
Capítulo 6: La fiesta
A la mañana siguiente me percato de que la caja sigue allí en mi cama. Voy a abrirla y veo que es una letra bastante bonita. La caja es dorada y tiene un lazo plateado.
La abro y veo un vestido rojo que me llegará hasta las rodillas. Su diseño es sencillo pero precioso y viene a juego con unos zapatos rojos que tienen unas pequeñas piedras preciosas incrustadas en ellos. También viene una máscara plateada, dorada y roja. Es preciosa. Miro la etiqueta del vestido. ¡250$!
Mi teléfono suena .
Vane: Rebeca ¿Vendrás a la fiesta al final?
Me lo pienso. Es que como me pase como esa vez...Agito mi cabeza para espantar los recuerdos y contesto al mensaje. Ya es hora de enfrentarme al ambiente otra vez.
Yo: Contad conmigo.
—Auch
—No te muevas — advierte Vanesa y sigue maquillándome. Le hago caso y media hora después estoy lista.
—Ahora enséñame el vestido que te pondrás— me anima la rubia. Ella siempre ha sido la modista.
—Es precioso—Vanesa lo mira y recorre toda la tela con sus dedos—¿Quién te lo ha dado?
—No sé, estaba en una caja.
—Bueno, pues por lo menos úsalo—dice María. —Vamos, ya llegamos tarde.
Blair Larwen.
—No va a venir—digo mientras voy de un lado para otro.
—Tranquilo bro, vendrá— me calma Matteo—y si no viene será culpa de Lucas.
— Yo le entregué el sobre.— Lucas se defiende —además, casi me llevo un puñetazo por eso—añade y sonrío. Típico de ella.
—Es muy agresiva ¿Estás seguro de que quieres hacer esto?
—Claro, tengo que hacerlo
—No es para tanto que te llamen idiota—me tranquiliza Lucas como si hubiera leído mi mente.
—¿Ahora me vas a decir qué hacer?—pregunto seco. Frunzo el ceño enfadado y lo miro directamente a los ojos.
—No, solo digo que no es excusa para hacerle eso.
—Ya lo hemos hecho un montón de veces ¿Por qué deberíamos arrepentirnos ahora?— pregunto confuso—además, ya la tengo a mis pies—Lucas aguanta la risa.—Esto va a ser muy fácil— digo confiado y sonrío de lado— su amiguita castaña ya no se resiste a mis encantos y eso que aún no he hablado con ella nunca.
—Si, pero...—comienza a decir Matteo—No parece ser como las demás
—Todas en el fondo lo son, créeme.
Rebeca Philm
—Por fin llegamos— suspira María mareada.
—No se si quiero salir— noto como mis piernas comienzan a temblar
—¿Desde cuando has sido tú una gallina? —pregunta Vanesa— ¡Si te atreviste a enfrentar a Blair y a Emily!
—Si, pero esto es dist...— comienzo a decir pero unos toquecitos en la ventanilla me interrumpen —Pedro— bajo la ventanilla.
—Así es—me dice él . Noto como María se esta poniendo roja por su presencia.
—Al final has venido— Matthew se acerca a nosotras.
—Si—contesto— no quería dejarlas solas— añado señalando a Vanesa y a María. Que por cierto ya han salido.
—Bonita máscara—me dice Matthew mientras yo salgo del coche.
—Gracias ¿Por qué no te pones la tuya?
Matthew sonríe y lo hace. Es bastante bonita, azul y plateada. Me percato de que David está también esperándonos en la puerta.
—Nosotros casi no venimos— dice David una vez que llegamos a donde está.
—¿Por qué?— preguntamos Vane y yo al unísono.
—Nos llevamos mal con el capitán de futbol y su grupo— aclara Pedro.
—¿Por qué?—pregunta María interesada.
—Problemas— le contesta este y ella se limita a mirar al suelo.
—¿Pero la fiesta qué tiene que ver con ellos? Quizás no vienen— ellos ríen.
—Nunca se pierden una fiesta y menos si es el cumpleaños de Blair— dice Matthew.
—¿¡Qué!?— pregunto atónita y ellos asienten mirándome como si estuviera loca. Seguimos caminando cuando María se me acerca.
—¿Por qué no te ha dado la invitación Blair personalmente?
—No se—le contesto— Y ¿Por que no me dijo que era su cumpleaños?
—Quizás por que sabría que si te lo decía no vendrías—me contesta. —¿Pero por qué querría invitarte?
—No te comas la cabeza, invita a todo el mundo, hasta con los que se lleva mal.
Cuando entro no puedo creer lo que veo. La recepción es enorme. Desde luego mi casa cabe en esta sala. Y eso que mi casa es bastante grande.
—¿Por qué es tan rico?—le pregunto a Matthew que está a mi lado.
—Es hijo del mayor empresario de Washington, además, heredará todas sus rutas comerciales y su madre es diseñadora de moda profesional, se le conoce como la segunda mejor diseñadora del país— me explica él.
—Sabía que me sonaba su cara de algo— es lo único que logro decir para no levantar sospechas. Seguramente no sepan lo que ocurrió. Entonces recuerdo todo lo que le he hecho a Blair... ¿Con quién me he metido exactamente?
Subimos las escaleras de allí y llegamos a otra sala igual de grande que la anterior, pero esta estaba llena de gente bailando, bebiendo y haciendo más cosas que prefiero no nombrar. ¿Desde cuando los adolescentes son tan asquerosos?
Localizo a Emily con la mirada y veo que lleva una máscara de conejita playboy . El vestido no le llega ni debajo del culo. Que asco.
—¿Quieres algo para beber?— me pregunta Matt intentando hacerse oír por encima de la música.
Asiento y él va a coger bebidas. Después de varios minutos vuelve.
—Te he traído nestea. Mi prima y tu sois parecidas, en las fiestas nunca tomáis cerveza, siempre nestea que tiene el mismo color
—Gracias—le digo asombrada por su razonamiento.
—Ejem, ejem....—carraspea alguien por el micrófono. Miro y veo que es otro chico que va por ahí con Blair—ahora haremos un concurso de baile. Después de ese concurso decidiremos al rey y la reina del baile que tendrán que cantar una canción aquí arriba, la que elija el rey. Una cosa más, se puede ceder los puestos solo si el rey o reina lo permiten.— continúa—los que quieran participar que se pongan al centro por favor
—Vamos—me dice Vanesa.
—¿Por qué tienes tantas ganas?— preguntamos Matt y yo al unísono.
—¿Y si me toca con Blair?—dice ella— por eso participo—añade y nos arrastra a todos a la pista. Necesito tener ese optimismo en mi vida.
Comienza a sonar una música rápida y marchosa. Noto como mi cuerpo comienza a moverse al ritmo de la música. Este es el resultado de cinco años en clase de baile. Sigo bailando y no paro, Matt me mira asombrado y me sigue, hace los mismos pasos que yo.
Pedro se suelta y la verdad es que no baila mal, María sigue sin moverse y Vanesa está haciendo su paso de baile favorito.
Después de varias canciones por fin van a anunciar a los reyes de la pista.
—Y ellos son: Blair Larwen de segundo de bachillerato y...—nos deja en suspense.
—Que sea yo, que sea yo— desea Vanesa cruzando los dedos. Ruedo los ojos. ¿Cómo es posible que tengan tanto favoritismo al cumpleañero?
Todos aplauden de repente así que yo también lo hago. Miro para todos lados y todos me observan.
—¿Rebeca Philm?—anuncia el chico—¿Puedes subir aquí? — añade y me sonríe.
—No—digo y todo el mundo nos aplaude a Blair y a mi. Me empujan hacia el escenario y subo a él sin quitarle la vista a Vanesa. Blair sube después de mi y yo evito gritar.
—Bueno ahora que estáis ya aquí, comencemos con las canciones— dice Matteo mientras nos pone unas coronas a Blair y a mi y nos da unos micrófonos.
—¿Qué canción vais a cantar?— nos pregunta.
—La de...—comienza a decir Blair pero yo le interrumpo.
—Protesto, quiero cambiar— digo lo suficientemente alto como para que Matteo me oiga.
—No—contesta Blair seco. Ruedo los ojos.
—¿Quién eres tú para darme órdenes?— digo y me bajo del escenario. Y ahí va otra razón más para que Larwen contrate a un sicario. Creo que tengo que empezar a pensar más las cosas antes de hacerlas.
Oigo murmullos a mis espaldas y daría lo que fuera por girarme y ver la cara que se la ha quedado a Blair. Me acerco a Vanesa.
—¿Qué estás haciendo?— me pregunta—eres la reina, no puedes cambiar—dice ella apenada.
—Si puedo, porque ya sabes que yo no obedezco órdenes— le digo— ten, toma—añado mientras le pongo la corona en la cabeza.—Hoy va a ser tu noche—le susurro cuando la abrazo y ella sonríe.
La cojo de la mano y la subo al escenario. Matteo sonríe y Matthew está alucinando. Ni me molesto en mirar a Blair, no me interesa.
—Esta va a ser la reina— anuncio y comienzan a aplaudir todos menos Emily y Blair.
Veo como el chico que me entregó el sobre asiente mientras aplaude. Matteo hace lo mismo.
A duras penas, Blair accede a cantar con Vanesa y la verdad es que ambos lo hacen muy bien. Parece como si los ángeles cantaran en vez de ellos. Disfruto de la música y trato de ignorar la mirada asesina de Blair.
Parece como si me odiara, aunque no entiendo como no sabe quién soy. Mi apellido es crucial y seguro que es tema de conversación diaria en su familia. Es increíble que no sepa lo que mi madre le hizo a la suya ni lo de la fiesta. Una vez acaban, Blair se baja del escenario y se detiene delante de mí.
—¿Qué cojones ha sido eso?
—¿Qué ha sido qué?— le pregunto mientras bebo mi Nestea — Y cuida tu vocabulario.— me agarra y me saca de la sala. Intento hacer malabares para que no se me caiga el vaso. Me lleva a un pasillo grande, me arranca el vaso de las manos y lo deja encima del alfeizar de la ventana. —¿¡Qué haces?!
—Deberías dejar de hacer el ridículo por una vez desde que estás aquí. Deja de comportarte como una niña inmadura y rebelde— me dice. Abro la boca indignada pero recupero la compostura rápidamente. Trato de contestarle pero me interrumpe otra vez con su aliento a alcohol. —Nadie necesita tus actos heroicos y de buena gente. Así que deja de alterar las reglas y empieza a obedecerlas.
Sus palabras calan en mi. No había visto esta faceta suya, nunca lo había visto tan enfadado.
—Voy a hacer como que no has dicho eso pero solo porque has bebido demasiado.
Blair se acerca más a mí. Me agarra fuertemente de los brazos y me empuja contra la pared. Lo miro asustada. Sonríe pícaro y estampa sus labios con los míos. Reúno toda la fuerza que me queda, me separo y lo abofeteo. Él abre los ojos asombrado y se acaricia suavemente la mejilla derecha. Cojo el vaso de Nestea y se lo tiro a la cara.
Comienzo a marcharme sin dejar de mirarlo decepcionada. Lo miro fijamente y una lágrima se escapa de mis ojos. Niego y la limpio rápidamente. No creía que fuera así. Había aguantado todo lo que le había dicho y nunca me había tocado. Pero está claro que todos los Larwen son iguales, mentirosos.
—Espera
Salgo del pasillo y atravieso todo el jardín de atrás. Blair me sigue con dificultad.
—Perdóname, no quería...
—Déjame en paz.
Me encuentro de frente con Matthew y ante mi cara de shock se posiciona enfrente de mí, encarando a Blair.
—Vete Larwen— se gira hacia mí — ¿Estás bien?
—Quiero irme a casa—él asiente, fulmina con la mirada a Blair y me acompaña hasta el coche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro