05
—Mi rey hay orcos en los límites del reino.— informa HoSeok preocupado.
SeokJin al escucharlo deja los mapas del reino humano que tiene sobre su escritorio y se gira a verlo con los ojos bien abiertos, se supone que esa especie no debería estar cercas de ellos o más bien nunca lo habían estado.
En este momento se encontraba con TaeHyung formando una estrategia para entrar al mercado negro y buscar a JiMin, pues gracias a la pequeña hadita que logro volver al reino supieron que fue capturado y no tenían tiempo para lidiar con otros asuntos, primero era su hermano.
—Diles que se retiren, por favor.— pide SeokJin acariciando sus sienes y volviendo su mirada a los mapas, los orcos no eran una amenaza.
El rey hada, muy a diferencia de otros, sabía más a profundidad sobre los orcos, ya que varias veces se había encontrado con el viejo rey orco Min durante las reuniones interespecie que se hacían muchos años atrás. Sus padres eran parte de la OM (organización mágica) y el viejo orco también, recuerda que eran buenos amigos, aunque él apenas era un niño.
Después, sus padres fallecieron en la guerra contra los hombres y las reuniones, donde todas las especies mágicas se ayudaban entre sí para sobrevivir a los ataques de los humanos, también desaparecieron.
SeokJin luego de un tiempo se enteró por rumores que el viejo rey orco pereció a manos de los humanos y no sabía nada del actual líder de la especie, se suponía que debía ser alguno de sus tantos hijos, solo eso. Sin embargo, no tenía tiempo para ir en busca de viejas alianzas, la organización mágica ya no existía y las especies se cuidaban individualmente desde que se disolvió.
—Ellos dicen traer información sobre nuestro príncipe.— agrega molesto, no le agradaban esas bestias por lo violentas que eran, pero hasta él sabía que si hablaban de JiMin en este momento es porque era importante.
SeokJin no respondió, dejó todo y salió volando velozmente hacia la frontera de sus tierras y a medida que se aproximaba podía ver a los orcos. Se detuvo justo delante de ellos, los miró de hito en hito, uno era de piel verde y cabello rosa, el otro de piel grisácea y cabello castaño.
—¿Qué saben sobre mi hermano? — pregunta sin tapujos, cruzó sus brazos sobre su pecho y mantuvo el rostro neutro, debía mantenerse firme.
—Hola, rey hada, soy NamJoon y venimos del reino orco que está al sur de aquí, mi hermano, el rey YoonGi, nos ha enviado con un mensaje para usted.— dijo educadamente el orco mayor y fue tan fluido que SeokJin se asombró —Su hermano está con él, lo encontramos en una de las carretas humanas que transportan criaturas mágicas para el mercado.— informa sonriéndole y mostrándole sus hoyuelos sobre sus enormes colmillos.
SeokJin se queda un poco ido en su rostro, un leve sonrojo apareció en sus mejillas y bufo por su reacción. Su hermano estaba bien, fue salvado y ahora se encontraba con los orcos, ya no tendría por qué estar preocupado.
—Yo soy JungKook y quiero decirles que están invitados a la boda, pues su príncipe ha sido tomado como la pareja de nuestro hermano.— agrega el orco menor con diversión, mirando a las hadas que llegaron tras el rey.
—¡¿QUEEE?!
...
Dos semanas habían pasado, en ese tiempo SeokJin aceptó la propuesta de NamJoon para rehacer la organización mágica. Ambos se llevaban bien y apoyaban mutuamente el ideal de acabar con todo el conflicto humano.
HoSeok, TaeHyung y JungKook se volvieron muy amigos, más que nada porque el joven orco les enseñaba sobre defensa y ataque, aunque era obvio que también había algo más en ese trío que solo simples prácticas.
JiMin y YoonGi para este momento se encontraban en distintas habitaciones, arreglándose para llevar a cabo su boda, a la cual todas las especies fueron invitadas. Su relación había avanzado de maravilla luego de su primer encuentro y es que ciertamente parecían hechos el uno para el otro, eso y que sus personalidades se acoplaban perfectamente.
YoonGi siendo un dominante, egocéntrico y posesivo, pero amable y cálido.
JiMin siendo un testarudo, pasivo y sumiso, pero indomable y suave.
Sin lugar a dudas eran la mejor combinación y para todos los que podían verlos les quedaba claro por qué, aunque discutieran la mayor parte del tiempo terminaban besándose y encerrándose en una habitación. Si, bueno, JiMin se había hecho un poquito adicto a YoonGi, aunque eso era algo mutuo, ya que el rey orco tampoco podía mantenerse lejos de él.
Volviendo al presente, JiMin estaba ansioso, su hermano SeokJin estaba a sus espaldas arreglándole el cabello con adornos florales y sus amigos TaeHyung y HoSeok los miraban atentamente mientras esperaban.
—Aún puedes echarte para atrás.— comienza a decir el rey hada —Si me dices que te está obligando soy capaz de t-.
JiMin le interrumpió —SeokJin.— le llama entre risas —Está bien, estoy bien y esto es lo que quiero, sé que parece raro porque es demasiado pronto y nunca he aceptado algo serio con alguien más. Pero es real, me gusta YoonGi, adoro lo que tenemos y no me está forzando a nada. Desde el inicio yo acepté, bueno le correspondí y luego me convenció, pero el punto es que terminamos juntos por decisión mutua.— aclara con firmeza.
TaeHyung y HoSeok sonrieron por las palabras de su príncipe, pues jamás lo habían visto tan enamorado. En el reino de las hadas era bien sabido que JiMin era coqueto y tenía muchos encuentros, nada serio. Saber que ahora el chiquillo indomable había encontrado a alguien que lo atara y lo tuviera así de tonto les parecía extremadamente dulce y tierno, pero no a SeokJin.
El rey hada no comprendía como su hermanito se había enamorado de un orco, menos con la actitud tan irritante de YoonGi. Bueno, lo entendería si hubiese caído por alguien mejor, más respetuoso y amable como NamJoon.
—Está bien, confiaré en ti JiMin, pero repítele a ese orco cabeza hueca que si te trata mal, encontraré la manera de asesinarlo.— advirtió con desdén.
JiMin se burló de las palabras de su hermano mayor, lo miró a través del espejo y presenció justo el instante en el que se limpiaba unas lágrimas traicioneras, SeokJin estaba eufórico al verlo tan hermoso para la boda.
—E-estás listo.— balbuceó el rey hada, apenado por ser descubierto.
—No necesitas hacerte el fuerte frente a mí, hermanito.— aseguró JiMin, poniéndose de pie para abrazarlo, pues sabía que SeokJin siempre evitaba mostrar sus emociones y sentimientos para mantener el porte de un rey.
HoSeok y TaeHyung se unieron a ellos, los cuatro frente a frente viéndose con emoción y alegría. Este era un día muy especial para cada uno.
—Vamos, tengo que entregarte.— dijo repentinamente SeokJin, alejándose para mirarlo de pies a cabeza y tomarlo por el antebrazo —Estás hermoso, pero eso es algo obvio porque es de familia.
JiMin asintió —Claro, también porque me arreglaste.— aseguró alegremente, giró el rostro para ver a sus amigos —Nos vemos afuera.
Fue así como SeokJin salió con JiMin de la habitación y se encaminaron hacia el altar que YoonGi había pedido a su gente que arreglaran, obvio que con ayuda de las hadas porque no tenían muchas flores en su reino. Todas las especies se encontraban sentadas en troncos, platicando amenamente hasta que la marcha nupcial sonó y la atención rápidamente fue hacia las hadas que iban entrando.
YoonGi estaba congelado en su sitio, no podía apartar sus ojos de JiMin, su pequeña cosita se veía hermoso con su maquillaje y vestido de novia. Se mordió el labio inferior e intento no llorar, joder, era realmente afortunado.
JiMin a la distancia, con cada paso se sentía más emocionado, YoonGi se veía muy guapo con el traje de novio que lo obligó a usar y podía distinguir que tenía los ojos vidriosos, eso lo hizo sonreír extensamente enternecido.
SeokJin bufó al ver que estaban en su mundo, se paró junto a YoonGi y lo miró con odio puro, soltó a su hermanito y se lo entregó. El rey orco le sonrió a medias, estaba muy consciente de que su cuñado no lo apreciaba demasiado y le gustaba sacarlo de sus casillas, así que hizo algo inesperado.
—Yoon.— jadeo JiMin al ser rodeado por la cintura y cargado sin aviso.
—Es para que estés a mi altura, pequeña cosita.— aseguró YoonGi inocentemente, aunque igual le sonó irónico a SeokJin, que pudo ver cómo le metía un dedo traviesamente bajo el vestido antes de irse a sentar.
—Estamos aquí reunidos para presenciar el acto de amor más puro entre las criaturas mágicas.— comenzó a decir la dríada Hwasa, quien llevaría a cabo la ceremonia —El rey orco Min YoonGi y el príncipe hada Park JiMin, hoy enlazan sus destinos con el hilo rojo de su amor. Pueden iniciar.
YoonGi mira a JiMin con dulzura y admiración, su pequeña cosita se aleja de su lado y se mantiene frente a él volando, sus alitas soltando polvillo.
—Yo, Park JiMin, desde lo más profundo de mi ser, acepto a Min YoonGi como mi rey, como mi pareja y mi todo.— tras esas palabras JiMin estira su pequeña mano hacia el orco y la magia de su interior fluye en un hilo rojo.
Todas las especies empiezan a asombrarse, raramente en las bodas de especies se lograba tal cosa, a menos que realmente fuesen destinados.
—Yo, Min YoonGi, desde lo más profundo de mi ser, acepto a Park JiMin como mi rey, como mi pareja y mi todo.— repite las palabras y acciones, estira su gran mano hacia el hada y el hilo rojo mágico también aparece.
La dríada sonríe en grande cuando el enlace comienza a realizarse, el hilo se une, gira algunas veces y forma un lazo que desaparece en segundos.
—Pueden besarse.— concede.
YoonGi no tiene que pensarlo dos veces, atrae al hada hacia él y lo mira fijamente a los ojos unos segundos antes de fundirse en un beso que transmite todos sus sentimientos. JiMin le corresponde, le toma por las mejillas, sus labios se mueven al compás y solo se separa luego de unos instantes, dejándole una pequeña lamida traviesa en los finos belfos.
—Te amo.— confiesa YoonGi suspirando y sonriendo extensamente.
—Te amo.— corresponde JiMin al orco, rozando su naricita contra la suya.
La ceremonia termina y comienza la celebración, duendes, unicornios y algunos orcos tocan instrumentos para ambientar. Todas las especies bailan, ríen, comen y beben en honor a los recién casados.
SeokJin y NamJoon permanecen platicando en la gran mesa, comiendo y bebiendo. Mientras tanto, JungKook, TaeHyung y HoSeok bailan entre los tres.
YoonGi y JiMin están en el centro de todo, sentados en tronos de enredaderas y flores, mirando lo que su amor ha logrado traer: la paz.
—¡Es hora de lanzar el ramo! — grita la dríada.
Rápidamente se forma un montón de gente, entre ellos TaeHyung y HoSeok, SeokJin se ha quedado sentado mirando desde su lugar. JiMin se pone de pie y revolotea entre la multitud, se detiene en medio y gira diez veces antes de lanzarlo mientras mantiene sus ojos cerrados.
—¡Cuñado! — grita YoonGi divertido al ver que el ramo va y da directamente al rostro de SeokJin, NamJoon se lo retira con sutileza.
—¡Es todo, NamJoon! — agrega JungKook eufórico.
Es entonces cuando JiMin se percata de donde ha caído el ramo y mira a su hermano hecho una cerecita, rojo por la vergüenza. HoSeok y TaeHyung festejan con aplausos y empiezan a hacer bulla que las demás especies repiten "beso, beso" para que SeokJin y NamJoon se animen a hacerlo.
El rey hada está reacio y el orco solo sonríe al verlo tan tímido, pero eso cambia cuando JiMin y YoonGi con solo miradas se ponen de acuerdo para ir cada uno por su lado a empujarlos, así es como logran que se besen.
JiMin vuela rápido con YoonGi y los miran a unos pasos, sus hermanos se besan unos segundos, nada exuberante, pero ya estaban tardando. Luego ven como JungKook camina hacia TaeHyung y HoSeok para abrazarlos, ambas hadas le besan las mejillas, uno de cada lado.
—Creo que la familia será más grande.— comenta YoonGi.
JiMin asiente —Sí, lo será...— afirma, mirando a su pequeño vientre plano y de reojo a la dríada, quien a escondidas le ha dado una poción muy especial.
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