
32
Pulso el botón del ascensor para bajar a la planta principal.
Se abren las puertas. Entro en el y bajo a la última planta. Por suerte hay un taxi esperando.
-¿Puede llevarme al aeropuerto, por favor?- pregunto con mi mejor sonrisa.
-Claro, suba- me dice. Él baja del coche y me ayuda a poner las maletas en el maletero.
Le doy las gracias. Me abre la puerta trasera derecha, esperando a que suba. Me quedo un rato esperando, sin saber que hacer. ¿Me voy? ¿Me quedo a arreglar las cosas? ¿Habré sido muy celosa? ¿Tengo motivos para enfadarme e irme?
Millones de preguntas se arremolinan en mi cabeza y no puedo contestarlas. Quizás, no lo conocía del todo...
¿Y si fué todo un error o un capricho?
¿Podré dejar mi orgullo a un lado y pedirle perdón?
El único que te tiene que pedir perdón es él, no fue sincero contigo.
Escucha unas pisadas. Me giro con esperanza de que sea Blair y entonces lo veo. Está parado en la puerta del hotel. Mirándome fijamente, como si pudiera tener control sobre mi y arrastrarme hasta el para arreglar todo. Se me queda mirando y no puedo distinguir que hay detrás de esos ojos verdes. ¿Tristeza? ¿Ira? ¿Amor? ¿Orgullo? No lo sé.
Abre la boca para decir algo pero la cierra de golpe. Doy un paso al frente con intención de caminar hacia él.
-¿Nos vamos señora?- me detiene la voz del taxista. Lo miro, y después a Blair.
-Vamos- me subo al coche, el taxista cierra la puerta, se sienta en su asiento y comienza a conducir lejos del hotel, lejos de Blair, lejos de todo.
El vuelo número 23 con destino a Washington, esta a punto de despegar, por favor embarquen todos. Gracias
Se escucha la voz de una mujer.
Tomo mi maleta y comienzo a caminar hacia la puerta 4. Entrego mi pasaporte y tras tres largos minutos, me dejan pasar. Voy directa al asiento que me ha tocado, no me distraigo ni un segundo. Pongo mi maleta en el asiento de al lado y me siento.
Aún tengo tiempo de volver con Blair, de hablar, de abrazarle y decirle que vuelvo a confiar en él, pero no puedo. Su voz temblorosa y seca suena como un eco en mi cabeza y me deja sin aliento.
"Si te vas no vuelvas"
Mi corazón de acelera y comienzan a sudarme las manos. ¿De verdad Blair, fue un adicto al alcohol?
- Perdona, ¿Puedo sentarme?-una voz me saca de mis pensamientos. Una chica pelirroja con muchas pecas en su cara está en el pasillo esperando mi respuesta.
-Si, claro-ella quita mi maleta y la pone arriba. Después, hace lo mismo con la suya y se sienta.- Me llamo Kim, encantada de conocerte.... Em...
-Rebeca- me presento.
-¡Que nombre más bonito! ¿Sabias que tres de cada cinco personas en España se llaman así?- genial, esta me tocó científica.
-No tenía ni idea-pongo la sonrisa más falsa del mundo y me pongo a mirar por la ventanilla. No estoy de humor para aguantar tonterías.
-Me gusta tu pelo, ¿Qué champú usas para tenerlo tan reluciente y con tanto volumen?- me pregunta entusiasmada. Ruedo los ojos y me giro a mirarla.
-Pantene- le contesto y me abrocho el cinturón, ya que como bien ha dicho la azafata, el avión despegará en un minuto.
-Me gustaría comprármelo- dice pensativa - ¡¡Yo uso Garnier!! - ríe.
Se abrocha el cinturón también. Despegamos.
Ya no hay vuelta atrás.
-¿Sabes que está demostrado que cinco de cada ocho mujeres recomienda Garnier en vez de Pantene? - le sonrío con la mejor sonrisa que me puede salir ahora mismo.
-Disculpame, es que estoy cansada y quiero dormirme un rato.
-Oh, comprendo... Está bien. Te dejaré descansar - le agradezco y me apoyo en la ventanilla para poder dormirme tranquila.
Oh, esto si que es vida. Creí que no iba a poder estarse ni un rato callada, pero veo que me equivoqué.
-¿Sabes que dormir más de 15 horas es malo?
-Madre mía del amor hermoso, lo que causa esta niña- me giro a ella y creo que pensé en alto.
- No soy una niña- me dice sin perder esa sonrisa de la cara.
-¿A no? ¿Y cuantos años tienes, querida?- le pregunto para ver si tengo razón o no.
-Diecinueve- me contesta satisfecha.
- Pues yo tengo veinticinco, así que en lo que a mi respecta, para mi eres una niña todavía
-Tu no tienes veinticinco.-levanto una ceja. -¡Parecía que tenías mi edad, no aparentas los veinticinco!-añade entusiasmada.
Wow, eso me ha gustado.
-¿De verdad que no los aparento? - le pregunto con ganas de que lo vuelva a repetir. ¿A quien le gusta hacerse mayor?
-De verdad que no, en cuanto te vi pensé que eras más joven que yo o que tenías mi edad, pero no más - sonríe. -muy pocas mujeres españolas aparentan tener menos años de los que tienen.
- Kim, ¿Te gusta estudiar?- le pregunto.
- Si, ahora estoy estudiando investigación científica - se nota mucho- ¿ Y tu?
-Soy forenses estoy en prácticas
- Tiene que ser bonito ese trabajo- me dice mirando al techo.
-La verdad, es que me apasiona desde que tenía memoria- le cuento.
- Mi hermana también era así -dice ella con nostalgia- La vida es tan injusta que no puede dejar vivir a una persona hasta que cumpla su sueño- se me hiela la sangre.
-Yo lo... Lo siento mucho
- No te preocupes-me mira a los ojos. No me había fijado que tenía los ojos marrones. -Y dime, ¿Tienes novio?- me pregunta.
El corazón se me acelera brevemente y me sudan las manos al pensar en Blair.
-¿Y tu?- le pregunto para salir del paso.
--Si-me dice contenta -Voy a visitarlo, vive en Washington
- Yo también vivo allí, ¿Entonces nos veremos a menudo?
Asiente
- Apuntame tu número-me dice y me da una hoja de papel. La desdoblo y hago lo que me dijo.
-Ya está - le devuelvo la hoja.
-Te llamaré- me dice y sonrió. Asiento- ¡¡Bien ya tengo una amiga de Washington!!- grita entusiasmada.
-Y tendrás más -le digo sonriente pensando en todo mi grupo. Que por cierto tenemos que unirnos otra vez todos.
-¿¡De verdad?!- grita. - ¡Ya tengo ganas de conocerlas.
-Bueno, ahora si que necesito dormir, tengo sueño-le informo
-Si, si esta vez te dejo tranquila-asiento y giro la cabeza hacia la ventana.
Después de una dos horas o así escucho la voz de Kim.
-Rebeca, ¿Estas dormida?- susurra
-Si-le contesto y las dos reímos.
-Es que ya hemos llegado
Levanto la cabeza para mirar por la ventanilla y veo que estamos en el aeropuerto de Washington.
Bajamos las maletas y salimos del avión. No me había dado cuenta de que sólo íbamos veinte personas.
Salimos del aeropuerto.
- Bueno, aquí me despido, Kim - le digo y le sonrío. Me ha caído bien
- Si, yo también, nos veremos algún día ¿Verdad?-me pregunta.
-Dalo por hecho-le contesto y me subo a un taxi. Le doy la dirección de mi casa y antes de que arranquemos alguien toca la ventanilla. El taxista la baja y Kim me pregunta si puede venirse conmigo. Asiento y el taxista accede.
Llegamos a la calle donde vivo.
-No tengo a donde ir-me dice ella- Mi novio no llega hasta mañana- añade
Le pago al taxista y la llevo a mi casa.
Ella está entusiasmada y le indico donde puede dejar sus cosas.
Bajamos las dos al salón y justo cuando me iba a sentar suena el teléfono fijo.
Me acerco a el junto a Kim y en la pantalla sale el nombre de Blair.
-¿Por casualidad no se llamará Blair Larwen? -me pregunta.
-¿Lo conoces?-pregunto sorprendida.
Ella me mira a los ojos fijamente y asiente.
- Te escuché decirlo entre sueños
Creo que soy muy paranoica.
-Contesta-me ordena Kim. Respiro profundamente.
-¿Si?- digo a través del teléfono.
-Quédate con la casa, no voy a volver a Washington- dice Blair desde la otra línea. Mi corazón se acelera y las lágrimas queman en mi garganta. No puedo mas.
-¡Pues no vuelvas!- cuelgo
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Holaaaa. Si queréis saber mas sobre nuestros protagonistas, pasaros por la segunda temporada que se llama: "Prometo amarte siempre".
Se encuentra en mi perfil o sino buscarla en el buscador.
Si te ha gustado, ayudame...
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Saludos.
Romina
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