Terminaba de arreglarse, Souya lo miraba, Nahoya llevaba el cabello listo y algo de maquillaje, la ropa que llevaba en definitiva era nueva y no lo que solía utilizar cuando salía con cualquiera de sus amigos. Nahoya miró a su gemelo, Souya negó dándole un saco y las llaves de su hogar, bajo con él para darle un par de indicaciones como si fuera su madre quien lo hiciera, el sonido del timbre interrumpió el intento del de cabello azul por apretar las mejillas de su hermano.

Al abrir Ran hacía exactamente lo mismo con Rindou, los hermanos evitaron reír, cuando Nahoya salió apretó la mejilla de Rindou ganándose una queja del rubio que respondió enseñando la lengua.

Ran negó llevando a Nahoya hasta la motocicleta dándole las llaves y el casco, al pelinaranja le brillaron los ojos, los dos se tomaron su tiempo, Ran rodeaba la cintura del contrario mientras Nahoya encendía y aceleraba poco a poco.

El aire frío los hizo suspirar, Ran se apegó más al omega sintiendo su dulce aroma, Nahoya evito pelear para seguir atento al camino.

Habían llegado hasta un enorme club en Roppongi por insistencia de Ran, para ser específicos el mismo donde se habían conocido. Nahoya fue llevado hasta la pista de baile, miró con duda al alfa quien le sonreía, bailaron un poco hasta que un mesero le informo a Ran que su mesa estaba lista, tomando de la mano al omega lo llevo a una sala privada donde lo primero que vio Nahoya fue una mesa con dulces y comida.

Ambos sonrieron para comenzar a comer entre pequeñas sonrisas por parte de Nahoya y coqueteos simples por parte de Ran.

Los tragos se hicieron presentes, Nahoya evitaba beber demás al pensar que haría si Ran se pasaba de copas, el alfa parecía disfrutar de los cócteles que les habían sido dejados. Cuando la hora del cierre se acercaba Nahoya pudo ver que Ran se encontraba sonrojado y algo mareado, negando lo tomo de la mano recibiendo quejas que ignoro, a tropezones ambos salieron del lugar, el pelinaranja se las ingenió para llamar un taxi teniendo que aguantar al alfa que se restregaba contra él entre ronroneos bajitos e intentos de besos en la mejilla.

Subir al alfa al taxi había sido completamente difícil, Ran lo había arrastrado con él para abrazarlo y dormir durante el viaje al llegar al departamento Ran iba más dormido que despierto.

Cuando estaba por irse el alfa lo detuvo, Nahoya esperaba alguna acción incorrecta por parte de Ran para quejarse después, lo que recibió a cambio fue una sonrisa acompañada de unos ojos tristes que lo miraban atentamente. De manera torpe el alfa rompió el silencio en el que habían quedado.

— Rin Rin, quiero decirle tantas cosas a Nahoya, hablar sin tonterías y decirle... Sabes, puedes no quererme, no mirarme con esos ojitos preciosos que me encantan, te puede gustar alguien más y está bien Nahoya, yo lo respeto y sabes por qué ... Porque quiero que seas feliz aunque no sea conmigo, Rin Rin, Nahoya me gusta mucho, pero yo a él no, ¿es porque soy poco para él?— Nahoya acaricio la mejilla del alfa sin decir nada, lo arropó esperando a que el sueño le ganara, cuando se aseguró de que Ran dormía cual bebé no dudo en salir corriendo con el corazón acelerado y soltando feromonas.