|𝓛𝓸𝓼 𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓗𝔂𝓾𝓰𝓪|
Capítulo 35.
“Nuestros Enemigos , Parte 2”

Cuatro ninjas de la aldea del Sonido fueron enviados por Orochimaru para escoltar a Sasuke hacia la misma. El Uchiha por su sed de poder decidió irse por su cuenta, acompañado de esos cuatro enemigos y uno quinto en camino, por ahora, pues el trayecto será complicado no sólo para él.

Cinco genin y un chunin fueron contratados por orden de su Hokage, de su lady, para ir en busca del último Uchiha y hacerlo entrar en razón, para traerlo de vuelta a su hogar y con sus amigos, su equipo, sus compañeros, aquellos que lo consideraban una familia...

Esos cuatro enemigos, muy astutos, ahora tenían encerrados a nuestros seis ninja de la hoja, bajo una especie de domo de tierra. Parecía ser un jutsu muy complicado, y extrañamente, comenzaban a sentirse más débiles con cada segundo que pasaba.

La hoja había cometido una torpeza y ahora debía pagar, ¿cómo saldrían de ésta? Shikamaru no encontraba una forma de poder salir, pues por mucho que los otros golpearan las paredes, estas se regeneraban solas. Aún así, él observaba y analizaba buscando una forma de escapar.

Nami se sentó en el suelo, mientras observaba a su hermano gemelo, ¿preguntándole con la mirada qué sería de ellos ahora? ¿Cómo podrían escapar? ¿Les robarian todo su chakra? Comenzaba a sentirse muy mareada; y Neji en su impotencia y con serenidad, sólo le comunicaba con sus gestos que todo estaría bien.

Los gemelos eran los únicos en silencio, Naruto chillaba el salir para darle sus buenas, “pataditas” al villano, Kiba se encontraba molesto y frustrado y Choji disfrutaba de sus papas fritas por la vida como si nada lo estuviera preocupando.

Pero ¡Esperen un momento! Creo que estoy yendo muy rápido, y mi trabajo como narrador es explicar muy bien para asegurarme de que no hayan dudas, ¡y además, divertirlos y hacerlos imaginarse bien las situaciones! Por lo que ahora mismo, ¿por qué no me acompañas, a unos momentos atrás antes de que nuestros chicos quedaran atrapados? ¡Vamos! Ten cuidado de no marearte.

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Neji activó su byakugan sin esperar algu a orden, objeción o una palabra de alguien más. Lograron detectar a los enemigos gracias al Hyuga, y con sencillez formularon un plan de acción para acercarse a sus enemigos. Ellos bajaron la guardia, estaban durmiendo, estaban cansados, pero, tampoco daban chance de ser tontos.

Ellos tenían un plan bajo su manga, o más bien, telarañas atadas a sus dedos.

Shikamaru se acercó a observarlos más de cerca desde un arbusto, a su lado izquierdo se encontraba Neji, y a su lado derecho estaba Nami. Los gemelos estaban listos y dispuestos a su orden para ejecutar lo que sea, un ataque, que activen el byakugan, o algo por el estilo. Los encontraron descansando, dormidos, junto a uno de ellos estaba un ataud, seguramente el lugar en donde tendrían guardado a Sasuke.

Nami decidió comprobarlo, activando su dojutsu. Posó sus ojos sobre el ataud, sorprendiendose un poco por la imagen que estaba apreciando. Shikamaru y Neji le exigieron respuestas, no obstante, ella sólo especuló que él estaba dormido dentro de ese ataud, y que lo tenían sellado. Su byakugan no podía traspasarlo y por ende, no podía verlo con claridad.

Aún no conforme con ello, la Hyuga decidió repasar con mucho detalle a cada uno de los shinobi enemigos. Uno de ellos, yacía de espaldas según la perspectiva; parecía tener como un coco o segunda cabeza colgandole de la nuca. Nami sintió un pequeño escalofrío. Otro de ellos, tenía seis brazos, tres a cada lado, le recordaba a la repugnante apariencia de una araña, además de que el tipo tenía un rostro poco amable. También había uno que estaba pasado de peso, casi calvo, pero el daba igual. Y por último, una joven adulta de cabello magenta, se veía ruda, pero era bastante linda. Su byakugan sólo notaba que tenían puntos de chakra en el que fluía normalmente, sus órganos eran sanos, eran tipos que darían una pelea inolvidable. Pero, su instinto le gritaba que no se fiara mucho de ninguno. Tal vez eran más poderosos de lo que se aparentaban.

“Actúa con precaución... Nami...”

En interrupción a su pensamiento, el muchacho de cabello blanco con una cabeza más colgándose de su nuca, se levantó de repente y lanzó un kunay a un árbol cercano a nuestros chicos. El kunay llevaba consigo un amigo, un papel bomba, no, dos más. Tanto Neji como Shikamaru y Nami jadearon de sorpresa.

Por desesperación y por reflejo, ellos saltaron sin prestar atención a la dirección, pero por el mismo impacto que los papeles explosivos tuvieron, nuestros tres chicos fueron impulsados hasta los pies de los subordinados de Orochimaru, quienes ya estaban de pie y listos para lo que fuera.

Tanto Nami, Neji y Shikamaru, se vieron arrastrados en el suelo. Un mal y doloroso aterrizaje, pero tampoco era nada de qué preocuparse. Ahora, ellos tenían a la amenaza de frente.

—–Vaya vaya... Pensé que saldría una serpiente de los arbustos... Pero en su lugar solo encontramos un trío de ratoncitos.—habló el platinado con labial negro.

Esa voz malvada y juguetona logró que a Nami le recorriera otro escalofrío por la espalda. Mientras ella se sacudía la ropa y acariciaba su mejilla raspada, el mastodonte se inclinó un poco, dispuesto a atacar. Por otra parte, Shikamaru calmó la tensión pidiendo un poco de paciencia, pues quería negociar.

—–Alto. Esperen.—pidió el Nara en son de paz.—–No estamos aquí para pelear, sólo para negociar...

—–Jum... Y no debemos olvidar a tus amigos ¿verdad?

Diablos, los habían descubierto.

En un movimiento, el tipo de seis brazos halo a los tres faltantes del escuadrón, Naruto, Choji y Kiba, quienes gritaron espantados. Gracias al cielo que el Inuzuka guardaba las bombas de humo, de esa manera, pudieron hacer una barrera, sin embargo, esos tres seguían amarrados a los hilos, más exactamente de sus tobillos.

—–Por favor, ¿eso de qué les servirá? Lanzenme todas las bombas de humo que quieran, ¡aún los tengo!—habló burlonamente mientras jugueteaba con los hilos moviendo sus dedos.

Nami observó con atención. Eran realmente finos. Le recordaban mucho a Kai y a sus distintas trampas... ¡Sus trampas! ¡Por supuesto!

—–Estos hilos son tan finos que son casi invisibles, pero son muy fuertes. Debieron haberlos visto en el camino.

—–...  Las trampas que parecían hechas con descuido, en realidad eran para distraernos... —exclamó la Hyuga pasmada.—–Esos hilos... Las telarañas en el bosque... ¡Entonces eras tú, con eso nos detectaste!—masculló ella, finalmente entendiendo.

—–Exactamente. Tal parece que no eres tan cabeza hueca como te ves, niña.

¿Niña? ¿Cabeza hueca?

Un leve gruñido molesto por parte de la Hyuga demostró que ese comentario le había ofendido. ¿Niña? ¿Cómo que niña? Ella odiaba de llamada niña. Lo detestaba. Eso le indicaba que su opinión no valía, que no la tomarían en serio. Entonces ¿no le importa? Ella puede hacer que le importe de un sólo maldito golpe. Sin embargo, tampoco piensa rebajarse a su nivel.

Pero un shinobi no debe mostrar sus emociones en ninguna circunstancia, así que Nami simplemente suspiró bajamente y mantuvo la cabeza fría. Relájate, luego podrás hacerlo cambiar de opinión.

—–Qué astuto...—apreció Shikamaru, estando de pie ante ellos con mucho valor.—–Creo que eso te convierte en el inteligente del grupo...

Mientras se esperaba a que dejaran de hablar, el Nara aprovechó la breve distracción para paralizarlos con su jutsu posesión de sombra, quedando realmente bien con su escuadrón. La sorpresa se vio en el rostro de Kidomaro al no poderse mover, y Naruto exaltó alegremente la gran estrategia y pensamiento rápido que Shikamaru había tenido.

No obstante, Nami de nuevo observaba fijamente a cada uno. Notó una diferencia, ¿dónde demonios estaba la cabeza colgante? No podía ser su ilusión ni mucho menos un genjutsu. Retrocedió unos centímetros apenas Sakon se inclinó con orgullo mientras hablaba.

De la nada, salieron shurikens que lastimaron a Shikamaru, por ende él perdió la concentración y liberó su propio jutsu, siendo después que el mastodonte actuó con su elemento, creando un domo de tierra que los encerró.

Y así, llegamos hasta la actualidad.

Los chicos se sentían impotentes.

—–Demonios...

—–¿Qué es ésto?—cuestionó Neji, observando a las paredes.

—–Un tipo de barrera, y estamos atrapados en ella.—agregó el Nara, gruñendo con frustración.

Nami se cruzó de brazos, se le veía un poco molesta. Quiso soltar su típico comentario sarcástico en respuesta a su líder, pero recapacitó y quizás no era el mejor momento para ser insolente. Caminó hacia la pared, palpandola. Tocaba la pared con cierta fuerza, y concentró un poco su chakra para hacer el  suave toque más fuerte.

—–Parece que ésta barrera no es sólo eso con un montón de tierra. Hay algo más.—anunció Nami, mirando a los demás.

Pese a que Neji le creía y Shikamaru también, los otros tres no estaban tan seguros de su especulación. Entre esos, el chico perro quien decidió poner en marcha su salvaje habilidad para romper cosas.

—–Un muro es un muro y no existen muros impenetrables.

—–¿Insinúas que me equivoco?—Nami levantó una ceja. Pero luego suspiró sin darle importancia.—–Adelante, inténtalo. Me facilitarás la teoría. ¿Tú que dices, Shikamaru?

—–Bueno, no hay más opción...

Con el permiso en sus manos, Kiba accedió a demostrar que Nami estaba equivocada, utilizando su ataque “Colmillo perforador”. Simulando un taladro, embistió el muro con fuerza destructiva levantando mucho polvo y escombros. Mientras todos tosian, Nami esperaba recargada a la pared de brazos cruzados, Akamaru la acompañaba sentadito en el suelo, junto a los pies de la Hyuga, a que él terminara, observando con mucha atención.

Cuando Kiba se detuvo, ya en el suelo, pudo apreciar cómo la pared se reconstruía sola, como por arte de magia.

—–Oigan... ¿Vieron eso?—señaló Kiba.

—–Sí. Lo vimos.—habló Neji con severa obviedad.

—–¿Lo ves? Te lo dije. No es solamente una pared de tierra.—alegó Nami, cargando a Akamaru para llevarlo con su dueño.—–Tal vez la próxima vez quieras dejar de ser tan imbécil.—ofendió con seriedad, mirando al Inuzuka y dándole al cachorro.

Kiba la miró con molestia, ¿no podía callarse?

—–¿Ah si? ¿Entonces eres muy sabelotodo?

Nami al descubrir que él Quería discutir simplemente sonrió ladina, importandole poco y con mucha arrogancia.

—–Tal vez no lo sepa todo. Pero sí se mil cosas más que tú.—golpeteó la cabeza del chico suavemente, aunque queriendo molestarlo.—–Idiota.

–—¡YA, SACANOOOOOOOOS!

Tal y como Nami había dicho, aquello no es solamente un simple muro de barro. Neji se acercó a tocar el hombro de su gemela, indicándole solamente con la mirada que descubrieran de una vez por todas de qué sucedía entonces en aquellas paredes. Ambos asintieron y se prepararon para activar su byakugan, esperando que aquello aclarara sus dudas.

La sorpresa no se hizo esperar, los gemelos notaron cómo en el muro se observaba el chakra robado de sus propios cuerpos y en sus propias narices.

—–El muro... Es...

—–¿Qué? ¿El muro es qué?—insistió Shikamaru.

—–El muro está hecho de chakra.—habló Nami, ahora bajando a ver sus manos.–—Y... Él nos está robando nuestro chakra...

—–¿¡QUÉ!?

En efecto, el domo en el que ellos estaban encerrados estaba hecho de chakra por todos lados, por eso mismo puede regenerarse debido al chakra inyectado. Al mismo tiempo, ese mismo domo absorbe el chakra de quién está adentro, debilitandolo hasta quizás morir. Nami podía ver con horror y molestia cómo su chakra se le iba de sus manos, literalmente, y aún no podía hacer nada para evitarlo.

Debían pensar rápido si no querían morir ahí.

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Pasado el rato, no podían mantenerse en pie. Es como si por medio del aire se absorbiera toda su energía, agotandose hasta que mueras.

¿Todo va a terminar así? Nami siempre pensó que moriría atravesada por varias láminas de metal o quien sabe con qué, sería un alfiletero, tratando de proteger a quién más quiere en la vida. No encerrada en un estúpido domo mientras le absorben su poder con lentitud y aumenta su agonía.

—–¡Ajjjgh que rabia!—gruñó ella, intentando levantarse con apoyo de su hermano.

Kiba demostró su impotencia, pero tampoco estuvo dispuesto a quedarse quieto. Le dio una píldora de alimento a su querido cachorro. El pelaje del ninken se tornó rojo completamente y se veía más agresivo que antes. Un nuevo ataque del Inuzuka estaba por ejecutarse: El Katsuga.

Pese a que fue un ataque bastante violento, golpeando cada lado de los muros, las paredes se volvían a regenerar por sí solas como si nada. No dejaban a la vista ni un sólo rasguño. Por otro lado, había cierto patrón que debía ser analizado con lentitud, y eso Shikamaru lo notaba.

El truco estaba ahí. Ahora, mi querido chunin, es hora de que actúes.

Shikamaru comenzó a hablar, pidiéndole al verdugo que los dejara salir a cambio de Sasuke. Al oír que no aceptaba, prefirió ofrecer a sus amigos por su libertad, alegando que tanta pelea no iba consigo y que prefería dejarlo hasta ahí. Estaba dispuesto a dejar a sus amigos con tal de que él quedara libre.

Por supuesto que Kiba y Naruto no se vieron contentos con sus palabras, llamándolo flojo y traicionero. Una asquerosa rata que prefiere el trabajo sencillo. Choji y los gemelos, en cambio, no decían nada por el estilo, simplemente escuchaban.

–—¡Ya basta Shikamaru, eres un sucio traidor! ¡Arreglemos ésto, vamos allá afuera!

Un comentario no muy inteligente de tu parte, Naruto. Kiba vio la oportunidad para el sarcasmo y la tomó.

–—Idiota ¿qué dices? ¿Cómo podrás ir allá afuera si estamos aquí atrapados?

—–¡GRRR ¿CÓMO ME LLAMASTE?!

–—¡TE LLAMÉ IDIOTA, IDIOTA!

Nami llevó una mano hacia el puente de su nariz, apretandolo para calmar el estrés que esos dos inútiles causaban con su gritería. Parecían niñitas.

Shikamaru no respondía a los comentarios. Él simplemente se sentó en cuclillas y juntó sus manos con los ojos cerrados. Neji se vio interesado por esta reacción, Nami por otro lado contaba hasta mil para no golpear al próximo que hablara. Aunque, le era un poco difícil con escuchar a Choji mascar como cerdo sus papas fritas.

¿En serio? Bueno, Nami, no debes juzgar.

–—¡Bah, olvídalo! Haré mi jutsu clones de sombra.

—–No te molestes.—interrumpió Neji, en tono serio.—–Ese ninja ha inyectado chanta en las paredes del muro, por eso se auto-regeneran. Tus clones de sombra no servirán.  Sólo gastarás chakra.

Nami sonrió ladina y se descruzó de brazos, mirando a los demás con una ceja levantada.

–—Sí. Sólo morirás más rápido, Narutito.—dijo burlona. Más luego, cambió su semblanza a una más seria. —–Pará poder salir de aquí no necesitamos ataques múltiples. Necesitamos un sólo golpe... Tan fuerte que sea capaz de romper el muro en un solo impacto.

—–Bien. Choji tiene un taijutsu de golpe más fuerte que el mío. Pero sólo míralo.—habló Kiba, mirando al chico comer y comer.—–Tiene otras cosas en mente...

Tal vez Choji no sea el más atlético, pero, los Akimichi son especiales por algo. Sobretodo esa masa muscular que muchos llaman “gordura”. Eso sí, Nami no se ha tomado el tiempo de estudiar muy bien a ese clan, y ahora que lo piensa, creo que nunca le interesó. Pero, si es consciente que aquellos que nacen en ese clan son bastante fuertes, y así como su cuerpo, cargan con un gran corazón tan leal y tan poderoso que a muchos deja boquiabierto. A lo mejor, esa forma que el tiene de comer sirva para algo.

—–Neji, o Nami. ¿A alguno de ustedes le queda energía para usar su byakugan?

La voz del Nara la distrajo de sus pensamientos, enseguida se giró a verlo para asentir.

—–Sí. A mí. ¿Necesitas que lo use para?

—–Quiero que veas esa pared que está detrás de ti y de Choji, ponle mucha atención.—pidió bajando la voz.—–Kiba. Necesito que utilices tu jutsu en esa pared, otra vez. ¿Puedes hacerlo?

Nami no se giró, pero si escuchó con cierta curiosidad las peticiones que su líder tenía. Sus dudas se aclararon cuando Kiba golpeó los muros, viendo entonces que en ciertas partes, las paredes tardaban más en regenerarse que en otras. Ahora, debía descifrar en dónde fluía más débil. Si las paredes tenían chakta inyectado, y por lo visto no era uniforme, entonces eso significaba que había un punto débil, su punto de quiebre.

—–Ya lo encontré. Lo veo.—habló la Hyuga, alargando su media sonrisa. Neji también la acompañó activando su byakugan, siendo él el que sacó el kunay para marcar el punto, en donde su hermana señalaba.

—–Bien hecho, gemelos... Ahora, Choji, es tu turno.

—–¡Yo nací listo!

Al parecer, los únicos que no sabían bien de qué se trataba todo eso eran Naruto y Kiba, pero sin dudas el más confundido era el primero. El rubio pedía explicaciones, hasta que Neji en su serenidad ya harto, decidió explicarle.

—–Es como ya te habíamos dicho. Los muros están inyectados con chakra, pero eso no es uniforme. Hay lugares en donde se regeneran más lento que otras partes.—habló seriamente.—–Shikamaru se dio cuenta de eso. Por ejemplo, cuando Kiba y Akamaru golpeaban de aquí a allá, mientras tu los mirabas, Shikamaru estudiaba las paredes para asegurarse de lo que ya mi hermana y yo hemos dicho.

Nami se quedó callada, sacando otro Kuay de su bolsillo con una sonrisa.

—–Aún así, Shikamaru necesitaba asegurarse, por lo que decidió hablar con nuestro captor. Así se aseguró de su ubicación.—habló esta vez Nami, cruzada de brazos.—–Ese bodoque está ubicado allá, es decir, en donde su chakra fluye con más cantidad. Se transporta por todo el domo hasta llegar a ese punto, en donde mi hermano clavó el kunay. En otras palabras y resumiendolo todo para que entiendas, es nuestra puerta y Choji la llave para salir de aquí. Creo que no hace falta que explique el porqué estaba comiendo así.—se encogió de hombros guardando el arma, observando ahora a Shikamaru.—–¿O, me equivoco en algo?

–—Todo es correcto.—habló Shikamaru, sonriendo confiado.—–Ahora Choji, llegó tu momento de gloria.

–—¡Claro!—dijo él entusiasmado.—¡Jutsu de expansión!

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La habilidad de Choji fue la llave para salir de esa prisión. Convirtiéndose a sí mismo en una pelota humana, escondiendo sus brazos y piernas y cabeza para no lastimarse. Embistió el muro fuertemente, del lado marcado, de esa forma fue que pudieron liberarse. Él se veía bastante emocionado de poder contribuir. Atravesó la pared de una forma muy eficiente.

Ahora mismo, los cinco chicos y la chica estaban afuera, agradecidos con el más gordito.

—–Está solo. Los otros deben haber continuado...—especuló Shikamaru, y Neji confirmó las sospechas observando con su byakugan a los alrededores.

—–Oh, vaya. Qué rabia.—suspiró Nami ya cansada de estar correteando. Y eso que apenas empezaban.

El bodoque de Jirobo aplaudió de forma irónica, insultando además el trabajo de equipo de los chicos, llamándolo “un trabajo de tontos” los impulsivos cayeron primero en su trampa. Y creo que no hace falta mencionar de quién carajos estoy hablando. Por su culpa, casi quedan atrapados nuevamente, pero, Choji actuó más rápido y con su jutsu pudo formar una barrera de tierra improvisada, más exactamente, polvo. Ese mismo polvo les permitió escabuyirse para esconderse y formar un plan.

Claro que, Nami no se quedó en paz hasta reprender a Naruto y a Kiba con un halón de oreja.

—–No hay opción. Hay que separarnos...

Shikamaru tenía razón, y si querían triunfar, debían hacerlo ya. En vista de que ya no les queda mucho chakra, aunque pelearan los cinco contra el más gordo, tardarían mucho. Además, con cada segundo que pasa, Sasuke se acerca más a la frontera. De ser así, perderían la oportunidad de recuperar al Uchiha para siempre. Se dividirán en dos grupos y Neji liderará al segundo.

El plan estaba casi listo, pero el gordo impaciente prefirió hacerse notar y enviarles varios ataques para divertirse un rato. Los tuvo corriendo por un par de minutos, pero Choji se cansó y anunció que él se quedaría a enfrentarlo solo...

Shikamaru no estaba seguro de ello, y se preocupó más cuando éste le dio su bolsa de píldoras alimenticias. Sin embargo, Choji insistió.

Aunque el Nara no quería dejarlo atrás pues ya se imaginaba las tragedias, pero ahora, él debía pensar como un líder. Y para ello, necesitaba tener la cabeza fría.

—–Choji, quiero que nos alcances después... ¡Vámonos!

Dejar a un camarada atrás es difícil, y más si es tu mejor amigo, pero, hay situaciones que requieren sacrificios...

Tan sólo esperemos a que esos sacrificios no impliquen una o más vidas...

Tan sólo esperemos...

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Todos sabemos lo que pasa después, así que no lo mencionaré. Mejor, me voy a enfocar en nuestros enemigos ahora.

¿Recuerdas que antes quedaban tres? Pues no, ahora hay uno más.

Ellos se detuvieron un momento, esperando a ver al dueño de las risas que hacían eco en cada lado.

—–Vaya. Pero si es el tonto de Arashi.—masculló Tayuya, observando un par de vendas asomarse desde arriba, por las ramas de los árboles.—–Ya deja de jugar y baja aquí. Kidomaru está teniendo problemas con ese ataud.

Las vendas se amarraron en algunas ramas, dejando caer a un joven de cabello patinado y ojos cafeces, además de una sonrisa juguetona en su rostro.

—–Aww, Tayuya, como siempre tan amable.—dijo, apareciendo de cabeza, colgado de sus vendas.—–Yo no pienso cargar eso.

–—Me pregunto porqué Orochimaru-sama te envió a ésta misión... Aunque estoy hablando con un clon...

—–¡No eres tan tonto como te vez, arañita!

Aquel Arashi con el que hablan, no sólo es un enemigo más. Es alguien especial. Es alguien que guarda el peor miedo de una ninja, y además, que también le hará la vida imposible a aquel que se digne a retarlo.

Hijo de un experimento, amante de la canción “Inzy Witzy Araña” un psicópata al que incluso, esos tres le temen.

—–Sólo quería saber qué tal iban. Yo los estaré esperando más adelante. Así que cuiden bien del Uchiha.—se despidió al desaparecer, esfumandose tan rápido como llegó.

Sólo digamos que les espera a nuestros héroes un difícil trayecto...

BUENO, HASTA AQUÍ EL CAP 35 :D

¿Pensaban que estaba muerta? ¡PUES NO, NO LO ESTOY! Solo andaba ocupada por la Universidad ^^U

Aún así espero que disfruten este capítulo y que puedan esperar para el siguiente

Hagan sus teorías, dejen sus comentarios ^^ Puedo ver caras nuevas leyendo éste libro Y ESO ME ENCANTA

BESITOS PARA TODOS😘