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✤Amnesia, he suffers from amnesia✤²

Wong Yukhei un alfa tierno, justo, amable pero fuerte y rudo cuando se lo propone o cuando algún omega se encontrara en peligro.

Sus papás les enseñaron desde muy pequeño que, un alfa digno es aquel que protege y respeta a todos los omegas, betas y alfas; en general a todas las personas, pero por sobre todo a los omegas, ya que estos daban la vida y se ocupaban de mantener en su vientre a los cachorros durante seis o más meses.

Por eso en cuanto sintió que su lobo era llamado comenzó a correr en cualquier dirección en cuanto su instinto animal lo guiara. En el camino dio pase a su lobo, quien lo llevo a un callejón, donde encontró a un omega a la merced de un alfa quién parecía querer hacerle daño, olfateo el lugar y como lo sospechaba... El omega parecía estar en celo y tal parece que se le había adelantado o quizás atrasado, no importaba, pero lo que si era de total y suma importancia era defender a aquel joven que parecía ser un pequeño osito asustado.

—Deja al omega en paz —habló totalmente firme.

— ¿Por qué dejaría a un omega que sólo quiere pasar una buena noche? —Yukhei no se reprimió en gruñir.

—Él es mi omega —se atrevió a decir— Largo —claro, su voz de mando no tenía poder sobre los alfas, pero aún así servía para ahuyentarlos.

Caminó a paso firme hacia el omega, tomó de su brazo firmemente y lo abrazó, mientras que suave y cuidadosamente restregaba un poco su cuerpo para que su aroma quedara impregnado en el cuerpo contrario.

Al inicio el omega se puso tenso, pensando que el alfa se iba a aprovechar de él, pero no fue así y sintió más confianza en aquel chico alto. El otro alfa solo se fue molesto.

— ¿Estás bien?

—Si... gracias.

—No hay de que —el lobo de Yukhei aulló de felicidad al ver una sutil sonrisa en el rostro de aquel chico que era sumamente pequeño, parecía que se rompería y lo quería meter en una caja de cristal para que no se rompa. Aunque así como se encontraba feliz, también se encontraba desesperado pues, el muchacho estaba en celo y eso no ayudaba a su parte animal— Tienes que ir a casa, llama a alguien —dijo el alfa mientras se alejaba un poco del chico.

—Claro...

El omega llamó a su padre, quien luego de diez minutos llegó al lugar, al observar a un alfa como a diez metros gruñó pero enseguida su hijo lo detuvo y le dijo que no debía atacarlo. Ambos lobos aullaron de tristeza en cuanto fueron separados, pero no contaban con que los planes de la luna eran así.

Una semana después ambos se habían reencontrado en una biblioteca donde se conocieron mejor y supieron el nombre del otro. Kim JungWoo...

Era el nombre más hermoso que había escuchado. Durante los siguientes días, semanas y meses ambos jóvenes se veían en la biblioteca compartiendo su día a día.

Después de haber pasado casi un año, el alfa decidió cortejar al menor, pero sólo de la manera romántica, pues aún quería esperar una ocasión especial para que puedan realizar más cosas como pareja. Yukhei ya conocía al padre del menor y ya era conocedor sobre la muerte de la madre del omega. JungWoo no se quedaba atrás y se sentía más que a gusto con los padres del alfa, eran unas personas maravillosas y muy cálidas, sobre todo la madre, In-na era una omega muy cariñosa y carismática. Aunque al inicio parecía tener una mirada muy juzgadora y parecía ser la típica suegra que no acepta cualquier persona para su hijo y lo trata de la peor manera posible, más grande fue su sorpresa al conocerla por completo.

Dos años después JungWoo quedó en estado, ambos aún eran demasiado jóvenes, uno con 18 y el otro con 20, pero el apoyo de ambas familias los hizo sentirse más fuertes, por lo que siguieron adelante. Seis meses después nació un sano y hermoso bebé a quien llamaron WooBin. Yukhei lloró al cargarlo por primera vez, parecía tan frágil que temía romperlo, se veía muy pequeño entre sus brazos.

Pasó un año entero, su bebé ya cumplía su primer año de haber nacido. Yukhei tenía trabajo, pero quedaron en verse un restaurante cerca de la oficina del pelinegro. El mayor organizó todo en aquel lugar, desde el pequeño pastel de chocolate, hasta la deliciosa comida que consumirían.

Estaba nervioso ¿Por qué? Por que no solo su pequeño cumplía años, sino que también los dos jóvenes cumplían cuatro años de ser pareja, esperaba que todo quedara perfecto para los dos más grandes amores de su vida. Sus labios formaron una gran sonrisa, se podría decir que su rostro se iluminó, JungWoo y su pequeño niño se encontraban al otro lado de la calle. El pequeño lobito agitaba su manito con una sonrisita traviesa, mientras sujetaba con su otra la manita de su papi.

El semáforo cambió de color, indicando que los peatones debían pasar. Todo pasó tan rápido, prácticamente fue en un abrir y cerrar de ojos, ni siquiera tuvo tiempo de respirar, cuando padre e hijo fueron impactados por un taxi, provocando que sus cuerpos giren hasta un metro lejos.

Algunos rodearon el cuerpo del adulto, otros fueron a ayudar al pequeño y los demás trataban de detener al culpable de aquel trágico accidente. Para cuando Yukhei reaccionó ya estaba en una de las ambulancias sosteniendo la mano de su esposo e hijo, mientras lloraba hasta morir. No podía perderlos, claro que no, prácticamente este era un comienzo. Esto no estaba pasando todo era una pesadilla, una fea y horrible pesadilla que sólo lo angustiaba más, pero...

¿Por qué se sentía tan real? Claro... Era todo real, esto estaba pasando.

Llegaron al hospital y su paso a la sala de operaciones quedo prohibida. Llamó a sus padres, quienes llegaron enseguida. In-na abrazó a su hijo, lloró con él ¿Y qué madre no haría lo mismo? Uno de los dos más grandes amores de su vida estaba sufriendo, su nieto y yerno estaban siendo atendidos de urgencia y su Yukhei sufría.

Dong-Wook se acercó a una de las enfermeras y firmó los papeles que le entrego, hizo el pago y luego se acerco a su esposa e hijo, brindándoles un reconfortante abrazo a ambos, les permitió llorar bajo sus brazos, desplomarse, derrumbarse y si hubiese sido posible, los hubiera dejado dormir, después de haber derramado tantas lágrimas.

Habían pasado dos horas que, fueron muy tortuosas para el pelinegro quien nunca dejo de llorar, mientras se aferraba al brazo de su madre tal cual niño pequeño a quien estén a punto de inyectarle alguna medicina. No había ninguna noticia hasta esos momentos y el sentimiento de perdida y soledad se hacían cada vez más grandes en su pecho.

Su lobo aulló de tristeza y cayó de rodillas al piso.

Gritó de dolor, llamando la atención de todos allí, golpeaba fuertemente a puño cerrado las baldosas blancas, se halo los pelos tan fuerte que parecía que se los arrancaría de una buena vez. Su madre sintió el dolor de Yukhei y con el cuerpo tembloroso se acercó y lo abrazó con más fuerza que antes. Dong-Wook agachó la mirada y una silenciosa lágrima descendió por su rostro.

— ¿Familiares del señor Wong JungWoo?

—Y-yo soy su esposo...

—Lo sentimos mucho... Su esposo no resistió más tiempo y —no terminó de hablar cuando Yukhei lo tomó del cuello de la camisa y lo miró con rabia y dolor.

—Yukhei no hagas tonterías hijo —habló su padre, quien suavemente separó a su hijo del doctor— Tranquilo.

—Era su responsabilidad salvarlo papá —una vez más quebró en llanto, pero esta vez siendo abrazado por su padre.

— ¿Cómo está mi nieto? —preguntó In-na en un susurro y con la voz quebrada.

—Su nieto esta bien, él no fue más impactado... Al parecer el cuerpo de su padre impidió que el menor salga más lastimado. Lamento mucho su perdida, hicimos todo lo posible...

—No se preocupe... —un sollozo se escuchó y la mujer cerró los ojos con fuerza, claro que era de preocuparse, ella amaba mucho a su yerno, JungWoo significaba mucho para In-na, cuando Yukhei y Dong-Wook no estaban en casa, ambos se la pasaban platicando amenamente toda la tarde, cocinaban juntos, hacían compras juntos, se podría decir que eran como madre e hijo, no sólo le estaban arrebatando a su hijo una persona especial, también a ella— ¿Pu-puedo ver a mi niño?

—Sí —susurró el doctor.

—Gracias... —el beta guió a la mujer hasta una de las habitaciones. In-na derramó más lágrimas al ver el estado de su pequeño, le dolía verlo en una camilla y con todos esos aparatos alrededor de su cuerpecito frágil, su rostro daba a entender que se encontraba en paz, una sutil sonrisa formaban sus labios. La mayor se desplomó en el piso y lloró como una niña pequeña.

¿Por qué a ellos? ¿Por qué? Nunca habían hecho algo malo, jamás lo hicieron, siempre fueron buenas personas, humildes y sencillos. La vida era difícil de entender ¿Por qué a las personas malas le suceden cosas buenas? Jamás comprendería el sistema del destino, pero ella no era nadie para cuestionar a la diosa luna, las cosas pasan por algo, tal vez en algún futuro serán recompensados.

🐶🐶

19/10/xxxx

Todos estaban reunidos y vestían de negro, hoy velaban el cuerpo de JungWoo. El pequeño Woobin aún no se recupera del todo, por ende In-na se ofreció a cuidarlo, Dong-Wook sabía que su esposa no estaba lista para despedir a su yerno, aún no y lo comprendía, nadie estaba listo para tan grande perdida. Amigos, familiares y conocidos miraban con tristeza al alfa que los recibía con una apagada sonrisa, les dolía mucho ver a un chico tan carismático como él en ese estado de pena profunda.

—Yukhei —habló su amigo acercándose y brindándole un cálido abrazo— Lo lamento mucho...

—Gracias SooBin ... ¿Cómo está tu pareja?

—Devastado —suspira— Hyuka simplemente no pudo venir... JungWoo era su mejor amigo y joder si que se puso mal... Sólo espero que la ley haga justicia.

—Claro...

—Yukhei —un omega se acercó a él y lo abrazo— Lo siento tanto en serio.

—Tranquilo Beom —su alfa llegó y lo abrazó— Nos iremos ahora... DongMyeon y DongJu no pueden estar mucho tiempo con sus abuelos... Peor aún cuando ellos también se encuentran mal, me pidieron que me disculpe e su nombre, son tus suegros pese a todo...

—Está bien YeonJun, no te preocupes, tengan un buen viaje y dile a tus padres que lo siento mucho, si hubiera podido yo...

—Hey, sabemos cuánto amaste a mi hermano, no dudamos de que si podías, lo hubieses salvado, pero... Solo ocurrió, es algo que tú, ni nadie lo imaginaba.

—Si necesitas algo, no dudes en contactarnos —dijo BeomGyu dándole un apretón en el hombro.

Así, poco a poco la gente fue despidiéndose dando palabras de aliento al joven padre. Hasta que se quedó completamente solo. Decidió ir a su departamento.

Cuando llegó a su destino, caminó directamente a su habitación y tomó la sábana favorita de su menor, la olfateo y aún se encontraba impregnado el aroma del omega, volvió a llorar, parecía que sus lágrimas nunca llegarían a cesar, jamás pensó pasar por eso. Se quedó dormido en la fría baldosa de su habitación, sin nadie quien lo abrace, sin recibir su beso de buenas noches, sin una melodiosa voz cantándole alguna canción romántica, sin un calor generado por otro cuerpo humano, sin las pequeñas manos de su adorado esposo tomándolo de las mejillas y diciéndole tiernas palabras de aliento para el trabajo.

Ya no había nada, todo pasaría a formar parte de su pasado, todo sería un recuerdo, pero uno.muy bonito, uno que atesoraría por el resto de su vida. Comenzaría una etapa en su vida, tenía que seguir adelante por su pequeño cachorro, no se convertiría en esos padres mediocres, al contrario sería uno digno de admirar, lo que sea por su pequeño, que iba a ser quien más lo necesitara.

🐶🐶

Yukhei corría por toda la casa tras un pequeño niño que solo estaba en pañales.

—Vamos Woobinnie —habló melosamente el mayor— Tienes que cambiarte —entró en la sala y notó unos pequeños pies tras la puerta abierta de la refrigeradora— Me pregunto donde estará mi pequeño lobito —dijo haciéndose el que no sabía nada y escuchar la risilla de su retoño lo hizo sonreír— ¡Aquí estás! —lo tomó en brazos mientras el pequeño reía sin parar y daba débiles patadas al aire— Ahora vamos a ducharte y luego iremos a ver a mamá In-na ¿De acuerdo? —el menor asintió.

Y en la ducha se la pasaron tan sólo diez minutos, pues el menor se dejo bañar por su padre, vestirlo tampoco fue demasiado trabajo, su pequeño se quedó tranquilo y le dio más facilidades a Yukhei.

🐶🐶

Estaba en el hospital muy preocupado, no sabía que es lo que había pasado pero su pequeño de un momento a otro comenzó a hincharse y se le dificultaba respirar.

—Señor Wong.

—Si ese soy yo —se levantó de prisa.

—Su hijo está muy bien, sólo tuvo una reacción alérgica a las nueces. Eso es todo, en unos momentos lo daremos de alta, si desea puede ir a verlo.

—Gracias doctor.

— ¡Yukhei!

—Mamá...

— ¿Qué pasó?

—Al parecer sólo fue una reacción alérgica.

—Que alivio ¿Puedo verlo?

—El médico dijo que si —ambos adultos ingresaron a la habitación del menor y ya lo encontraron despierto.

—Papi —balbuceó el menor.

—Mi pequeño.

—No quelo tal qui —hizo un puchero. Abuela y padre sonrieron enternecidos— Me lecuelda a sueno feo donde había otlo senor.

—Ya no pasara mi pequeño, ahora te voy a cuidar mejor... Seré tu súper papá.

Cuidar de un niño no era fácil, más aún si tenias que trabajar, llevarlo al jardín, enseñarle las tareas, dedicarle tiempo, jugar con él, ducharlo, vestirlo, alimentarlo, sacarlo algunos fines de semana para que no se sienta aburrido; todo era un total estrés, pero que eran recompensados con sólo escuchar las risitas de su lobito.

🐶🐶

Perder a alguien era difícil de superar, por eso cuando Yukhei vio que aquel auto iba a demasiada velocidad y que a unos diez metros había una persona corrió mientras gritaba para poder alertarla, pero llegó demasiado tarde, aunque eso no lo detuvo.

Cargó al omega al estilo nupcial y lo llevó a su carro, luego se dirigió al hospital más cercano que por allí hubiera.

No conocía Jeju, estaba ahí por motivos de trabajo, por lo que cuando pudo diferenciar un establecimiento de salud, estaciono su coche y bajo rápido al joven, un enfermero que por allí pasaba lo ayudó y puso al menor en una camilla. Pudo irse, por supuesto que pudo, pero no lo hizo, ¿La razón? No podía dejar allí al omega a su suerte, si bien no sabía prácticamente nada de aquel muchacho eso no era impedimento para acompañar al joven.

—Señor ¿Usted es familiar del joven?

—Soy... Soy su pareja —dijo Yukhei, obviamente mintiendo.

—Claro... Me podría decir ¿Cuál es el nombre del paciente? —"Mierda" pensó. ¿Qué diablos iba a decir ahora?

—Su nombre es Lee Mark —dijo un chico de cabellos morados con dos pequeños a cada lado.

—Oh muchas gracias —la señorita sonrió y luego miró al más alto— Señor...

—Yukhei, Wong Yukhei.

—Bueno señor Yukhei venga conmigo por favor, tiene que firmar algunos documentos.

Yukhei firmó los papeles que la enfermera le entregó y luego camino hasta el otro chico, quien lo ayudó con el nombre.

—Hola... —sonrió al adulto y a los dos niños— ¿Eres un familiar del joven?

—Lamentablemente no, soy Key... Kim Key un gusto, ellos son Kim Bomin y Kim Shotaro... Mark se convirtió en mi vecino durante los últimos seis meses, su cuñado es mi amigo por eso lo conozco, estoy aquí porque me confundí de hospital, pero al verte en la estación con el pequeño Markkie me vine corriendo.

—Ah claro... Yo a... Lo traje aquí después del accidente ¿Sabes de donde viene?

—Viene de Seúl...

—Yo también vengo de allí.

— ¿Podrías regresar con él?

— ¿Y su pareja?

—Ese alfa idiota —murmuró— Ni lo menciones... Por su culpa perdió a sus dos cachorros... Mi niño estaba tan emocionado, pero la estúpida alfa "amiga" del imbécil ese se los arrebató... ¿Por qué existen los alfas estúpidos, imbéciles, degenerados y babosos? Pero no puedo cuestionar nada a la diosa luna —rodó los ojos— ¿Y bien? ¿Puedes regresar con él?

—Claro —murmuró el alfa, lo hacía más por miedo a aquel omega que por otra cosa.

—Gracias... ¿Me das tu número? Para así poder pasarte su dirección y esas cosas.

—Esta bien...

Hablaron una buen tiempo, aunque la preocupación nunca se fue de ambos adultos, los niños sólo se concentraban en jugar, pero Shotaro dejó de hacerlo en cuanto noto que los colores que su papi tenía por su cuerpo era de un color azul, lo que podría significar que estaba triste y al pequeño no le gustaba que su papi estuviera así, por ende halo del brazo de su hermano mayor y le susurró al oído.

—Vamos a abrazar a papi —el otro lobito asintió y juntos corrieron y abrazaron a su bello padre, quien sólo les correspondió mientras que retenía las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, no quería que sus pequeños también se pongan mal por su culpa.

— ¿Familiares del joven... Lee?

—Yo soy su amigo —habló Key alzando la mano.

—Bueno... Oh la operación fue todo un éxito, sólo tuvimos que parar la sangre y cerrar una herida en la parte del abdomen... Con respecto a eso... ¿El omega estaba en estado?

—Si —susurro Key— Los acaba de perder...

—Lo lamento... Pues bueno, la herida se abrió nuevamente debido al impacto... Se golpeó la cabeza y es muy propenso a sufrir de amnesia temporal, además... —el silencio perduró unos segundos.

— ¿Además que?

—Es posible que su lobo también este afectado, quizás mucho.

— ¿Qué quiere decir?

—Es posible que no pueda reconocer algunos olores... No estoy muy seguro, tendría que llamar a una experta en eso de lobos.

—Haga todo lo que tenga que hacer doctor, yo voy a pag...

—No te preocupes Key, la cuenta va a correr por mi persona —interrumpió Yukhei.

El doctor simplemente asintió y se retiró de allí, Yukhei y Key se quedaron preocupados por el estado de aquel omega, el simple hecho de que aquel joven diga que el lobo de Mark estaba afectado también era muy peligroso para el menor, pues podría llegar a perder la vida en sólo unos minutos y eso es lo que menos quería que ocurriera.

Treinta minutos más tarde una especialista en lobos llegó al hospital y como llegó a sospechar el médico el lobo de Mark presentaba problemas, en primer lugar no podría identificar algunos aromas, en segundo lugar parecía como si el lobo del menor hubiese desaparecido, pero el aroma natural que el pelirosa emanaba aún seguía allí y en tercer lugar el lobo parecía estar dolido por algo, era como si hubiese sufrido una gran pérdida; Key se imaginó las razones.

Pasaron diez horas y Mark dio indicios de querer despertar, más no lo hizo. Key temía por su menor, no quería que él muriese. Nunca llamó a TaeMin, no podía hacerlo, lo mejor sería que el pelirosa regresara a casa con sus padres acompañado por aquel alfa de nombre Yukhei.

Si le decía todo a TaeMin lo más propenso es que él pediría que Mark se quedé allí y no era momentos para entrar en discusiones, además de que aquella odiosa alfa que portaba el nombre de Irene no se quedaría contenta, no estaría muy lejos de la realidad al suponer que ella fue la culpable de todos estos sucesos y sospechaba también de que igualmente sea la culpable de este accidente.

El omega llamó a su pareja para que pueda recoger a los niños. JongHyun llego preocupado por sus cachorros y pareja pero suspiró aliviado al encontrarlos en perfecto estado, su esposo le explicó con rapidez y resumido lo que había pasado y le pidió que no dijera nada, al menos no por ahora, no quería que se originara más problemas de los que ya había.

Dos horas más y el omega despertó, abrió sus ojos lentamente y miró a su alrededor, todo era color blanco, estaba en un hospital... Pero ¿Por qué? ¿Qué le había pasado? Quiso recordar algo pero su mente parecía no querer colaborar con aquello.

Estaba mareado le dolía la cabeza y la parte baja de su abdomen, escuchó que la puerta fue abierta y pronto vio a dos pequeños lobos curiosos quienes le sonrieron y entraron corriendo, no sin antes cerrar la puerta con cuidado. Subieron a la cama donde se encontraba el pelirosa y dejaron sonoros besos en sus mejillas uno a cada lado.

—Hola Mark —saludó un omega alto y de cabellera morada— Soy Key... Por si no me recuerdas —sonrío vagamente.

—Hola Key —susurró el pelirosa— ¿Sabes que me pasó?

—Tuviste un accidente, un carro te atropello...

—Ya veo... ¿Qué eres tú de mí? Perdón por esto, pero no puedo acordarme de absolutamente nada.

—No te preocupes, el doctor nos lo dijo... Yo soy tu amigo, nos conocimos cuando tu viniste hace seis meses a Jeju.

— ¿Para qué vine?

—Viniste por motivos de vacaciones —mintió— Yukhei te acompañó durante tu estadía aquí.

— ¿Quién es Yukhei?

—Es un amigo tuyo también... ¿Quieres que pase? —el omega asintió. Key salió en busca del alfa y minutos después ambos estaban platicando con el pelirosa. Mintieron acerca de algunas cosas, Mark aún no podía enterarse de que su alfa lo dejó y más aun no podía saber que había perdido dos cachorros.

El lobo de Mark parecía no reaccionar a algunas cosas, cómo por ejemplo la voz de mando de Yukhei, quién lo usó para hacer una prueba, esto le traería beneficios aunque también contras, otro detalle fue que el pelirosa no podía identificar algunos aromas como el chocolate amargo, el café, lavanda y el cilantro, sólo cuatro aromas que Mark no podría percibir durante el resto de su vida.

Yukhei llamó a sus padres indicándoles que tardaría dos días más en regresar a Seúl pues debía regresar con Mark.

🐶🐶

El alfa caminaba de un lado a otro, la reunión ya había terminado y ahora sólo tenía que esperar la decisión de los otros empresarios, esto definiría si su estadía ahí sería larga, deseaba que no fuera así, debía regresa a Corea y hablar con Mark y explicarle porque no podían estar juntos.

Quizás cuando él haya hecho que la empresa de su padre suba de rango, puedan estar juntos, pues él ya sería quien maneje la empresa, él sería el presidente de la compañía. Todo sería más fácil si su madre hubiese preferido a TaeMin como el sucesor, pero no, al ser Yuta un alfa, Irene consideró que sería mejor que él llevara a cabo el mando de la empresa.

—Cálmate Yuta, ya verás que nos irá bien —habló la alfa apretando su mano y el pelinegro sólo asintió con una minúscula sonrisa. Cinco minutos después los empresarios llegaron y les dieron la noticia de que si firmarían el contrato para unir empresas y así poder crecer juntas.

Decidieron ir a comer en uno de los restaurants más conocidos, hablaron sobre el trabajo, los futuros proyectos que desarrollarían juntos y demás. Yuta en ningún momento dejo de pensar en Mark y eso no pasó por desapercibido para YongSun, quién trataba de distraerlo con cualquier cosa, por más mínima que sea necesitaba distraer al joven, no podía permitir que siga pensando en aquel omega.

Haría cualquier cosa por robarse la atención del alfa y que pronto puedan formar una pareja.

No podía estar más equivocada con esos pensamientos que tenía, Yuta jamás podría olvidar a su omega, era su destinado y ella no era nadie para la diosa luna.

Un delicioso aroma de cerezos inundó sus fosas nasales y con la mirada trató de buscar al o la dueña de ese olor, pero no dio con el portador.

—Señorita Kim ¿Qué planes tiene usted?

—Pues casarme con el joven Nakamoto —bromeó haciendo a los mayores reír y a Yuta fruncir el ceño— Tranquilo es una broma —el pelinegro asintió de manera sería.

Para mala suerte de Nakamoto los empresarios decidieron aceptar la propuesta y por ende se quedaría en Paris durante los próximos seis años... Tiempo en el cual su lobo lo iría matando poco a poco por haberlo separado de su omega, la única razón por la que el animal dentro suyo vivía.

🐶🐶

Yukhei conducía tranquilamente el carro, debes en cuando miraba de reojo al omega que lo acompañaba, parecía estar tranquilo, como si no hubiese pasado nada, era como si el menor no hubiera perdido sus cachorros, aunque claro, Mark y su lobo no recordaban nada, por lo que el comportamiento del menor se podría considerar normal.

El alfa habló con los padres de Mark, les explicó brevemente lo que había sucedido, para que cuando el pelirosa llegue a casa no lo abrumen con demasiadas preguntas y no mencionen a quienes no deben, les contó también sobre el aborto sin intención alguna que realizó el omega.

Treinta minutos después llegaron a una gran casa de color blanco, Mark miró confundido al mayor, pues ese no era su hogar —si, lo recordaba y a sus padre igual— Yukhei sólo le dedico una sonrisa.

—Espera un momento por favor.

— ¿Puedo bajar?

—Por supuesto.

Ambos bajaron del carro del alfa. La puerta de la casa se abrió y dejó a la vista un pequeño niño de ojitos redondos y piel blanquecina con una gran sonrisa que se hizo más notoria en cuanto presenció al más alto y corrió lo más  rápido que sus pequeñas piernas le permitían hacerlo y extendió sus brazitos para que el mayor lo cargara. Una vez en brazos de Yukhei el infante repartió sonoros besitos por el rostro del adulto, haciendo que este último y el pelirosa sonrieran de ternura.

—Papi taldaste más de lo que me plometiste, unque lo impoltante es que ya tes qui —le dio un último beso y sus ojitos brillantes cayeron en cuenta de que un joven muy guapo estaba a un costado observándolo con cariño— Hola senol —sonrió extendiendo su manito para que Mark la reciba.

—Hola —respondió el omega.

—Bien, Woobin me vas a esperar un poco más, porque papá tiene que ir a dejar a Mark a su casa.

— ¿Puedo il con tedes papi?

—N...

—Deja que el niño venga con nosotros Yukhei, él no va a interferir en nada.

—Bueno, pero primero tengo que dejar algunas cosas mías, por cierto, puedes decirme Lucas —el omega asintió.

—Esta bien, te espero en el carro.

—Yo también —dijo el infante extendiendo sus brazos al pelirosa para que lo cargara. Mark sonrió y recibió al niño muy gustoso, para luego encaminarse hacia el vehículo y subirse en el. Una vez dentro el omega colocó al cachorro cobre su regazo mientras le brindaba suaves caricias en su pequeña espalda, Woobin disfruto del tacto, por lo que se acurruco en el pecho del pelirosa. El menor parecía estar muy tranquilo, el aura que Mark emanaba era el mismo de siempre, paz y tranquilidad, protección y cariño, inocencia y ternura, por lo que el menor se sentía a gusto con la sola presencia del pelirosa cerca suyo, hasta que una pregunta surgió por su pequeña y brillante mente.

— ¿Eles novio de mi papi? —preguntó con inocencia mientras alejaba su cabecita de la curvatura del cuello de Mark y la ladeba, el omega por otro lado se sonrojo notoriamente haciendo que el infante sonriera, ya que su mami In-na le dijo que si una persona se sonroja es porque puede que este avergonzada por algún cumplido.

—No, no lo soy —respondió Mark en un susurro y avergonzado.

— ¿Queles sel el novio de papi? Te plometo que me poltale muy ben y que no causale ploblemas, pelo se el novio de papi.

— ¿Por que quieres que esa novio de papi?

—Pol que eles muy bonito y telno, además es lindo estal tigo.

— ¿Y tu mami?

—Mi mami In-na tamben te va a quelel mucho.

—Per...

—Listo ¿No te molestó? —preguntó Yukhei una vez estuvo dentro del auto.

—Para nada, es un niño muy tranquilo.

—Bueno, vámonos... Tus papás debes de estar muy preocupados.

El mayor encendió el motor y partieron a la casa del pelirosa. En el camino sólo se escucharon pequeñas risas causada por el más pequeño de los tres allí, ya que al ser un niño curioso hacia o decía cosas graciosas. Mark se sintió muy a gusto con la compañía de ambos, se podría decir que feliz y estaba seguro de eso pues su lobo aulló y eso le parecía algo raro ya que la señora que lo trato dijo que es muy probable que su lobo no se dé a notar o que no iba a aullar en un buen tiempo o al menos hasta que encontrara algo que lo haga feliz.

Veinte minutos luego ya estaban frente a una gran casa de colores blanco y amarillo y unos toques de color marrón, la casa se veía elegante y sofisticada, tal y como el omega la recordaba antes de tener el accidente que ocasionó su amnesia, el doctor le había informado que no recordará algunos sucesos, como el de los últimos cuatro años, por lo que su mente le decía que él aún tenía 14 años, pero su identificación decía que ya tenia 18, para su fortuna la pérdida de memoria que tiene sólo es con las persona, más no tiene nada que ver con los estudios, porque de lo contrario sería un gran retraso para la vida de Mark.

Bajaron del auto una vez que Yukhei se terminó de estacionar, Woobin tomó la mano del omega y también la de su papi, pareciendo así una pequeña familia conformada por tres integrantes.

Mark se sonrojo por aquello y Yukhei sólo quiso que la tierra lo tragara, se estaba muriendo de la vergüenza, aunque no podía regañar a su hijo, pues este no lo hizo con malas intenciones, además no lo culpaba, el olor que el omega emanaba era similar al de JungWoo por lo que no le extrañaba que su pequeño este de meloso con el pelirosa.

Ya estando en la puerta, el pelirosa tocó el timbre y a los seis segundos de haberlo hecho, un alfa salió un tanto agitado que en cuanto lo vio, prácticamente se abalanzó contra él y comenzó a sollozar mientras lo abrazaba con mucha fuerza, pronto una omega también salió y se unió al abrazo.

Gimoteos y suspiros se podían escuchar claramente, padre, madre e hijo se encontraban arrodillados mientras derramaban lágrimas, no se habían visto por seis meses, ni siquiera pudieron comunicarse, para HeeChul y Momo la noticia de que su único hijo sufrió un accidente, de que perdió a dos cachorros y sobre todo que un alfa que prometió cuidarlo y protegerlo sin importar que su propia vida esté en riesgo, lo haya abandonado en un momento tan difícil como el que Mark ha pasado, los dejó totalmente devastados y asustados.

Pasaron minutos hasta que se tranquilizaron y decidieron entrar a casa, hablaron con Yukhei y le agradecieron por haber cuidado en ese poco tiempo del pelirosa, por otro lado Mark y el pequeño Woobin se fueron a la habitación del mayor de ambos para ordenarla y jugar un poco entre ellos.

Cuando a Yukhei se le permitió subir a la recámara del omega para buscar a su hijo, se quedó quieto en cuanto noto cómo su niño estaba durmiendo tan plácidamente en el pecho del omega y este lo abrazaba con protección pero sin apretarlo, parecía que una luz blanca desprendía de ambos, una linda imagen que guardar por supuesto, así que con sumo cuidado sacó su teléfono de su pantalón y tomó una foto de ambos, volvió a bajar y a los padres de Mark les mostró la imagen, haciendo que ellos sonrieran de enternecidos.

—Deja al niño aquí, te aseguro que no le va a pasar nada malo, mi Markkie es muy amante de los niños, además está durmiendo.

—No lo sé, Woobin cuando se despierta suele llorar si no esta conmigo o su mami In-na a su lado.

— ¿Tienes esposa? —preguntó Momo un tanto sorprendida.

—No, In-na es mi madre, mi esposo falleció hace un año —murmuró.

—Oh lo siento muchísimo.

—No se preocupe, bueno ¿Están seguros que Woobinnie no va a molestarlos?

—Claro que no, podrías venir a recogerlo después de la cena, más o menos a las siete u ocho.

—Esta bien, disculpe las molestias.

—No te preocupes querido, más bien gracias a ti por cuidar de mi pequeño —dijo Momo acompañando al alfa hacia la puerta— Nos vemos luego.

—Hasta pronto señora Lee.

—Hasta pronto. —dijo con una sonrisa y cerró la puerta en cuanto vio que el alfa se subió a su carro y se marchó, camino hacia su esposo y lo abrazó por la espalda.

Conocía perfectamente a HeeChul por eso sabía que en estos momentos el se encontraba realmente molesto porque Yuta no cumplió con la promesa que les hizo a ambos, si bien Momo también se sentía muy decepcionada, no podía hacer mucho, conste a que su hijo no recuerda absolutamente nada de aquel alfa.

— Tranquilízate amor, recuerda que Markkie no tiene que saber nada... Al menos hasta que el recuerde por si sólo las cosas —depósito un beso en una mejilla y luego se puso delante de HeeChul para acariciar su rostro con ambas manos y mirarlo con comprensión. — Alégrate de que tu hijo está bien y ahora estará mejor protegido.

Paso una hora y Mark y el menor se despertaron, ambos se sentaron y estiraron su cuerpo mientras se sobaban sus ojitos y dejaban escapar un pequeño bostezo, se miraron y sonrieron por sus aspectos, con el pelo apuntando en diferentes direcciones y sus ojos hinchados y algo rojos. El omega peino un poco el cabello del menor al igual que este, unos minutos más y ambos se encontrarían bajando al primer piso, con el infante en brazos del pelirosa.

—Que bueno que ya despertaron, la cena ya está lista.

—Gracias mamá —dijo Mark mientras dejaba al menor en una silla al costado suyo. Cuando los platos ya estaban servidos todos se dispusieron a comer mientras que platicaban amenamente incluyendo al pequeño Woobin y tratando de evitar mencionar lo vivido con Yuta.

🐶🐶

Ya había pasado un año en el que Mark había regresando a Seúl, un año en el cual pudo conversar con sus amigos. En ese tiempo logró conocer más a Yukhei y a su pequeño cachorro, además de que el alfa le presentó a sus amigos.

Estaba en una plaza con seis niños a cargo, claro que los pequeños eran tranquilos —al menos con él lo eran— DongMyeon y DongJu los hermanitos Kim, eran una completa ternura, hijos de YeonJun y BeomGyu. HyunJin el hijo de Jaemin y Jeno, un bebé dormilón. JeongIn el bebé juguetón de HueningKai y SooBin amigos de Yukhei. Woobin el hijo de Yukhei y el pequeño de dos meses MinHee, hermanito de Mark.

Durante toda su estadía ahí se la pasó muy bien, aún no recordaba nada de esos cuatro años de su vida, pero igualmente se encuentra feliz. En dos meses sería la boda de su amigo Taeil y de HaeChan, quienes también pronto tendrían un cachorro, por otro lado JaeHyun y TaeYong planeaban casarse el próximo año, después de graduarse. RyuJin y Yeji aún no tenían planes pero su amor nunca dejó de florecer. Lisa y Jennie gozaban de su mejor momento como pareja.

Yoorim y Yiren simplemente demostraban su tierno y grande amor al mundo entero. Chenle y Jisung esperaban ansiosos la llegada de sus dos cachorros y para Johnny y Ten su matrimonio sería en dos años más, pues consideraban que lo mejor era seguir juntando dinero para así tener una gran e inolvidable boda.

Mark sonrió por lo felices que sus amigos eran y deseaba poder encontrar en la vida a su alfa, a su destinado, esperaba encontrarlo algún día y vivir y ser conocedor de la felicidad.

—Hola Makku —saludo un chico de piel blanquecina— ¿Mi pequeño no te causó problemas?

—Para nada, JeongIn es un bebé juguetón pero no causa problema alguno, Hyuka.

—Que bueno, en mi casa suele ser muy revoltoso... Se parece a su padre.

— ¿A SooBin?

—No —negó— Lo digo por mi, yo solía ser más revoltoso que Soobinnie... Él es mas tranquilo.

—Ya veo.

—Beom me dijo que en treinta minutos vendría por sus pequeños también.

—Claro, no hay ningún problema, me gusta cuidarlos.

—Y a ellos les gusta estar contigo, el aura que emanas es muy atrayente para los niños, al parecer a tu lado se siente cómodos, protegidos y con inocencia —dijo mientras lo miraba y le sonreía.

—Hola chicos —dijo una señora mientras los sonreía tiernamente.

—Hola señora Wong —saludaron ambos jóvenes.

— ¿Qué les eh dicho de decirme señora?

—Lo siento In-na —contestó Mark algo apenado mientras hacía un inconsciente mohín.

—Ya mi niño no te preocupes.

—Claro —sonrió el menor. Se la pasaron hablando hasta que BeomGyu llegó y se unió también, sus amigos llegaron y hablaron con él, todo marchaba muy bien, la vida del pelirosa parecía ser mejor cada día más, siempre se mostraba alegre aunque a veces se estresaba por las tareas e investigaciones que le mandaban a realizar en el área de enfermería, carrera que decidí estudiar después de ha be sufrido el accidente.

🐶🐶

5 años después...

Un hombre con porte elegante caminaba en dirección hacia la salida del aeropuerto, con su dedo índice y el pulgar tomó los lentes y los puso sobre su cabeza, hoy era un lindo día, después de seis años regresaba por fin a la ciudad de Seúl, sus padres ya vivía allí por lo que no tendría que hacer otro viaje hasta la isla Jeju, ahora todo sería un poco más fácil, ahora podría recuperar lo que alguna vez perdió y esta vez no iba a permitir que terceras personas se interpongan en su camino. Subió al auto que lo esperaba y un fuerte dolor en el pecho hizo que casi gritara.

—Señor ¿Qué le pasa?

—Na-nada... solo vámonos —dijo con los dientes apretados. "Tranquilo, ya estamos aquí, lo vamos a recuperar" dijo el hombre para su lobo.

"Si en verdad eres un idiota... humano tonto"

Decidió ignorar a lo que el lobo dentro suyo dijo y se puso cómodo para poder descansar, del aeropuerto hasta su actual casa le tomaría unos treinta minutos. Por supuesto no contó con que su parte animal no lo iba a dejar descansar, por ende no tuvo de otra que tomar las pastillas que la señora esa de París le recomendó tomar en caso de presentar dolores fuertes en su pecho tal como ahora le estaba pasando.

Los treinta minutos se sintieron eternos y el sol en su pecho no disminuyó por completo, pero por lo menos era soportable ahora. Cuando el carro estaciono, bajo de manera rápida y camino hacia la gran casa de colores elegantes y un gran patio, debió habérselo imaginado, considerando que su padre era un hombre quien disfrutaba de este tipo de lujos. Tocó el timbre y minutos después un niño de quizás unos trece años le abrió la puerta, sonrió al reconocer quien era y al sentir ese aroma a eucalipto y café.

— ¡Tío Yuta! —gritó el pequeño mientras lo abrazaba— ¡Papá, mi tío Yuta regresó! —volvió a gritar entusiasmado.

—SungChan ¿Qué te eh dicho de gritar? —reprendió al menor— Hola Yuta —dijo tan serio que hasta al alfa le dolió el tono que su hermano uso para referirse a él.

— ¿Y mi tío Markkie? ¿Dónde está? ¿Por qué no está contigo? —bombardeo de preguntas el menor de los tres allí, mirando por detrás del alfa.

—Yo... Yo no lo sé.

—Por supuesto que no lo sabes... Porque fuiste y eres una persona idiota que prefirió creer en otros y no en su pareja —murmuró TaeMin lo suficientemente alto como para que su hermano lo escuche. — Mi vida ve a buscar a Taro para que vengan a almorzar.

—Claro papá.

— ¿Key y JongHyun se mudaron también?

—Si —respondió cortante— No sé si ya te enteraste pero tu madre y mi papá se separaron, aunque aún vivan juntos.

—Es tu madre también TaeMin.

—No lo es y nunca lo fue... Me enteré de muchas en estos seis años... Como por ejemplo el hecho de que BaekHyun es mi padre biológico (es por esa razón que nací siendo un omega) y no lo es Irene como muchos años nos hicieron creer, pero bueno —suspiró— Pasa —dijo el omega mientras se hacía a un costado para que el más alto ingresara.

—Hola hijo —saludó su padre ingresando en su campo de visión y le brindó un cálido abrazo— ¿Qué te parece si ya almorzamos y luego hablamos en mi despacho?

—Claro.

—Faltan los pequ...

— ¡Papi ya llegamos!

—Pues a almorzar todos.

—No sabía que alfas ton... Digo que Yuta regresaba hoy —sonrío Key. — Pero bueno, bienvenido a Seúl, Nakamoto.

Toda fueron a sentarse y a disfrutar de la comida, aunque muchas sorpresas había encontrado Yuta, por ejemplo el hecho de que su padre se haya casado con BaekHyun, con el pequeño SeongMin de seis años ya, los revoltosos hijos de Key, Bomin y Shotaro ya de catorce y trece años, ambos siendo omegas, con su sobrino SungChan ya presentado como un alfa a sus cortos catorce años, la comida fue un tanto incómoda, puesto que los ojos de Key y TaeMin estaban sobre su persona y eso no pasaba desapercibido por nadie allí, hasta que la pequeña voz de Shotaro interrumpió el silencio que se formó en la mesa.

—Sung, hoy vi a tío Markkie en un parque cerca de aquí, estaba rodeado de muchísimos niños, pero sólo dos parecían ser muy cercanos a él —dijo sonriente mientras todos los adultos los miraban expectantes, pero sólo dos con los ojos bien abiertos.

— ¿Dónde esta ese parque Shotaro?

—Esta a cinco calles de aquí, pero seguro ya se habrá ido a su casa, normalmente está en el parque de diez a once de la mañana.

— ¿Cómo sabes eso Taro?

—Porque cada vez que me voy al super lo veo allí.

🐶🐶

La información que había soltado Shotaro en el almuerzo, fue de mucha validez para Yuta, por lo que tuvo que esperar pacientemente hasta el día siguiente para poder ir hasta dicho parque, su lobo y él estaban muy nerviosos y es que ver después de seis años a la persona que tanto armaron y que nunca dejaron de hacerlo era simplemente mágico, agradecería por toda la eternidad a la diosa luna por haber puesto a su Mark en el camino.

Vio la hora en su reloj y este indicaba que faltaban alrededor de quince minutos para que sean exactamente las diez de la mañana, por lo que se vistió un poco mas rápido y pronto ya estaba en la sala, comiendo una manzana, tomó las llaves de su auto y salió de la casa despidiéndose de su sobrino quien estuvo observando cada uno de sus movimientos atentamente.

Una ves fuera, Yuta quito el seguro del auto y pronto se subió a este, encendió el motor y sin más arrancó. Puso música en volumen bajo y en un abrir y cerrar ya estaba en el parque, bajo la luna por donde el se encontraba y tal y como dijo Shotaro el día de ayer, el parque estaba repleto de niños, a lo lejos vio una figura conocida, aunque este ya no estaba con el pelo rosa, tal como hace seis años, podría reconocer la pequeña y tierna figura de su omega.

Ahora Mark estaba con el cabello castaño y como siempre, no podía verse más que perfecto. Estacionó su auto lo más cerca posible al parque, luego de tal acción apagó la radio y bajo sin esperar más, observó mejor a su alrededor y cayó en cuenta que no habían demasiadas personas. Caminó a paso lento hasta un árbol son de pudo ver a un alfa de cabellos blancos hablando por teléfono, no le tomó mucha importancia ya que aquella persona era un total desconocido para él, lo primordial era encontrarse con Mark, hablar con él y arreglar las cosas que alguna vez los llevaron a separarse. Estaba apunto de seguir caminando cuando las palabras del rubio a su costado llamaron su atención.

—Si, claro que lo sé HaeChan... No lo voy a lastimar... Claro que no... Por eso la propuesta de matrimonio Hae... Se que aún no tiene mi marca, pero ya la tendrá, sólo quiero que sea especial... Mark se merece lo mejor y yo estoy dispuesto a todo y si es posible hasta lo llevaría a la luna.

Mark, matrimonio, marca.

¿Acaso Yuta había escuchado mal? Esas tres palabras no podían ir en una misma oración, a menos que esa pronunciadas por él. Su lobo reaccionó al igual que él, por lo que empezó a gruñir al chico quien se encontraba frente a su cuerpo. El peliblanco por instinto también empezó a hacerlo.

—HaeChan tengo que colgar —hablo el rubio— Claro que cuidaré de Markkie... Se que es tu mejor amigo y el de los chicos y chicas... También se que son capaces de asesinarme... Te prometo que cuidaré de mi baby lion... Pero en serio tengo que colgar... adiós. —El peliblanco suspiro y por primera vez encaró al otro alfa— ¿Pero qué te pasa hombre? ¿Por qué me gruñes? ¿Qué te eh hecho?

Cállate —la voz de mando de Yuta hizo caer en cuenta al peliblanco que era un alfa puro, por lo que tratando de ser lo más calmado posible quiso alejarlo de allí, pues a unos escasos metros habían niños y una pelea entre alfas no sería lindo de ver, las posibilidades de ganar la pelea eran bajas considerando la posición del pelinegro, pero el peliblanco no estaba dispuesto a ceder, más aún cuando ni sabía el porque del comportamiento del otro chico hacia él.

—Lo mejor seria que te calmes, a unos pocos metros hay niños y mi pareja es... —no terminó la frase cuando sintió como fue empujado con fuerza— Suficiente trate de ser lo más amable posible, pero no me dejas opción —y en escasos segundos ya no había dos humanos allí, si no que ahora eran dos grandes lobos quienes soltaban gruñido tras gruñido esperando el momento indicado para atacar al otro.

Cuando el lobo grisáceo se hubo distraído el otro aprovechó el momento y lo atacó sin piedad alguna, logrando sacar un aullido de dolor de su contrincante, quien no se quedó atrás y también logró morderlo. Gruñidos y algunos aullidos se escuchaban allí, pero de pronto ambos lobos pararon cuando sintieron un aroma muy peculiar cerca de ellos.

— ¡Yukhei! —gritó un castaño mientras se acercaba a ambos animales allí— Yukhei por dios ¿Cómo se te ocurre pelear? Estamos en un parque y habían niños —su voz no tenía el típico sonido de reproche o molestia, la voz era dulce y cariñosa. El joven se arrodilló mientras acariciaba la cabeza del lobo grisáceo y lo miraba con ternura pero al mismo tiempo preocupación— Mira nada más como estas... Tu cuerpo te va a doler en la noche... Tendré que comprar algunos medicamentos —le brindó una cálida sonrisa mientras lo abrazaba por el cuello, luego se separó de él y encaró al otro lobo— Señor... No puede ir por la calle provocando discusiones, eso esta mal, además como le dije a Yukhei, estamos en un parque y hay niños aquí. —pronto ambos lobos fueron retomando su forma humana. Yuta quiso brindarle su mano al castaño pero el otro joven se le adelantó.

—Mark ¿Dónde están los niños?

—Los mandé al centro comercial, no permitiría que vean semejante escena, peor aún cuando saben que su tío y padre  esta envuelto en el pleito, Xuxi, estas mal... Te dije que no debes caer en provocaciones, a nuestro pequeño Woobin tampoco le gusta... Debes para con eso mi amor podría arruinar tu reputación como empresario.

Padre, nuestro pequeño, mi amor.

—Pero él me empezó a gruñir, además yo le dije que parara pero me hizo caso omiso y a mi lobo y a mi nos gusta eso baby liondijo como un niño pequeño haciendo berrinche, mientras Mark negaba sonriente con la cabeza.

Baby lion.

— ¿Tiene algo que decir señor...? —preguntó Mark, dirigiéndose al otro alfa.

—No... Yo... Yo sólo me tengo que disculpar, no debí haber actuando así... No... No se que me paso, lo siento —dijo haciendo una venia.

—Esta bien, le recomendaría que no vuelva a hacer eso —sonrió el castaño y luego abrazó a Yukhei— Vamos por los niños Xuxi —el más alto lo abrazó por la cintura y le dio un tierno beso en los labios.

—Vamos amor... Por cierto hoy tenemos que ir a cenar con mis padres... A veces siento que te quieren más que a mi —Mark negó sonriente.

—In-na es muy buena me trata como su hijo Lucas, pero eso no significa que me quiera más que a ti.

—Mentiroso —el omega río enternecido.

—Bueno, hasta luego señor...

—Nakamoto... Nakamoto Yuta.

—Claro... hasta luego señor Nakamoto.

🐶🐶

— ¿Crees que este bien? —preguntó TaeMin desde el marco de la puerta del cuarto de su hermano quien se encontraba retorciéndose del dolor en su cama.

—No lo sé, por más que sea uno puro, no creo que resista a esta situación, nunca ningún alfa u omega a sobrevivido mucho tiempo sin su pareja, más aún cuando está no la reconoce. —respondió BaekHyun.

— ¿Cómo es posible eso?

—Mark sufrió un accidente en el cual perdió la memoria TaeMin—habló Key.

— ¿Cómo sabes eso?

—El día que Mark perdió a los cachorros me llamaste ¿Lo recuerdas? —el contrario asintió— Pues verás Yuta y la odiosa esa vinieron, le pregunté a tu hermano por Mark pero la otra se puso de entrometida, les dije un par cosas, luego regrese a mi casa y con los pequeños me fui al hospital, pero me fui a uno que no era donde se encontraban ustedes —suspiro mientras se cruzaba de brazos— Resulta que cuando estaba saliendo del hospital, vi a lo lejos un alfa quien llevaba en brazos a Mark...

— ¿Qué más paso?

—Tuvieron que operarlo nuevamente, resistió a la operación para sorpresa de todos, nos dijo algo de una amnesia temporal (pero veo que no fue sólo temporal) luego nos comentó algo sobre su lobo y tuvieron que llamar a una especialista quien nos indicó que el lobo de Markkie perdió la capacidad de poder reconocer a su predestinado y que además perdió el sentido del olfato con algunos olores, tales como la menta y otros más que no recuerdo. El punto es que yo envié a Mark con el chico ese (que ahora es su pareja), si no me equivoco su nombre es Yukhei, me mantuve en contacto con ambos, pero no podía decir nada, pues Mark tenía que recordar las cosas por si solo y estoy seguro que tú —dijo mirando a TaeMin— Hubieras venido mucho antes aquí y se iban a originar otros problemas, más aún cuando HeeChul (el padre de Mark) No quiere ni ver en pintura a tu hermano.

— ¿Por que no lo dijiste antes? Mira cómo está mi hermano.

— ¿Crees que no me siento culpable? TaeMin, tu hermano no es el único que sufre Mark también, ¡Todos los días me dice lo pésimo que se siente al no poder recordar nada de esos cuatro años que olvidó! ¡Se siente mal por las personas que se acercan a él y no las reconoce! ¡Todo esto paso por la estupidez de Yuta y la obsesión de tu madre el tener más alfas puros en su estúpida familia! ¡Y aunque quiera Mark no podrá reconocer a Yuta nunca más!

—No me faltes el respeto Key —habló molesta la mujer pero a Jin poco o nada le importó el tono— No puede, el tiene que estar con Yuta, esta sufriendo —volvió a hablar Irene.

—¡Él ya es feliz a lado de Yukhei y su hijo! ¡No podemos hacer eso!

—Claro que podemos, sólo sería que alejemos a Yukhei y al mocoso insolente ese y TaeMin haga escena, lo traiga a casa y todo suceda mágicamente —rodó los ojos.

— ¿Te has escuchado acaso? ¡Estas loca Irene!

—No voy a hacer eso —dijo TaeMin.

—Joven Lee... Investigue la vida del mocoso insolente portador del nombre Mark... Quiero la información para mañana.

—Si señora.

🐶🐶

—Enfermero el mocoso ese, se volvió enfermero —suspiró la mujer— Bien hay algo a nuestro favor... Joven Lee contáctelo y dígale que lo necesito con urgencia.

—Como usted mandé mi señora.

—Más te vale salvar a mi pequeño, omega idiota —murmuró.

Con el pasar de los días Yuta se iba sintiendo cada vez peor, el dolor en su pecho cada vez eran mas fuertes, sentía que todo su ser era rasguñado de una manera muy cruel y despiadada.

Ya no podía más, sentía su final cada vez mas cerca que la anterior, su lobo estaba molesto con él y eso Yuta lo sabía perfectamente, pero no podía hacer nada, lo hecho, hecho esta y nada puede cambiar eso, se sentía muy estúpido pues desde el primer momento debió ha be obedecido su parte animal y no haberle hecho caso a su madre solo para cumplir sus caprichos.

Paso exactamente una semana de mucho dolor para Yuta, sentía que ya no podía mas y que este era su fin, le un delicioso aroma inundó sus fosas nasales, vainilla y chocolate blanco, esos aromas llegaron hasta él y no pudo evitar ponerse de pie e ir hacia donde el aroma provenía. Bajo hasta la sala y se encontró con la grata sorpresa de cuatro niños abrazando a Mark y este sonreía enternecido mientras les devolvía el abrazo.

—Hola chicos —dijo el omega separándose de los menores y brindándoles una cálida sonrisa que derrito por completo el corazón de Yuta— ¿Cómo están?

—Bien tío Markkie —respondieron los cuatro al unísono. Pero algo no cuadraba en la mente del pelinegro, si se supone que Mark había perdido la memoria, ¿Cómo era que conocía a los niños?

—Me alegro mucho, ya me estaba preocupando pues ya no iban al parque —claro, los volvió a conocer en el parque.

—Es que la escuela nos tiene muy apretados.

—Ya veo ¿Y tú SeongMinnie?

—Mis papis no me dejan salir a menos que vaya con uno de los hyungs —contestó haciendo un pequeño mohín.

— ¡Chicos ya llega-mos... ¿Mark?

—Buenas tardes señor Nakamoto —dijo el castaño mientras hacia una pequeña reverencia— Vine porque su esposa me contrato para atender a un alfa —sonrió.

—Creo que te equivocaste —sonrió— Yo ahora soy el señor Choi, la que te habrá contratado será la madre del joven que esta en las escaleras —dijo mirando a Yuta. El castaño giro a ver hacia donde el señor Kim dijo y si, se encontró con un joven allí, se sorprendió mucho, pues era el mismo señor que había atacado a Yukhei sin razón alguna.

— ¿Usted? —preguntó sorprendido.

— ¿Se conocen? —preguntó TaeMin.

—Si... Por supuesto que si, ese señor atacó a mi pareja sin razón alguna la semana pasada, en el parque.

Mi pareja.

—Como siempre siendo un idiota —TaeMin negó— Bueno ¿Qué hará con él?

—Pues no lo sé, ¿Me podría decir cuales son sus síntomas?

—Dolor en el pecho constante, su lobo siempre aúlla de tristeza (lo sé, porque lo siento) siente que su lobo lo araña por dentro. —Mark pareció meditarlo por un buen momento, hasta que su rostro se mostro triste y el destello que había en sus orbes iba desapareciendo.

—Joven Nakamoto acaso... ¿Acaso usted, separó a su alfa de su predestinado? —preguntó asustado, triste y algo decepcionado.

—Yo...

—Si lo hizo, lamentablemente si.

— ¿Su destinado se encuentra en Seúl?

—Si —susurro Yuta mientras miraba fijamente al castaño.

— ¿Ya lo buscó? —Yuta sólo asintió cabizbajo— ¿Y qué pasó?

—Al parecer no me recuerda...

—El omega de mi hermano sufrió un accidente en el cual perdió la memoria. —contestó TaeMin mirando fijamente a Mark.

—Supongo que su lobo también debe estar mal, pues a pesar de que una persona sufra de amnesia o pérdida de memoria, el lobo dentro de si, no es afectado y puede reconocer a su destinado, dígame... ¿Usted lastimó a su omega? Es decir si lo hizo sufrir o lo abandonó... —Yuta tenso la mandíbula, es como si el omega supiera todo pero se hiciera el indiferente, aunque lo dudaba, Mark jamás hubiese hecho eso, nunca.— Lo mejor sería que veamos con alguien que sepa mas a profundidad sobre los lobos y eso... Mi tía SeulGi podría ayudar.

—Esa mujer no va a pisar esta casa —habló un mujer demandantemente.— Tiene prohibido el pase a esta .

—Pero señora, es por el bienestar de su hijo...

—Puedes buscar a otra persona, pero esa mujer no entra en esta casa.

—Como siempre demostrando ser una persona muy negligente.

—Cállate TaeMin.

—A mi hijo no lo tratas así Irene —un omega hizo presencia en la casa y se puso a un costado de TaeMin.

—No eres nadie para darme órdenes BaekHyun —dijo con desdén.

—Irene sí vas a ocasionar más problemas lo mejor es que te vayas a tu casa, porque a mi pareja no la vas a tratar así —el alfa mayor hablo tomando del brazo a Irene y halándola hacia la puerta y la sacó de allí— Y no regreses sino hasta que aprendas a comportarte como la mujer adulta que eres. —cerró la puerta y camino hacia los demás— Perdón por tal escena... Ahora joven Lee por favor haga todo lo necesario por mi hijo —ChanYeol recordaba al omega, por supuesto que lo hacía pero no podía hacer mas nada ya que estaba al tanto de la amnesia de Mark y al parecer su lobo también se veía afectado, por lo que no podía interferir en lo que la naturaleza demande.

—Claro señor Nakamoto...

🐶🐶

Ya había pasado casi cinco meses donde Mark iba a casa de los Nakamoto con mayor frecuencia ya que le pagaban mejor que en un hospital y aunque en verdad deseaba poder salvar a Yuta, cada día iba perdiendo mas la fe, pues Nakamoto iba de mal en peor según le decían los familiares del alto y por mas que suene algo extraño el joven parecía normal cada que él estaba a su lado, brindándole los cuidados adecuados que una persona podría necesitar en ese estado.

Su tía SeulGi le informó que lo más probable era que el alfa no resista mucho tiempo, mas aún si su celo se da en ese mal estado, pues llegaría a sufrir mucho, incluso más de lo que ya lo hace. Hoy era martes, hace tres días que su pequeño niño había cumplido sus ya nueve añitos, una fecha muy especial pero al mismo tiempo triste, pues su cachorro aún sufría por la muerte de su padre y aunque Mark haga mucho para que el menor no se sienta sólo o la ausencia de JungWoo, no puede recomponer por completo el amor que se padre le hubiese dado a Woobin.

— ¿En que piensas Mark?

—Nada tan interesante, sólo tratando de generar nuevas ideas para la felicidad de mi pequeña familia —sonrió mientras cambiaba los pañuelos que Yuta tenia en la frente— ¿Alguna idea TaeMin hyung?

—Brindarles amor...

—Hoy es una fecha que dejo marcado muchos corazones... Y me da pena no poder estar acompañado a mis amigos, pero bueno... Se los compensare en la cena.

— ¡Papi, papi! ¡Taro, Min, Minnie y yo hicimos un nuevo amiguito!

— ¿En serio?

—Sip y lo trajimos a casa.

— ¿Cómo se llama?

—Woobin, Wong Woobin.

— ¿Qué? —preguntó el castaño.

— ¡Papi Markkie!  —gritó un niño un tanto alto.

—Hola mi amor.

—Hola~

— ¿Le dijiste a papi Xuxi que vendrías para acá?

—De hecho él nos trajo —sonrió, Mark pudo notar que los ojitos del menor estaban acuosos.

— ¿Qué pasa Woo?

—Si te digo que extraño a papá JungWoo ¿Te molestaras conmigo? —preguntó entre sollozos, siendo su voz amortiguada por el pecho del omega, quien sonrió y se limitó a acariciar los cabellos de su hijo.

—Ya hablamos de esto la ultima vez Woobin —dijo con su voz dulce— No me molesta que extrañes a papá Woo, pero lo que si me molesta es que pienses que me enojaré contigo mi niño eso no, jamás lo haría por una razón como esta, eres un pequeño bebé y no puedo molestarme contigo ¿Entendido? —el infante asintió, se separó del mayor y el castaño dejo un beso en su frente— Ahora ve a jugar con tus nuevos amigos, pero antes ve a lavarte la cara —los cinco niños salieron corriendo mientras reían

—Eres un buen papá.

—Gracias —respondió con una sonrisita.

— ¿Quieres fruta picada?

—Claro.

—Entonces ya vuelvo.

—Esta bien —el omega mayor se retiró de la habitación y Mark sólo se quedó observando el rostro del alfa, era una persona muy guapa, no lo iba a negar, pero algo en él y en esos obres negros lograban causar un sentimiento de pena y tristeza, rabia y dolor, no sabía porque pero ya no importaba, seguro era alguna cosa sin sentido alguno. TaeMin regresó con una tazón con frutas picadas y lo dejó en la mesita ratona del centro de la habitación y comenzó a comer junto al castaño.

Todo iba bien, maravillosamente bien, hasta que el castaño tuvo unas inmensas ganas de vomitar todo lo que había consumido y antes de hacerlo en el cuarto del alfa, salió corriendo a la velocidad de la luz al baño más cercano que en la casa hubiese. TaeMin quedó muy preocupado por el estado del omega y en su preocupación  su hermano despertó.

— ¿Dónde está Mark?

—Se fue al baño...

— ¿Qué tiene?

—Nada... Solo que tiene náuseas.

—Esta bien...

Pasaron alrededor de diez minutos cuando el omega ya estaba devuelta con una gran sonrisa pero derramando lágrimas.

— ¿Mark? ¿Qué pasó?

—TaeMin hyung... Yo estoy esperando un cachorro —lloró mas fuerte mientras abrazaba al mayor— Es mi primer embarazo hyung mi primer cachorro.

"No es cierto, no es su primer cachorro, ¡Todo es tu culpa humano idiota!"

Me alegro mucho Markkie —sonrió débilmente TaeMin mientras miraba a su hermano, quien trataba de retener las lágrimas que amenazaban con salir.

— ¡Aaaaaah! —gritó Nakamoto mientras su mano estaba en su pecho, los dos omegas saltaron del susto— Tae-TaeMin... —gimió de dolor.

—Tenemos que ir a un hospital —habló Mark mientras se limpiaba la cara— Ahora mismo.



Jeje Holi :3 como están? Espero que bien =3

10320 palabras xd

Gracias por leer, les amo manguitos 💚

Naranjita♡

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