Desde el día que Tae y él se habían besado estando ebrios en su habitación no había vuelto a hablar con él.

Esa noche no pasó a más, simplemente se disculpó con Taehyung y lo dejó dormir en su habitación mientras el dormía en la cama de Agust el cuál misteriosamente no llegó a casa.

Eso le carcomía el pecho porque odiaba sentirse así.

Tampoco se había topado en ningún momento del día con Jimin,
Su hermano lo mencionaba de vez en cuando pero él nunca profundizaba en el tema. Prefería no hacerlo.

El trabo y estudio lo mantenían ocupado. Y además sinceramente no quería toparse a Jimin.

Sentía vergüenza por la situación penosa en la que los había visto a él y a Taehyung. Jimin creía que eran novios  lo cual estaba lejos,  lejisimos de ser verdad.

Ya casi iban a comenzar las vacaciones de invierno y se estaba preparando  mucho para los exámenes de final del semestre así que pronto tendría algunas semanas libres para... estar en casa y dormir.

Decidió tomar las escaleras en lugar del elevador ya que hacía un poco más de ejercicio y eso le parecía bien. Casi nadie usaba las escaleras teniendo el elevador a su disposición. El cual por cierto ya estaba reparado.

Ya casi llegaba al piso 3 cuando se sobresaltó al ver a Jimin sentado en las escaleras con la cabeza escondida entre sus brazos y sollozando por lo bajo.

Nuevamente estaba llorando, ésta era como la 5 vez que le veía así.

Yoongi se detuvo un par de escalones  abajo y dudó si seguir subiendo y pasar  de largo o preguntarle si estaba todo bien. Temeroso por hablarle subió lentamente y finalmente se detuvo frente a él. Jimin no lo haba visto así que se animó a hablar.

     —Emm  ¿Estas bien?

El joven peli-rosa se asustó al verse en compañía y rápidamente intentó secar sus ya muy obvias  lágrimas. Sus pequeños ojos no tenían ese brillo llamativo en ellos. No resplandecían cual estrellas.

     —¿Y-yoongi Hyung? Dudó Jimin al ver al castaño parado a su lado. Aún no lograba bien diferenciar  a uno del otro. Pero por la timidez con la que el castaño se acercó dedujo que era el Min mayor.

El castaño asintió

     —¿Te sucede algo? ¿Quizá... pueda ayudarte? —Yoongi estaba intranquilo pues casi no tenía experiencia en cosas como esas, y sentía que a Jimin le pasaba algo ya que al parecer solía llorar mucho. Lo había visto muchas veces desde su balcón y esta era la primera vez de cerca.

Jimin pareció dudar ante la pregunta del mayor.

    —Estoy bien, gracias.

Se levantó y trató de caminar pero la mano fría de Yoongi lo detuvo al tomar la suya. El contacto se sintió extraño y emocionante a la vez. Pero rápido cortaron ese contacto.

     —Te he visto Jimin... mmm llorar desde mi balcón. ¿Seguro que no quieres hablar?

¿Por qué el vecino lindo de sonrisa hermosa se cerraba tanto? No podía imaginar que tan grave era la situación por la que pasaba.

Jimin se sonrojó bastante al sentir invadida su privacidad.

     —¿A caso le gusta espiarme Hyung? —Cuestionó cambiando rápidamente de semblante. De triste pasó a ser más desafiante.

Yoongi dió un paso atrás al sentir que había metido la pata con Jimin. No quería que sintiera que estaba invadiendo su privacidad,  lo que menos deseaba era que el peli-rosa creyera que era un acosador.

     —¡N-no! ¿Sabes que? Olvídalo.

Siguió su camino pasando por un lado, eso le pasaba por intentar ser amable con las personas.

     —Tengo problemas en casa. Jimin se había dado la vuelta para gritarle eso.

Yoongi volvió a detenerse y dirigió su mirada hacia él.

     —¿Quieres hablar?

Jimin simplemente se sentó nuevamente en las escaleras y Yoongi entendió eso como una invitación a hacer lo mismo. Un asentimiento silencioso que Yoongi aceptó.

     —Te escucho —Dijo simplemente sentándose a su lado.

Jimin suspiró profundo y comenzó a contarle a Yoongi sus problemas. Para Jimin era la primera vez que hablaba tan abiertamente de sus cosas con otra persona.

     —Y cuando mi hermano se suicidó yo... yo sentí que todo era culpa mía por no haber dicho nada antes. Los ojos del pequeño Jimin estaban aguitosos y Yoongi quería limpiar esas lágrimas pero no se animaba aunque sus dedos picaban por hacerlo.

     —Pero no era tu culpa Jimin, fue decisión suya... disculpa que se escuche crudo pero él lo hizo porque quiso. Tú no le dijiste que lo hiciera.

El peli-rosa limpió sus lágrimas con la orilla de su suéter y continuó.

     —Y por eso mamá no deja que lo mencionemos y me pone mal sabe Hyung, siento una falta de respeto hacer como que él nunca existió, como si... como si no hubiera formado parte de nuestras vidas. Me duele tanto cuando mamá me grita por eso —Jimin volvió a romper en llanto mientras se cubría el rostro con las manos.

Yoongi instintivamente rodeo los hombros del menor con un abrazo y sintió como Jimin se relajaba en su hombro. No dijo nada, solo dejó que Jimin llorara todo lo que quisiera y que soltara todo ese dolor que seguramente era cansado llevar a cuestas.

     —El dolor de una madre nosotros no podemos sentirlo, tal vez a ella le duele tanto como a ti hablar sobre él. Deberías hablar con ella y decirle cómo te sientes al respecto.

Jimin negó y Yoongi suspiró.

Permanecieron ahí simplemente contemplando a la nada en silencio pero no era nada incómodo.

Después de un rato el celular de Yoongi comenzó a sonar y éste tuvo que dejar de abrazar a Jimin para contestar.

     —¿Si?... No lo sé no me dijo a donde iría —Miró de reojo a Jimin algo nervioso—. Ajá esta bien yo te hablo luego sí. 

Yoongi colgó la llamada y luego se levantó.

     —¿Era su novio Hyung?

La cara de desconcierto de Yoongi era todo un poema.

¿Novio? ¿Cuál nov...

     —Ahh Te refieres a Taehyung...él no es mi novio —Dijo cuando logró entender.

Jimim sonrió por primera vez frente  a Yoongi y eso lo mató, era una sonrisa muy tierna y adorable.

     —Agust dijo que usted y el chico del cabello rojo eran muy cercanos y pensé que era su novio. Las mejillas de Jimin se tornaron rosaditas.

Yoongi sonrió también. Su hermano siempre metiéndose donde no debía. Por cierto eso le recordaba...

     —Jimin... Él y tú... ¿Están saliendo?

El menor apretó los labios analizando si debía o no responder esa pregunta.

     —Salir como tal, no. No se si en realidad tenemos un algo... no me lo ha dejado claro... ni si quiera me ha pedido nada formal —se encogió de hombros el peli-rosa.

     —¿Pero? —Yoongi sabía, Jimin no estaba siendo sincero con él.

     —Nos hemos besado un par de veces... muchas veces a decir verdad.

Yoongi tragó con dificultad el nudo en su garganta. ¿Era normal querer golpear a  su hermano por besar a un chico? Por supuesto que no. No tenía nada de normal. Estaba volviéndose loco. Eran esos terribles celos que lo atacaban cuando estaba desprevenido.

No entendía la razón de sus celos.

Jimin estaba cohibido ante su confesión.

     —Jimin solo ten... ten cuidado si.

Jimin no entendió y Yoongi no quiso dar explicaciones. El castaño se despidió con la mano y siguió su camino dejando a un aturdido pero más tranquilo Jimin en aquellas escaleras.

Yoongi quería a su hermano, era su hermanito al cual siempre debía corregir. Pero había sólo una cosa que no le gustaba y era la vida desordenada que solía llevar. Sentía pena por Jimin si éste se llegaba a enamorar de Agust.

Y sentía pena por sí mismo si Jimin llegaba a enamorarse de Agust. Algo en su pecho dolía.

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Sus respiraciones estaban agitadas y ya sus pulmones pedían un poco de aire, pero los besos apresurados y no muy delicados del castaño eran algo que los suyos necesitaban.

Jimin mantenía su agarre firme al rededor del cuello de Agust mientras éste lo devoraba con la boca y las manos del contrario apretaban con fuerza su cintura. Era algo brusco pero a Jimin le atraía bastante.

Agust se había pegado demasiado a su cuerpo recostado contra la pared de la habitación del castaño y Jimin ya sentía su duro miembro rozarse en su entrepierna. El momento se había calentado demasiado.

En un momento Jimin soltó un gemido ahogado sólo por los besos de Agust.

Nunca habían llegado a nada más que a  un par de besos fogosos como aquellos, pero ahora si no se detenían podrían fácilmente acabar follando sobre la cama de Agust.

Jimin no era un santo, ya había follado antes con Jungkook, ambos habían tenido su primera vez con el otro y no eran expertos. Poco a poco lo fueron aprendiendo juntos.

Ahora Jimin sentía que lo necesitaba, hacia tiempo que no tenía relaciones con nadie desde Jungkook.

Los acalorados besos llevaron a Jimin subir la camisa del castaño por su abdomen y acariciar todo su torso. Agust también soltó un quejido complacido.

Desesperado el castaño se sacó toda la camisa y se lanzó de nuevo sobre Jimin que estaba muy rojo y agitado.

No había visto una piel tan atrayente como esa, que lo invitaba a seguir tocando y besando y así lo hizo. Beso el cuello y luego bajó al pecho.

     —Ahh Jimin

Agust se sacó el botón del Jeans y bajó el cierre, para dejar a la vista su dura erección debajo de su bóxer y Jimin se relamió los labios.

Sabía lo que Agust quería y se lo iba a cumplir. Quiso agacharse pero alguien interrumpió el momento tocando la puerta de la habitación.

    —¿Agust, hijo estas ahí? Te buscan.

La voz de su madre resonó afuera de la habitación del castaño menor.

     —Aggg Demonios —Chilló Agust irritado pues le habían interrumpido su momento.

Jimin se sobresaltó y de inmediato se acomodó la ropa y el cabello y trató de ocultar su erección al igual que Agust.

     —Lo siento —Se disculpó—. Se suponía que mamá llegaría tarde.

     —No Agust no te preocupes podemos seguir después —Susurró en su oído.

Ambos salieron de la habitación y al pasar por la cocina encontraron a la señora Min sacando bolsas de supermercado.

     —Buenas tardes señora Min  —Saludó nervioso.

La mujer lo miró y de inmediato le sonrió.

     —Ah hola querido no sabía que estabas con Agust.

Los jóvenes se miraron discretamente.

     —Amm si, jugábamos Play mamá.

La mujer asintió.

     —Ah afuera están esperándote.

Ambos jóvenes salieron y al abrir la puerta Jimin pudo ver a una chica muy linda esperando.

Agust Saludó como si nada y los presentó.

     —Ah, Jimin ella es Jiyu...

Jimin Saludó extendiendo la mano y ella correspondió.

     —Te estuve llamando "D". No has devuelto mis llamadas...

Jimin se sintió muy incómodo ante la conversación. Quiso irse de inmediato y sus ojos se chocaron con Yoongi quien salió del elevador.

Vio su escape ahí sin embargo, Yoongi  Saludó con un "Buenas tardes"  pasó de largo y entró apresurado a su casa.

Rayos, su escape había... ¿Escapado?

     —Bueno, yo me voy a mi casa —Jimin se alejó para subir por las escaleras.

     —Si Jimin, luego te llamo —El peli-rosa solo asintió.

No era que no supiera que esa chica fuera algo más que una amiga de Agust.

No era un idiota.

Pero él no estaba preparado para una relación así... él quería sentirse exclusivo con alguien y eso claramente era algo que no obtendría con Agust "D".

El rapero Underground era precioso, con una sonrisa de demonio perfecta y besaba exquisito y a Jimin le encantaba demasiado.

Pero Jimin quería algo más, y no era sexo.

Cuando Agust le dijo si podían ser amigos, no  pensó que ese tipo de amistad se llevara de esa manera.  Los besos comenzaban a ser más largos, las caricias se hacían más frecuentes y estuvieron a punto de tener sexo. Creyó que seguir así con el sería buena idea, que era algo fácil de hacer.

Pero poco a poco iba entendiendo que no lo era ni un poco.

Ahora estaba celoso, esa Chica Jiyu lo había puesto celoso.

Entró en su habitación y salió directamente a su balcón para ver el atardecer.  Le gustaba estar ahí y ver el panorama.

Levantó la vista como siempre hacía, con la esperanza de ver a Yoongi ahí y eso era algo inconsciente que siempre hacía.

Simplemente le gustaba hacer eso aunque nunca se habia topado con esos ojos gatunos misteriosos. Pero hoy si, ahí estaba.

Recostado en su balcón mirándolo a él. Jimin se sonrojó un poco pero le sonrió y recibió una sonrisa como respuesta.