𝒥𝓊𝓃𝑔𝓀𝑜𝑜𝓀

Tuve una noche fatal, visitar a Gyeong-hui no fue una buena idea. Me sentía confundido y completamente dolido por lo que había pasado en la puerta de su casa.

La mirada que me dio me dejó totalmente desconcertado, estaba vacía y me miraba justo de la misma manera en la que yo miraría a un desconocido. Como si en realidad nosotros nunca hubiéramos estado juntos, como si en realidad yo no hubiera sostenido su cuerpo nunca. Pero sabía que eso era una mentira absoluta, sin embargo entendía su proceder porque estaba dolida.

Sin nada de ánimos de ir a la oficina decidí prescindir de mis trajes de diseñador y usar una simple camiseta blanca y pantalones negros lisos. Además, hoy me tocaba otra reunión con mi siquiatra, y a pesar de que aún odiaba ese consultorio estaba dispuesto a intentarlo.

Tomé las llaves de mi deportivo y sentí que mi teléfono vibró en mis bolsillos. Era Jimin.

"Tu cuadro ya esta listo"

"Genial, enviaré a alguien para recogerlo"

"¿No quieres verlo tu?"

"No me interesa el arte"
"El señor Kim pasará por el, solo di la hora"

"Después de las cinco"
"¿Viajaras mañana?"

"Sí."

"Suerte, Jungkook. Espero que el cuadro combine contigo"

No le seguí respondiendo porque no había caso. Me puse en marcha a mi trabajo porque necesitaba terminar algunas cosas antes de las diez de la mañana. Tenía un vuelo al día siguiente para ir a mi hotel, que honestamente me tenía un poco cansado porque estaban apareciendo muchos problemas de ejecución, sobre todo porque el queipo de planeación no hacía bien su trabajo.

Llegué a mi despacho y recibí muchas miradas por parte de mi personal, me importaban bien poco en realidad.

— Señor Jeon tiene unas cuantas reuniones pendientes — me dijo Lia al cruzar la puerta de mi oficina — También, ya envié los ocho ramos de flores que pidió a la dirección que me envió esta mañana.

— No pedí ocho — le dije — pedí diez. Necesitas escuchar mejor.

— Lo siento señor, pero me hizo esa llamada demasiado temprano y yo estaba ocupada.

Levanté una ceja.

— Mi novio estaba en casa.

— No veo el problema, eres mi asistente, estas cosas pasan. Procuraré llamarte después de las cinco la próxima vez, así tu novio no se molesta.

— ¿Quiere que envíe los ramos restantes? — preguntó seria.

— No. Dudo mucho que conserve si quiera uno... — me senté en mi silla y cerré los ojos — Si eso es todo puedes irte.

— Olvidaba decirle que la señorita Minha lo espera desde hace una hora, ¿la hago pasar?

Suspiré.

— Qué más da. No se irá incluso si traes a la policía a este lugar.

Se fue de mi oficina haciendo un cansino sonido con sus zapatos de tacón, después entro Minha.

— Jungkook, que difícil es contactarte a ti.

— Talvez es porque no te quería ver.

— Lo dudo mucho — suspiré y ella se acercó a mi, poniendo su falso trasero sobre mi escritorio — Vine a terminar lo que dejamos pendiente el otro día.

— Minha, no estoy de humor.

— Cambiarás de opinión...

— Dios, no. No me interesa nada que eterna que ver contigo, y de hecho puedes largarme de mi oficina y de mi vida — le dije lentamente — No quiero nada que tenga que ver contigo.

— ¿Es por la zorra esa?

— Es porque en realidad tu eres despreciable, dudo mucho que hayas olvidado lo que pasó.

— Gracias a mi es que ahora sabes muchas cosas — dijo enojada.

— O es que gracias a ti he arruinado lo único en mi vida que parecía funcionar.

— No me digas, ¿te has enamorado? — sonrió con burla.

— Sí. Y lo jodi por tu culpa.

— No, Jungkook. Esto es lo que siempre has sido, y ahora puedes ir por ahí profesando que te has enamorado, pero tu y yo sabemos que no es así, que en realidad volverás a mi, justo como siempre — se bajo de mi escritorio y caminó hacia la puerta — Mientras yo viva, en cada lugar me verás a mi y recordaras porqué es que tu y yo vamos tan bien.

— Lárgate.

— Esa pequeña zorra jamás te dará lo que necesitas. Tu no quieres amor, jamás lo has querido — abrió la puerta y salió.

Me quedé meditando en la situación y en el hecho de que puede que ella tuviera razón. No fue culpa de Minha el asunto de que yo lastimara a Hui. Fui yo por haber repetido el patrón con ella sin darme cuenta de que era diferente.

Para no pensar en ninguna de las dos, decidí ponerme a trabajar y a arreglar algunos horarios de cosas que tenía por hacer. También planee una agenda de lugares a los que visitaría para después de la apertura. Necesitaba irme lejos, sobre todo si Hui no volvería conmigo. Me lo dejo muy claro anoche, sus ojos fueron demasiado claros.

°

Más tarde fui a la cita con mi terapeuta, y como siempre me recibió su secretaria y me ofreció unas mentas esta vez. Cuando pase al consultorio me sentí relajado y pude oler un pequeño aroma a canela que me tranquilizo de inmediato.

— Señor Jeon, que gusto verlo — me dijo — pensé que no iba a venir.

— Estuve a punto de no hacerlo.

— Claro. Tomé su lugar — sacó la maldita libreta negra y tomó su plumón — Bien, deberíamos continuar por donde lo dejamos el otro día.

Memorias de Jungkook

En el verano no solía hacer muchas cosas a pesar de que tenía libertad de todo, papá siempre me decía que estaba bien si decidía alojarme un poco, que de todas formas era lo justo según mi edad. Todo lo que yo quería era volver a ver a la misteriosa mujer que me había dado la noche más erotica de mi vida hasta el momento.

No pude quedarme de brazos cruzados y decidí salir en su busca. No me fue difícil conseguir información de ella en un lugar donde parecía ser muy conocida. Me recibió con la misma sonrisa que me había dado la primera noche, ese recuerdo lo tenía intacto y cada cosa que hizo estuvo es mi memoria por mucho tiempo. Pensaba que a mi corta edad lo único ue podía hacer era meterle mano a las chicas en el instituto, talvez tocar algún pecho o si tenía suerte llegar más allá, pero esta mujer ofrecía más proclive a ceder.

La segunda mejor noche de mi vida, o eso fue lo que consideré en ese entonces, fue cuando me llevó a su casa.

Fue la primera vez que me golpearon a cambio de un beso. Me dijo entre palabras que necesitaba ganarme los premios y que cada golpe era un incentivo. Esa noche no sólo me golpeó, también me dijo que era demasiado malo no poder castigarme un poco más. Esa noche no lo entendí hasta que tuvimos nuestro tercer encuentro.

La tercera vez que la vi me quemo la espalda con cigarrillos, los apagaba en mi y me decía que eso la excitaba, también mordió todas mis piernas mientras ella se daba placer por sí sola. La cuarta vez me golpeó con un cinturón y me escupio la cara.

Después vertió chocolate caliente sobre mi miembro haciendo que algunas lágrimas se derramasen por mi rostro y cuando le pedí parar ella solo se burló de mi. Me dijo que era un niño y que era precisamente por eso que no habia dejado que la follara. Así Así aguanté.

Después me di cuenta que la amaba. Ella empezó a sacarme dinero y a obligarme a hacer cosas ridículas. Me hacía que le pagara prendas carisimas a costa de mis papas. Fue entonces cuando empecé a tener problemas en casa.

Mi papá me echó de casa y cuando le pedí que me diera una mano ella se burló de mi y me dijo que estaba follando a un hombre que sí la complacía. Es vez me escondió en su armario y me dejó ver como un viejo se la metía. Fue demasiado asqueroso para mí,  sin embargo seguí ahí.

Cuando por fin tuvimos sexo me golpeó por todos lados y no me dio oportunidad de que yo disfrutara. Minha fue astuta y cada vez que le decía que ya no podía ella me aseguraba que todo iba a cambiar, fue ahí cuando decidí probar las drogas y mi mundo vino de picada.

No pude parar y en medio de follar con ella, la mala relación con mis padres y mi relación con las drogas casi acabó con mi vida. Lo comprendí hasta que una noche ella después del sexo y de demasiadas rayas de coca me dejó solo en el pequeño apartamento en el que vivía. Por suerte Namjoon llegó, de lo contrario estaría muerto, pues sufrí una sobredosis.

Actualidad

— ¿Me estas diciendo que no corriste después de la primera vez? — preguntó mi siquiatra.

— No.

— ¿Qué pasó después?

— Mis padres se encargaron de mi y me alejaron de ese mundo. La encontré unos años después y para mi desgracia me la tiré. Muchas veces.

— Parece ser estúpido.

— Probablemente. Gracias a ella he arruinado muchas cosas en mi vida.

— ¿Cuáles? A veces tendemos a responsabilizar a los demás por nuestras acciones, pero en realidad simplemente es la situación.

— Hay una mujer.

— En la vida de un hombre siempre hay una mujer.

— Mok Gyeong-hui no es como ninguna de ellas.

— Cuénteme de ella y como se relaciona con esto.

— Le hice lo mismo que Minha me hizo a mi.

— ¿Qué? ¿Le provocó todo ese dolor físico a otra mujer solo por repetir un patrón y no tratarse a tiempo?

— No, jamás la lastimé físicamente. Hablo de que la ignoré de la misma manera en la que Minha a mi.

— ¿Puede decirme como es ella?

— ¿La parte formal o funcional?

— Todo lo que quiera.

— De verdad, doctor. Dudo mucho que quiera saber todo lo que hice con ella, porque a decir verdad el sexo fue lo más grande de lo nuestro — le dije lentamente — Lo único que puedo decir es que de verdad me arrepiento de todo. Ella sale con alguien más.

— ¿Le dijo alguna vez esto?

— No. Pero debí hacerlo, para que entonces lugar de estar imaginando como seria una noche más con ella, podría estar justamente disfrutándola de verdad

— Talvez pueda decirlo ahora.

— Sale con otro. No tiene caso.

°

Estuve una hora más en ese lugar, hasta que le dije demasiados detalles porque él preguntaba mucho. Para mí, abrirme con alguien más sobre estas cosas era un poco de debilidad, pero se suponía que tenía que romper todo eso.

Por la noche decidí dar un paseo a pie. Me puse ropa deportiva y empecé a caminar por la ciudad. Todo marchaba bien hasta que me detuve frente a un restaurante co  un gran ventanal que podía ver todo el interior. Gyeong-hui estaba acompañada de Jimin. Namjoon y Sol-i también estaban ahí.

Sabía que no era una cena casual. Jimin tenía su brazo sobre el hombro de Hui.

°

Hola, volvió su tía mari.

Perdón, he estado ocupada justo ahora. Nadie me dijo que hacer la universidad no era divertido como en los fanfics.

Les doy de nuevo 2 capítulos. Talvez vuelva a actualizar este fin de semana. Talvez...

Espero y les hayan gustado, también aprovecho y dejo la portada de mi próxima historia.

🐺

Sinopsis:

Siempre me dijeron que el peligro habitaba en lo más profundo del bosque, que había quienes eran de sangre caliente y consumían la de quienes querían.

Nunca creí en las historias de animales mágicos, no hasta que descubrí que incluso los ojos más puros podían ser consumidores y asesinos. Fue entonces cuando el peligro se unió a mi vida y no lo dejé salir. No tuve miedo ni una sola vez al mirar las llamas que envolvían sus ojos cada luna de sangre, la primera vez que sentí el temor fue cuando una espada estaba sobre su cabeza, entonces decidí que por ella era mejor la mía. Y tuve que decir adiós...