🌻|Capítulo 72.|🌻
𝓛𝓸𝓼 𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓗𝔂𝓾𝓰𝓪
Capítulo 72.
“¡Nueva amiga! Bienvenida al equipo”
—–¡Vaya! Haz crecido mucho. Quien diría que ibas a ser tan hermosa.—halagaba la Hyuga, con una sonrisa emocionada y ojos brillando por el asombro.
Nami como siempre, estaba despierta desde muy temprano. Como era silenciosa podía dejar dormir mucho más a su hermano mayor, quien en estos momentos seguía en brazos de Morfeo bastante cómodo en su habitación. Y menos mal, porque tenía que ir a comprar ingredientes para hacer el desayuno. Sólo que no lo haría ahora, como apenas el sol salía las tiendas apenas estaban por abrir, así que de todas formas tenía que esperar.
Ahora mismo, la Hyuga se entretenía regando y hablando con las plantas de su jardín. Le gustaba mucho hacerlo, le gustaba verlas tan hermosas, sobre todo ese grupo de girasoles, eran sus favoritos en todo el mundo; aunque de todas formas cuidaba a sus plantas por igual era de esperarse que amara más a los girasoles, después de todo son sus flores favoritas, otra cosa que ella y su hermano mellizo tienen en común.
—–¿Y qué me dices de ti? ¡Mirate! Si sigues así serás la más hermosa, esos pétalos tan suaves...—agregó, dejando de regarlas para ahora comenzar a limpiar sus hojas y pétalos con un trapo húmedo y agua en spray, así no las ahogaba o lastimaba. —–Dios, eres preciosa... ¡Oh! Pero tampoco me olvido de ti. Todas ustedes están haciendo un buen trabajo, lucen sanas y bien cuidadas, las quiero, ¡Casi me dan ganas de hacer mi propia huerta! Realmente soy buena en esto ¿No?
Y ahora comenzaba a hablar sola. A decir verdad, a veces era un poco aburrido estar sola la mayor parte del día, pero encontraba la forma de cómo disfrutar de aquello, aunque era algo monótono, intentaba acostumbrarse.
Se alejó de las plantas y se sentó en el suelo de madera, observando a su jardín. Era hermoso, se veía colorido y brillante, eso la hacia sonreír mucho. Pero pronto tenía que ir a comprar más abono para ellas.
Se quitó los guantes en sus manos y los dejó a un lado, luego suspiró mientras cerraba los ojos.—–Hoy va a hacer calor... Mejor voy a hacer las compras de una vez.
Dicho esto, se decidió por levantarse y quitarse la tierra, iría directamente a la plaza para comprar las cosas que necesitaba, luego tendría que volver a hacer el desayuno y, después podría hacer lo que quisiera, aunque seguramente iba a aprovechar la tarde para dormir un poco. Pese a que ya no sufría de insomnio, o al menos no frecuentemente como antes, no tenía nada que hacer así que dormir no sería mala opción para matar el tiempo.
—–Bueno. Ya vuelvo. — susurró para sí misma, empujando la puerta antes de salir. Sabía que su hermano no iba a despertar por ahora, y la plaza apenas estaría abriendo así que no tardaría mucho, pero aún así se molestó en dejarle una nota a Neji para que supiera donde estaba.
Caminó por los pasillos del clan notando que era la única despierta, bueno, salvo de los centinelas. De todas formas no quería perder el tiempo saludando a alguien, así que simplemente salió y movió su mano a modo de despedida hacia aquellos Hyuga que cuidaban la entrada del clan.
Después de hacer las compras, se dirigió con todas las bolsas que llevaba directamente a una tienda que vendían flores y productos de jardinería, en las otras tiendas no había encontrado, así que si no lograba conseguir lo que necesitaba ahí, sin dudas tendría que esperar, y no quería eso, no podía arriesgar a sus hermosas flores a sufrir.
—–Buenos días.—susurró más por cortesía. Se había detenido en la primera tienda de jardinería que encontró, realmente no se detuvo a mirar el nombre. Ni mucho menos quién atendía.—– ¿Podrías darme una bolsa de 1kg de Fertilizante?
—–Claro. Sólo dame un segun- ¡Oh, Hola Nami-chan!— escuchó saludarle con toda confianza, una voz femenina y chillona. Eso no fue lo que la molestó, lo que de verdad la jodió fue ese honorífico, al cual detestaba.—–¡Oye! Bienvenida a la tienda familiar. ¿Cómo estás?
Cuando levantó la mirada sus sospechas fueron confirmadas. Se trataba de Ino Yamanaka. La reconocía, pero nunca había cruzado palabras con ella, por lo cuál, le hacía quererse ir de ahí. Ella le hablaba con total confianza, le sonreía, pese a que no se conocen en lo absoluto.
—–Eeh... Hola Ino.—saludó con algo de timidez, luego de eso se rascó ligeramente la nuca.—–Ammm... Mejor que sea de 3kg. Por favor.—así se aseguraba de que no volvería por ahí en un buen tiempo, o más bien nunca.—–Ammm, estoy bien. Gracias.
—–Te despiertas muy temprano. ¿Estabas entrenando?—preguntó, apoyándose en el escritorio/mostrador.
¿Por qué no sólo le traía su pedido? Así ella podría pagarle y largarse de ahí en paz.
—–Aah... No.—respondió apartando la mirada, luego escuchó sonar la campana que indicaba alguien más ha entrado. Salvada por la campana diría ella, así Ino dejaría de hablar y estaría obligada a atender a los clientes.
—–Oye, Ino, Asuma quiere que Choji, tú y yo nos reunamos con él para el almuerzo... Ah, hola Nami.
“Maldición”—pensó la Hyuga con frustración.—–“De todas las personas que me he podido encontrar hoy, tienen que ser estos dos que no me agradan en lo absoluto.” “O bueno. Ino es pasable... Pero él... Ugh...”—sin darse cuenta, su rostro iba haciendo un gesto de desagrado.—–“Es un idiota en todo el sentido de la palabra”
¿Por qué tanto odio? Bueno, todos sabemos que aparte de su actitud floja, y pese a ser un genio, Nami lo detestaba por ser un machista e idiota que le molestaba cualquier mujer. Realmente eso sí que era fastidioso para ella, por ende, no le agradaba ni siquiera estar cerca.
De por sí, los hombres poco le caían bien, Shikamaru arruinaba por completo su esperanza. Los de los libros, mangas y novelas que leía estaban mejor
La Hyuga suspiró con pesadez, acomodando sus bolsas en el suelo antes de responder al saludo del Nara, sólo esperaba que esos dos no la retuvieran aún por mucho tiempo, tenía cosas que hacer.
—–Hola.
—–Nami, llevas muchas cosas. ¿Estás segura de que puedes con una bolsa de 1kg? No podrás con todo eso. ¿Tu hermano no vino contigo?
—–Descuida.—se apresuró ella a responder.—–He llevado cosas más pesadas. He cargado a Kai más de una vez. Y Neji todavía sigue dormido.— aunque no lo seguirá dentro de poco.—–Sólo... Por favor dame la bolsa, tengo algo de prisa.
Ino observó a Nami con una ceja levantada, notando que la Hyuga quería irse pronto. Bueno, si eso quería, no iba a detenerla en lo absoluto. Así que sin más se alejó del mostrador y fue a buscar lo que ella necesitaba. Una vez lo trajo, Nami ya le esperaba con el dinero, así que le cobró y le sonrió al regresarle su cambio.
—–Gracias.
—–Gracias a ti. Ten un lindo día, Nami-chan.
—–Por favor te suplico que no vuelvas a usar el “Chan” con mi nombre.—insistió la Hyuga con voz calmada, agachándose para recoger las bolsas que había dejado en el suelo.—–... No es nada personal. Es sólo que no me gusta.
—–Tranquila.—clamó la rubia con voz calmada.—–Ten un lindo día, Nami-san.—corrigió esta vez, manteniendo una actitud paciente con la Hyuga, a quien por último le recorrió un escalofrío en su espalda, ya que si “Chan” no le gustaba, el “San” era diez mil veces peor.
Honestamente, para Ino, Nami le resultaba extraña, pero bueno, cada cabeza es un propio mundo diferente.
Nami se dirigió a la puerta, con todas las bolsas evitando que ella pudiera ver por donde caminaba. Intentó abrir la puerta con el pie, iba a darle una patada para eso, pero apenas estiró su pierna no sintió el material, luego inclinó la cabeza para ver al frente, notando que el Nara le había abierto la puerta, ella se sorprendió por tanta cortesía, pero había notado como Ino se lo había pedido con la mirada. Nami simplemente caminó en silencio, pasando por su lado.
—–¿Estás segura que no quieres ayuda? Apenas y puedes ver por donde caminas...
Realmente a Nami no le agradaba mucho Shikamaru.
—–Estoy bien... No necesito ayuda.
“Ni en particular, la tuya”
¿Por qué es tan difícil entender que "No" es "No"? Bueno, quizá este no sea un asunto grave, de hecho ellos sólo la quieren ayudar, pero Nami realmente no quiere aceptarlo porque preferiría mil veces caminar sola antes que aguantarse un silencio incómodo.
—–Vamos Nami, no seas modesta. Deja que Shikamaru te ayude. Sirve y así no se aburre mientras espera a que me cambie de ropa.—sugirió Ino, sonriendo ligeramente.
Nami soltó un suspiro, de nuevo desganada. A veces odiaba a la gente como Ino, es decir, entendía que quisiera ser amable, pero no era su asunto, y realmente no quería pasar un viaje incómodo con otro tipo al que ella sabía no le caía para nada bien.
¿Qué se inventaba ahora?
—–Ah... Yo... En serio puedo con esto. He cargado cosas más pesadas. — insistió la Hyuga, notando que igual Ino no le prestó ni la más mínima atención, y tomó un par de sus bolsas —que por cierto Nami había apilado para cargarlas más fácilmente— y se las dio a Shikamaru, tomando ella misma un par también.
Le dejó el camino libre a Nami para ver, pero ahora tendría que aguantar un incómodo viaje con esos dos. En serio prefería mil veces tener que volver dos o tres veces de ser necesario. A decir verdad Shikamaru tampoco es que se viera muy contento con la idea, pero igual ahora estaba obligado por Ino.
—–Oye, no te preocupes. Solamente deja que ayudemos.
—–Eh... Pero te van a regañar por dejar la tienda sola.—comentó esta vez la castaña con una ceja alzada.—–Bueno, ya qué... Supongo que ya es tarde para intentar hacerlos cambiar de opinión.
—–Al fin entendiste.
Ino rió mientras que Nami se quedaba en silencio. No podía sentirse más incómoda en verdad. Realmente no sentía que con ellos iba a lograr si quiera relacionarse.
—–Oye Nami, llevas muchas cosas. ¿Qué no sólo viven Neji y tú? —escuchó la pregunta de Ino, por lo que le miró de reojo un momento antes de responderle.
—–Sí, sólo somos Neji y yo. Pero... Me gusta tener algo que guardar, por sí alguna vez me quedo sin dinero al menos tengo algo almacenado mientras me recupero. Eso, y también ahorro un poco.—le dijo en respuesta.—–Además tengo un jardín que mantener. Sí todo sale bien con él, seguramente seré capaz de cuidar una huerta, siempre quise cultivar mi propia comida.
Ino le miró mientras esbozaba una sonrisa, luego de eso soltó una pequeña risa mientras regresaba su mirada al frente.
—–¿En serio? Pues, puedes llegar a mi tienda ¿Sabes? Además sabemos mucho de flores, te puedo aconsejar nuevos productos. —sugirió alegremente. —Por cierto, te ha crecido rápido el cabello. Me gusta como se te ve, y aunque sé que te agrada el cabello largo, ese Corte también te queda muy bien. ¡Eres muy linda!
Nami casi de atraganta con su propia saliva. Es decir, vamos, no está acostumbrada a escuchar ese tipo de cumplidos. Y en realidad, le sorprendía y le hacia sentirse un poco mejor, viniendo de alguien tan bonita como Ino.
Casi le sacó una sonrisa, pero vaya que eso logró sonrojarla.
No la empiecen a shippear... Los observo, ya los conozco bien a toditos ustedes.
Una vez Nami dejó las cosas en casa, gracias a Ino y a Shikamaru, pudo terminar de cocinar el desayuno y seguir con lo suyo, más temprano de lo que ya había calculado. Eso le alegraba de hecho, porque significa podría tener más tiempo para ella del que había pensado, y ya sabemos que Nami adora pasar tiempo consigo misma.
No obstante, Neji prefirió salir junto a su hermana. El día de hoy no tenía mucho que hacer, así que no le haría daño pasar tiempo con ella, después de todo, hace rato que no tenían un día de hermanos ¿Así que, qué mejor que hoy?
—–¿Irás a la Biblioteca?—preguntó el mayor, viendo que la chica se ajustaba un poco el vendaje en sus piernas, para hacer de calcetas.
Nami asintió en silencio y sin mirarlo. Lo cierto es que estaba emocionada por ir pronto allá, ya que tenía una novela pendiente por leer y que no pudo llevarse a casa por razones que no debería decir. Pero, igual se las diré, nomás no le digan a Nami. ¿Recuerdan que les dije que nuestra Hyuga preferida pasó de leer sobre filosofía y cosas por el estilo a historias más románticas y del estilo adolescente? Pues, últimamente Nami estuvo leyendo una novela romántica, que no es precisamente para menores de edad, así que por lógica, no podía arriesgarse a llevar ese libro a casa y con eso arruinar la buena imagen que Neji tiene de su inocente hermana menor.
Aunque gracias a esos libros tan adictivos, Nami ahora es de todo menos inocente.
—–Yo te acompaño.—dijo levantándose del sofá, caminando hacia la puerta para alcanzar las llaves.—–Vamos. Hace rato que no pasamos tiempo juntos, quisiera retomar eso y preguntarle a mi hermanita como está.
Nami se sorprendió un poco, y a la vez se mordió el labio inferior, realmente no se quejaba con la idea de pasar tiempo con Neji, pero ¡Vamos! Ella quería saber si la protagonista inútil lograba descubrir que su novio, al cual de hecho no ama, le estaba siendo infiel con su mejor amiga, ¡No tenía tiempo para eso ahora! Con Neji ahí no podría leerlo.
Se lo pensó un momento, y de hecho imaginó negándose ante la idea, pero, bueno, era Neji, le agradó y le conmovió que haya sugerido pasar tiempo juntos así que, al final aceptó la invitación.
—–Si quieres en vez de ir a la biblioteca buscamos donde almorzar. Además, podemos entrenar un poco, hace rato que no lo hacemos ¿Verdad?
—–Tienes razón. En ese caso yo invito el almuerzo.—sugirió el mayor, sonriendo un poco.—–Vamos. Te compraré mochis.
—–Ya con eso me convenciste.
Sin dar lugar a nada más que narrar, ambos se dispusieron a pasar una linda tarde de hermanos, que como ya había dicho antes, la merecían sin lugar a dudas.
Pasemos ahora a ver como sigue Kai, ¿recuerdan que el día anterior se encontró con un animal desconocido para él? Pues ahora mismo estaba confirmando lo que era. No pudo pedirle ayuda a Nami, ya que para cuando cuando fue a casa de la mencionada, le avisaron que ella y Neji habían salido, así que él optó por su segunda opción, ir con una profesional, es decir una veterinaria.
Es decir, la hermana mayor de Kiba.
Él y Meiko fueron al clan Inuzuka para contarle a la mayor lo que él había visto, y sí, básicamente la albina había sido la primera persona en enterarse sobre ese extraño animal que su futuro esposo, digo, su compañero de equipo, había visto y con el que ha congeniado casi al instante en la noche anterior. Aún no eran atendidos, contaron con la mala suerte de que el día de hoy Hana tenía muchas citas agendadas, pero estaba bien, ellos podrían esperar.
—–¿Crees que ella sepa que animal es? Nunca había visto algo así en mi vida.—comentó el castaño, volteando a ver a la albina quien movía sus pies en el aire, al estar sentada.—–Además no sé bien si es hembra o macho.
—–Hana-san es una veterinaria. Estoy segura de que lo sabrá, a menos que básicamente hayas descubierto una nueva especie jamás vista.—bromeó la albina, antes de reír un poco.—–Oh, es Kiba-san.
Mei lo señaló con el dedo, viendo por la ventana de el lugar que este mismo estaba por entrar. Kiba estaba algo sucio y bañado en hojas, tenía el cabello desordenado además, y ni hablar de Akamaru, al parecer ambos habían dado un paseo bastante productivo.
El Inuzuka se sorprendió un poco al verlos ahí, y apenas entró se les acercó curioso, preguntándose para sus adentros también ¿Por qué no estaban con Nami? ¿Se habrá enfermado? De hecho, ya le daba algo de vergüenza preguntar. Podría estar adentro en la Sala donde Hana revisaba a las mascotas, pero como no sentía su aroma, descartó por completo esa opción.
—–Kai, Meiko.—saludó acercándose a ellos, deteniéndose al estar frente a frente. —–¿Que tal? ¿Qué les trae por aquí?
—–¡Hola Kiba!—exclamó Kai como siempre tan entusiasmado.—–¿Qué tal tú? Estamos aquí porque queremos preguntarle algo a Hana.
—–Kai encontró un animal en el lago y no sabemos qué es, parece ser un lagarto o algo así.—comentó Mei, sonriendo un poco mientras estiraba los brazos para acariciar a Akamaru.—–Queremos saber que es.
Kiba hizo una pequeña mueca. A decir verdad, hoy Hana estaría muy ocupada, seguramente no podría ayudarlos hoy. Se preguntaba una posibilidad.
—–Lo cierto es que Hana posiblemente termine cansada después de esto, si es que termina temprano, hoy tiene muchos pacientes.—comentó.—–¿Ya probaron buscarlo en un libro? ¡Oh! Creo que Hana tiene uno sobre rreptiles y anfibios podemos llevarlo con nosotros y buscar en él si es el animal que viste.—sugirió sonriendo al castaño, queriendo ayudarles.—–Ya vuelvo. Se los prestaré.
Kai y Meiko asintieron en conjunto, estando ambos a la expectativa. Esperaron pacientemente a Kiba y al cachorro, mientras de vez en cuando charlaban muy animados entre ambos, ya que era obvio que disfrutaban de la presencia del otro.
—–Aún así siento que deberíamos buscar a Nami.—comentó Kai algo desanimado. Aunque luego volvió a esbozar una sonrisa llena de euforia.—–¿Sabes? ¡Es curioso! Ahora yo también tendré un animal de compañia como ustedes dos!
Meiko le miró confundida, esperando a que él siguiera hablando. No sabía realmente a qué se refería él con eso de "Animal de compañía", pero se veía muy seguro hablando de el tema.
—–Por ejemplo, Nami tiene a Shiba. Y ahora tú tienes a Kuro.—comentó con emoción, teniendo también un pequeño brillo en sus ojos.—–Ojalá ese animalito y yo podamos ser tan amigos como ustedes.
—–Ah... A eso te refieres.—rió la albina luego de observarlo atentamente.—–Esperemos que sí. Por lo que describes, es probable que sean tan amigos. Hasta como Kiba y Akamaru, aunque ellos básicamente ya son mejores amigos.
Lastimosamente Kiba no pudo acompañar a Kai y a Meiko a averiguar, ya que su madre apareció y le pidió que fuera a comprar la cena, esta había pedido hamburguesas para ella y sus hijos, así que alguien tenía que ir a buscarlas a la restaurante ya que no había domicilio. El Inuzuka no tuvo más opción que simplemente obedecer y hacer lo que su madre le pidió, prefería no enojarla.
Así que sin más, dejó a Kai y a Meiko con esa especie de misión, quienes sin tardar un poco más en ese lugar, echaron a correr directamente al sitio de entrenamiento, dispuestos a buscar el lago en donde Kai había visto a ese pequeño y curioso ser.
Estuvieron un buen tiempo esperando a su llegada. Así es, ya estaban frente al río, el río al que Kai reconoció enseguida, ahora sólo quedaba esperar a que ese pequeño animal saliera para conocerlo, pero mientras tanto, él iba paseándose de página en página, verificando cual animal podría ser el que él ha visto. Meiko estaba a su lado, como siempre brindándole una linda compañía, no esperaba más que simplemente estar para él. Mientras que Kai ojeaba las páginas con concentración, la albina tenía sus propias piernas entrelazadas y meditando un poco a la espera.
—–¿Crees que venga? Ya está tardando un poco. — comentó Mei, viendo a Kai mientras se reacomodaba en otra posición para estar más cómoda.
Kai volvió su mirada al río, ya que había volteado a ver a Mei tan pronto la escuchó hablar, pero, una vez se volvió al río sonrió con emoción, notando algo rosado dirigirse a ellos.
—–Así que eres un ajolote.—comentó emocionado, acercándose a la orilla. Quería acariciar al animal.—–Y no eres un reptil, sino un anfibio. ¡Wow! Que genial eres.
El ajolote se acercó a la orilla y salió del agua, caminando hacia Kai. Se sacudió un poco el agua, como si se tratara de un perro, y se acomodó sobre el regazo de Kai mientras parecía sonreír. Sin dudas era un animal muy amistoso, y al parecer se había encariñado con Kai. La albina también se acercó más para ver mejor al ajolote, comparando entre la página que Kai tenía abierta, y el animal que estaba frente a ellos en vivo y en directo.
La albina le quitó el libro a Kai, leyendo un poco acerca de ese ajolote, notando ciertas cosas que debían tomar en cuenta para definir si era macho o hembra, ya que si Kai iba a adoptarlo, tenía que pensar en un nombre para ella o él.
—–Según el libro es una hembra.—comentó sonriendo un poco. —–¿Que nombre le vas a poner?
—–Bueno, no estoy seguro de que sea conveniente llevarlo conmigo a casa.—mencionó con algo de preocupación, su abuela no aceptaría un animal, ya habían muchas bocas que alimentar, además era un animal salvaje, y Nami dejaba a Shiba ser libre prácticamente, así que él optaría por hacer lo mismo.—–Mmm... ¡Oh!
Kai ya lo pensó mucho. Aunque bueno, para él pensar mucho eran unos pocos segundos, estaba cansado de esperar, y podía notarse que el ajolotito quería estar con él también, aunque seguramente debería vivir en ese sitio ya que era más cómodo, al ser un animal de agua. Pero, bueno, ella podía respirar en aire sin preocuparse, por algo era un animal mágico, no se les olvide.
Ah, pero volviendo al tema. Kai había encontrado el nombre perfecto, más que todo porque su cabeza y la cresta que tenía al rededor le recordaba a una corona. Así que sí,ya estaba decidido cómo iba a llamarla.
—–Te pondré Queen.—comentó alegremente, levantando al pequeño ajolotito.—–¡Bienvenida Queen! Te traeré muchísima comida.
La ajolote emocionada acercó su rostro a Kai, y lo pegó a la mejilla de él, simulando que se trataba de un beso pequeño y amistoso. Kai no pudo evitar sonrojarse un poco, soltando pequeñas risitas y volviendo a acariciar la cabeza de ahora, su nueva mascota, próximamente, su nueva mejor amiga.
Bueno, ahora Kai tenía a otra mujer a su al rededor.
Vaya, él nació para estar rodeado de chicas ¿Eh? Chiste malo, lo siento. ¡Pero aún así! Es muy curioso que siempre esté rodeado de chicas. Aún así, ¿Eso le molestaba? No, para nada. De hecho estaba agradecido por ello, las chicas eran mucho más sensibles y agradables que los hombres, además, ellas lo han hecho quien es y siempre hará lo que sea para cuidarlas.
—–Bienvenida a la familia, Queen.—agregó Meiko, mostrándose también muy contenta, ya que Kai ahora cargaba a la ajolote y giraba con ella al brincar en el aire con tanta emoción. Era una escena muy tierna de ver. Hubiera sido mejor con Nami presente, pero, bueno, pronto podrían presentarle a Queen.
Kai estaba realmente feliz. Nunca había tenido una mascota, así que haría todo lo que estuviera a su alcance para cuidar bien de Queen. Tan sólo debía pensar primero en adaptarle una pequeña pecera para tenerla en su hogar.
—–Tú tendrás ahora la mejor vida que este chico pueda darte Queen, ¡Lo prometo!
Hola mis bebés :3 ¿Como han estado? ¿Que opinan del nombre? ¡Kai tiene una nueva amiga >:3!
Este niño siempre está rodeado de chicas, pero es por eso que es tan buen chico 😭❤✨
Espero que les haya gustado el capítulo, estoy trabajando en más ahora, y buscando directamente darle un final a este libro, ya que estoy emocionada por comenzar la saga shippuden 🤭
¿Como creen que serían Nami, Kai y Meiko en la saga Shippuden?
Tanto física como en personalidad ¡Quiero leerlos!
Buenas nalgas >:3 y les dejo un beso en el cerebro 💕
Por cierto , ¿qué opinan del nuevo separador?
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