𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 17;𝓤𝓷𝓪 𝓻𝓾𝓹𝓽𝓾𝓻𝓪 𝓲𝓷𝓮𝓿𝓲𝓽𝓪𝓫𝓵𝓮 2/2
𝒢𝓎𝑒𝑜𝓃𝑔-𝒽𝓊𝒾
Llegamos a Seúl por la tarde. Todo el viaje estuvo cargado de tensión, ninguno de los dos dijo una sola palabra, apenas y nos miramos y cuando él me dejó en mi casa todo lo que recibí fue un "Te llamaré después" honestamente no tenía ganas de pensar en lo que había pasado puesto que me sentía humillada y un poco desconcentrada, me sentía dolida y talvez esta era la manera del amor.
Estaba completamente enamorada de él y la más mínima situación que me provocara dolor, era suficiente para que mi estado de ánimo bajara por completo. Tenía un mal presentimiento y algo me decía, muy en el fondo, que el dolor no se iría o dejaría por momentos mi pecho, esto era diferente, como un millón de dagas perforando mi ser y llevándome al infierno en un doloroso viaje.
Tenía una teoría. Solíamos enamorarnos de quien nos hería y nos gustaba porque pensábamos que el dolor era parte del proceso, eso fue lo que nos habían enseñado. Pero no, no debíamos de sufrir cuando entregabamos nuestras almas. Lo miré con mi papá, amó a mamá hasta el último segundo de su vida, lo sé porque llevaba una vieja foto de ella dentro del bolsillo de su pantalón, incluso si mamá lo había dejado, él prefirió agonizar de dolor a olvidarla. ¿Me pasaría eso con Jungkook? Para empezar, ni siquiera podía ejecutar un plan de como olvidarlo. Él primero necesitaba saber lo que sentía para que yo pudiera pasar por él rechazo y entonces seguir adelante con lo que sea que tengamos.
Después de todo, aparte del sexo, Jungkook y yo no teníamos algo más. Eran solo pequeñas piezas que yo había imaginado en mi cabeza luego de algunas muestras de amabilidad por su parte. Me arrepentí de haber ido a ese viaje con él. De sentir a fuego el dolor de ver a la persona que amas coquetear con otras.
Después de llorar unas cuantas horas me refugie en la oscuridad de mi habitación, sacando todo el dolor que llevaba dentro. Miré toda la saga de Crepúsculo llorando al final porque en mi vida no había nadie que me esperara con un 'siempre'. Estaba muy mal, terrible. En todas las maneras posibles no debería de estar sufriendo por amor.
°
A la tarde siguiente Jungkook llamó. No me pidió una disculpa, ni siquiera preguntó como estaba. Eso era justamente lo que me molestaba, la facilidad que él tenía oara ignorarme y como sin ningún esfuerzo me hacía a un lado cono si yo podía hacer lo mismo. Para él, coquetear con alguien más solo había sido un pequeño tiro, para mí fue un gran golpe. Pero aún así, sabiendo que él no merecía más que mi desprecio, fui decidida a nuestra cita para enfrentar su frío rostro y talvez darme cuenta que era exactamente lo que me gustaba de él.
Necesitaba la respuesta de cómo fue posible que me enamorara de alguien que no me habla, que me ignora y si puede herirme lo hace. Lo amaba y eso no estaba bien.
Usualmente siempre llegaba temprano pero esta vez fui con unos minutos de tardanza, sabiendo bien cuanto él odiaba la impuntualidad.
— Veinte minutos tarde — dijo tan pronto como entré a la habitación.
Estaba sentado en un sofa esquinero, con un vaso de Whisky en su mano, con los botones de la camisa abiertos y de piernas cruzadas. Su voz indicaba que ya había bebido demasiado, aún así, despeinado y completamente desarreglado logró hacer lo que ningún hombre con el mejor traje haría. Sentí mi cuerpo reaccionar y todas las palabras groseras que pensé gritarle se habían esfumado y ahora mi mente solo quería pedir que me hiciera el amor.
Contuve las lágrimas que me provocaba el hecho de quererlo de esta manera, hasta me sentí avergonzada por la manera en la que lo hacía.
— Había tráfico — mentí.
En peores condiciones había conducido hasta esta habitación y siempre estaba a tiempo. Esta vez lo único que era diferente es que me dolía el corazón y no quería asistir porque se sentía como el final.
Me examinó con la vista, lentamente, como un león lo hace con su presa. Con cautela esperando cuanto atacar.
— ¿Necesitas una invitación para que empieces a desnudarte? — preguntó con calma. La misma calma que siempre tenía porqué su mente estaba a salvo de sentimientos, entonces podía profesar esa paz en cualquier contexto.
Lentamente me desprendi de mi ropa. Empecé por el abrigo que aunque no hacía calor por dentro llevaba un vestido demasiado ligero como para que la población no lo notara. Lo llamé el vestido de la despedida.
Era plateado y brillante por todos lados, con un corte del lado derecho que llegaba hasta la cadera, ocultando casi nada mi desnudez. Tenía un escote demasiado pronunciado y era necesario no usar ropa interior. Con un solo toque, este vestido podia caer al piso sin ningún problema, él solo necesitaba soltar el pequeño broche arriba de mi cuello y entonces quedaría completamente desnuda frente a él.
Me solté el cabello y a espera de su primer movimiento llevé mi mano al broche del vestido y esperé ahí, con la mano lista para soltarlo. Él se movió y se situó a mi espalda.
— Déjame a mi — dijo con el característico tono bajo de voz.
Soltó el broche y el vestido cayó en un charco a mis pies. Jungkook, quien era verdaderamente desesperante cuando actuaba de manera sigilosa, me tocó los hoyuelos que tenia en la parte superior de mis glúteos. Puso sus dedos ahí, presionando de manera suave pero siendo lo suficientemente rígido como para que mi cuerpo reaccionara.
Cerré los ojos disfrutando de su tacto. Lami mis labios y lo escuché suspirar y susurrar que era 'jodidamente hermosa'
Talvez, después de todo había una esperanza...
— Camina hacia la cama — ordenó firme.
A paso lento empecé a caminar hasta que estuve en el borde. Me empujó y quedé boca abajo. Jungkook tomó más manos y las cruzó por mi espalda, las amarró con una tela suave y después me dio una palmada en los glúteos.
La mayor característica de Jungkook era que no hablaba. Sólo hacía hechos e ignoraba el lenguaje. No me dijo nada más, después lo que oí fue que su cinturón cayó al suelo y el sobre del condon abriéndose. Eso fue todo.
Esta vez, no tenía ánimos de hacer el mínimo esfuerzo, si de verdad se sentía como la última vez, esperaba que al menos me llevara el peor recuerdo, pero con Jungkook era imposible, era un grandioso amante. No quería reaccionar pero la dureza y precisión con la que Jungkook me tomaba era demasiado para mi. Unos cuantos toques bastaron para que mi fuerza de voluntad se fuera a la basura.
°
Era de madrugada y tenía las lágrimas acumuladas.
— Este fin de semana no podremos vernos, saldré de Seúl, necesito arreglar unos cuantos asuntos así que espero y no...
Lo interrumpí.
— Jungkook, te amo — las lágrimas empezaron a salir. Ya sabía su respuesta pero esperaba un poco de cordialidad al menos.
— ¿Perdón? — dijo en medio de una risa. Se sentó en la cama y giró mi cuerpo — ¿Es una broma?
— ¿Cómo podría bromear con esas palabras? — mi corazón lo sintió.
— Mira, puede que estés confundida y que pienses que el sexo es demasiado, entonces crees que es amor pero te juro que no es lo que sientes.
Me miró serio. Me sorprendí porque esta era la primera vez que él decía una oración tan larga.
— No, Jungkook. No pretendas decir como me siento. Te amo — repetí. Podía ver la perplejidad en su cara y un atisbo de enojo.
— Acordamos...
— Se lo que malditamente acordamos, pero fue inevitable — me levanté de la cama y busqué mi ropa.
— ¿Qué pretendes que haga con esto que me estas diciendo? — preguntó enojado.
Lo miré. Yo estaba vulnerable y la poca cordura que quedaba en mi me obligaba a no querer irme del lugar, pero si me quedaba tendría que lidiar con su cara de desprecio.
— Que me digas que sientes lo mismo.
Me miró y después se rió.
— Gyeong-hui, te equivocas. Te dije que no soy ese tipo de hombre y puesto que se que no vas a dejarlo pasar por el momento, sugiero, sin ver otra salida, que puedes tomar un descanso de un mes para que olvides tus locos y absurdos sentimientos.
Lo miré en medio de la desesperación y decepción.
— Él amor no es algo que pueda dejarse de la noche a la mañana — le dije enojada. Terminé de vestirme y busqué mi bolso.
— Te aseguro que sí. Mucha gente ha sobrevivido. No quiero que me ames. Tienes un mes para olvidar eso, de lo contrario...
— ¿De lo contrario que? — le rete.
— Te voy a reemplazar.
Sus palabras me golpearon hasta que sentí que mi corazón se detenía. Una turba de sentimientos me nublaron y todo lo que quería era salir corriendo de la habitación.
— ¿Tan fácil es para ti? — pregunté, respirando agitadamente.
— Demasiado — no había culpa en su voz, fue todo plano lo que daba seguridad a su afirmación.
— Creo que me voy.
Lo miré por última vez y salí de la habitación, deseaba que nada de lo que dije hubiera pasado.
Cuando iba por la mitad del pasillo sentí mis piernas temblar, por suerte mi cuerpo fue más listo y no se desvaneció.
Caminé lentamente hasta la salida, conteniendo las lágrimas porque no quería que nadie notara que no estaba en mi mejor momento.
Salí a la calle y sentí el aire fresco golpear mi cara. Había una ligera lluvia, a pesar de que estábamos estábamos verano el clima era terrible. Eso sumándole que era de madrugada. Sentí mucho frío y me adentré a mi auto con rapidez.
Conduje hasta casa con verdadero afán, con las calles un poco más despejadas podía al fin conducir con libertad.
Tan pronto como pise mi hogar, sentí el calor que albergaba mi pequeño apartamento. Un pequeño estornudo salio de mi, recordándome que tenia unas defensas muy débiles y que en efecto el hecho de que tuviera el cabello mojado no ayudaba para nada. Obtuve un resfriado a pesar de solo haber estado bajo la lluvia por apenas unos segundos.
Me metí a bañar, necesitaba el agua caliente en mi cuerpo, también en la ducha podría pensar. ¿Un mes era suficiente para sacar lo que llevaba dentro? La respuesta era sencilla. No. No podía.
Necesitaba considerar el hecho de que no quería dejar lo que sea que tuviera con Jungkook porque mi mente me impedía tomar la decisión correcta. Imcluso si no nos perteneciamos, tener un poco de felicidad era mejor que la mísera.
Había algo mal conmigo, sabía que estaba de pie en un espinal pero aún así no quería moverme o usar zapatos. Quería estar ahí y dejar que el dolor penetrara en mi ser. Quería seguir amandolo.
Salí de la ducha demasiado tiempo después, sequé mu cuerpo y desnuda fui hasta la cocina a prepararme un té. Después, encendí la televisión y empecé a cambiar de canales constantemente. Muchos estornudos estuvieron presente.
Casi eran las tres de la madrugada cuando mi teléfono vibró en un mensaje de texto.
Era Jungkook. Esperanzada lo abrí.
"No puedo seguir con esto. Buscaré a alguien más. Haz lo mismo"
Casi pude sentir mi rostro caer.
Me quedé inerte en el sofá. Esperé hasta que fuera de mañana para ir en su busca, necesitaba sacar todo lo que tenía dentro y al menos recibir una disculpa.
Preparé todo un discurso verbal para decirle todo lo que pensaba de su estupidez. Necesitaba escucharme, necesitaba sentir lo que yo sentía también.
Conduje hasta su edificio y cuando llegué una bola de sentimientos se asomaban en mi corazón.
No podía irme sin escucharlo de su boca, un mensaje no era suficiente. Quería que me dijera en mi cara que no era suficiente mujer para él, que necesitaba empezar a salir con alguien más y que lo nuestro solo fue un amorío.
Necesitaba escucharlo decir esas palabras, de lo contrario no me marcharía nunca.
Pasé por recepción y no me importó la mirada que me dio su secretaria y sin pedir permiso entré en su oficina. Debí haber tocado...
Las imágenes de él y de otra mujer en su escritorio eran dolorosas pero necesarias, y aunque sentía que mi corazón se partía, sabía que tenía que ver esto para alejarme de una vez.
Como abrí la puerta de golpe ellos se sobresaltaron y por el ceño fruncido de Jungkook podía ver cuán enojado estaba por haberlo interrumpido, pero cuando sus ojos chocaron con los míos, pude ver un atisbo de fragilidad. Aunque este era falso, él no sentía.
— ¿Podemos hablar? — pregunté con la voz rota y conteniendo las ganas de irme contra él y rompen mis zapatos en su cara. Jungkook no dijo nada, solo apartó su rostro del de la mujer y me dio una mirada en blanco — ¿Podemos hablar? — volví a preguntar.
°
Primero que nada que Jungkook chingue a su mauser. Segundo que nada ya viene lo mejor.
Cuídense y gracias por leer esto.
Tengo otras historias nuevas que piblicare pronto, espero y también las apoyen. Ah, de verdad, gracias por eso.
No tengo amigas así que se siente bien saber que al menos muchas chicas me leen y comparten opiniones. Las tkm.
Psd. La canción de arriba es porque estuve viendo Crepúsculo y pues son fan, de las películas y del soundtrack. Esa canción define como se siente Gyeong-hui sobre Jungkook.
¿Ya dije que me gusta Crepúsculo?
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