16
Noto como alguien me mueve bruscamente de mi asiento.
-Ay-digo intentando detenerlo aun con los ojos cerrados -¿Qué quieres?- pregunto.
-Ya hemos llegado- oigo decir a Lucas.
Abro los ojos lentamente e inmediatamente me percato de que no hay nadie en el avión y los asientos están manchados de sangre. Vuelvo a mirar a Lucas y lo veo manchado de sangre y con un cuchillo en las manos. No me digas que...
-¿Que haces Lucas?- pregunto saliendo de mi asiento rápidamente y dando pasos hacia atrás.
-¿No lo ves?- me pregunta él apuntando el cuchillo hacia mí-maté a todos y solo faltas tu- me dice, lleva el cuchillo hacia atrás y se prepara para lanzármelo.
-Lucas- trato de calmarlo-piensa en lo que estás haciendo-añado temerosa.
-Preciosa- dice- ya lo hice- añade y me lanza el cuchillo.
Grito.
El sudor recorre mi cuerpo y noto como la gente del avión me está mirando. Miro a Lucas, quien me mira con cara de confusión y después a Harly.
-Fue un sueño- susurro recostándome mas tranquila en el asiento tratando de calmar mi pulso.
-Eres rara- me dice Lucas. Lo miro enojada-cuando quieres- añade inocente y cierra los ojos.
Lo imito y así me quedo dormida aun con la musica puesta.
Cuando por fin llegamos, bajamos los tres del avión. Me percato de que el profesor de física y química esta aquí.
-¿Él también ha venido?- lo señalo.
-Dice que es para cuidarnos, pero creo que es para conseguir novia- me dice y río ante su pelo verde. Pobre hombre.
Caminamos por el aeropuerto hasta que gracias al profesor podemos salir a la calle con un montón de gente por el medio. ¿Cuantas veces tengo que decir que la carne de burro no es transparente?
Cogemos un taxi que nos llevará a los apartamentos y los cuatro nos quedamos embobados mirando todas las calles. Para ser los Ángeles no está nada mal.
Hay demasiados coches, demasiada gente y demasiada contaminación. ¡No puedo ni oler el aire fresco! El coche se detiene ante un hotel. ¿¡Un hotel?! Pensé que sería un apartamento. Bajamos las maletas del taxi y este se va después de que el profesor le pague.
-Hola- nos saluda la recepcionista después de entrar en el hotel. ¡¡Es enorme!! Tiene ocho ascensores. ¡Ocho!
Todos le sonreímos en señal de saludo y seguimos admirando aquel maravilloso lugar.
-Ustedes deben de ser los del instituto Smithsoniano ¿Verdad?-pregunta ella.
- Si, somos nosotros- contesta el profesor.
-Bueno, yo soy Marisa, la recepcionista y soy la que se encarga de solucionar todos sus problemas. Cualquier cosa que les suceda o alguna duda sobre este establecimiento díganmelo ¿Vale?-pregunta amablemente. Asentimos .
Ella toca una campana muy pequeña he inmediatamente vienen dos chicos y dos chicas a nuestro encuentro. Las dos chicas son bastante guapas y los chicos tampoco se quedan atrás...
-Ellos son: Marta, Laura, Harvy y Damon- los presenta Marisa y ellos nos saludan.
-Cada uno de ellos se encargará de cada uno de ustedes, haciendo así su estancia mas acogedora.- sonríen e inmediatamente cogen nuestra maletas.
Marisa les da una tarjeta a cada uno y suben nuestras maletas. Es extraño. Se supone que los chicos suben las maletas a los chicos y las chicas a las chicas. Pues ahora es al revés. A mi me ha tocado... ¿Damon? Si, creo que es él.
Subimos los dos por uno de los 8 ascensores hasta la planta donde está mi habitación.
-Y bien... ¿A qué habéis venido?- me pregunta él en un tono borde.
-A ver la universidad de "California State University" de los Ángeles.- le informo.
-Sólo los mejores entran a esa universidad- me dice- debes de ser muy lista.
- Lo sé y gracias- se abre la puerta del ascensor.
Damon me da la tarjeta y me dice que abra la puerta con ella. Inspecciono la puerta y me doy cuenta de que tiene una ranura en vez de una cerradura de llave. Meto la tarjeta allí y suelta un pitido. La ranura se tiñe de rojo y abre la puerta un señor viejo en pijama.
-¿¡Que quieres?!- me grita él. No hablo, me quedo paralizada, no se que decir. Miro a Damon rápidamente y el sube los hombros en señal de no saber nada.
-E-esto, l-lo siento m-mucho, señor- digo como puedo.
-¡¡Que no se vuelva a repetir!!- Abro la boca para decir algo pero me cierra la puerta en la cara. Me quedo mirando la puerta. Escucho las risas de Damon e inmediatamente lo fulmino con la mirada.
-Tendrías que haberte visto la cara- dice entre carcajadas.
-¿¡Por qué me has hecho eso?!- le grito enojada.
-Es la típica broma a los nuevos- dice él aun riendo.
Levanto la mano para darle una bofetada pero cuando lo voy a hacer él me detiene. Me empuja contra la pared y con el otro brazo lo pone al lado de mi cabeza.
-A mi nadie me levanta la mano guapa- dice y noto su aliento caliente en la cara. Lo miro desafiante y el sonríe.-Con esa mirada no lograrás nada- me dice-sólo que te bese, y créeme no te gustará-añade.
-Pues no lo hagas- digo por fin. Le doy un rodillazo en sus partes para que me suelte y me dirijo a mi habitación con las maletas como puedo mientras el gime de dolor.
-Estúpida-dice aun gimiendo.
-Pervertido
-Bueno, al ser primer día podréis hacer lo que queráis - nos dice el profesor- pero tenéis que estar aquí a la hora de cenar- Todos asentimos.
-Harly-la llamo- ¿Harás algo hoy?- le pregunto.
-Descansaré y hablaré con mis amigas- dice ella- Iros vosotros. Yo me quedo aquí- se va a su habitación.
Lucas y yo salimos del hotel y buscamos algún sitio para comer. Tengo hambre. Mucha hambre. Me pongo a pensar en el sueño que tuve. ¿Por qué lo tuve?
-Rebeca- me llama él. Lo miro y continúa.- ¿Te gustan las hamburguesas?-asiento .
Me lleva a un Mac Donald's y nos sentamos en las mesas hasta que una mesera viene a tomarnos el pedido. Aquí, se hace así. Por lo menos no tienes que estar de pie todo el rato. Pedimos lo que comeremos y cuando por fin nos lo traen le pego un bocado.
-Vaya, si que tenias hambre- me dice Lucas, quien me mira con cara de sorpresa.-Nunca pensé que a Blair le gustaran las chicas comilonas-añade y lo fulmino con la mirada.- Está bien, esta bien. Con buen apetito- alzo una ceja. Se ríe y comienzo a reírme yo también.
-¿Sabes que la madre de Blair se ha ido a California?- me pregunta el dándole un mordisco a su hamburguesa. Niego y me como una patata frita.
-Se fué ayer y no volverá hasta mañana-me informa
-¿Y por qué tan poco tiempo? ¿No sería eso desechar el dinero?- pregunto confundida.
-Tienen tanto dinero que no saben en qué gastarlo- me dice él-Es por mero gusto- añade contestando a mi pregunta. Me vibra el móvil en el bolsillo del pantalón y después de limpiarme las manos con una servilleta lo cojo. Un mensaje de María. ¿Cómo no?
María: Bequi ¿Que tal el viaje?
Yo: Muy bien, ¿Que tal todo por ahí?
María: Bien y mal.
Yo: ¿Y eso?
María: Carly....
Yo:¿Que ha hecho ya?
María: No, no, que NO ha hecho.
Yo: ¿?
María: Se sienta en todas las clases con Vanesa y está consiguiendo quitárnosla, en el tiempo libre casi voy sola todo el tiempo y me dejan de lado.
Yo: ¿No le has dicho nada a Vanesa?
María: Dice que ya no está enfadada contigo, pero... No quiere hablar de Carly.
Yo: Tienes que hacer algo.
María: Lo se, pero no se el qué.
Yo: Primero habla con Vanesa otra vez y dile lo que está pasando. Y segundo quitale a Carly de encima como puedas.
María: eso haré, gracias
Yo: De nada.
-¿Ha hablado Blair contigo?- me pregunta Lucas.
-No...- el móvil vibra en mi pantalón otra vez. Veo que es Blair- Ahora sí- añado.
-Hola Blair- Lucas sube y baja las cejas rápidamente.
-Hola preciosa, ¿Que tal por Los Ángeles?
-Bien, muy bien.
-¿No se han pasado contigo los del hotel?- pregunta. ¿Como sabe eso?
-¿Por qué lo preguntas?
-Lucas me dijo que un tal Damon casi te besa sin tu permiso- me dice él y yo fulmino con la mirada a Lucas.
-Es verdad, pero ya lo he arreglado
-No te hizo nada más ¿No?
-No tranquilo. Y además, el no es el único que me besa sin mi consentimiento .
Ríe.
-Sabes que querías
-Sabes que no.
Vuelve a reír.
- Bueno, adiós preciosa , te dejo, que mi madre acaba de llegar.
-¿Pero no volvía mañana?
-Si, pero adelantó su vuelo. No se por qué.
-Vale, adiós.
-Adiós, recuerda decirle a Lucas que te cuide bien.
-Lo haré, adiós-cuelgo.
Cuando terminamos de comer nuestra deseada hamburguesa por fin volvemos al hotel. No es la hora de cenar, pero yo ya quería volver. Cada uno sube a su habitación. Entro y me tumbo en la cama. ¿Qué haría yo sin una cama?
Miro al techo y pienso en mis cosas. ¿Cómo será "California State University"? Tendrá que ser grande. Tengo ganas de verlo. Cierro los ojos un momento y antes de que me de cuenta me duermo.
Alguien llama a la puerta. ¿Quién será? Me levantó a duras penas y la abro.
-¿Qué quieres ahora Damon?- pregunto con un tono borde cruzando los brazos.
-La cena está servida- dice y se va. Cierro la puerta y me arreglo un poco el cabello. ¿Tanto he dormido?
Bajo al comedor y veo a Harly, Lucas, el profesor, la recepcionista, Harvy, Laura, Marta y Damon sentados en una mesa. Me han dejado un asiento libre entre Lucas y Damon.
NO PUEDE SER. Sonrio a todos a modo de saludo y me siento.
-¿Por que están todos ellos también?- le pregunto extrañada a Lucas.
-Al parecer no tienen nada mas que hacer y se han unido a nosotros. Además, el profe les ha invitado- contesta. Esta va a ser una cena muy larga.
Comemos lo que nos han puesto en los platos. Ensalada, cebolla, croquetas pescado, carne y canelones. ¿Raro, no? Hay un silencio incómodo en todo el comedor y parece que nadie se atreve a romperlo. Los cocineros van y vienen satisfaciendo los caprichos de la recepcionista Marisa.
Cada vez viene con mas y mas comida. Ella se come todo lo que le traen y lo bueno es que no engorda.
-Tiene buen apetito- me susurra Lucas .
-Y que lo digas-digo sin apartar la vista de la comida de Marisa. No sé como le cabe tanto. Todos comen menos yo.
-¡Salsa caliente por favor!- grita Marisa. Una cocinera se acerca con una bandeja, tal y como le pidió ella, y viene a paso ligero.
Harly acaba de comer y se levanta. Justo cuando ella pasa al lado de la cocinera, la salsa que lleva se cae encima de mis piernas. ¡Dios, como quema! ¿¡Por qué me odias tanto mundo cruel?!
Inmediatamente me levanto y salgo corriendo hacia mi habitación para evitar que se me caiga una lágrima. El tiempo se me hace eterno, cada segundo, cada minuto parecen diez mil años de vida. La salsa sigue caliente en mis pantalones.
Cuando llego por fin a mi habitación lo único que se me ocurre es ponerme una toalla en la boca, meterme en la bañera- la cual está llena de antes- y dejar que el agua inunde mi cuerpo.
Si, me he tirado a la bañera con ropa.
El agua alivia el quemazón y al tocarlo parece que "el fuego" que siento allí se aviva. Ahogo un grito con la toalla en la boca y por fin dejo correr unas pocas lágrimas por mi mejilla.
Me las seco rápidamente y dejo que el agua me alivie.
-Veo que te has tirado a la bañera para salvar a un pato de goma- abro los ojos de golpe- Wow y con ropa-añade. Lo miro. ¡¡Damon!!
-¿¡Que haces aquí?!- grito y me siento en la bañera.
-Chica tranquila, ni que estuvieras desnuda- me dice el y yo entorno los ojos.
-¿Te vas a ir ya?
-¿Vas a salir en toalla a sacar tu ropa?- me pregunta mirándome a los ojos-Te la traigo- dice y se marcha sin dejarme tiempo a replicar.
-¡¡Damon!! No- grito. No obtengo respuesta- ¡¡Como te atrevas a tocar mi ropa no vives!!- le vuelvo a gritar pero sigo sin obtener respuesta. Salgo de la bañera empapada con el pelo goteando.
-Damon no toques mi ropa que si no... ¿Damon?
No hay nadie en la habitación. Abro el armario y Damon esta allí. Grito ante el susto. Me resbalo con el agua del suelo y caigo a él con Damon encima.
-Menudos reflejos, agarrarte de mi para no caerte sola- me dice el aún encima de mi.
-Lo hice para no caerme y no me has servido de mucho-digo- y ahora si no te importa ¡Quítate!- añado empujándolo a un lado.
-Si pides perdón- condiciona.
-No estoy para tus juegos. Además ¿Perdón por qué?- digo intentando quitarmelo de encima.
-Por lo de antes- exploto a carcajadas.
-Tenias que haberte visto la cara- sigo riendo y creo que Damon se ha quedado atónito.
-Hasta que no me pidas perdón te seguiré aplastando-dice e inmediatamente paro de reír.
-Como no te quites te quedaras sin ser padre el resto de tu vida, y créeme no es muy bonito
-Vale, vale, agresiva-se levanta inmediatamente. Agarro la ropa que me pondré después y me doy una ducha rápida. Obligué a Damon a irse y cerré la puerta.
Cuando acabo de ducharme me seco con la toalla en el baño, me visto y comienzo a peinarme el cabello.
-Tienes el pelo muy largo-escucho una voz proveniente de mi derecha.
-¿¡Que haces aún aquí?!- le grito a Damon y le tiro todo lo encuentro a mano. Un peine, un espejo pequeño, un secador...
-Auch- se queja él cuando el secador le da de lleno en la boca y cierra la puerta tras de si. ¿Como ha podido entrar en mi habitación otra vez? Ah, claro, me he dejado la tarjeta afuera.
Se lo merece. Acabo de vestirme y salgo del baño.
-¿Qué haces?-le pregunto al verlo sentado en MI cama con MIS toallas húmedas y mirándose en MI espejo.
-¿Tu que crees?- pongo una cara de confusión y el se quita la toalla húmeda de los labios. Oh dios. ¿Le he reventado el labio?- Por tu culpa. Le sangra mucho para que le haya dado un secador en el labio.
-Oh, dios, lo siento, no creí que fuera para tanto- digo acercándome a él y tomándole la toalla húmeda para ayudar a limpiarse.
-Suerte que no ha manchado mi camisa- me dice- si no la tenías que pagar. Sigo limpiándole el labio y el me mira fijamente a los ojos.
-¿Qué?- digo deteniéndome para miralo.
-Nada- dice y aparta la vista. Madre mía, no le he hecho esto ni a Blair y eso que él es enervoso a más no poder. Parece profundo...
-Oye Blair, lo siento
-¿Blair?-pregunta el.- ¿Quien es Blair?
- Damon, perdón-digo intentando arreglar todo, pero creo que lo estoy estropeando.
-¿Quien es Blair?- vuelve a repetir él.
-Es...-Damon junta nuestros labios. ¡Me está besando! Estúpido. Siento el sabor metálico de la sangre de Damon en mi boca. Lo empujo pero el me apega mas hacia él cogiéndome de la nuca y haciendo presión. Sigo empujándolo pero no puedo, me hecho para atrás pero no sirve de nada.
-Veo que no pierdes el tiempo ¿Eh Damon?-pregunta alguien desde la puerta. Me separo rápidamente de el y le doy una bofetada- Que agresiva ¿No?-añade ¿Laura? ¿Qué hace ella aquí?
-Ya ves- contesta Damon.
-Vamos tío, ya es la quinta
Miro rápidamente a Damon y lo fulmino con la mirada.
Le tiro la toalla húmeda con sangre a la cara y me marcho de allí dándole la espalda a Laura. Llego abajo y aun siguen todos en la mesa.
-Pensé que habías muerto- me dice Lucas.
-Que gracioso- le digo y me siento en mi sitio.
-¿Y Damon?- pregunta Marisa amablemente.
-Sangrandole el labio- le informo y Lucas me da un codazo.
-¿De verdad?- me susurra. Asiento
-Luego te cuento-le digo y me dispongo a comer. Veo que Harly no está. ¿Lo hizo a propósito? Estúpida.
-Cuando te fuiste Harly se empezó a reír de tu reacción- me informa Lucas.
Harly, esto es la guerra.Te diré lo mismo que a Blair. ¿Quieres jugar? Pues juguemos.
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