Gavi

-Nuestra canción -digo detrás de ella.

Ella se gira asustada, le había pillado por sorpresa, me hace un hueco en el borde de la piscina y me siento a su lado mirando hacia la nada como estaba haciendo ella.

-Nuestra canción -dice ella en un susurro.

-Por fin podemos estar juntos, en todo el día hemos cruzado dos palabras -digo y paso a mirarla, ella sigue mirando a la nada -¿cómo estás?

-Bien, contenta, no me esperaba esto -dice mirándome, pero rápidamente vuelve a mirar hacia al cielo y yo me detengo a verla de perfil, es preciosa, lo más bonito que he visto en mi vida.

-Me alegro de que estés bien -me detengo en sus labios, mi gran debilidad.

-¿Y tú, cómo estás? Seguro que has conocido a muchas personas en Barcelona -pregunta, pero no me mira, sigue mirando al cielo.

-Muy bien y muy feliz es un sueño estar allí -respondo y miro por un momento al suelo para después volver a mirarla -te ves bien -sonríe y aparto mi mirada, no sé si puedo estar más tiempo mirándola sin besarla.

Dos años han pasado desde que no pruebo sus besos.

-Gracias por venir a mi cumpleaños, ha sido muy especial que vinieras, no hubiera sido lo mismo sin ti -dice ella y noto por su voz que está nerviosa, la observo de nuevo detenidamente y ahora es ella la que me está mirando.

-Sabes que no podía faltar -sonríe y le aparto de su preciosa cara un mechón de pelo para colocarlo detrás de su oreja.

Ninguno de los dos dice nada, ella me observa tímidamente y yo la observo, cada detalle, cada partícula de su cara, llevaba dos años sin verla y sin tenerla tan cerca.

-¿Por qué no me dijiste lo de tu futura Universidad? -pregunto y ella se tensa rápidamente.

-Porque no te quiero molestar, tú tienes tu vida allí y yo no quiero llegar y cambiar algo en tu vida en Barcelona.

-Sabes que tú no molestas y que siempre eres bienvenida a todo lo que tenga que ver conmigo -digo poniendo mi mano por su hombro intentando tener algún contacto con ella pero sin incomodarla.

-Todavía me queda un año y después selectividad, no sé si la nota me dará para hacer la carrera, pero ya sabes, me gusta planificar las cosas con antelación -dice mirándome a los ojos y yo sonrío por su último comentario.

-Me gusta que no hayas cambiado -reconozco y sonrío como un bobo.

-Veo que tú tampoco has cambiado -dice fijándose en mis chanclas y se ríe, lo que provoca mi risa también.

-No te rías de mis chanclas son muy cómodas -digo riéndome.

-Siempre me han hecho mucha gracia -dice riéndose aún más.

La miro y el corazón se me acelera, no lo puedo evitar.

-¿Me concedes este baile? -digo levantándome y ofreciéndole mi mano, ella asiente nerviosa y le noto en los ojos un brillo especial.

Suena díganle de Karina y ella sonríe, pero no dice nada, pego mi cuerpo al suyo y paso mis manos por su cintura, lo que hace que una corriente pase por todo mi cuerpo y por la reacción de su cuerpo, sé que a ella también le ha pasado, agarra mi hombro y mi nuca y bailamos sin dejar de mirarnos a los ojos.

Triana

Mi hermano me estaba diciendo que no me había visto hablar con Gavi en todo el día y que así no voy a terminar de superar todo, se fue y me quedé mirando las estrellas mientras pensaba, me asuste al oír una voz, pero rápidamente se convirtió en nerviosismo al ver que era Gavi del que se trababa, no puedo mirarle a los ojos y no sentir tantas emociones a flor de piel por eso evito mirarlo, me pide bailar y me tenso enseguida, cuando se pega a mí, mis ojos se clavan en los suyos, echaba de menos esto, lo echaba de menos a él.

Termina la canción y mi madre bastante borracha se nos une.

-Se os ve bien juntos, vamos a cenar y luego hemos contratado a un DJ para nosotros, disfrutad -dice giñándonos un ojo.

Gavi niega con la cabeza mientras se ríe.

-Creo que van un poco afectados, menos nosotros y tu hermano -comenta divertido.

-Bueno, mi hermano ya está con su primera cerveza y luego empezará con los cubatas -digo señalando a mi hermano -y yo cuando llegue el DJ también empezaré con mi Larios Rosé.

Él niega con la cabeza y se ríe.

-No has cambiado, siempre fiel a tu Rosé -comenta riendo.

-¿Tú sigues sin beber? -pregunto interesada.

-Sí, aunque en Barcelona en fiestas de compañeros, a veces es imposible no beber -dice caminando hacia la mesa donde está ya preparada la cena.

-No te imagino borracho -digo riendo -sí que me he perdido cosas estos años.

-Bueno, no tantas y no, no me puedes imaginar borracho porque nunca me he emborrachado, solo he tomado algo por no quedar mal con los del equipo, pero nunca he llegado a pasarme con el alcohol -dice cogiendo una silla y acercándola para que me siente.

-Interesante -digo sentándome y dándole las gracias por la silla.

Él va a por otra silla para él y se sienta a mi lado.

-Triana hija, le he comentado antes a Gavi lo de tu futura universidad y ha dicho que si te puedes quedar a vivir con él, es dentro de un año, pero sé que te gusta tener todo organizado con tiempo, así que propongo un brindis, por el 17 cumpleaños de mi hija, por tu recuperación que estás saliendo paso a paso y por tu futuro que vas a conseguir todos tus sueños -dice levantándose y brindado.

Todos nos levantamos y brindamos con ella.

-Trianita cariño di unas palabras por tu cumple -dice mi padre.

Me quedo de pie mientras que los demás se sientan y los miro a todos emocionada de nuevo, soy una llorona, lo reconozco.

-Bueno, yo quería dar las gracias a todos por venir, ha sido muy especial para mí, en especial dar las gracias a Pablo por haber venido desde tan lejos, me ha hecho mucha ilusión y ya no digo nada más porque estoy pasando mucha vergüenza ahora mismo -río nerviosa y me siento poniendo mis manos en mis mejillas.

Pablo Gavi pone su brazo a mi espalda, lo cual hace que yo me sienta más cómoda y relajada, cenamos tranquilamente y me despido de mis primos pequeños, se le ha pasado un poco a todos la borrachera después de haber cenado, no mucho, pero por lo menos hablan sin trabarse, el DJ llega y mi hermano me ofrece un vaso con mi típico Larios Rosé que acepto y me dirijo a Pablo ofreciéndole.

-No gracias -dice dejando el móvil en su bolsillo trasero.

Le hago una cara de puchero como en los viejos tiempos y él suspira.

-No me hagas esas caras, por favor -pide Gavi, pero yo me acerco más a él y pongo cara triste.

-Está bien, pero solo probarlo -acaba aceptando y yo sonrío victoriosa.

Las luces que hacían tener algo de iluminación a las 12 de la noche se apagan y aparecen las luces de colores que ha traído el DJ, me quedo con Pablo ante la oscuridad que no esperaba y visualizo de fondo a mis padres dándolo todo en la pista de baile.

-¿Quieres bailar en la piscina? -me pregunta y por mi reacción es obvio que me pilla por sorpresa.

-¿Tú estás loco? -me río.

-Así bailamos sin que nadie nos observe -dice haciéndome girar mi cara y observar a todos mirándonos.

-Vale, pero como me dé frío vas a tener que estar una hora abrazado a mí para entrar en calor, lo que me faltaba resfriarme por tu culpa -digo medio en broma.

-Si lo dices de verdad, creo que podemos ir metiéndonos ya en la piscina -dice él en un tono gracioso, a lo que yo abro la boca sorprendida.

-Oyee no sabía que querías que me resfriara -digo haciéndome la enfadada y bebiendo de mi vaso.

-No te enteras de nada, quiero estar abrazándote una hora -dice fijándose en mi reacción.

-Pues hazlo -me río.

Vamos hacia la piscina, él se quita la camiseta dejándome ver que ya no es un niño, ha crecido y si antes estaba genial, ahora es como diría Raquel, un Dios griego, me observa y yo me quito el vestido quedando en bikini.

Nos metemos y el agua está fría, pero tampoco tanto como me esperaba, me abrazo a él dejando mi vaso en el filo de la piscina, él me agarra con fuerza y anda conmigo por la piscina entrando en calor, noto su abdomen definido en mi tripa y las mariposas aparecen de nuevo en mi estómago, nos miramos fijamente, lamo mis labios al sentir su mirada penetrante en mí.

-Estás muy guapa -dice para luego dejar un beso en mi mejilla y soltarme.

Voy hacia el filo donde he dejado mi vaso y me lo bebo del tirón rápidamente, necesito estar ebria, no puedo estar en circunstancias normales así con Gavi.

-Bebe más despacito -me dice él.

Hago caso omiso a lo que me dice y llamo a uno de los camareros para que sirva varios chupitos, cuando lo hace Gavi niega con la cabeza.

-No pienso beber y tú tampoco deberías -dice alzando una ceja.

-Si tú no quieres, para mí -digo cogiendo uno de los vasos y tomándomelo con su atenta mirada y haciendo lo mismo con el otro.

Pasa el rato y tras varios chupitos más, estoy bastante mal, voy hacia la esquina donde está Gavi observándome serio y pongo mis brazos en su cuello envolviéndolo.

-¿Qué te pasa? -pregunto con una risa floja por el efecto del alcohol.

-Tenía ganas de hablar contigo y ahora así no vamos a poder hablar -dice colocando una mano en mi cara y frunciendo el ceño.

-Estoy bien podemos hablar Pablito -me río.

Me acerco más a él, pero tal y como me acerco hacia él me escurro, menos mal que el pendiente de mí, me coge y no me suelta, pone una mano en mi cintura y con otra acaricia mi espalda.

-No vas a beber más, vas mal y ya mismo todos se van -dice serio.

-Oh venga Pablito, una última copa te lo prometo -digo poniendo el dedo de promesa.

-No, Triana vas muy mal y tus padres también van mal -dice mirando fuera de la piscina -todos van mal, así que hoy duermes conmigo.

-Puedo ir a mi casa perfectamente está a dos pasos -me río -somos vecinos ¿lo sabes verdad?

-Si lo sé, pero tus padres y los míos se van a tu casa a dormir, los he escuchado hablar antes y tú vas fatal, si te pasa algo ellos no van a estar para cuidarte, si están para que los cuiden a ellos, así que no hay discusión te quedas conmigo.

-Pablito estás muy guapo cuando hablas -digo tocando la punta de su nariz y sonriendo -bueno siempre lo estás.

-Triana vas fatal, vamos a salirnos y nos vamos a dormir -dice serio Gavi.

-No puedo, me da todo vueltas -me río.

No sé en qué momento, pero aparezco tumbada en la cama de Gavi, ¿cuándo me ha sacado de la piscina? ¿Cómo he llegado hasta aquí? Me duele la cabeza, miro la hora en mi móvil, son las 4:30 de la madrugada y yo sigo mareada, sale Gavi de la ducha en toalla.

-¿Te he dicho que eres muy guapo? -me río.

-Sí, me lo has repetido mientras que te traía a la habitación unas 20 veces -dice atándose la toalla bien.

-Seguro que tienes a todas las chicas de Barcelona locas, tu novia tiene que estar celosa, porque las novias de los futbolistas se ven muy celosas, sus chicos no pueden hablar con otras chicas y no lo entiendo -digo trabándome al hablar.

-Triana venga, vamos a dormir -dice sentándose a un lado y acariciando mi cara.

-Quiero darte un beso, ¿puedo dártelo? -pregunto intentando incorporarme de la cama, pero no lo consigo.

-Triana venga duerme -dice acomodando la almohada.

-Duerme conmigo -digo en un susurro.

Gavi suspira y se pone unos pantalones y una camiseta cómoda para dormir.

-Te voy a dejar una camiseta que te estará bien para dormir, póntela y cuando estés me avisas -dice cogiendo una camiseta de su armario y dándomela.

Entra en el baño de su habitación y yo como puedo me quito el vestido y me pongo la camiseta.

-Pablito sal ya -digo haciéndome una cola alta para dormir cómoda.

Pablo sale y me observa.

-No deberías de beber tanto, no te hace falta -dice mientras yo me meto en la cama como puedo.

-Si me hace falta -digo mientras observo como es ahora el quien se mete en la cama.

-¿Por qué? ¿Te pasa algo? Sabes que en mí puedes confiar -me asegura y yo suspiro.

-No me pasa nada, solo quería divertirme -digo acercándome a su pecho y echándome en él.

-No te hace falta alcohol para divertirte -dice él abrazándome hacia él.

-Pablo, ¿Barcelona es muy diferente? -pregunto.

-Bueno, si es diferente, pero no es difícil adaptarse -me dice acariciando mi pelo.

-Yo nunca he salido de Sevilla -digo algo tímida.