Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝓐𝓷𝓽𝓲𝓬𝓲𝓹𝓪𝓬𝓲ó𝓷


— ¡Pronto será el día!

Yo lo miré con la cabeza ladeada, dando a entender que no entendía lo que estaba diciendo.

— El campeonato.

Ahhh.

Taehyun rodó los ojos, de pronto perdiendo la emoción de lo que me estaba contando, pero es que no podía prestarle atención.

Estaba muy en mi mundo, con demasiadas preguntas y muy pocas respuestas.

YooBin dijo que estaba enamorado, y que por eso me costaba pensar, pero para mí es que solo es genética el que piense tan lento.

— Adiós.

Agrandé los ojos con sorpresa. Taehyun se había enojado al parecer.

Lo entendía, me estuvo hablando durante la mayor parte del descanso y yo no había prestado atención a lo que decía.

Aunque sinceramente, a veces sentía que sus arranques de enojo eran un poco tontos. Por cualquier cosa renegaba.

— Mira que bonito —YooBin habló a mi lado—. El equipo de fútbol siempre tiene chicos guapos.

Yo miré sin interés hacia donde YooBin dirigía con su pequeño dedo, viendo a los cabeza hueca de esos tipos.

— Son unos idiotas.

— Bueno, esos idiotas tienen un importante campeonato el sábado.

— ¿Por qué a todos se les hace tan importante ese campeonato?

— Porque es el final.

— ¿Y eso qué?

— Pasa que, querido BeomGyu, los integrantes del equipo que formarán el próximo año, no serán los mismos —YooBin comenzó a explicarme, moviendo las manos de un lado a otro—. Depende mucho de este partido quienes seguirán y quienes no.

Asentí lentamente, terminando por procesar la información.

Claro que Taehyun quedaría, por eso es que estaba tan emocionado con el partido.

— Eso es ridículo, son idiotas y ya.

Ella me miró con resentimiento e incredulidad, sin terminar por entenderme, volteando para babear por los tipos esos.

Obviamente no todos eran unos idiotas, por ejemplo, Taehyun no era un idiota.

Y hasta él mismo reconocía que sus compañeros de equipo tenían menos neuronas que yo.

De casualidad noté a Taehyun caminar a las duchas, y no pensé mucho en seguirlo. Hace tan solo unas horas él se había enojado conmigo, yéndose dolido y yo dejándolo ir, sin pedir disculpas.

Cuando llegué, Taehyun solo me ignoró. Tomando su toalla y artículos de aseo, sin antes dejar su mochila en el casillero veinticuatro.

— ¿Me perdonas?

Mi pregunta se quedó en el aire. Taehyun ni me miró, pero sabía de alguna rara forma que quería que lo esperara para irnos juntos.

Lo hice, y fantásticamente, acerté en el pedido. Caminamos en silencio, ignorando ambos lo lindo que se volvía el parque en primavera. Taehyun dejaba pasar el hecho de que el sol estaba un poco más caluroso de lo normal, y yo dejaba pasar la molesta presencia de JungKook y sus amigos a unos metros de nosotros.

— Ellos son tan pesados.

Sentí los ojos de Taehyun posarse en mí con curiosidad.

— ¿Por qué dices eso?

— No dejan de ser la manada de Jeon —respondí obvio—, además, JungKook últimamente se la pasa de chicle contigo, no te deja de perseguir, ¡a cada rato te mira!

Taehyun rodó los ojos, echando una mirada de reojo a todos esos chicos que venían detrás de nosotros, sin darnos privacidad.

— Déjalo.

— Pero-

— Él solo está enamorado.

— ¿Enamorado? —volteé a observar al que estaba "enamorado", y choqué miradas con Jeon.

Me sentía molesto de que JungKook nos mirara, que mirara a Taehyun.

— Sí, enamorado —me respondió con calma—, como tú.

— ¿Como yo?

Taehyun no me respondió, solo siguió caminando. Él nunca hablaba por hablar, y cuando yo le hacía mis preguntas "tontas" prefería quedarse en silencio.

Yo me quedaba en duda.

•••

— BeomGyu, no piensas dejar entrar a Taehyun a tu habitación con tal desorden, supongo.

Yo miré con ojos de ternero a mi mamá, y ella me miró desafiante, sin caer en mi técnica de supervivencia.

— La tienes que ordenar.

— Pero hoy Taehyun se irá temprano —murmuré suplicante, importándome poco si Kang se burlaba de mi—. A él no le importa, ¿verdad, Taehyun?

Volteé a mirarlo de la misma forma suplicante, y él se hizo el desinteresado; claro, queriendo verse cool frente mi mamá, como si ya fuera un niño grande.

— Me molesta mucho el desorden —respondió suave—, pero por eso te ayudaré a limpiar.

Casi salto encima de él para llenar su cara de besos, muy al contrario, lo miré feo para que creyera que no me había agradado la idea de que compartiéramos tiempo de esa forma.

Taehyun solo me ignoró.

Como siempre.

Y comenzamos a subir a mi habitación, esta vez los dos juntos, cosa que no frecuentábamos a hacer porque yo me la pasaba corriendo por todos lados.

— Escuché que el sábado es el campeonato final —le dije cuando llegamos, él entrando de frente y yo pausando para cerrar mi puerta.

Taehyun me miró de reojo, aún resentido, me contestó:— ¿Quién te lo dijo?

— YooBin.

— A ella sí la escuchas.

No quise sentirme de esta forma, pero fue inevitable querer sonreír al notar como Taehyun también tenía sus puntos débiles conmigo.

— Estaba un poco distraído en la mañana.

— Uhm.

Me acerqué a él, dejando mis manos sobre sus hombros y buscando su mirada, pero no lo logré, Kang la desviaba hacia todos lados, menos a mí.

— He planeado no ir al paseo familiar, ya sabes, para apoyarte.

Click.

Los ojos de Taehyun se enfocaron en los míos, algo extraños, casi como una combinación de alegre, confundido, emocionado. No lo sé.

Y no pude evitar bajar la mirada hacia sus labios, los que se curvaban en una sonrisa. Sabía que Taehyun estaría feliz. Todos los sábados salía con mi familia, y nunca lo iba a apoyar a sus campeonatos. Sería la primera vez.

— ¿En serio?

— Hablaré con mamá para que me deje.

— Pero... los eventos familiares son importantes.

— Tú lo eres más.

Ambos quedamos en silencio, mi corazón bombeó con más rapidez, y estoy seguro que el de Taehyun también. Ya con más seguridad que veces anteriores, me incliné hacia él, subiendo mis manos de sus hombros, por el cuello, hasta sus mejillas, las cuales estaban aún más rojas que veces anteriores.

Sentí las manos de Kang apoyarse en mi pecho, vacilantes, sin saber que hacer realmente.

Nos quedamos un buen tiempo de esa forma, a muy pocos centímetros para que nuestros labios se juntaran. Pero fue tan lamentable, como siempre, que no fui lo suficientemente valiente para besarlo como tanto quería.

Subí mi mirada de sus labios hacia sus ojos, y vi ese brillo lindo, enfocándome solo en ellos, con el corazón latiendo a mil y con las manos casi por temblar.

— Deja de mirarme y bésame.

Fue una orden. Una orden que no dudé en cumplir, probando por primera vez el sabor inexplicablemente dulce de Taehyun.

Hoy los ojos de Taehyun mostraron anticipación.

No sé si fue porque le dije que iría a apoyarlo al campeonato, o si fue porque él esperaba tanto como yo que uniéramos nuestros labios por primera vez.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro