Dos meses después:
Narrador omnisciente:

Estaban a un par de días de terminar las clases, o más específicamente a dos.
Martin y sus amigos se encontraban en clases. El pelinegro para hablarle castaño, le escribió en un papel, como en los viejos tiempos.

En el papel:

Hola

Mar estoy prestando atención a la clase, ahora no

Ay Pedro no seas aburrido

No soy aburrido, solamente quiero prestar atención a clases

Sos tal cual el primer día de clases

Vos también, así que mucho no podes hablar

Yo no

Si, vos si Kovacs

Bueno, si quieres tratarme así lindo

Bueno me voy a prestar atención a la clase Kovacs

Bueno lindo, andá

Fuera del papel

El pelinegro soltó una risita, y se digno a prestar atención a la clase.

Riiiiing (Timbre para salir al recreo)

Los jóvenes salieron al patio, y se sentaron en la fuente de siempre.

Martin: che, les tengo una propuesta.
Matias: ¿es indecente? Ndeahh perdón.
Martin: dale estúpido, no es para las vacaciones.
Ori: bueno, cual es la propuesta.
Martin: que nos vayamos todas las vacaciones a Mar del Palta los siete, en una casa gigante, solos.
Ori: yo me apunto.
Marianne: yo le voy a preguntar a mi mamá, pero más que seguro que si me deja.
Pedro: yo voy.
Matias: yo también.
Rod: ¿sin padre?
Martin: sin ningún adulto que nos controle.
Rod: yo voy.
Tomás: mm, no se, mis papás son muy hinchapelotas con que haya un adulto.
Martin: bueno, tratá de convencerlos.
Tomás: no va a ser fácil.

[...] (Después de la escuela)

Los jóvenes se encontraban en la casa de Martin, más específicamente en su cuarto. Matias y Rod estaban chapando, como siempre, Pedro y Martin jugaban a la play, Tomás no estaba, y Ori y Marianne estaban cada una en su celular, últimamente no se estaban dando mucha bola.

Marianne: Ori, podemos hablar -todos la miraron- a solas.
Ori: si -se levantó, y fueron a el cuarto de la madre de Martin- ¿de qué querías hablar bebé?
Marianne: emm, de lo nuestro, hace mucho que no nos estamos dando bola, y bueno para que esto no siga así, quería decirte que, terminamos.
Ori: ah, o-okey, ¿pero podemos seguir siendo amigas?
Marianne: mm perdón, pero no.
Ori: ¿por qué?
Marianne: ¿a vos te parece hablarnos como si entre nosotras no hubiese pasado nada?
Ori: Martin y Pedro estuvieron un montón de veces juntos, y terminaron, y siguen como amigos, no sé qué le ves de malo.
Marianne: nada, sólo que eso conmigo no va, terminamos y punto,no vamos a seguir como amigas, perdón, pero no.

Dijo eso, y se fue hasta la pieza de Martin, dónde estaban los chicos, tomó sus cosas, y se fue sin decir nada.
Pasó un rato, y como Martin veía que Ori no volvía, fue hasta la pieza donde se encontraba la anterior nombrada, y se encontró con la castaña llorando.

Martin: ¿que pasó bebé?
Ori: e-ella me-me dejó -comenzó a llorar más fuerte-
Martin: ay bebé no llores, aparte, acordate que vamos a ir a Mar del Plata, ahí está lleno de chicas lindas, en los boliches, quién te dice que no te conseguí una novia ahí.
Ori: n-no sé si pueda ir así como estoy.
Martin: ¿que? Estás jugando ¿no? Me vas a dejar con el insoportable de Matias, y con los otros dos.
Matias: eh te escuché forro, ¿Por qué lloras bebé?
Martin: Marianne la dejó.
Matias: ay bebé, pero capaz que ella no era la indicada, aparte no estés mal, vamos a ir a Mar del Plata, y capaz que conoces a alguien allá.
Martin: ves, hasta él te lo dice.
Ori: bueno, si voy a ir, los amo mucho chicos -terminó de decir eso, y los abrazó-

Después de eso, se levantaron, porque Ori estaba sentada en el piso, y se fueron a la pieza del más bajo.

Pedro: dale Mar, ¿por qué tardaste tanto?
Rod: awww el que lo extraña.
Pedro: cerra el orto vos.
Martin: no por nada, le estaba contando algo a Ori a a Mati.
Pedro: ah, ¿seguimos jugando?
Martin: dale.

Y así se casaron la tarde, jugando a la play, y Rod, Mati y Ori hablando.

[...]

Todos se habían ido a su casa, bueno todos excepto Pedro, quien se quedó jugando con Martin.

Martin: che, ¿tenes hambre?
Pedro: si.
Martin: ¿queres que pidamos un delivery?
Pedro: bueno.
Martin: bueno, ya lo pido.

El pelinegro entró a su aplicación, pidió lo que cada uno quería, y le avisaron que en diez minutos lo iba a tener en su casa.

[...] (Diez minutos después)

Tok Tok

Martin: yo atiendo -se levantó de la cama, y fué hacia la puerta principal- hola -dijo en tono seductor-
Chico: ho-hola, traje lo que pediste.
Martin: yo no me acuerdo de haber pedido un bombón.
Chico: -ríe- y a mi no me dijeron que había que entregar un pedido para alguien tan lindo, si me hubieran avisado, y me arreglaba.
Martin: -ríe- ¿cuanto es lindo?
Chico: gratis, si me das un beso.

Martin no dijo más, se acercó al chico, y lo besó, pero de lo que no sabía, era que Pedro los estaba viendo, no eran nada, pero los dos se gustaban un poco. Después de eso, el chico se fue, y Martin subió riéndose, y llegó de la misma forma a la pieza.

Pedro: ¿que es tan gracioso?
Martin: nada, ¿comemos?
Pedro: si.

Los chicos no dijeron más, y comenzaron a comer.
Después de que terminaran de comer, siguieron jugando, hasta que les dió sueño.

Pedro: bueno Mar, yo me voy a mi casa, que ya me está agarrando sueño -dijo bostezando, y estirandose-
Martin: no te vayas, digo porque es muy tarde, y no quiero que te pase lo que me pasó a mi el otro día.
Pedro: ¿qué te pasó? -preguntó preocupado-
Martin: me intentaron violar, y no quiero que tengas que pasar por lo mismo, mejor quedate acá, y mañana si querés te vas.
Pedro: quien diría, Kovacs se preocupa por las personas -bromeó el más alto-
Martin: por las personas que me importan si -dijo acercándose al castaño, hasta quedar enfrente de este-
Pedro: o sea que te importo Kovacs -dijo acercándose más-
Martin: más de lo que te imaginas lindo -dijo acercándose y quedando a escasos centímetros de que sus bocas se tocaran, y cuando el castaño avanzó como para besarlo, el pelinegro se tiró para atrás- ¿no tenías sueño?
Pedro: s-si.
Martin: bueno, podes dormir en la pieza de mi mamá, o te tiro un colchón en mi pieza.
Pedro: no, no, en la pieza de tu mamá.
Martin: bueno.

El mayor lo acompañó hasta la pieza de su madre, y luego se fué a la suya. El más bajo se acostó en la cama, y se quedó mirando al techo, ya que no podía dormir. Y por otro lado estaba Pedro, quien tampoco podía dormir, ya que quería seguir estando con el pelinegro, y también se había quedado pensando en el casi beso de hoy. Después de un rato de no poder dormirse, Pedro salió de la habitación de la mamá de Martin, y se fué hacia la del antes nombrado, tocó la puerta, y el pelinegro le abrió.

Martin: ¿que haces despierto Pedro? -dijo con voz de dormido-
Pedro: no puedo dormir.
Martin: ¿queres ver si podes dormir acá?
Pedro: bueno.

Ninguno de los dos dijo más, y caminaron hacia la cama del mayor, se acostaron, y en poco tiempo el pelinegro se durmió, abrazando al castaño. Por otro la Pedro, ahora empezaba a sentir sueño, era como si estuviera completo, que el pelinegro lo esté abrazando lo hacía sentir bien de alguna forma, era increíble lo que causaba en el menor. Y bueno en poco tiempo, el más alto se durmió, también abrazando al más bajo.

A la mañana siguiente:

El primero en despertar fué el castaño, ya que tenía puesta una alarma para ir a la escuela. Al abrir los ojos se encontró con una imagen hermosa para el, era Martin, abrazando a su torso, se veía tan lindo, que no lo quería despertar, pero lo tenía que hacer, ya que tenían que ir a la escuela.

Pedro: Kovacs.
Martin: mm.
Pedro: dale a levantarse Kovacs.
Martin: mm, un rato más lindo.
Pedro: no, sino no vamos a poder desayunar, y también vamos a llegar tarde a la escuela.
Martin: que la chupe la escuela.
Pedro: -ríe- dale Kovacs.
Martin: no lindo, dejame dormir.
Pedro: ¿por lo menos me podes soltar?
Martin: no.
Pedro: dale, no quiero llegar tarde.
Martin: ay que aburrido que sos.
Pedro: dale, que ¿no tenes ganas de despedirte de tus compañeros?
Martin: los odio a todos.
Pedro: dale Kovacs, no seas así.
Martin: ay, me tenés la bolas llenas lindo, dale levantate.

Los dos se levantaron, y fueron al baño, el más bajo se fué al que tenía en la habitación, y Pedro al que estaba en el piso de arriba. Y luego de eso, los dos bajaron a hacer el desayuno.

[...] (Después de hacer el desayuno)

Se sentaron a comer lo que habían preparado, y luego de comer, se fueron hacia arriba, para cambiarse.
Después de que se cambiaron, salieron de la casa, y se fueron hacia la escuela, ya que estaban llegando tarde.

Pedro: dale apurate Kovacs, que si no nos van a cerrar la puerta.
Martin: no pienso correr por la puta escuela.
Pedro: Kovacs te lo digo posta.
Martin: ¿y que decís si nos hacemos la chupina lindo?
Pedro: ¿que? No.
Martin: dale lindo, ¿no me vas a acompañar?
Pedro: no Kovacs.
Martin: okey, chau lindo.

Dijo para tomar otro camino. Pedro siguió caminando hacia la escuela, pero cuando ya había caminado un poco lejos de Martin, se le dió por voltear, y vió como el pelinegro se iba, ¿como voy a dejar a ese bombón solo? *pensó el castaño*, entonces comenzó a correr en dirección a Martin, ya que estaban a bastante distancia. Cuando llegó le tocó la espalda, y el más bajo dijo.

Martin: ¿te pintó la de escaparte?
Pedro: -ríe- es el último día.
Martin: bien, ¿primera vez que te escapas no?
Pedro: si.
Martin: se nota, estoy re nervioso, relajate, no nos van a encontrar.
Pedro: y.... ¿Qué hacemos?
Martin: lo que quieras.
Pedro: -lo que yo quiero seguro vos no lo queres hacer lindo- mm no se, decime vos, vos debes saber Kovacs.
Martin: mm, ¿te pinta ir al shopping?
Pedro: si.

Y como dijeron, se fueron al shopping, donde pasaron toda la mañana. Y luego cuando llegó la hora de salir de clases, se dirigieron hacia la escuela, donde estaban sus amigos.

[...] (En la puerta de la escuela)

Ori: ¿por que no vinieron a clase?
Martin: no tenía ganas.
Pedro: no quería dejarlo solo.
Rod: ¿que hicieron ustedes dos solos -hizo una cara pervertida-
Pedro: qué estúpido que sos -le pegó suave en el hombro-
Matias: mm ¿por lo menos usaron forro?
Martin: basta tarado -le dió una piña en el hombro-
Matias: ay forro.
Rod: ey no le pegues a mi bebé.
Martin: decile a tu bebé que lo voy a recagar a palos.
Ori: bueno, bueno paren de pelear, cambiando de tema, ¿cuando nos vamos a Mar del Plata?
Martin: mañana.
Ori: bueno, me voy a preparar las valijas.
Matias: uy por dos.
Rod: bueno yo también.
Pedro: bueno yo también ahre.
Ori: che, ¿y en que vamos?
Martin: tengo el auto de mi mamá.
Pedro: pero, sos menor,
Martin: ¿y?
Pedro: no podés manejar.
Martin: nada me le está impidiendo. Mañana a las cinco de la mañana los quiero a todos en la puerta de mi casa.
Todos: ok.

Cada uno se fué hacia su casa, a armar las valijas.

[...] (Ya eran las cinco de la mañana ¿ok? Ok)

Martin se encontraba afuera de su casa, metiendo la valija de él en el auto, y esperando a que los demás llegaran. Luego de un corto tiempo, llegó Ori, luego Matias y Rod, y por último Pedro. Cargaron las valijas y partieron rumbo hacia mar del Plata.

𝑯𝒐𝒍𝒂💊
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¿Me extrañado perras? Ahre perdón, bueno espero que les haya gustado, si les gustó no se olviden de votar, y perdonen si hay faltas de ortografía, no soy perfecta, dicho esto besos en la cola 😘😘😘
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Palabras
╰─► 2071 wow 💊👂🏻
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Publicado:15/09/19
Modificado:21/07/20