capitulo 30
Se podía ver a una persona corriendo desesperado en lo que parecía ser un edificio sin uso, abandonado. Miro hacia atrás para luego maldecir, la tenia detrás de el, comenzó a correr mas rápido al igual que la persona que lo venia siguiendo.
Ya estaba por agarrarle cuando en un impuso corrió mas rápido y tras ver una reja de metal fue hasta ahí y cerro la puerta detrás de el, dejando a la otra persona detrás de las barras metálicas que conformaban la puerta.
Sonrió con altanería.—Lo siento preciosa, pero parece que me voy.
La otra persona al otro lado de las barras metálicas parpadeo revisando las barras buscando un error en ellas para poder seguir persiguiéndolo y atraparlo.
De repente se formo una sonrisa de lado en la persona que le estaba persiguiendo, confundiendo al hombre que frunció su ceño.
—¿Qué es están gracioso? Estas del otro lado, no puedes atraparme perra.—Se burlo.
La mujer lo miro con gracia.—¿Oh, enserio?—pregunto con burla en su voz, el hombre apretó sus dientes.
—Lamento en serio que estés atrapada, pero como sabes tengo cosas que hacer.—Dijo con una sonrisa para darse la vuelta para irse.
—Oh no, tu no iras a ninguna parte.—Afirmo la mujer con el antifaz con una sonrisa.
El hombre no dio ni cinco pasos y se volteo molesto, tenia que irse de ese lugar rápido.—Y que se supone que harás..?—Sus palabras decayeron y se quedo perplejo al ver como las barras se comenzaban a tornar rojas mientras comenzaban a soltar pequeños chirridos junto con vapores, humo.
—¡Que mierda pasa!—Grito confundido, la mujer casi se ríe ante el temor del hombre que se notaba tenso y temeroso.
—Pasa que no huiras.—Finalizo la mujer para luego una explosión de humo y niebla se desatara en todo el lugar, cubrieron cada parte visible de este.
Comenzó a toser. No veía nada, estaba todo cubierto por neblina, comenzó a querer huir pero no sabia donde era la salida. Pero apareció una luz entre toda la neblina hizo que se detuviera confundido, una pequeña luz comenzó a brillar de una lugar entre todo el vapor que cubría su vista, una luz azul.
De la luz se comenzó a dejar ver la silueta de la mujer que donde estaba su mano en lo que parecía ser un anillo era lo que brillaba. Detrás de esta se podía ver como las barras antes tornadas rojas, se encontraban rotas cubiertas por hielo.
—Te lo dije.—Dijo mientras se quitaba un trozo de las barras de el hombro.—No escaparías de mi.
El hombre abrió sus ojos e intento correr, pero de un momento a otro esa mujer estaba enfrente de el, y sin mas la vista del hombre se volvió negra cayendo en la inconciencia.
Se podía ver como una figura saltaba en los tejados para luego caer en un callejón, dentro de este se vislumbro una luz tenue, casi imperceptible que tan rápido como se dejo ver se fue.
Una chica salió de aquel callejón oscuro acomodándose el cabello mientras comenzaba a caminar por la acera disimulando respiración acelerada.
—¡Mierda! son las una y media.—Exclamo Gwen mirando su reloj en la muñeca de su mano, estaba llegando tarde a su trabajo de medio tiempo, si eso seguía la despedirían.
Estaba caminando por una vereda cuando en las vitrinas de una tienda con muchos televisores comenzó a transmitir el canal de noticias.
—Señores, otra vez paso. Nuestra heroína Black Siren, hoy atrapo a un ladrón de bancos que se había robado joyas wakandianas con el valor de una gran parte del continente americano del banco mas rico de New york, al parecer el antiguo rey de Wakanda había guardado algunos de sus tesoros como moneda en la década de los 90s.
En las pantallas se podía ver como los policías lo esposaban y lo llevaban a sus camionetas, el tipo estaba muy desorientado.
Gwen embozo una sonrisa orgullosa, amaba hacer lo que hacia Peter fue un buen amigo al orientarla en algunas cosas, pero esto requería mucho de su tiempo libre. Ya entendía por que Peter dejo de asistir a las clases extracartulares.
No la malinterpreten, si, ama su nuevo estado y vida de heroína. Pero requería de mucho tiempo, algo que ella en algún momento se le acabaría ese balance y tendría que elegir tal como Peter a veces lo hace.
Sacudió su cabeza, no había que preocuparse de eso, no ahora.
Con una sonrisa siguió caminando disfrutando de la brisa en su cara, aspiro el aire no fresco, pero agradable. Cuando estaba a unas calles por llegar a su trabajo Gwen pudo ver como personas salían de una tienda en especial con cajas como si la estuvieran vaciando.
Oh, si. Eso había pasado, Gwen miro triste el como sacaban y desmantelaban las cosas, no tuvo tiempo de preguntarle muchas cosas a esa mujer que tendría sin duda respuesta a las muchas dudas que siempre tuvo. Pero ya era muy tarde y nada se podía hacer.
HACE ALGUN TIEMPO
Gwen se encontraba corriendo, después de ayudar a Peter con su cita. Iba a ir donde según recordaba estaba la tienda de esa misteriosa mujer que resulto ser una ex-sirena. Vaya que nunca se espero que sea una mujer de la familia de Betty Brant, sin duda el universo actuaba de maneras muy raras.
Cuando ella doblo la calle Gwen pudo ver perfectamente la tienda solo que un tanto cambiada, pero era compresible, había estado allí en el año 2017.
La chica sonrió feliz mientras se comenzaba a acercar a un paso mas tranquilo que con el que llego. Pero al irse acercando vio algo que la hizo entristecer.
Clausurado
Era lo que decía en el letrero con letras grandes y rojas colgada en la vitrina grande del frente de la tienda donde se mostraban las cosas en oferta. Frunció su cara, ¿se había cambiado de lugar?, ¿la abría vendido?
No tuvo mucho tiempo cuando obtuvo las respuesta.
—¿Gwen?—Pregunto confundida Betty, viendo a su amiga no tan amiga, pero amiga parada afuera de la tienda de su bisabuela.
Gwen pareció notar la presencia de la rubia por lo que la miro y sonrió nerviosa.—Hola Betty.—Saludo para después acercarse—¿De casualidad no sabrás donde esta el nuevo local de tu abuela o donde podría encontrarla?
Betty cerro sus labios mirando confundida a la otra rubia.—¿Conocías a mi bisabuela Gwen?—Pregunto un tanto confundida.
Gwen parpadeo ante la pregunta sin saber como responder, si, había hablado y le cayo muy bien la señora pero no se consideraría conocida.—S-si.. algo así.—Respondió nerviosa.
Betty ladeo su cabeza y sus ojos decayeron.—Oh, si la conocías entonces..—Se detuvo de seguir viendo preocupada a Gwen, la cual trago su saliva al ver la cara decaída de Betty.
—Gwen.. mi bisabuela murió hace dos años.—Dijo Betty de forma calmada, ya había aceptado lo de su abu.
La sirena se quedo anonadada, por fin tenia una persona que pudiera orientarla enseñarle mas allá de lo que los libros pueden, alguien que la entendiera que hubiera pasado lo mismo que ella. Pero ahora eso se desmorono, había llegado hasta allí en vano. No había nadie que pudiera ayudarle.
—Oh.. no sabia, lo lamento.—Murmuro Gwen un tanto decaída, la mujer le había caído muy bien.
Betty sonrió agradecida aunque en el fondo todavía la extrañaba.—No te preocupes, tu tampoco lo sabias, lo siento por habértelo dicho así. Dices que la conocías.
La rubia asintió en respuesta a lo que decía la Brant.—¿Y por que la buscabas?, si no te molesta que pregunte.—Pregunto Betty ladeando su cabeza.
—Yo bueno..-
—¡Señorita Brant!
Ambas chicas voltearon al escuchar que alguien llamaba a Betty, Gwen que estaba apunto de responder agradecía que las interrumpieran, no quería explicar a detalle que estaba buscando a su bisabuela, si. ¡Bisabuela!, la señora parecía mayor, si. Pero no creía que tanto, aparentaba de máximo unos sesenta años y mínimo cincuenta. Tal parecía que eso de que las sirenas cuando envejecen no aparentan tener la edad que tienen era cierto.
El hombre que había exclamado estaba ahora caminando con una caja grande en sus manos, en el cual se podía ver como fue empaquetado cuidadosamente junto con una cinta con letras escritas en azul.
—¿Qué pasa?—Pregunto Betty viendo al joven acercarse.
—Es que no sabíamos que hacer con esta caja.—Respondió cansado, la caja parecía pesar mucho.
Betty enarco su ceja, estaba confundida ya que todas las cosas de la tienda estaban dirigidas a una organización en especifico.—¿Y eso por que seria?
El hombre se tenso levemente.—Es que, aquí dice que va dirigido a una tal Gwen.. ¿Gwen Williams?, si. Creo que va para esa persona.—Respondió después de leer la nota encima de la caja.
Betty se giro hacia Gwen un tanto sorprendida, la mencionada estaba de piedra mirando a Betty. ¿Esa caja era dirigida hacia ella?, ¿La había esperado todo este tiempo?
Betty sacudió su cabeza un tanto confundida y se giro hacia el hombre.—Si. Es ella.—Señalo a su lado.
El joven solo asintió y se acerco a Gwen y le entrego la caja, la cual un tanto confundida agarro la caja sintiéndola que pesaba. Lo que hizo que se pusiera recta y utilizara toda su fuerza.
—Supongo era por eso que venias, ¿No?—Dijo Betty mirando a Gwen.
—Ah?, si. Si, venia por la caja. Muchas gracias Betty.—Respondió de manera un poco nerviosa haciendo que Betty negara con su cabeza.
—Gracias a ti. Tal parece que eras especial para mi abu, como para regalarte una caja llena de las cosas que estén allí.—Dijo con una sonrisa calmada.
Gwen le devolvió la sonrisa.—No hay de que.—Respondió suspirando por la pesada caja.
Betty noto eso y abrió sus ojos.—Uy, lo siento ¿eso esta pesado?—Pregunto con una sonrisa nerviosa acercándose a ayudar a Gwen.
—No, no, esta bien. Enserio.—respondió Gwen con una pequeña risa nerviosa, frunció sus cejas y volvió a mirar a Betty que miro confundida la reacción de Gwen.
—¿Me prestas a uno de tus trabajadores?—Pregunto avergonzada.
—No te preocupes ahora le digo a alguien si te puede ayudar a cargar la caja.—Dijo Betty con una pequeña risa.
—Gracias.—suspiro Gwen pero luego al fijarse bien el logo del camión al que llevaban las cosas la curiosidad le invadió.
—No quiero sonar curiosa pero, ¿Para donde va el cargamento?—pregunto señalando el camión.
Betty vio donde señalaba y abrió ligeramente sus labios en forma de cero.—Ah, si. Son para una organización benéfica, creo que la directora o la mas contribuye es una tal ¿Rikki?—Menciono Betty y cerro un tanto sus ojos tratando de recordar el nombre— Si, creo que era Rikki Chadwick o algo así.
—De hecho casi todas las cajas van dirigidas a ella.—Menciono la Brant mientras caminaba junto a Gwen agarrando las dos la caja para que no se caiga.
Gwen solo asintió ante la información. Había escuchado vagamente de esa mujer, era una ¿buceadora? si, una buceadora si no mal recuerda. Había oído hablar de ella cuando pasaron por algún lugar en el viaje en la que las noticas hablaron momentáneamente de ella.
Miro la caja en que agarraba al conjunto con Betty, ¿Qué cosas habría allí?, Gwen estaba emocionada de ver que habría dentro de esta.
PRESENTE
La rubia sacudió su cabeza desasiendo el recuerdo de ese día, ¡se estaba haciendo tarde!
Y con eso en mente empezó a correr para llegar lo mas rápido posible.
—¡Oh dios..!—Exclamo Gwen mientras descansaba afuera de su lugar de trabajo, pudo llegar con 15 minutos de retraso pero aun así llego. Se sacudió y ordeno el cabello y respiro hondo tratando de regular su respiración, ya con eso la rubia entro al lugar.
—Hola, Ámbar.—Saludo mientras entraba y recogía su uniforme mientras comenzaba a ponérselo.
Su compañera de trabajo alzo su vista y la miro.—Buenas tardes Gwen, ¿por que tan temprano?
—Jaja, si muy graciosa.—Hablo Gwen mientras se acercaba a la chica recién entrando a sus veinte años.
—¿Ya llego el jefe?—Cuestiono mientras abría la caja y se preparaba para esperar a la gente, saco el letrero de no disponible y lo guardo abajo del mostrador.
La chica se apoyo en su mostrador.—Si, de hecho te busco toda la tarde.—Comento mientras guardaba algunos billetes a su caja ordenándolos.
Gwen detuvo lo que hacia y con los ojos abiertos miro nerviosa y asustada a su compañera.—No me jodas, ¿enserio?—Pregunto recibiendo un asentimiento de la otra, Gwen se toco su cabeza suspirando frustrada. Ya eran varias veces que le pasaba.
—No te preocupes, le dije que tuviste una emergencia femenina, ya sabes sangre, sangre y mas sangre y que tuviste que ir a comprar de emergencia toallas higiénicas.—Comento Ámbar mientras reía recordando la cara nerviosa e incomoda de su jefe.
Gwen suspiro aliviada mientras miraba indignada a la chica.—Ámbar no te pases, casi me da un infarto.—Dijo tocando se su pecho.
La otra solo soltó una risa, Gwen la miro seria pero con una pequeña risa en sus labios que estaba por salir, no aguanto mas y se soltó a reír junto a su colega.
Un sonido de campanada sonó alertando a ambas chicas que rápidamente se pusieron serias y dieron la mejor sonrisa que podían poner.
La persona que entro paso junto a ellas, pero estas no podían dejar caer la imagen del trabajo. Paso un rato cuando la misma persona regreso con sus compras, miro las dos cajas indeciso, lo que hizo que ambas se impacientaran. La persona miro perezosamente a las chicas y se dirigió hacia Gwen.
Gwen lo atendió de manera gentil y feliz, siempre con una sonrisa. Termino de cobrar las cosas y la persona se fue.
Ámbar soltó un bufido dejando caer su sonrisa.—Dios mío, que exasperante persona.
—Ni que lo digas.—Murmuro Gwen agarrando el papel que dejo el cliente que se acaba de ir, arrugo la pequeña hoja con un numero telefónico escrito horrorosamente en una pequeña esquina y la arrojo al tacho de basura debajo de su mostrador.
—¿Otra vez?—Pregunto Ámbar aburrida en su puesto.
—Si, otra vez.—Respondió Gwen con un suspiro, muchas personas le dejaban sus números tanto a ella como a Ámbar recibían números telefónicos tanto de chicos como de chicas.
Las horas pasaron y se hicieron las 4 de la tarde. Gwen se encontraba en su mostrador mirando su celular cuando un alboroto la hizo desconcentrarse.
—¿Qué pasa?—Cuestionó Gwen mirando como Ámbar parecía molesta.
—El idiota de Ryder no saco la basura anoche y la anterior y así desde quien sabe cuando, todos los tachos están sobre explotando allá atrás.—Exclamo molesta mientras agarraba la caja de guantes de plástico.
Un chico entro y Gwen rápidamente al ver que era el mismo que venia seguido a comprar volteo sus ojos y se levanto de su silla con una idea.
—¡Ambi!—Dijo Gwen saliendo de su mostrador, Ámbar se giro mirando a Gwen la cual se acerco hasta donde estaba ella.
—Yo lo saco no te preocupes, ve y atiende a la gente.—Indico la rubia mientras agarraba la caja de guantes y con su cabeza le señalaba hacia atrás.
—Uy, ¿enserio?, gracias Gwen.—Agradeció la chica mientras se alejaba de Gwen con una sonrisa.
—De nada.—Murmuro mientras sacaba dos guantes y dejaba la caja encima de una silla.
Ámbar llego a su mostrador y se preparo a que el cliente venga con sus cosas, cuando llego un chico. La pelinegra sonrió nerviosa, ya entendía el por que Gwen se había ofrecido a sacar la basura.
—¿Y la otra cajera?—Pregunto el chico de un cabello marrón oscuro un tanto confundido mirando a todos lados.
Ámbar tuvo que reprimir decirle algo al chico, seria malo para la imagen de trabajo.
—Cambio de turno cariño.—Dijo Ámbar con una sonrisa mientras agarraba la bolsa con las cosas que compraría el chico.
Abrió la bolsa y hurgueteo en las cosas, cuando algo la hizo detenerse .—¿Así que XXL?—Indago Ámbar mirando con la ceja alzada analizando de arriba para abajo al chico que la miro confundido sin entenderla, la chica tan solo alzo el paquete de condones y señalo la etiqueta sin inmutarse.
—¿Lo quiere en descuesto o no tiene cupos?—Cuestiono perezosamente mientras bajaba la caja y la pasaba por la registradora.
El joven estaba sin poder hablar y solo murmuraba cosas sin sentido, estaba rojo muy avergonzado. Ya que sin que Ámbar lo supiera el chico solo paso por varias filas y agarro cualquier cosa con la intención de que la cajera rubia le atendiera.
—Con descuento, por favor...—Dijo en voz baja sintiéndose avergonzado por la mirada burlona de la cajera.
Gwen se encontraba con ambas manos con guantes, lista para botar las bolsas al contenedor extra grande de basura que estaba atrás del la tienda. Con dos bolsas en mano salió hasta la parte del contenedor, no se veía mucha luz pero si se notaba que era de día. Gwen avanzo unos pasos cuando se dio cuenta de que el contenedor estaba cerrado y que tenia ambas manos ocupadas.
Analizo las cosas unos segundos para después darse la vuelta y mirar a su alrededor para ver si había alguien cerca, después de ver y revisar que no había nadie. Gwen se paro frente al contenedor y lo miro fijamente para luego alzar la mirada y este se abrió de forma inmediata. La rubia sonrió complacida y dejo las dos bolsas gigantes adentro.
Se saco los guantes y con cuidado los dejo en el tacho de basura vacío. Volvió a donde estaba Ámbar, la cual estaba terminando de atender a una mujer. La mujer se fue y Gwen entro en su mostrador.
—¿No huele feo, verdad?—Pregunto Ámbar desde su puesto.
Gwen se miro confusa y con cuidado se olio la ropa solo para poner una cara de disgusto.—Creo que es mental.—Murmuro la rubia, si bien su ropa no había estado en contacto con las bolas todavía sentía el olor.
—No te preocupes tengo a este bebé para esto.—Dijo la pelinegra sacando de debajo de su mostrador un ambientador.—En unos cinco minutos oleremos a flores, seremos mas bellas que la misma sakura.—Comento dejando el ambientador en medio de los mostradores.
—Gracias Ámbar.—Agradeció mientras se sentaba, la chica igualmente asintió y se devolvió a su mostrador.
Estuvieron sentadas varios minutos sin que nadie viniera, lo que hizo que las dos se aburrieran y miraran cosas para distraerse. Ámbar tenia el control de la pantalla cerca de ellas y estaba cambiando de canales.
Gwen estaba revisando su celular, había recibido un mensaje de JJ. Lo que la hizo sonreír un poco, le había mandado cosas en italiano pero con su significado en ingles. Iba a guardar el celular cuando llego un mensaje del grupo de trabajo, el mensaje era de su jefe indicándoles que cerraran temprano hoy ya que había surgido algo grave con su esposa.
—Gwen.—Llamo Ámbar sosteniendo su celular con el ceño fruncido.
—Tenemos que cerrar ahora.—Dijo Gwen suspirando aliviada, Ámbar apago el televisor y con un saltito volvió a su mostrador a recoger y ordenar sus cosas.
Terminaron de cerrar y guardar todo, ambas se encontraban afuera apunto de irse. Se despidieron con un abrazo y cada una se fue por una calle distinta.
La rubia estaba caminando por la acera cuando un mensaje le llego.
JJ - "¿Tienes tiempo ahora?"
"Si. por que?"
JJ - "Te espero en el muelle cerca de la playa en 10 minutos."
Gwen parpadeo sorprendida, JJ había llegado antes. Guardo su celular con una sonrisa y se dirigió al muelle.
[ . . . ]
La rubia miro hacia todos lados buscando a JJ, se fue acercando poniendo una de sus manos en su frente para poder ver. Cuando vislumbro una figura a lo lejos alzando una de sus manos agitándola en el aire.
Gwen se fue acercando cada vez mas y se le borro su cara fruncida y fue corriendo hasta llegar donde el chico.
—¡JJ!—Exclamo la rubia ahora estando al frente de este con una sonrisa. Lo abrazo y se separo un tanto perdida.—¿Por que no me avisaste que llegaste?
—Llegue esta mañana, creí que estabas ocupada y espere a que fuera mas tarde.—Explico mientras miraba a la mas baja.
—Bueno, lo importante es que me llamaste. ¿Y que te trae aquí?, todavía no empiezas tus clases.—Dijo confundida la chica mientras comenzaban a caminar bajándose hasta la orilla de la playa, caminando sobre la arena.
—Bueno mi Madre pensó que seria bueno que me vaya acostumbrando a vivir por aquí, por lo que me estoy quedando con familiares que viven aquí.—Explico JJ mientras seguía caminando.
Gwen soltó un sonidillo con su boca entendiendo la situación. Estuvieron caminando hablando de muchas cosas que les pasaron desde que se vieron en Praga, aunque algunas cosas ya las sabían por que mantuvieron contacto pero era mejor decirlas en persona que por texto o una cámara.
Estuvieron caminando a la orilla del mar, la rubia por obvias razones se encontraba a la izquierda del chico mas cerca de la arena, aunque no se encontraban tocando el agua si estaban cerca.
El italiano miro el mar con una sonrisa mirando como se veía con el sol, el cual estaba bajando.
—Sabes..—Comenzó a hablar JJ haciendo que Gwen lo mire curiosa.— Mi Nonna solía decir que el mar es un lugar hermoso como también un lugar con muchos secretos. Tenia esta fascinación por el mar que era conocida como la amante del mar.—Comento con una risa recordando como su abuela le gustaba ir al mar.
—¿Enserio?, que genial.—Dijo Gwen escuchando lo dicho por JJ, su Nonna se escuchaba que era alguien apasionada por el mundo marino.
—Si, pero sabes lo que es mas raro? —Hablo JJ recordando un evento de cuando era niño.—Ella solía afirmar que existían las sirenas, esta claro que nadie le creyó.—Dijo recordando como su Nonna le constaba que había conocido una sirena cuando ella era niña, cerca de los acantilados y cerca de las orillas del mar cerca del faro.
—Ah..—Murmuro Gwen, sintiéndose un poco inquieta sobre lo que estaba apunto de escuchar.
—Recuerdo un dicho que me dijo cuando tenia 6 o 7 años, estábamos jugando en la playa un día de verano y me había sentado en la sombra con ella mirando a los demás jugar en el mar cuando me dijo, "Ahora pequeño escucha bien, las sirenas no son como en los libros de cuentos. Son criaturas oscuras, en contacto con todas las cosas misteriosas. Si vez una es señal de que estas en peligro pero si no pasa nada peligroso, serás bendecido por ella."—Conto JJ recordando cada una de las palabras dichas por su Nonna, ese día recuerda que no le tomo mucha atención por que no era algo que deba preocuparse por que no era real pero extrañamente todavía lo recuerda.
—Wow, tu Nonna debió ser muy..-
—¿Supersticiosa?, si lo era. No te imaginas cuantos remedios tuve que tomar cuando me enfermaba en su casa.—Comento riendo, la rubia igual soltó una risa. Con su abuela había sido casi igual.
—Si. La mía también era un poco de eso, era mas religiosa que otra cosa.—Afirmo con risa Gwen haciendo reír al otro.
La puesta del sol se veía mas notoria, el sol comenzando a tornarse anaranjado, mientras ambos jóvenes caminaban juntos en la arena, hasta llegar al final de la playa donde solo había unas escalera para subir y volver a la ciudad o seguir por las rocas donde decia que estaba prohibido el paso.
Gwen se volteo a ver a JJ, al ver que no había mas por donde caminar y se estaba ocultando el sol, dejando ese paisaje naranja si mirabas el mar.
JJ entendió que quería decir la rubia por lo que hablo.—Supongo que ya tenemos que irnos, ¿cierto?—Dijo el chico mirando con una pequeña sonrisa a la rubia.
Esta asintió con su cabeza.—Si, ¿me acompañas hasta tomar un taxi?—Pregunto Gwen mientras junto con JJ comenzaban a subir las escaleras.
—Claro, no tengo problema.—Respondió amablemente, lo que hizo que Gwen se sintiera extraña. Había olvidado el acento tan, pero tan atrayente del italiano.
Terminaron de subir las escaleras y caminaron hasta la calle, JJ ayudo a que un taxi que pasaba se detuviera. Gwen le agradeció para luego despedirse de su amigo, así subiéndose dándole la dirección de su casa al chofer para que la llevara.
[ . . . ]
Se bajo del auto, no sin antes pagarle al taxi. Gwen estaba de buenos ánimos, tuvo un día digámosle que bueno. La chica paso por el jardín hasta llegar a la puerta, saco sus llaves y abrió la puerta, cuando se adentro se encontró con su padre y Emily sirviendo la cena.
—¡Gwen!, buenas noches.—Saludo Emily al verla entrar, tenia su panza de embarazada. Ya se le estaba notando cada vez mas y mas grande.— Ya casi acabábamos pero a tu padre se le olvido prender el horno. Por lo que faltan unos minutos para que este listo.—Explico la mujer, mientras sonreía viendo como su prometido se reía mientras acomodaba algunas cosas.
—No te preocupes, puedo esperar.—Dijo la rubia sacudiendo su mano.—Voy a dejar mis cosas y vuelvo enseguida, no confió en ese color de carne.—Exclamo Gwen abriendo sus ojos exageradamente mientras se iba.
—¡Oye!—Bufo su padre divertido, para luego mirar a su prometida.—No se ve tan mal, ¿verdad?—Dijo mientras agarraba el plato y o alzaba a la vista de ambos.
La Bermash arrugo su nariz al ver esa cosa llamada carne.—Aleja eso de mi.—Murmuro sintiendo nauseas y asco de solo oler el sabor a carne.
—Mejor lo vuelvo a poner a que se cocine mas.—Sugirió mientras agarraba el plato y se lo llevaba. Emily solo asintió mientras apartaba la vista.
[ . . . . ]
Gwen había bajado hace ya un rato, sacaron la comida que ahora si se veía comestible y apetecible. Estaban por sentarse en la mesa, el padre de Gwen y Emily estaban haciendo bromas cuando el timbre de la puerta sonó. Gwen se giro confundida hacia los dos adultos los cuales se seguían bromeando.
—Yo voy a abrir la puerta.—Dijo Gwen, exclamando lo suficientemente fuerte para que los dos adultos solo asintieran, ante esto Gwen volteo sus ojos divertida y se alejo de la mesa.
Estaba llegando a la puerta y solo la abrió, y al no ver a nadie se confundió. No fue hasta que bajo su cabeza que vio a la persona que toco el timbre, frunció su ceño y lo miro confundida, allí estaba un chico que parecía recién estar entrando en la adolescencia.
Este chico estaba nervioso, se podía ver como temblaba y miraba con los ojos abiertos a la rubia que lo miraba con una sonrisa intrigada.
El pequeño trago su propia saliva nervioso, sintiendo que todo lo asfixiaba.
Con una voz temblorosa e insegura comenzó a hablar.—¿Vive aquí Héctor Williams?—Pregunto con su voz temblando de los nervios.
Gwen frunció su ceño confundida, preguntándose por que un niño preguntaba por su padre. Parpadeo y con una sonrisa y voz tranquila le comenzó a hablar al niño.—Si, vive aquí. ¿Para que los buscabas?
El niño agarro fuertemente su la hoja que tenia en mano y bajo la cabeza para luego subirla mirando a la rubia.—Vine a buscar a Héctor Williams por que es mi padre.
— ....-
La rubia se quedo en blanco mirando al niño, todavía sin entender lo que acaba de decir. Gwen todavía no procesaba muy bien lo dicho de hecho tal parecía que no escucho bien.
—¿Que?—Soltó mas confundida.
El niño al ver que la chica parecía confundida comenzó a explicarse.—El es mi padre biológico, no necesitamos dinero pero mi tía dijo que el debía hacerse cargo ahora que mi madre ya no esta.—Explico mientras la rubia lo miraba en shock con sus ojos comenzándose a cristalizar.
—Este es el numero de mi tía, podrías dárselo a el.—Pidió en voz baja, dándole un papelito en la mano de Gwen, la cual no podía reaccionar.
Parpadeo y sin decir nada se giro, Héctor junto con Emily al ver que Gwen se tardaba mucho en volver se acercaron a la puerta viendo a la rubia de espaldas quieta hasta que se volteo a verlos con la mirada perdida.
—Te buscan.—Dijo con voz monótona, sin poder mirar a su padre. Estaba procesando la nueva información.
El mayor frunció su ceño y se acerco a la puerta.—¿Si?, para que me buscas pequeño.—Pregunto con una sonrisa, el niño tembló al solo verlo y tartamudeando dijo.
—Yo soy tu hijo y mi tía dijo que era momento que debes de hacerte cargo de mi.—Dijo con su voz tambaleando.
Emily frunció sus cejas al escucharlo y luego su mirada paso a Gwen que estaba mirando a la nada, regreso a mirar la espalda de su prometido preocupada.
Héctor parpadeo aturdido.—¿Que?—Pregunto mirando al niño que ahora estaba temblando mas.
—La chica de ahí ya tiene el numero de mi tía, pueden comunicar con ella por ese medio.—decia señalando a Gwen que estaba al lado de el perchero donde se ponían las gorras y chaquetas— Ya me tengo que ir..—Murmuro dando pasos lentos hacia atrás, para luego darse la vuelta y comenzar a caminar hasta subir a un auto el cual arranco después de unos minutos.
—¿Es verdad?—Dijo Gwen con la voz rasposa ahora alzando su mirada viendo directamente a su padre.—Dime si es verdad.—Repitió y solo vio como su padre se quedo ahí mirándola.
—¡Dime!, dime algo dime si es verdad o no.—Grito comenzando a lagrimear.
—Gwen cariño..—Murmuro Héctor alzando sus manos intentando calmarla, Emily se aparto un poco al notar el ambiente.
—Es cierto entonces.—Afirmo viendo como su padre no negaba nada.—¿Cómo pudiste?—Cuestiono con la voz quebrada.
Su padre noto que la puerta aun seguía abierta por lo que la cerro y se giro acercándose a su hija la cual se alejo antes de que le tocara el brazo.
—No me toques.
Héctor retrocedió al ver que su hija se alejo.—Gwen cariño, tenemos que hablar en un lugar mas privado por que no vamos a la sa-
—No voy a ir a ninguna parte.—Exclamo mientras miraba dolida y con enojo a su padre.
—Gwen tenemos que hablar, no sabes muy bien las cosas. Hablemos en la sala mas tranquilos.
—¿No se las cosas?—Cuestiono con burla.—Las cosas me parecen muy claras, engañaste a mamá y ahora tienes un hijo.
—Las cosas no fueron, bueno no tan así.—Murmuro sintiéndose un idiota.
—¿Ah no?, me vas a negar en decir que no tuviste un hijo?, el cual no se ve mayor de los 12 años.—Declaro fuerte—Y eso si contamos si blipeo o si no lo hizo. ¿Hace cuantos años serian? A ver uno dos tres..—Murmuro Gwen haciendo cuentas al igual que Emily, la cual abrió sus ojos al darse cuenta de la fecha.—... un año antes de que le diagnosticaran cáncer a mamá.—Finalizo mirando sus manos temblorosas dándose cuenta de las fechas, cuando su madre fue diagnosticada se les informo que posiblemente tuviera el cáncer en su cuerpo casi uno o dos años antes de que la diagnosticaran, la fecha nunca fue perfecta.
—Dios mío..—Exclamo tapándose su boca mientras sus lagrimas nublaban su vista y corazón le dolía.—Esto es demasiado.—Dijo Gwen sintiéndose muy mal, con ganas de vomitar junto con que se estaba aguantando de llorar y le dolía la garganta.
El timbre de la casa volvió a sonar alertando a todos.
—Yo voy a ver quien es.—Hablo Emily ofreciéndose a abrir la puerta.
—No Emily yo lo hago, tal vez sea el de nuevo.—Interrumpió la rubia mientras pasaba por medio de su padre y abría la puerta.
Emily vio a su prometido sin saber como o que hacer, esto era un asunto familiar. Era algo que ella no estaba metida, por que no sabia como fueron las cosas y no podría ayudar. Héctor por su parte se giro al igual que Emily viendo como Gwen abrió la puerta.
Gwen abrió la puerta con mucha fuerza y destreza al estar enojada. Pero la persona que estaba al otro lado de la puerta no fue a la que esperaban que fuera, todos miraron confundidos a la persona en la puerta.
—¡Sorpresa!, llego por quien lloraban.—Exclamo Olive con una gran sonrisa mientras sostenía sus maletas y agitaba sus manos.—¡Gwen!, prima de mi vida. Es bueno verte de nuevo en persona.—Saludo abrazando a la rubia que un poco confundida y abatida por los sucesos de hace unos segundos solo pudo recibir el abrazo de manera torpe.
Olive frunció su ceño al notar la rigidez de la rubia, se separo de ella y agarro sus maletas y entro adentro. Dándose cuenta que el ambiente parecía pesado. —¿Interrumpo algo?—Pregunto sintiéndose extraña ya que al parecer llego en mal momento.
—No, no te preocupes olive.—Decia intentando no incomodar a su sobrina.—¿Por que llegaste tan de imprevisto?—Pregunto confuso, ya que eso nunca pasaba. Y si pasaba, su hermano y cuñada le hubieran avisado con tiempo.
La castaña hizo una mueca recordando algo.—Bueno, papá y mamá están de viaje por su aniversario y como salí muchísimo antes de clases dijeron que mientras ellos estuvieran de viaje no habría problema en que me quede en tu casa.—Informo con una sonrisa asintiendo su cabeza al explicar todo.
El mayor soltó un suspiro cansado, le estaba empezando a doler la cabeza.—Bueno puedes quedarte en la habitación de invitados, esta arriba a mano izquierda del cuarto de Gwen.—Dijo mientras hacia con su mano un signo de arriba.
—Ven cariño te acompaño.—Dijo Emily de forma rápida dándole una sonrisa a la que seria su sobrina política.
Olive iba a decir algo cuando Gwen se le acerco de manera rápida.
—No te preocupes Emily, yo la llevo es peligroso si subes en tu estado con maletas.—Comento forzando a su voz a sonar normal frente a su prima.—Vamos Liv te acompaño.—Se ofreció agarrando a su prima que un tanto confusa acepto, Gwen agarro las dos maletas extras y comenzó a subir alejándose con Olive que no entendía que estaba pasando, todos actuaban extraño.
Héctor quiso decir algo pero fue detenido por Emily que solo negó con su cabeza.—Hablen mañana, las cosas serán mas.. tranquilas.—Afirmo la Bermash mientras veía con una mueca preocupada a su prometido y padre de su hija o hijo que estaba por venir.
—Claro, mañana.—Acepto mientras se frotaba su sien, sintiendo que las cosas empeoraban cada minuto.
—Ven vamos, te preparare un te para los nervios.—Decia mientras iba a la cocina junto con su prometido detrás de ella, sin tener ánimos de dormir.
26/08/2023 [Escrito] [442 Palabras]
23/10/2023 [Reescrito] [1687 Palabras]
10/12/2023 [ Reescrito] [Editado & corregido, o eso espero] [ 5648 Palabras]
Holaaaaa, volvemos después de mucho, mucho tiempo.
Lamento la tardanza, pero es que primero tenia que editar los capítulos anteriores ya que note que habían muchos errores, y si ven que aquí igual hay algunos no duden en decírmelo por favor.
¿Creen que la relación de Gwen y su padre se pueda arreglar?
¿Qué creen que puede haber en la caja que le dejo la bisabuela de Betty a Gwen?
¿Qué cosas piensan que deba incorporar para mejorar el fic?
Eso es todas las preguntas que tengo hasta el momento.
Los amo <3
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