Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5. Apuesta perdida

Triana

Cojo mi bolso y esperamos fuera del restaurante a mi hermano.

-¿Por qué has dicho que éramos novios? -digo algo ruborizada.

-Para quitarte a ese pesado de encima -dice colocando un mechón de mi pelo detrás de mi oreja.

Mi hermano llega hasta nosotros.

-De que habláis parejita -pregunta y yo ruedo los ojos.

Gavi le cuenta lo del camarero y mi hermano se burla con la apuesta, me toca hacerle una semana entera la cama.

Tras más una hora dando vueltas por Sevilla nos vamos hacia la casa de Gavi para pasar la tarde en la piscina.

-Antonio, ¿una cervecita?:-pregunta el padre de Gavi al vernos entrar a la casa.

-Venga -dice mi hermano entrando dentro de la casa.

-El bikini de ayer lo tienes en mi habitación -musita Gavi y yo asiento con la cabeza.

Subimos a su habitación y yo entro a su cuarto de baño para cambiarme, cuando salgo él está esperándome con el bañador puesto y la toalla colgada en su hombro.

-Todavía me acuerdo cuando te negabas a ponerte ese bañador -digo recordando nuestro último verano juntos cuando le regale el bañador que lleva puesto.

-El mismo color que la equipación del Madrid -dice él y yo me río.

-No te quejes, soy más culé que tú, no lo hice queriendo -digo y él parece sonreír tras mis palabras.

Bajamos hacia la piscina y agradezco que su madre nos haya dejado el protector solar en una de las hamacas, me dirijo hacia el protector y empiezo a echarme por todo el cuerpo.

-Pablo la baba -digo picando a Gavi.

-No puedo evitarlo me estás provocando -comenta él para mi sorpresa.

-Claramente -digo siguiéndole el rollo.

-¿Oye un uno para uno? -propone Antonio saliendo al jardín con su cerveza en la mano.

Ellos empiezan a jugar y yo aprovecho para meterme en la piscina para refrescarme y tomar el sol. Estoy más de media hora en la hamaca tumbada mientras descanso al sol cuando noto una sombra que invade mi espacio, sé perfectamente que es Pablo, desde pequeño hacia lo mismo.

-Anda ven -digo haciéndole un hueco en mi hamaca.

Él se tumba a mi lado y pasa su brazo por mi cintura rodeando mi cuerpo para pegarme más a él. Sonrío embobada mientras cierro los ojos para seguir tomando el sol, Gavi es nervio puro y yo soy más tranquila. Siempre ha odiado estar sin hacer nada, pero a mí me encanta poder tomar el sol y disfrutar de la tranquilidad, siempre que se tumbaba a mi lado estaba tranquilo.

-Menos mal que esta Triana aquí -comenta su madre saliendo al jardín para dejarnos un cóctel que nos ha preparado.

-No hacía falta que nos hicieras nada MamaPatri -digo yo sonriendo y ella deja en beso en mi cabeza.

MamaPatri y PapaSergi así llamo a los padres de Gavi desde pequeña, son como mis segundos padres.

-Gavi es un nervio y contigo está muy tranquilo, no sé qué le haces, pero desde pequeños eres el mejor remedio para este revoltoso -dice su madre y yo miro a Gavi que suelta una pequeña carcajada y mira a su madre.

-Bueno cuando era más pequeño no lo tenía tan controlado -digo riéndome.

-Que va, sí que lo tenías controlado, tú no sabes lo revoltoso que era, no paraba en todo el día, pero contigo es mano de santo -dice su madre y yo me río.

-Mama la abuela esta noche quiero venir a casa, ¿invitamos a sus padres  y hacemos una barbacoa? -miro a Pablo y sonrío embobada al ver que se acuerda de mi familia.

-Claro mi vida -dice Patricia.

Su madre entra dentro de la casa y yo acaricio su pelo mientras sonrío al verlo.

-La baba -dice él y yo le doy un puñetazo de broma en su hombro.

-Idiota -me río.

Me tumbo sobre su pecho y cojo una pamela que tiene su madre sobre el césped y se la coloco en la cabeza.

-Muy guapa señor Gavira -digo y él niega.

Mi hermano se queda dormido en una de las hamacas y yo entro en la casa para ir al baño antes de meterme en la piscina, cuando vuelvo hacia el jardín Pablo está esperándome en la piscina. Hago un impulso por meterme, pero retrocedo al ver su intención de tirarme al agua.

-He crecido, ahora sé defenderme -comento riendo y él niega.

Todos los veranos entre él y mi hermano siempre me tiran a la piscina sabiendo que odio que lo hagan, a mí me gusta meterme despacito, soy bastante friolera y prefiero acostumbrarme a la temperatura poco a poco, pero no sirve de nada porque mi hermano me empuja al agua.

Salgo sobre la superficie de la piscina mientras me quito el pelo de la cara.

-Os odio a los dos, siempre me hacéis lo mismo -digo cruzándome de brazos intentando hacerme la enfadada.

-Nos amas guapa -dice mi hermano tirándose a la piscina salpicándonos.

Me acerco a Pablo que está echado sobre el bordillo de la piscina, él me mira y yo sonrío mientras paso mis brazos por sus hombros y me echo sobre él.

Estar con él ayuda a no pensar tanto las cosas, tengo ganas de que sea la hora de ir al psicólogo y contarle a mi psicóloga María José todo lo que siento al volverle a ver, tengo ganas de pasar tiempo con él y por primera vez después de dos años siento que estoy viva.

-¿Cómo te ha ido el curso? -pregunta Pablo pasando sus dedos sobre mi espalda mientras yo sigo aferrada a su cuerpo.

-Ha ido bien, aunque todo el mundo me está metiendo miedo con segundo de bachillerato -musito mientras dejo caer mi cabeza sobre su pecho.

-No hagas cosa de lo que te dicen, eres la mejor -él pasa sus brazos por mi espalda para abrazarme y yo escucho sus latidos mientras cierro los ojos.

Me quedo dormida escuchando sus latidos en la piscina.

-Gavi ¿está dormida? -pregunta mi padre y yo sigo con los ojos cerrados aprovechando mis últimos segundos de sol mientras Pablo me coge.

Echaba de menos estos momentos.

-Despierta a la dormilona que tiene que arreglarse, en media hora nos vamos -avisa mi padre y yo suspiro antes de abrir los ojos.

-Ya voy papá -digo con voz de dormida.

Pablo me mira y yo paso las manos sobre mi cara para zafarme del sueño.

-¿Has descansado bien guapa? -pregunta él y algo en mi interior se remueve.

Cuando Pablo me dice guapa todo mi cuerpo reacciona, es algo que no puedo explicar.

Gavi

Triana se va con su padre y yo me quedo hablando con Antonio, aunque me paso todo lo que queda de tarde pensando en como debe de estar Triana, mi madre siempre me cuenta que durante estos dos años cuando iba a los especialistas volvía muy mal.

-Venga niños ayudar a Sergi mientras prepara la barbacoa -dice mi madre saliendo al jardín.

Veo a mi padre echando carbón a la barbacoa de obra que tenemos frente a la piscina.

Triana

Voy con mi padre hacia mi casa, me doy una ducha rápida sin mojarme el pelo, ya luego tenemos barbacoa en casa de los padres de Gavi y volveré a meterme en la piscina, decido hacerme unas trenzas y escojo un vestido floral azul de tirantes.

-Cariño en cinco minutos nos vamos -avisa mi padre entrando en mi habitación.

-Ya voy, no tardo -digo terminando de colocarme unas sandalias con un poco de cuña, no de mucha altura pero da un toque un poco veraniego.

-Te espero abajo -comenta mi padre saliendo de mi habitación.

Decido ponerme el colgante con la letra T que me regalo Pablo cuando cumplimos un año como novios, paso mis dedos por el colgante y me observo por última vez en el espejo.

No tardamos mucho en llegar a la consulta y tras más de una hora y media en la cual he detallado cada sentimiento de mi interior, María José, mi psicóloga hace pasar a mi padre.

-¿Qué tal esta? -pregunta mi padre sentándose en la silla que hay justo al lado mía.

-Mejor, esta mucho mejor y creo que se debe en parte a la vuelta de Gavi a Sevilla -comenta mi psicóloga mirándome y sonríe por un instante.

Muerdo mi labio nerviosa, porque en el fondo se que tiene razón.

-Vamos a reducirle la dosis de la medicación, aunque como ella me ha comentado creo que cuando pasen estos días y Gavi vuelva a Barcelona puede que recaiga un poco y este más triste que en estos días -comenta María José.

Mi padre asiente escuchando y yo le doy la mano.

-De hecho estoy pensando, pero quizás ella lo vea precipitado, realmente creo que está preparada para empezar a superar ese miedo a los medios de transporte -dice mi psicóloga volviendo a mirarme y yo niego con la cabeza -sí que puedes Triana -rebate ella.

-Hija sí que puedes eres muy fuerte, lo que tu psicóloga vea mejor ¿vale? -comenta mi padre desviando su mirada hacia mí.

-Plantéate empezar a moverte con los autobuses en línea de la ciudad, no puedes esperar que tu padre te lleve a cualquier sitio en coche porque es el único medio que no te da pánico -comenta mi psicóloga.

-No sé si voy a poder -digo agarrando fuerte la mano de mi padre.

-Inténtalo, no tienes por qué ir sola -comenta ella.

-Puedo intentarlo, pero ya lo he intentado otras veces -digo y ella asiente.

-Lo sé, pero también sé que tú puedes, coméntaselo a Gavi el seguro que te acompaña y con él te sientes segura, cielo -dice de manera dulce mi psicóloga dirigiéndose a mí -por otro lado, me gustaría hacer una sesión conjunta con Antonio y ella, sé que tienen muy buena relación y me gustaría que su hermano esté al tanto de los ataques que a veces tiene para que pueda ayudarla al máximo, hemos mejorado mucho ya no nos vamos a permitirnos retroceder, ahora es todo mirar hacia el futuro -termina de hablar mi psicóloga y tras unos minutos de charla con mi padre nos despedimos de ella.

-Vamos a la pastelería a comprar dulces para la barbacoa -comenta mi padre poniendo en marcha el coche.

Pongo música en el coche desde el teléfono de mi padre y sale una canción aleatoria del Spotify.

------------------------

Hoy no hay nada que hacer
Quedémonos aquí
Contándonos secretos
Diciéndonos bajito que lo nuestro siempre se hará eterna

Fantasía en una copa de alcohol

Prometimos volver a vernos

Te he echado de menos
Todo este tiempo
He pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar
Te he echado de menos
He soñado el momento
De verte aquí a mi lado dejándote llevar

-------------------------

Pienso en Pablo Gavi, le he echado de menos todo el tiempo como dice la canción de Pablo Albarán, sus caricias y todo lo que éramos.

-Venga Triana canta conmigo -se anima mi padre.

-TE VEO EN LAS REDES NO PUEDO CREERLO QUE PENA DE TIII -empieza a cantar mi padre a pleno pulmón y yo me río con él.

Cada día tengo más claro que el amor de mi vida es mi padre, él me saca una sonrisa de las de verdad, de esas que te duelen los mofletes de tanto reír.

Tras comprar dulces para la barbacoa y aparcar en el garaje de casa mi padre me mira y sonríe.

-¿Qué pasa? -pregunto con una sonrisa.

-Que estás muy guapa hija -dice mi padre y yo le doy un pequeño abrazo antes de que Patricia, la madre de Gavi nos abra la puerta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro