26
-Un algodón de azúcar azul y otro rojo- pide Blair a la dependienta. Ella asiente y sonríe.
Hace bastante que noto a Damon muy raro. ¿Qué le pasará?
-Aquí tienen-nos da la chica los algodones. Yo agarro el rojo y Blair el azul. Le paga y nos vamos de allí. Me llega un mensaje.
Tyler: Dile a Blair que como te haga algo lo mato. No le dejé para que se aproveche.
Yo: ¿Cómo? No entiendo.
Tyler: Blair y yo nos entendemos.
Río y le enseño a Blair el mensaje. El también ríe y asiente.
-No me atrevería a hacerte algo-me dice pícaro y sonríe.
-Sabes que no te dejaría- digo y como el algodón de azúcar. Blair me mira pervertida mente y yo entorno los ojos. -Quedamos en que iríamos con los demás - cruzo los brazos.
-Sólo te dije que podías invitar a más gente-se excusa-pero no te dije que estaríamos todos juntos-añade y tira el palo del algodón de azúcar al suelo, yo lo hago en una papelera. De nada medio ambiente. ¿Cómo es capaz de arreglárselas tan bien siempre para que nos quedemos a solas?
-¿Qué hace Irma aquí?- pregunto recordándola.
-¿No te han dicho nada?- pregunta él extrañado. Niego - Sale con Damon
¿Con Damon? Qué sorpresa.
-Eso no me lo esperaba.-digo atónita- ¿Qué piensa Matthew de eso?
-Ella ya es lo suficientemente mayor como para decidir por si misma ¿No?- me responde él. Tiene razón.
-¿Y qué hace Damon aquí?
-Vino de intercambio tres días, pero su vuelo se adelantó para mañana a las 16:00- me contesta-Por eso ha venido hoy para despedirse, porque mañana no irá a clases-aclara. Sinceramente preferiría que se quedara más tiempo. Me llevo muy bien con el.
-Deberíamos ir con todos, sobre todo, porque si Damon se va mañana, seria mejor despedirme-le digo. El asiente y comenzamos a buscar a los demás. Miro por todo el parque de atracciones pero no logro localizarlos.
Tras buscar y buscar al fin localizo una cabellera castaña al pie de una montaña rusa.
Tyler. Nos acercamos y los encontramos.
-¿Os vais a montar?-nos preguntan unas chicas detrás nuestro.
-Si
-Se han colado- le susurra una a la otra.
"Prepárense los siguientes pasajeros para subir".
Blair hace un gesto de despedida a las chicas y nos subimos detrás de los demás.
-Pensé que estaríais solos- dice Damon dándole un codazo a Blair.
-Preferimos venir
La máquina comienza a moverse. Sube y sube, cada vez más alto. Miro para abajo y las personas se van haciendo cada vez más pequeñas.
Llegamos arriba del todo y la máquina se detiene por unos breves instantes. Y después, nos deslizamos muy rápido.
La adrenalina recorre todo mi cuerpo y oigo a Vanesa, Irma y a María gritar. Yo no. Blair me mira sorprendido y yo sonrío. Mi pelo se tira hacia atrás y levanto los brazos dejando que el aire me de en toda la cara. Después de varios giros, subidas y bajadas, la montaña rusa se detiene.
Me bajo de allí y observo. Todas están a punto de caerse al suelo y yo tengo el pelo despeinado. Después de arreglarlo, proponemos entrar al túnel del terror. ¿Desde cuando no le tengo miedo a eso?
Entramos, nos sentamos en un vagón y la función comienza. Varias muñecas pálidas y con sonrisa macabra se dejan caer sobre nosotros. Hago un esfuerzo enorme por no gritar y las aparto de mi camino. Risas, llantos y gritos, se oyen por todo el oscuro túnel. Esto ya parece una película de terror. Me acurruco disimuladamente en mi asiento y cierro los ojos. Comienzan a contar una historia de miedo.
Esto ya es suficiente no puedo. Me tapo los oídos y al ver a una bruja en frente mío grito. Blair me abraza y me relajo. Por fin acabamos.
-¿Tienes miedo a esas cosas?-pregunta Blair señalando al túnel del que salimos. Asiento y trato de calmar mi respiración. Él sonríe. ¿Se está burlando de mi? Estúpido.
-Chicos, ¿Os importa si voy al baño?-pregunto intentando hacerme oír por encima de la voz de la gente. Todos niegan.
-Te esperamos aquí - me dice María. Asiento y me voy al baño. Cuanta gente
-Blair se ir al baño sola- le digo al oler su inconfundible perfume detrás de mi.
-Lo sé, pero sólo quería asegurarme- ruedo los ojos y cierro la puerta del baño de chicas.
Suspiro y me siento en el suelo. Estoy aún con el susto y ese grito de terror vuelve a erizarme los pelos. Creo que esta noche no podré dormir bien. Tengo que preparar la broma que le haré a Emily. Y tiene que ser gorda. Y si no se me ocurre nada, le diré al director todo. Pero la provocaré y grabaré todo lo que me diga. Ya se acabó el ser la niña bonita y consentida del instituto.
Salgo del baño y no veo a Blair. ¿Dónde se ha metido ahora? Debería comprarle un chip como a los perritos para poder localizarlo fácilmente desde el móvil en cualquier parte. Camino y sigo sin localizar a Blair.
De repente el mismo chico que casi me viola se acerca a mí. Mi pulso se acelera y mis puños se cierran. ¿Qué querrá ahora?
Sigue acercándose y se detiene a centímetros de mí. Debo calmarme, si ve que tengo miedo será peor.
-¿Qué?-espeto pareciendo enfadada.
-¿No me tienes miedo?- pregunta hasta rozar su nariz con la mía.
-¿¡Pero a ti que te pasa?!- lo empujo lejos de mí. Voy a irme pero me agarra la muñeca y me estampa contra la pared del baño.
-Eso no se hace- niega con la cabeza y me besa. Siento su respiración caliente en mi cara y me apega más a él por la cintura. Trato de empujarlo, de moverlo, de abofetearlo, pero no puedo, mi cuerpo no responde. Trato de apartarlo de mí. Hago fuerza y logro moverlo unos centímetros. Me toca el culo. No, eso ya no. Pasaste mi límite idiota.
Le doy un rodillazo en su entrepierna, lo que hace que me suelte y pueda irme. Lo dejo gimiendo de dolor en el suelo y me voy a buscar a Blair, no sin antes lavarme bien la boca para no oler a borracho. Al fin podré dormir en paz.
Sigo buscándolo y no encuentro a nadie. ¿Qué pasó aquí? ¿Me han abandonado a mi suerte?
Tras diez minutos de búsqueda al fin localizo a Blair. Me acerco hasta el
- Pensé que me habías abandona...- dejo las palabras al aire. Tiene a alguien enfrente.
Me escondo detrás de un árbol y aguzo la vista. Emily. Parece que están hablando. Blair parece enfadado y Emily aun más. ¿Estarán rompiendo?
Me acerco poco a poco a ellos, sigilosamente y cuando voy a llamar a Blair, veo como Emily se tira y lo besa. No, ¿Qué hace esa besando a mi Blair? Me sorprendo ante mi propio pensamiento. ¿Yo he dicho eso?
Los celos recorren mi cuerpo al ver como Blair no hace nada por apartarla, sino que le sigue el beso. Estúpido. Doy pequeños pasos hacia atrás y cuando voy a girarme para salir corriendo veo como Emily abre los ojos y me guiña uno. Eso fue suficiente como para irme sin palabras y con lágrimas en los ojos.
¿Cómo puede hacerme esto otra vez?
Narra Blair Larwen.
Espero a Rebeca un poco mas lejos, ya que me aseguré de que vaya al baño, no a otro lado. Sinceramente no estaba saliendo tan mal cómo pensé.
-¿Blair?- pregunta alguien a mis espaldas. Me giro. La que faltaba.
-Emily, ¿Qué haces aquí? - pregunto desinteresado.
-Tu madre me contó lo que pasó en tu casa. No tienes que prometerte conmigo, con que seamos novios oficialmente está bien- añade ella y se acerca a mí.
-No voy a hacer nada de eso- le muestro una expresión seria para que sepa que no me agrada su presencia aquí.
-No te conviene negarte- me dice ella y cruza los brazos.- ¿Sabes donde vivirás ahora?-pregunta cambiando de tema. ¿Cuánto más va a tardar Rebeca?
-No te importa- le contesto seco.
-Claro que si- se acerca a mí hasta quedar a centímetros de distancia - Puedes quedarte en mi casa si quieres. ¿Recuerdas lo bien que lo pasábamos juntos?- sonríe picarona. Alejo el recuerdo de mi mente.
- ¿¡Cómo voy a hacer eso Emily?!- le grito enfadado. Ya se pasó de lista.- ¿Por qué no me dejas en paz ya?
-Porque te quiero- añade y me besa.
No se que hacer, ella sigue besándome y noto como trata de hacerse paso con su lengua a mi boca, pero no le dejo. Intento inclinarme hacia atrás para separarme de ella pero no puedo. Por un momento me recordó a Rebeca. Entonces ella rompe el beso y guiña un ojo.
-¿Por qué guiñas?- pregunto enfadado por lo que acaba de hacer. Aun que creo que estoy mas enfadado conmigo mismo que con ella.
-Por ella-señala con la cabeza detrás mío. Me giro y veo a Rebeca corriendo. Emily ríe.
Oh, no.
-¡No vuelvas ha acercarte a mi nunca más!-le grito a Emily y ella deja de reírse. Corro detrás de Rebeca, la llamo pero no hace caso. Emily, maldita seas. Seguro que mi madre la ha mandado. Adelanto a Rebeca y me coloco delante suyo, obstruyéndole el paso. La cojo de los hombros.
-Rebeca-la llamo. No me hace caso, mira al suelo-Lo que viste no es lo que pien...
-¡Déjame en paz Blair!- levanta la cabeza y veo que está llorando- ¡Ya no eres nadie para mí! - vuelve a gritar.
-¡No me has dejado ni explicarme!
-¡No lo necesito! Se lo que dirás. ¡Ella me besó y yo no pude hacer nada!- grita más alto que yo haciendo ademanes con los brazos.
-¡Eso pasó!- grito
-Pues no te creo-baja la cabeza otra vez mirando así al suelo- Si me quisieras de verdad, te habrías apartado
-Y si tu me quisieras me creerías- le digo más calmado- Eso hacen las parejas y si queremos serlo, la confianza debe ser un pilar fundamental- ella me mira y sus lagrimas siguen deslizándose suavemente. Odio verla así. Suspira
-Entonces quizás no estamos destinados a estar juntos-noto como mi corazón se rompe y cualquier viento que soplase ahora mismo, por pequeño que sea, seria capaz de tirarme al suelo. Creo que por primera vez me siento débil y con el corazón destrozado.-¡No quiero volver a verte!-me grita ella. Me quema la garganta y mi pulso se acelera. Me pica la nariz por las lágrimas y pestañeo para alejarlas. ¿Voy a llorar?
-Bien, si eso es lo que quieres- la suelto. Me quedó mirando a un punto fijo de la calle. Ella se va corriendo y aun la oigo sollozar. Su llanto no puedo sacármelo de la cabeza ni tampoco sus palabras. Y así, acaba mi felicidad en diez segundos.
Narra Rebeca Philm.
Al día siguiente me levanté y me fui al baño a mirarme en el espejo. Estaba horrible. Me pasé la noche llorando y al parecer las ojeras y los ojos hinchados han seguido su rutina.
Ayer Tyler llegó una hora después que yo y me preguntó qué me pasaba. Le conté todo, me abrazo y me apoyó. Pero me dijo que no sabia de que lado estar. Dijo que por un lado de mi parte, porque Blair podría haberse apartado de Emily y del lado de Blair porque soy testaruda y no le dejé explicarse.
Tras desayunar y arreglarme un poco mejor, me subo al coche de Tyler y el conduce hasta el instituto. El trayecto es aburrido ya que no hablamos de nada.
Cuando por fin llegamos, entro al instituto y me voy directa a la clase que me toca. María y Vanesa me esperan en la puerta. Ellas ya saben lo que pasó, así que me dijeron que me apoyarían en todo y que si Blair me hablaba, que no le harían caso.
Cuando acaban las clases, Tyler nos pide que le esperemos, que tiene un asunto importante. Así que nos vamos a la cafetería. Localizo a Matthew. Anoche me pidió perdón por mentirme y yo lo perdoné por que no quería estar enfadada con otro más.
Quedamos en que estábamos bien pero que no seríamos tan íntimos amigos, ya que sabemos como acabaremos si los sentimientos del otro vuelven a resurgir.
Si es que alguna vez fueron reales
Blair me mandó un mensaje de que lo sentía mucho y bla, bla, bla. No le tomé mucha importancia y no le contesté.
María se va un momento ya que dice que se tiene que ir a no se donde y yo me quedo con Vanesa a hablar sobre otras cosas para distraerme.
La culpable de todo como siempre es Emily. Y no puedo permitir que me hunda.
Narra Blair Larwen.
Estoy esperándola en donde quedamos. No creo que venga, pero esta es mi última jugada para hacer que Rebeca me perdone, aun que ella también tuvo la culpa.
-Espero que sea algo importante Larwen -me dice la rubia clavando sus ojos en mí. La miro de arriba a abajo y veo su cara de desprecio. Genial, otra que me odia.
-Te he llamado por que tu eres la única que la puedes hacer entrar en razón
-¿Yo? ¿Qué puedo hacer yo?-pregunta ella estrañada.
-Sólo quiero que le digas unas cosas cuando llegue el momento
-¿Cómo que te vas?-pregunta ella confundida.
-Es una historia muy larga pero me voy a Los Ángeles con Damon y no creo que vuelva después de mucho tiempo- le confieso. Ella me escucha atentamente-Sé que es muy rápido pero cuanto antes esté mas lejos de ella, menos problemas le causaré- sube las cejas sorprendida.
-¿Qué?- pregunta atónita.
-No espero que lo entiendas pero te voy a contar todo lo su hice por Rebeca antes de que me pidiera que me aleje de su vida y si alguna vez se arrepiente... Díselo- le ordeno ella asiente y se pone a escuchar con atención.
Con cada palabra que digo, ella abre cada vez más los ojos. Sigue sorprendida y es que era de esperar. Hasta yo me sorprendo. Ni siquiera sé como he podido aguantar tanto. Mientras le confieso todo los recuerdos vienen a mi memoria. Sobre todo cuando me partí los nudillos pegándole a Iker dos veces. Una en el vestuario de jugadores de hockey y otra en la calle. Recuerdo que me costó mucho esfuerzo esconder la piel pelada durante unos días. Matteo me descubrió y entonces entendió todo. Como consecuencia anulamos la apuesta y se propusieron ayudarme con mi madre y Rebeca, pero cuando eres hijo del mismísimo satán es muy difícil lidiar con tu madre.
Le hago un resumen rápido de las amenazas de mi madre y de lo que tuve que hacer para evitar que mandara a la familia de Rebeca a vivir a Rusia por un puesto de trabajo que le había conseguido al señor Philm. Cuando acabo de contarle ella mira al suelo.
-En el fondo... Eres un buen chico Larwen- me dice ella. Ya no la veo como antes.
-Gracias por haber hecho todo eso por ella...
-Bueno, debo irme ya, el avión sale en tres horas- me despido de ella - Y gracias-añado con una sonrisa y salgo del instituto sin el gran peso de encima que llevaba hace bastante tiempo. Parece ser que esto de abrirse con las personas funciona.
Narra Rebeca Philm.
-No Maria, te he dicho que no voy a ir a pedirle perdón-le digo a mi amiga. Me siento en mi cama y abrazo a mi oso de peluche.
-¡Pero si es un buen chico!
-Siempre lo has odiado ¿Por qué de repente te empeñas en que hable con él?-le pregunto. Ella cierra la boca.
-¿No entrarás en razón hasta que te diga todo, no?
-¿Cómo que todo?-pregunto atónita.
María suspira.
-¿Recuerdas cuando fuiste a Los Ángeles? -pregunta ella. Asiento
-Siento decirte que no fuiste por que sacaste buena nota.
-No te entiendo
-Blair tuvo la misma nota que tu y el director lo llamó a su despacho para darle la opción de ir. El director ya tenía pensado enviar a Blair
-¿Y qué?-pregunto restándole importancia.
-¡Blair te cedió su puesto!-levanto la mirada- Gracias a él pudiste ir a Los Ángeles- añade. - ¿Recuerdas cuando volviste y Blair estaba saliendo con Emily?- pregunta. Asiento-Fue porque la madre de Blair le amenazó con que si no salía con Emily, echaría a toda tu familia del país. Además, a Emily la van a expulsar porque él le dijo al director que Emily te hacia la vida imposible y no al revés- tengo que asimilar todo.
-También, cuando te fueron a violar...- ¿Tenía que mencionar eso?- Blair te ayudó y le pegó al otro tipo sabiendo que su madre lo podía echar de su propia casa-eso explica por qué llegó tan pronto y por qué donde supo donde estaba- ¡¡Y todo lo hizo por ti!!-esas palabras calaron hondo en mí.- Lo vas a perder- añade tras largos segundos en silencio.
-¿Por qué?-preguntó atónita.
-Se va a Los Ángeles a vivir con Damon por que su madre lo echó de su casa al quedar contigo en el parque de atracciones- mi corazón se acelera. Es mucho que asimilar.
-¿A qué hora salen?- pregunto al fin.
-A las cuatro- miro rápidamente el reloj. Faltan quince minutos-Pero Rebeca... Debes saber que todo comenzó con una apuesta-añade. Eso me da igual. Lo importante es que Blair si que me quiere y lo ha demostrado día a día. Puede que haya sido una apuesta, si. Pero sé que me quiere, nadie se enfrenta a su madre por una simple apuesta. Salto de la cama y corro hasta en coche.
-¿A donde vas?-me preguntan María y Tyler al unísono. Pongo en marcha el coche.
-¡A recuperarlo!- grito y me pongo a conducir a toda prisa hacia en aeropuerto.
El tráfico es mucho y sinceramente llegaría más rápido a pie. Eso es. A pie. Aparco el coche en una zona prohibida y salgo corriendo. Cruzo semáforos en rojo y en el último, casi me atropella un coche. Sigo corriendo.
Llego al Aeropuerto. Miro los destinos de cada vuelo hasta encontrar el de "Los Ángeles". Sector 6.
Narra Blair Larwen.
Miro la puerta del ascensor hacia esta planta. Aun tengo esperanza en que por ella aparezca Rebeca.
"Pasajeros, pueden ir embarcando".
Cojo mi maleta y sigo a Damon hacia el avión. Es enorme. Tendrá espacio para muchas personas. Antes de salir por la puerta del aeropuerto vuelvo a mirar hacia atrás. Me quedo así unos minutos.
-Blair- me susurra Damon. -No vendrá-lo miro, vuelvo a mirar atrás y entonces camino hacia la puerta.
Narra Rebeca Philm.
Corro en busca del sector 6. No lo encuentro. Subo a la otra planta y al fin lo veo. No hay nadie. ¿Ya han embarcado? Veo un pelo marrón rubio a lo lejos. Es inconfundible. Es él. Es Blair. Corro hacia el y salto por encima la barra de seguridad.
-¡Señorita no puede cruzar!-me dice un policía. No le hago caso y sigo corriendo. Me persigue
Antes de llegar a él un coche impacta contra mi y caigo al suelo. Oigo voces, distantes. Un policía se baja del coche.
No puedo hablar, no puedo casi ni respirar, no me noto el pulso... El policía me está hablando, pero no lo oigo, solo veo. Parece que mi cuerpo está ajeno a todo aquello.
-Blair-es lo único que soy capaz de susurrar antes de cerrar los ojos.
Narra Blair Larwen.
Estamos todos sentados en la sala de espera de urgencias. Tyler está igual o mas preocupado que yo. Matthew está jugueteando con su pelo. Y María y Vanesa siguen llorando.
Los ojos se me cristalizan, los cierro para alejar las lágrimas. Noto mi pulso acelerarse y suelto un suspiro. Si no me hubiera ido, si tan solo hubiera ido yo a disculparme... Esto no habría pasado.
-No ha sido tu culpa-me dice Matteo acercándose a mi. Es como si escuchara mis pensamientos.
-Si lo es Matteo, debería haber apartado a Emily y pedir perdón a Rebeca-añado.
- Tengo que irme, no puedo seguir aquí .
-No voy a obligarte pero... Para ella sería mejor que te quedaras- me dice Matteo y noto como todos me están mirando.
-No puedo, lo siento
Voy a arrancar el coche cuando Matthew entra y se sienta en en asiento de al lado.
-¿Te vas?-me pregunta con una voz suave. Hace mucho que no me habla así.
-No puedo seguir allí -le confieso.
-No fue tu culpa-me dice él-Tu no fuiste el que estaba en el coche
-¿Por qué me siento un fracasado? -pregunto. Primera vez que yo me siento así. Y es la primera vez que le cuento mis sentimientos a Matthew después de mucho tiempo.
-No lo eres- me dice él.
-¿Cómo lo sabes?-pregunto enfadado ya que me está llevando la contraria.
-Intentaste conquistarla y fracasaste, lo volviste a intentar y volviste a fracasar...
-Eso no ayuda- le digo. El me mira.
-Sólo fracasas de verdad cuando dejas de intentarlo-acaba él su frase - me lo dijiste tú ¿Recuerdas?- asiento. Ojalá volver el tiempo atrás y hacer las cosas bien. Quizás así Rebeca no estaría en urgencias y Matthew y yo no nos habríamos distanciado. Un millón de recuerdos se arremolinan en mi cabeza sobre todo lo que viví con Rebeca. Es una tortura.-Así que ahora vuelve allí adentro, ten un par de huevos y no hagas que me arrepienta por dejarla ir contigo
-Si que has cambi... - digo casi en un susurro-Así que ella si te cambió- Matthew asiente y me empuja hasta la sala de urgencias otra vez. Cuando entro Tyler sonríe y María asiente .
-Ni si quiera sé si quiere verme- les digo a todos secándome las lágrimas.
-Ella te fue a buscar, así que es más que seguro que querrá verte- me dice Vanesa. Asiento y me apoyo en la pared.
El doctor sale de la consulta. Sudor frío recorre mi cuerpo y noto como las piernas me pesan. El corazón se me acelera y bombea mas fuerte. Los músculos se me tensan y las ganas de llorar son insoportables.
-Ella se ha despertado, pero solo puede entrar una persona por el momento- un alivio recorre todo mi cuerpo. Ella está viva. Tyler me mira y yo a él.
-¿Tu o yo?- le pregunto. El me señala con el dedo.
-Te lo has ganado
Entro en la sala. Oigo un pitido muy molesto todo el rato. Me acerco a la cama. Me asomo a ella. Allí está. Recostada en esa camilla. Ahora parece tan frágil... casi no me atrevo ni a tocarla.
-Rebeca- le susurro. Ella abre los ojos. Me mira y me sonríe. Siento mis ojos cristalizados así que los cierro. De pronto siento la mano de Rebeca en mi mejilla. Disfruto de su tacto.
-Blair- me dice ella débilmente. Abro los ojos-Gracias por todo- no aguanto más, me inclino y la beso con todas mis fuerzas. Ella sigue el beso y pronto se convierte en una batalla de lenguas. Lágrimas se deslizan por nuestras mejillas. Cuando nos separamos se las seco y uno nuestras frentes.
-¿Por qué no te diste por vencido conmigo?-me pregunta ella cogiendo aire. Sonrío y suspiro.
-Porque me enamoré de la apuesta.
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