«No hay mucho que aclarar, solo te toca disfrutar.»

Miró el amanecer que el cielo junto a una hora temprana le daban, mantuvo sus ojos cerrados al sentir una suave brisa, suspiró.

Siempre le parecieron bonitos los amaneceres, por muy cursi que sonara, le daban una inexplicable sensación de calma. Aunque al final todo resulte ser falso. Sí, falso, leíste bien, ella sabía que su mundo y existencia eran un invento, algo ficticio; siempre se preguntó cómo era realmente su creador/a, había conocido al Original Character de quién se supone que la creó junto a sus conocidos, no obstante, no sabía si realmente es así, pero bueno, no es que le importe del todo.

Nada era real para ella, todo era una farsa, algo que en cualquier momento pudiera ser olvidado y tirado a la basura como un boceto mal hecho. La mayoría del tiempo trata de ignorar ese hecho, por muy difícil que sea.

Aunque ella no era relevante.

O eso opinaba ella, su posición en la historia era la de antagonista. Un puesto que puede ser grandioso y horrible al mismo tiempo, puedes ser querido por los fans, por tan malo que seas, eso depende del desarrollo que te dé tu creador.

Algo que no tenía.

Sí comparaba su escaso desarrollo de personaje con otros, como el de los protagonistas, no era nada. Ella no era nada.

Quizás ser alguien manipulador y poderoso podría ser un avance, aunque si lo pensaba bien, no era nada sin un buen desarrollo.

Y de ahí apareció su temor a ser olvidada.

Ella vio como unos personajes fueron olvidados, tirados como basura, mientras otros tenían más importancia. No le gustaba, para nada. Ya que... Para su malísima suerte, esos que fueron olvidados tuvieron mejor historia que ella; ella solo fue puesta de antagonista, pero ¿Por qué? ¿Sufrió mucho? ¿Tenía siquiera un buen plan?

Al parecer torturar psicológicamente a dos personajes relevantes era un plan.

Volvió a suspirar, y miró al cielo, no tenía una idea concreta de cual sería su destino, realmente por los momentos no quería hacer nada más, no tenía una buena razón.

No pudo continuar su pensamiento, ya que había sentido una presencia. Dirigió su mirada a unos árboles que se encontraban detrás suyo. Se levantó mientras se mantenía alerta, con su capa ondeando con el viento, haciendo visible una pequeña arma de fuego; relajó su postura al ver unos ojos blancos y brillantes, ya conocía esa mirada.

Volvió a la misma posición en la que anteriormente se encontraba, sentada en el pasto. Ignorando lo que sea que estaba por venir.

— ¿Otra vez te pusiste reflexiva, cariño?—una figura humanoide apareció a su izquierda, sus ojos blancos chocaron con los color gris de la contraría. Ella sonrió de forma maliciosa.

— Me dejaste abandonada, eso no se hace—soltó una carcajada, el hombre alzó una ceja.

— ¿Qué te causa tanta gracia?

Paró de reír terminando con una sonrisa, para después hablar—, no creo que te aparecieras recién solo para preguntar sobre mi estado, quieres algo ¿No es así?—su sonrisa se agrandó cuando el hombre frunció el ceño.

Este, si tuviera pupilas, hubiera rodado los ojos.

— Tu plan apenas está en pleno apogeo y necesitamos a alguien para avanzar correctamente—explicó, la mujer borró su sonrisa, cambiándola por una mueca de confusión, ni siquiera entendía su propio plan.

— ¿Y quién es ese alguien?

— Pronto lo sabrás.

Después de esa corta conversación se quedaron sentados en silencio, mirando las nubes y una que otra ave pasar; el de ojos blancos notó la mirada vacía que tenía su compañera, entoces, fingiendo desinterés preguntó.

— Nunca respondiste la pregunta que te hice cuando llegué—la mujer dio un leve sobresalto, la voz del contrarío la había sacado de un pequeño trance.

— No creo que sea necesario.

Cruzó sus brazos—, ¿Ah no? Yo creo que sí lo es—bufó.

Unos segundos después y respondió.

— Pensaba en sobre los guiones que tenemos que seguir—soltó en voz baja, la figura masculina la escuchó perfectamente.

— Hmp, te preocupa algo, ¿Cierto?

— No es eso—suspiró—, es que... Nunca supe lo que es ser un personaje terminado ni original, y presiento que nunca lo sabré—se abrazó a si misma.

— Era eso—cerró los ojos—, no te preocupes por lo de tu desarrollo—ella iba a responder pero él continuó—, ese ya no es tu problema, es el de tu creador/a. Mirame a mí, ni sé y ni me importa si tengo un desarrollo, somos personajes, nuestras acciones fueron y serán escritas, así que si te equivocas no te preocupes.

Sus palabras parecieron calmarla, ya que ella sonrió con un leve sonrojo.

— Gracias.

— No hay de que.

«¡Gracias por leer!»