Taehyung soltó un ronco quejido cuando los brazos de Hoseok lo alzaron; enrolló sus piernas en las caderas del mayor y aferró sus brazos a la camisa para evitar caer.

Hoseok volvió a besar los dulces labios de Taehyung mientras abría la puerta del almacén. Agradecía que Seulgi se había fugado con sus amigos para salir y lo dejara solo en la cafetería.

Bajó al menor para cerrar con seguro la puerta, no quería ningún tipo de interrupciones en esos momentos.

Hoseok volvió a acercarse con rapidez al menor para bajarle lentamente los cómodos pantalones que traía puestos.
Soltó un gruñido cuando el menor estuvo expuesto con su palpitante polla rogando por atención.
Rodeó con sus dedos el pedazo de carne y llevó la otra mano al redonod y bonito trasero del castaño.

Taehyung soltó un gemido grave y dejó caer su cabeza sobre el hombro del más bajo dejandose llevar por las caricias que su miembro estaba recibiendo y los dedo largos que tanteaban su entrada la cual seguía un poco dilatada y húmeda por su previa sesión privada en su hogar.

—Demonios...estás húmedo de aquí— dijo Hoseok con voz grave cuando se decidió por adentrar el primer dedo—¿Te estuviste masturbando?

Taehyung soltó un pequeño chillido el cual Hoseok tomo como una afirmación.

Metió el segundo dedo y comenzó a escarbar en el caliente canal en busca del punto del castaño.
Soltó una sonrisa de satisfacción cuando lo pudo encontrar. Taehyung soltó un gemido y apretó su interior alrededor de los dedos del mayor.

—Eres tan caliente— dijo Hoseok mirando todas las reacciones del cuerpo de Taehyung— Saca mi polla.

Taehyung alzó la mirada con ojos vidriosos para ver al pelinegro mientras llevaba sus manos al bulto cubierto por los jeans azules de Hoseok.
Con dedos tembloros comenzó a desabrochar y sacó la dura polla, se relamió los labios al ver la cabeza rojiza un poco húmeda.

Hoseok metió el tercer dedo de golpe haciendo que Taehyung se sobresaltara y apretada la dura erección.
El mayor soltó un gruñido y aumentó el ritmo de las embestidas de su dedos.

Taehyung apretó más el agarre en los hombros del pelinegro y empezó a masturbar el caliente miembro de Hoseok.

Las uñas de Taehyung se aferraron ahora al cuello de Hoseok para acercar sus labios a los de él.
Ambos se besaron con hambre e intensidad, los dientes chocaban y las lenguas se juntaban creando un obseno sonido.

El castaño no pudo aguantar por mucho tiempo, se corrió de la manera más intensa, como nunca lo había hecho (Ni siquiera con Yoongi).

Hoseok gimió deleitandose con la sensación de las suaves paredes de Taehyung apretando sus dedos; no pudo evitar imaginarse como se sentiría su polla dentro de ese agujero caliente y apretado. Se corrió al sentir como el menor volvía a apretar su miembro y al mismo tiempo temblaba por su reciente orgasmo.

Ambos se quedaron en la misma posición durante un par de minutos regulando su respiración.

—Creo que te manche— habló Taehyung con voz ronca mirando la playera de Hoseok con un poco de su semen.

—Bueno, entonces estamos a mano— respondió el mayor señalando la playera del castaño que estaba igual de manchada.

Los dos rieron un poco mirandose a los ojos.

—Tengo que irme— susurró Taehyung subiendo sus pantalones.

—Y yo tengo que limpiar— dijo Hoseok acomodándose su pantalón y limpiadose un poco con una toalla de papel que estaba en el almacén.— Ten— le pasó otra toalla de papel.

—Gracias— murmuró apenado el menor.— Por todo.

—¿Por todo?— preguntó confundido Hoseok.

— Por ayudarme con tus dedos— dijo con vergüenza.

Hoseok no pudó evitar reír un poco antes de acercarse al menor y tomar su mentón.

—No me agradezcas Tae, búscame siempre que quieras— dijo roncamente y besó lentamente sus labios.— Dame tu número— Hoseok sacó su teléfono y se lo dió a Taehyung.

El castaño lo tomó tembloroso y anotó su teléfono. Se lo pasó al mayor y este lo tomó para llamar al número y colgar.

—Ya tienes el mío.

Taehyung asintió.

—Me tengo que ir.

Hoseok lo acompañó hasta la salida de la cafetería y ambos se despidieron.

En el camino a su casa, Taehyung intentaba sentir remordimiento, lo estaba buscando en lo más profundo de su ser; sin embargo no lo pudo encontrar, solamente había una increíble sensación de placer al recordar su caliente encuentro con Hoseok.

—Ya es tarde— dijo Jimin mirando como Yoongi se paraba de su cama— Deberías de quedarte.

Yoongi simplemente lo miró y soltó una risa.

—Tengo que llegar a casa con Taehyung— dijo agarrando su camisa del suelo.

—Pero es peligroso. Anda, quédate— Jimin pusó ojos de cachorro.

Yoongi se pusó su camisa y se sentó a un lado de su mejor amigo.

—No me pongas esa cara— reclamó Yoongi.— Tae se va a preocupar si no llego.

—Y yo me voy a preocupar si te vas solo a la una de la mañana.

Yoongi lo miró mal.

—Me iré— contestó el más pálido.

—Por favor— Jimin volvió a hacer su mirada y tomó la mano del mayor.

Min soltó un suspiro cansado y se acostó a un lado del otro.

—De acuerdo, pero me iré muy temprano— Yoongi dijo tapandose con la manta de Jimin.

Jimin simplemente asintió con una gran sonrisa en su rostro antes de aferrarse como un koala a su hyung.

Yoongi intentó alejarse, pero la sensación cálida de su pecho y las mariposas en su estómago no lo dejaron.

Se suponía que debería de sentir ese tipo de cosas cosas con Taehyung, su novio con el que se había sentido así desde que se conocieron. Pero...¿por qué ahora era Jimin quien lo hacía sentir las ya conocidas mariposas en su estómago? Su mejor amigo, no debería por que sentirse así con él, simplemente era algo carnal lo que hacían.

Miró a Jimin y la sensación en su pecho se hizo más intensa. El menor ya se había quedado dormido y tenía una tierna expresión en su rostro.

Yoongi sonrió un poco y cerró sus ojos decidido a dormir y a olvidar todo lo que lo estaba confundiendo.