Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4. Viejos tiempos

Gavi

Cuando dice que nunca ha salido de Sevilla me acuerdo de todos nuestros planes, cuando decíamos que al cumplir 18 íbamos a viajar juntos, noto que se queda dormida y yo no tardo en hacerlo. Por la mañana me levanto antes de las siete y me voy hacia el jardín a entrenar. Paso más de dos horas entrenando, cuando término voy hacia mi habitación mientras me quito la camiseta y al entrar veo que se está despertando.

-¿Qué hora es? -pregunta.

-Las 10, ¿estás mejor que ayer? -pregunto y ella abre los ojos.

-Dime que no la cague -intenta pensar en lo que hizo ayer y yo me río.

-Bueno, no sabía que era tan guapo hasta que tú me lo dijiste como unas 30 veces y creía que lo de Pablito era en mi etapa de 10 años -me río cuando su cara hace un gesto de horror.

-Lo siento... -pone sus manos sobre su cara.

La conozco y sé que ahora está pasando mucha vergüenza.

-Aunque creo que tus padres tendrán mucha más resaca cuando se levanten -ella me mira y se ríe.

-De eso, si me acuerdo, estaban cantando nuestra canción a pleno pulmón -dice recordando cosas de ayer.

-Como nosotros en los viejos tiempos -digo yo recordando miles de momentos con ella gritando nuestra canción a todo pulmón.

-Sí -dice y mira la ropa que lleva puesta -¿tú... me cambiaste de ropa?

Niego con la cabeza.

-Te di la camiseta y salí de la habitación para que te cambiaras tú.

Ella asiente y me da las gracias.

-Voy a ducharme, puedes ir al baño de abajo, no hay nadie en casa -digo y me meto en el baño de mi habitación.

Triana

Verle nada más levantarme y sin camiseta mostrando su torso de escándalo hace que me avergüence y me ponga roja como un tomate y si cabe todavía más cuando me dice todo lo que le dije ayer estando borracha, me dice que puedo bajar a ducharme mientras que él se ducha en el baño de su habitación, dudo por un momento, pero huelo a cloro de la piscina y me vendrá bien para despertarme del todo, tengo un poco de resaca, aunque no mucha y la ducha me vendrá bien para quitar todo el cansancio que tengo ahora mismo. Bajo y me miro en el espejo del baño, una sonrisa tonta se apodera de mis labios cuando me veo con su camiseta, suspiro embobada y me quito la camiseta quedando un tanga, enciendo la ducha dejando calentar el agua mientras deshago el moño que llevo, entro a la ducha y dejo que el agua recorra por mi piel, tardo más de lo normal en salir y cuando lo hago caigo en que no tengo en casa de Gavi ropa mía, mierda. Cojo una toalla para el pelo y otra para envolver mi cuerpo y salir corriendo a la habitación de Gavi, cuando estoy en ella suspiro y cierro la puerta, pero cuando voy a volverme caigo encima de Gavi, él se ríe y mira mi cuerpo enrollado en la toalla.

-La próxima vez que quieras estar encima de mí no hace falta que sea en el suelo, solo debes decírmelo -dice guiñando un ojo y riéndose.

-Idiota, pensé que estabas en el baño y al darme la vuelta nos hemos chocado cayendo al suelo -digo levantándome y comprobando que no se me ve nada.

-Por cierto, te queda muy bien esa toalla -dice mirándome de arriba a abajo.

-Necesito que me dejes algo de ropa -digo tapándome todo lo que puedo avergonzada.

Él saca de unos cajones un bóxer y los pone sobre la cama, hace lo mismo con una camiseta negra básica.

-Luego voy a ir con tu hermano a comer por el centro, ¿quieres venir? -pregunta dándose la vuelta para yo poder cambiarme.

-Vale -digo poniéndome su bóxer y sonrío al recordar como antes siempre me dejaba su bóxer para dormir, eran muchos más cómodos que un tanga o unas bragas, me paso por la cabeza la camiseta y la coloco bien sobre mi cuerpo, me está una mano más grande de lo normal y es que soy muy chica, tampoco una exageración, mido 1'58 y siempre me ha gustado llevar la ropa de Pablo porque me está más cómoda y porque me encanta llevar su ropa -ya estoy -digo avisando para qué sé dé la vuelta, me mira y no dice nada.

-Estás muy guapa -dice metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón de chándal.

-Solo es una camiseta que encima me está grande, eres un exagerado -me río.

-No lo soy, estás muy guapa -dice serio -¿te apetece desayunar?

Asiento y le sigo hacia la cocina.

-¿Qué quieres desayunar? -pregunta.

-Cereales con leche -digo y él asiente.

-No has cambiado, sigues desayunando lo mismo -dice cogiendo un tazón y pasándome la leche y los cereales.

-¿Y tú has cambiado tu desayuno? -cuestiono alzando las cejas.

-Más bien me obligan a comer cosas con proteína para ganar masa muscular -dice él señalando los huevos y tortilla.

Abro los ojos y él emite una risa de infarto.

-¡Antes comías como un burro, pero ahora comes mucho más! ¡Cómo puedes comer tanto! ¡Y Cómo DESAYUNAS ESO! -digo poniendo cara de asco.

-No está malo y te acabas acostumbrando, ¿quieres? -dice riendo y ofreciéndome de su plato.

-No gracias quiero conservar mi cuerpo sin tanto músculo -digo provocando la risa de ambos.

-Eres un minions feliz -dice él para picarme.

-Oyee - me río -pero siempre seré tu minions favorito, ¿quieres? -digo ofreciéndole de mi cuenco con cereales y leche.

Él niega y se lleva un trozo de tortilla a la boca, comemos sin hablar mucho más, sentimos abrirse la puerta cuando terminamos de desayunar.

-Vaya resacón guapos -dice la madre de Gavi a lo que reímos los dos.

-Mamá, eso es la edad, ya no estás para fiestas -dice Pablo a lo que su madre le mira mal.

-Bueno, Triana es de tu edad y acabaste sacándola de la piscina medio dormida de todo lo que había bebido -dice su madre y yo ahora mismo quiero que la tierra me trague.

Gavi me mira y yo lo miro tímida, sus padres se van a su habitación y yo miro a Pablo.

-¿Por qué no me has dicho lo de la piscina? Qué vergüenza -digo poniendo una de mis manos en mi frente.

-¿Vergüenza? Ayer estabas muy graciosa -dice él haciendo que me sonroje aún más.

-Ay, no, qué vergüenza -digo tapándome la cara.

-No es para tanto -dice dando la vuelta a la barra de la cocina y abrazándome.

-No, qué va, hice seguro el ridículo delante de todos -digo mirándolo.

-Estuviste todo el tiempo conmigo, no hiciste el ridículo, aunque no sabía que tenía una novia en Barcelona -dice riéndose y yo aparto mi mirada de la de él.

-¿Quieres salir a dar una vuelta? -pregunta Gavi.

-Tengo que ir a arreglarme a mi casa, ¿te vienes? -le digo viendo la hora en mi móvil son las 11:00.

-Sí, no me quiero perder el despertar de tus padres -dice haciendo que yo me ría.

Salimos de su casa y visualizo en mi jardín a mi hermano, es el quien nos abre y se vuelve a su hamaca tomando el sol al lado de la piscina, tenemos que pasar por allí para entrar a la casa, Gavi saluda a mi hermano.

-Que pasa parejita -dice a modo de saludo y yo le dedico una mirada asesina.

Pasamos a la casa y vamos hacia mi habitación, entramos y él mira todo sin decir nada.

-Está igual -dice él.

-Bueno, creo que en mi póster del Barça debería añadir a mi nuevo jugador favorito -digo y él me mira adorable.

-Mmm no me suena, ¿cómo se llama? -dice y yo lo miro incrédula.

-Se llama Pablo, pero le suelen decir Gavi -me siento a su lado en la cama -¿qué te vas a poner luego?

-Un polo y pantalones normales -dice fijándose en mí, algo que no pasa desapercibido por mí y al instante me pongo nerviosa.

-Entonces me voy a poner mis pantalones blancos y un top negro -digo abriendo el armario.

-¿Que tienes pensado hacer este verano? -pregunta observándome sentado en mi cama.

-Lo más importante es ir a terapia y luego quiero sacarme el b2, pero por lo demás intentar disfrutar del verano que llevo mucho sin hacerlo -digo sacando la ropa que he elegido dejándola sobre la cama -date la vuelta.

Le digo y él me hace caso, pongo música mientras me cambio, me miro al espejo una última vez y le digo que sé dé la vuelta.

-¿Tienes algo que hacer esta tarde? -pregunta y asiento.

-Tengo terapia -digo dándome la vuelta para verme en el espejo mientras me maquillo.

-Si quieres puedo acompañarte -dice él y veo por el espejo que se está rascando la nuca.

-No -niego rápidamente.

Veo que asiente y yo no digo nada más, termino de maquillarme y cuando vamos a salir de casa mis padres aparecen en la cocina a por un poco de agua.

-Puta resaca -dice mi padre y nosotros nos reímos.

-Estás ya viejo para estas cosas Juan -dice Gavi.

-Y qué razón tienes -dice riéndose.

-¿Vais a dar una vuelta? -dice mi madre.

-Si -responde él.

-Bueno cariño, luego me avisas y te recojo, ¿vale? -dice mi padre refiriéndose al psicólogo.

Mi padre siempre me lleva en coche y se espera en la sala de espera a que termine mi consulta, está a más de una media hora mi consulta del centro de Sevilla y yo del único que quiero abrazar cuando termino es a mi padre, mi padre es el único que siempre desde pequeña ha sabido llevar la situación conmigo.

-Si papá, luego hablamos -me despido y salimos de mi casa.

-Illoooo -dice desde lo lejos del jardín, mi hermano -voy a vestirme, que son las once y media.

-Cuando estés preparado te pasas por mi casa -dice Pablo.

-Venga illo ahora nos vemos -dice pasando a mirarme a mí -hermanita vas muy guapa.

Sonrío y salimos del jardín, tardamos dos segundos prácticamente en llegar a su casa, agradezco que seamos vecinos porque hay un silencio incómodo. Pasamos a su habitación y se quita la camiseta para ponerse un polo, giro la cara nerviosa cuando hace lo mismo con los pantalones y se queda en bóxer frente a mí.

-No hace falta que gires la cara, no hay nada de lo que no hayas visto antes -dice y mi cara debe de ser un poema.

La vergüenza se apodera de mí y él se pone de rodillas frente a mí.

-No eras tan tímida antes -dice recordando viejos tiempos.

-Ni tú estabas tan bueno -mierda lo he dicho en voz alta.

Él se ríe y esboza una sonrisa que casi hace desmayarme, me da un beso en la mejilla y se levanta para ponerse unos pantalones, va muy guapo, bueno mejor dicho, él es muy guapo.

Bajamos hacia el salón para esperar a mi hermano.

-¿Quieres hacer algo esta noche? -pregunta él y yo me pongo nerviosa al momento.

Parece ¿una cita? Los nervios invaden mi cuerpo al pensar en ello.

Asiento como respuesta a su pregunta y doy gracias cuando llaman a la puerta.

Pablo me conoce mejor que nadie y creo que ha notado mi nerviosismo.

-¡¡¡Amonos pa la feria miarmas!!!-dice mi hermano entrando en la habitación de Gavi y yo niego riendo.

-Ojalá fuera ya feria, ¡tengo unas ganas! -digo cogiendo mi bolso.

Salimos de casa de los padres de Gavi y como vivimos en puerta Carmona estamos en el centro de por sí, caminamos veinte minutos hacia uno de los mejores restaurantes de Sevilla, nos acompaña un camarero a sentarnos y Gavi me hace un gesto para que me siente en la silla que hay justo a su lado, le hago caso y me siento junto a él.

-¿Qué desean tomar? -dice el camarero.

-Una cerveza -dice mi hermano.

-Otra sin alcohol -comenta Pablo.

-¿Y la señorita? - dice el camarero.

-Coca cola -sonrío y el camarero nos pasa la carta.

El camarero se marcha a por las bebidas y mientras vemos que vamos a pedir.

Pablo se acerca a mí quedando a unos centímetros nuestras caras, me pongo nerviosa al instante y me dice algo al oído, mi piel se eriza y él parece notarlo.

-Apuesto a que sigues pidiendo tus platos favoritos de siempre -sonríe al notar como mi piel se eriza.

Muerdo mi labio nerviosa y me acerco a su oído -tienes que admitir que tengo el mejor gusto gastronómico del mundo.

Me mira y sus ojos se vuelven más oscuros, se inclina más sobre mí y me muevo sobre la silla nerviosa.

-No vuelvas a hacer eso -dice y noto que se tensa.

Sonrío y por inercia me muerdo el labio, el alza una ceja y yo me río.

-Tortolitos que no estáis solos -dice mi hermano y me giro para mirarle y asesinarlo con la mirada.

Mi hermano y Gavi hablan sobre fútbol y qué planes tienen este año, yo como siempre pienso en cuál de mis platos favoritos quiero pedir esta vez mientras les escucho de fondo. Al final me decido por la sepia con patatas al horno y zanahoria rallada, no pido nunca segundo plato porque no como tanto.

Bromeo con mi hermano mientras visualizo al camarero caminando hacia nuestra dirección.

-¿Qué desean de postre? -dice el camarero.

-Yo tarta de queso con arándanos -digo algo infantil, pero es mi debilidad esa tarta.

Creo que se nota que es mi postre favorito, Gavi ríe y no pide nada, yo niego con la cabeza ante su decisión y noto la mirada del camarero fijándose en mí mientras que mi hermano piensa en que tomar, Gavi también lo nota porque veo como se tensa a mi lado, cuando el camarero se va Gavi lo fulmina con la mirada.

-Hermanita, el camarero te mira con ojitos -dice mi hermano subiendo y bajando las cejas de manera graciosa a lo que yo río.

-No inventes anda -digo tomando un poco de agua.

-¿Te apuestas algo que antes de irnos te pide el número? -dice él apoyando las manos en la mesa.

-No digas tonterías, no me va a pedir nada.

-Veo que sigues siendo tan inocente como siempre -comenta por lo bajo Gavi y mi hermano se ríe.

-Lo dice hasta Gavi, venga apostemos, si te pide el número me haces una semana la cama y si no te lo pide te la hago yo -dice dándome la mano de modo infantil a lo que yo acepto y le doy la mano.

El camarero vuelve con los postres y al entregarme el mío me sonríe así que le devuelvo la sonrisa por educación, terminamos de comer y Gavi paga mientras que mi hermano ha ido al baño, cojo el teléfono mientras espero sentada para irnos cuando noto que se acercan hasta la mesa.

-Hola -dice el camarero rascándose la nuca algo incómodo -te sonará raro, pero eres muy guapa y me preguntaba si quieres darme tu número -dice esperando mi respuesta.

-Lo siento amigo, tiene novio -dice Gavi detrás de él con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones.

-Vaya perdona -me dice -creía que no erais novios -se aleja y pasando por al lado de Gavi le dice algo - tienes suerte de tener una chica tan guapa y simpática.

-Lo sé -dice Gavi acercándose a mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro