu desayuno favorito

Jimin sonrió, recorriendo con la mirada todos los platillos.

—Gracias, se ve delicioso —halago, para luego llevar un trozo de durazno a su boca—. La doctora me recomendó recrear mi rutina diaria, me dijo que podría ser de utilidad y que tú me podrías ayudar con eso

—Lo haré, te ayudaré en todo lo que necesites

La mirada de Jimin se torno cálida y una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, provocando que el corazón de Jungkook se acelerará.

—A ti te encanta el orden, en todos los sentidos. Te despiertas todos los días a las seis de la mañana, lo primero que haces es venir y preparar el desayuno, cuando esta listo tú me despiertas —El recuerdo de aquellos días provocó un dolor en su corazón, como desearía despertar una vez más así—. Luego de desayunar ambos nos duchamos

—¿Con ducharnos te refieres a que lo hacemos juntos? —La vergüenza se hizo notar en su rostro.

—Si, no lo hacemos todos los días pero si la mayoría —soltó una suave risa, viendo como sus orejas se ponían rojas—. Luego te alistas y te llevo a la universidad, a las dos de la tarde sales y tomas el tren para ir a dar clases de baile hasta las siete y luego me llamas para que vaya por ti

—Parece que tengo un día demasiado ajetreado —soltó con sorpresa, a decir verdad no podía siquiera imaginar como era vivir de esa forma–. ¿Que hay de ti?...

—Tengo un estudio de grabación, trabajo allí todo el día

—Supongo que con todo el día te refieres hasta las siete, ¿o me equivoco?

—Depende de cuanto trabajo tenga, normalmente salgo a las nueve

—¿Entonces solo pausas tu trabajo para ir a recogerme? —en su rostro se forma una mueca de asombró, Taehyung no hacía eso...

—Si, no me molesta en lo absoluto ir a buscarte, así te encuentres al otro lado de la ciudad —a él jamás podría llegar a molestarle ir a recoger a su esposo, no importaba cuan ocupado estuviera. Jimin siempre estaba primero.

—Y...¿luego que hacemos?

—Tenemos sexo

El rostro de Jimin se torno rojo de inmediato y su mirada bajo hasta sus manos, removiendo estas con nervios. Se podía notar su incomodidad ante el comentario.

–Solo bromeó —dejo escapar una suave risa–, bueno, no del todo –volvió a reír, ganándose una mala mirada de parte del rubio.

—Esos comentarios me resultan molestos Jungkook —su ceño se frunció levemente, provocando que un par de arrugas se marcarán en su frente–. No lo hagas, no me parece gracioso

Su rostro aún conservaba aquel color rojizo, dejando en evidencia que la vergüenza y la molestia dominaban sus emociones.

—Lo siento —se disculpó rápidamente, debía comprender de una vez por todas que el Jimin de ahora simplemente no le veía como algo más que un extraño. Era complicado y doloroso, no podía evitar soltar aquel tipo de bromas, estaba acostumbrado a hacerlo y a reír con él cuando pasaba—. La costumbre

—Lo sé, pero intenta dejarla

Jungkook asintió.

—Luego de recogerte te quedas conmigo, pero si tienes trabajo te llevo a tu estudio y allí puedes pasar literalmente toda la noche. Te encanta tu carrera y el arte es tu pasión, cualquier obra que realizas la creas con una pasión que no puedo siquiera explicar —Una sonrisa enamorada se plasmo en su rostro, aún podía recordar la última noche en la que lo vio–. Verte trabajar en tu arte es maravilloso, me encanta cuando te pierdes en la música y bailas al ritmo de esta, olvidando por completo todo lo que esta a tu alrededor...

Jimin apretó los ojos y un fuerte suspiro escapó de sus labios, nada venía a su cabeza por más que se esforzará.

—No te presiones –Jeon le miró con amargura–. No me importa si no logras volver a recordar, encontraremos una solución

El rubio no respondió nada, le parecía estúpido pero claramente no lo diría.

—Debes ir a trabajar, yo me puedo quedar aquí –hablo momentos después—. Estaré bien —tranquilizo, la mirada que tenía Jungkook le hacía sentir lástima. Parecía que el hombre realmente la estaba pasando peor que él.

—Bien, te he dejado todo organizado para que no tengas problemas en encontrar las cosas —Tras dejar los platos vacíos en el fregadero, tomo su mochila.

Jungkook quería decirle muchas cosas, quería abrazarlo y besarlo. Si era posible quedarse todo el día contándole cualquier detalle de su historia, pero aquello era una pésima idea. Quizás darle espacio y tiempo ayudaría más.

—De acuerdo, gracias Jungkook —le regalo una pequeña sonrisa—. Que tengas un buen día

—Si sucede algo no dudes en llamarme, estaré pendiente y si quieres qu-

—Jungkook voy a estar bien —lo corto de inmediato, poniendo una de sus pequeñas manos en su pecho—. Cualquier cosa que suceda te la haré saber, puedes irte tranquilo

Jimin volvió a sonreír, calmando levemente al mayor. No pasaría nada si se iba un par de horas.

Tras despedirse de forma incómoda el rubio se dispuso a terminar su desayuno en completo silencio, poco después se dirigió a la sala, observando cada detalle del lugar, se acercó a las fotos que se encontraban colgadas en la pared y frunció el ceño.

¿Realmente ese era él?...

Continuó con su inspección, entrando a todas y cada una de las habitaciones. Reviso su ropa, sus libros y materiales de trabajo. También se tomó el atrevimiento de revisar todas las pertenencias del pelinegro, hasta dar con una caja que decía "Memorias de nuestro amor"

Jimin no lo pensó dos veces y sacó dicha caja, en ella habían álbumes de fotos y muchos CDs, por lo que decidió tomar uno.

"11/08 - nuestra boda"

Mordisqueo su labio inferior, sintiendo sus dedos cosquillear por los nervios. Tras soltar un suspiro se armo de valor y reprodujo el CD, este comenzó con una linda dedicatoria.

"Para Jimin, el hombre que amaré hasta el último de mis días y al cual buscaré en todas mis vidas"

Un sentimiento amargó se apoderó de su sistema, haciéndole sentir culpable y más miserable que antes. Él no deseaba causarle ningún daño a Jungkook, parecía un gran hombre y lo que estaba pasando no era nada fácil.

El video nuevamente captó su atención, cuando la vista de un precioso lugar se hizo presente. La marcha nupcial comenzó poco después y con ello su entrada, sus labios se separaron, formando una perfecta "O" del asombró.

Se veía feliz, muy feliz y enamorado...

Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas, siendo acompañadas por suaves sollozos. La ceremonia comenzó, sus discursos fueron dichos, recitando palabras de amor; palabras que rompían poco a poco el corazón Jimin.

Él deseaba recordar, deseaba volver a sentir esa felicidad y ese amor por aquel hombre pero...

Parecía que aquel sentimiento se había borrado de su sistema junto a todas las memorias y dolía como el infierno saber que quizás todo lo que estaban intentando no funcionaria y simplemente terminaría dañando a Jungkook.

Apagó el televisor y se levantó, no quería seguir. Sus dedos se movieron sobre la pantalla del celular, enviando un pequeño texto.

"Jungkook, no me siento muy bien. Se que prometí estar aquí pero necesitó hablar con alguien cercano, necesito a mi familia"

"Prometo volver más tardé"

Sus labios se apretaron en una mueca, solo necesitaba ir a un lugar donde realmente se sintiera en casa y todo dejara de doler...

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Atte:roxyuwu