|𝓛𝓸𝓼 𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓗𝔂𝓾𝓰𝓪|
Capítulo 26.
“Mamá”

—–¡Que rico!—exclamó Kai, tomando los palillos.—–Es el mejor arroz picante que he probado. . . ¡Gracias, Genma sensei!

El equipo de Rei/Genma ahora estaban cenando fuera de la posada donde iban a quedarse, durante unos días. El pueblo donde se encontraban era algo extraño, pero aún así, tenía buena energía.

Genma los invitó a comer en un restaurante cercano a la posada. Mei Mei pidió cualquier cosa, le llevaron entonces un gran tazón de sopa de langosta. Algo pesado para la cena, pero es algo que el estómago de esa albina siempre ha podido soportar. Mei Mei es una glotona de primera, con un metabolismo excelente. Aveces Nami se pregunta como hace ella para no engordar después de todo lo que come.

Kai pidió una bola de arroz del tamaño de dos puños, y les agregó mucha salsa picante. Casi podía quemarte las fosas nasales si te acercabas demasiado. De nuevo, Nami palideció ante la comida de otro de sus compañeros. ¿Cómo rayos le hacían para comer tanto? Ella jamás ha tolerado el picante.

Genma pidió un tazón de arroz con ensalada y algo de tofo y carne, y Nami pidió un tazón pequeño de mochis y miel.

—–Kai, aún no comas. Hay que orar para agradecer por la comida. . .—dijo Mei Mei, tomando su mano y la de Nami.—–Genma-san, tú también puedes unirte si gustas.

—–Está bien.—sonrió el castaño, tomando la mano de su sobrina y la de Kai.—–Vamos, cierren los ojos.

Meiko comenzó a agradecer por la comida, hablando en voz baja pero lo suficientemente fuerte como para que ellos pudieran escucharla. Al finalizar la oración, Meiko dijo "amén", seguida de los demás, y una vez separados comenzaron a comer.

—–¡Provecho!—dijo Kai, tomando los palillos y comenzando a comer rápidamente.

—–¿Cómo le hace para comer eso. . .?

Nami no encontraba una respuesta lógica.

—–¡Los Sakamoto tenemos un estómago muy fuerte, Nami!

—–Yo. . . También tengo hambre. . .—en cuestión de solamente menos de cinco minutos, el gran tazón que ocupaba casi toda la mesa terminó vacío y solamente con la coraza de la langosta. Meiko lo había sorbido todo en la sopa, muy rápido y sin importar otras cosas.

Es como si el estómago de esos dos no tuviera fondo alguno.

Nami estaba perpleja, comiendo suavemente los mochis mientras observaba como sus compañeros devoraban toda su comida. Ellos ya habían terminado y ella ni siquiera iba por la mitad. Genma en cambio, le daba poca importancia, sólo comía tranquilamente de su plato.

—–Quiero más.—soltó Meiko, como si comer otro tazón así no le diera tanta importancia.

Nami sintió de pronto una presión en el estomago, y cubrió su boca con la servilleta. Al parecer, ella era la única con modales en la mesa.

Bueno, debían aprovechar que Rei no estaba. De lo contrario, ya les hubiera dado un castigo a los dos.

La ultima vez que vio que Kai y Meiko tenían malos modales, fue cuando Kai eructó el alfabeto completo para que Meiko riera. Ella también cometió el crimen de colocar los codos en la mesa. Su castigo fue, por orden de su sensei, lavar todos los platos del restaurante. Los obligó también a limpiar las mesas, todo. Incluso, le pidió al dueño que les diera el día libre a los meseros.

Nami lo recuerda con gracia, ella fue la única que se salvó, y por ende los observaba divertida desde una mesa cuando no leía un libro nuevo.

¿Y te crees que fue sólo un día?

¡Fue por tres semanas!

—–Jamás entenderé como rayos logran comer todo eso, así, sin sufrir una indigestión. . .

—–Bueno, no te diré cómo comía tu madre. . .—balbuceó Gemma. Sonriendo un poco.

Nami de pronto soltó su palillo, dejándolo sobre el plato para observar a su tío un poco confundida e impresionada. Había escuchado y muy bien ese comentario. Después de todo, ella tenía un buen oído. Pero, aún así y retomando el tema ¿Él conocía a su madre? ¿La conoció? ¿Sabe que le pasó? Gemma al notar la mirada de su ahijada sobre él, sintió que el universo le pegó una gran bofetada por haber sido tan tonto. Se supone que eso no era cómodo para mencionar. Aún así, le sonrió a ella, causando que Nami frunciera el ceño con molestia.

—–Confiesa.—dijo seriamente, señalandole con un palillo.—–¿Y bien? ¿Que sabes sobre mi madre?

—–Tu no te andas con juegos, ¿eh?. . .

Un suspiro se escapó de su boca, quitando después el senbon que llevaba para rascar su cabeza. Miraba a la Hyuga vagamente, comenzando a arrepentirse por el problema en el que estaría metido de ahora en adelante. Hasta que no le diré respuestas favorables, ella no lo dejaría en paz.

—–Bien. . . ¿Qué quieres que te diga?

—–¿Cuándo la conociste?

Vaya, ni siquiera se esperó a que él terminara de hablar para bombardearon con cuestionamientos.

—–Desde que era niño. . . Y era igual a ti.

Esa declaración vaga y comparación indirecta hizo que Nami esbozara una pequeña sonrisa divertida. Ahora, ella mira a su plato, satisfecha. Para ella era un orgullo ser comparada con una Hyuga tan formidable como lo fue su madre. Una mujer talentosa, ruda, sin piedad, pero sobretodo una Hyuga muy respetada, aún estando en la familia secundaria desde mucho antes que su padre fuera rebajado. Le tenía mucho aprecio, y curiosidad. Lo único que conocía de ella, es que era muy buena amiga al Cuarto Hokage en ese tiempo, y que falleció tiempo después de que ella naciera.

Genma vio como ella bajaba la cabeza, mordiéndose la lengua. Conocía bien esos gestos; después de todo, eran muy parecidos a los de Chiasa, el nombre por el que esa mujer madre de dos gemelos fue conocida en sus tiempos de vida. Ella se sentía un poco triste, y atacaba su nostalgia.

—–Lo último que sé de mi madre es que. . . Fue mi culpa que ella muriera, ¿no es cierto?

Las cosas en la mesa comenzaron a tornarse un poco incómodas. Pero, Nami rápidamente cambió los aires cuando miro hostilmente a sus compañeros, evitando que ellos volvieran a verla de nuevo por el resto de la noche mientras la cena transcurría. Genma también notó su actitud, sintiéndolo algo gracioso; ver cómo los otros dos respetaban a la Hyuga era divertido de mirar. Pero, no quitaba la posibilidad de interceptar la estando sola para que ella pudiera hablar y desahogarse.

Precisamente para eso era ese viaje.

Para autoconocerse y desahogarse en sus penas, para regresar libres a su hogar como nuevos guerreros.

ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ

ೋ❀❀ೋ═══ • ═══ೋ❀❀ೋ

Terminaron de cenar y caminaron a la posada. Nami estuvo callada todo el camino, algo que si bien se piensa, en ella no es extraño, pero las razones por las que ella estaba así solamente Genma era conocedor. Meiko y Kai se despidieron, cada uno yendo a sus habitaciones para dormir. Nami también se despidió, pero en cambio, en lugar de irse a la habitación, decidió salir a caminar en la solitaria noche para aclarar su mente. Claro que el jonin a cargo se dio cuenta de ello, por lo que solamente esperó para no levantar sospechas de la Hyuga, y la siguió hasta que ella llegó a un viejo y recóndito lago, oculto en lo más profundo del bosque.

Se quedó oculto entre los árboles, viendo cómo ella caminaba sobre el agua con buena habilidad.

Hey, es una Hyuga. El control de chakra es lo suyo.

Suspiraba un poco y bajaba su banda hasta sus ojos, para cubrir completamente su vista. No tenía activado su byakugan, pero, aún así, podía usar y expandir hondas de chakra levantando el agua y formando una especie de escudo esférico, el cuál ella misma atacaba nuevamente para deshacerlo. Siguió ese frenesí al menos tres veces, hasta que se cansó y volvió a acomodar su bandana. Fijó sus ojos entonces en un árbol, y lanzó hábilmente tres shurikens hacia él. Cuando escuchó el sonido de metales chocando, supo bien que no estaba sola y que se habían defendido seguramente con un kunay.

—–Sé que estás ahí, tío Genma.

—–Eres toda una aguafiestas. . .—se quejó él saliendo de su escondite con las manos en alto.—–Tienes la percepción que tu madre tenía.

—–Es un sexto sentido.-dijo con simpleza.—–¿Por qué viniste?

—–Te conozco desde que estabas en pañales, niña.—sonrió al estar lo sificienteme cerca como para golpear levemente su frente.-–Sé cuando algo te pasa.

—–No sé de que hablas. Tío Genma.

Demonios. Se maldecía ahora mismo por ser tan obvia y dejar que alguien supiera como se siente. Cruzó sus brazos y suspiró, pasando por su lado para irse e intentar evadir la conversación. No lo logró, porque su sentido de la obediencia hacia alguien que respeta hizo que sus pies se detuvieran.

—–¿Por qué te culpas? La muerte de Chiasa no fue tu culpa. Ella decidió que sería lo mejor.

—–¿Ahora quién es el directo?

—–Nami. . .—reprendió, ella calló la boca inmediatamente.

Como odiaba obedecer a su tío. Aveces incluso a su hermano. Detestaba su sentido de la obediencia tan fuerte a aquellos que quiere y respeta. Aveces lo usaban en su contra.

Vio que Genma de nuevo pasó por su lado, sentándose en la orilla del lago. Palmeó a un lado para que ella se sentara, y aunque ella se negó sintió que sus pies se movieron por sí solos para llegar hacia él. Se sentó a regañadientes.

—–No me mires así.—sonrió el castaño y revolvió el cabello de su ahijada, divertido.

Nami gruñó entonces con molestia, volviendo a acomodar sus cabellos en orden para estar mejor peinada. Le fastidiaba que tocaran su cabello.

—–Ahora. . . ¿Le contarás al tío Genma lo que te pasa, o prefieres dormir en el lago?

-—–Buenas noches.—dijo al recostarse.

—–¡Nami!

Ella volvió a erguirse a regañadientes, cruzó sus brazos con molestia y frunció el ceño. Parecía una adorable niña pequeña regañada y molesta.

Se escuchó un suspiro por parte de ella, y su ceño se relajó pronto, accediendo a contar lo que sentía finalmente.

—–Lo único que sé y me molesta de todo es. . . Que. . . No entiendo bien porqué mi madre prefirió dejarme nacer a mí a quedarse con mi hermano. . .

Su tono era bastante suave, pero a pesar de que no soltaba una lágrima o sollozo por ello, podía sentirse en sus palabras el dolor acumulado y el remordimiento por ese recuerdo. Pobrecilla.

—–Bueno. . . Chiasa siempre fue alguien frívola, aún no entiendo como es que pudo enamorarse casarse.—comentó él llamando la atención de la Hyuga.—–Pero, todo eso cambió cuando ella se enteró de que estaba embarazada, y de que en su vientre, cargaba a un bebé barón, heredero de el kekkeigenkai más puro entre los Hyuga. . . Su alegría fue. . . Monumental. . . Siempre se cuidaba, siempre lo mencionaba, siempre les cantaba mientras tú padre acariciaba su panza, sabiendo que ustedes la escuchaban.

La Hyuga no podía creer lo que estaba escuchando. Sus ojos comenzaron a temblar levemente, sintiendo como se humedecian hasta soltar pequeñas lágrimas que ella cubrió, ocultando su cara entre sus rodillas. Se maldijo de nuevo, llorar en frente de alguien más, por favor, se estaba ablandando demasiado.

Pero quizás eso no sería tan malo después de todo.

—–Pero. . .—susurró ella, ahogando un sollozo.—–Por qué. . . Por qué yo. . .

—–Ya, ya.—sonrió el con dulzura, abrazando a su sobrina.—–Recuerdo que, ese día en que ustedes nacieron. . . Tu padre, Hizashi estaba tan contento. . . Pero, las cosas se complicaron cuando los doctores notaron una anomalía, y se dieron cuenta de un segundo bebé. Chiasa había estado cargando mellizos todo ese tiempo, y hasta ahora se sabía. Tu madre comenzó a sentirse mal, y por más que lo intentó no pudieron sacarte naturalmente, así que tuvieron que hacer una cirugía de emergencia. . . Sin embargo, esa cirugía era muy riesgosa, y dependía de tu madre tomar una decisión. La vida de ella por la de su bebé, o la vida del bebé por su vida.

La historia comenzaba a tor arse aún más triste, y Nami sentía más ese dolor fuerte en el pecho que sienten las personas cuando cometen algo grave y no quieren decirlo. Culpa. Sintió como su tío Genma acariciaba su cabeza con cariño, mientras ella aún en silencio, continuaba escuchando ese triste momento.

—–¿Y qué escogió?

Es obvio que Nami ya sabía la respuesta, de hecho, no sabe ni porqué dijo eso, pero aún así, deseaba saber más, con más detalles.

—–Ella prefirió dar la vida para que su preciosa bebé conociera el mundo. . .—dijo, separando a Nami del abrazo y picando su nariz. Ella rió con los ojos agudos.—–Ella dijo: “Elijo dar mi vida para que mi bebé pueda seguir por mí. . . Sé que ella será una gran kunoichi algún día, que me superará, que será fuerte. . . Y con su hermano, serán las almas más unidas de toda la tierra. . . Mi bebé va a ser grande. . .”—citó, limpiando con un pañuelo las mejillas de su sobrina.

La Hyuga no podía creerselo, pero, sin dudas, esa sentencia le dio más fuerzas en ese instante. Y sin dudas, que su madre tuvo razón en todo lo que dijo. Es como si hubiera leído el futuro.

—–Mi madre fue increíble. ¿No?

—–Pequeña.—dijo él sonriendo.—–Tu madre fue tan increíble que supo perfectamente que algún dia tú y Neji lograrían grandes cosas. Y, aquí estás.

Se interrumpió por el fuerte abrazo de Nami hacia él, soltando una leve risa mientras acariciaba su cabello. Aunque ella no lo dijo, supo bien que ese gesto significó un rotundo “gracias” y pudo sentir cómo ella comenzaba a notarse mejor.

Desde esa vez, Nami comprendió bien que en migar de vivir con culpas quizás debería ser más sensible y que podía contar con ese Jonin para lo que fuere. No estaba sola.

Jamás estuvo sola.

Y ahora que sabe mejor lo de su madre, conoce bien que no la va a decepcionar.

Ni a su padre tampoco. . .

HOLA, HOLA, HOLAAAA

QUE TAL MIS NIÑOS LECTORES PRECIOSOS DIVINOS FIELES HERMOSOS DULCES AZUCARADOS RICOS Y ZUKULENTOS :D

HE AQUÍ OTRO CAPÍTULO HERMOSO Y SENSIBLE PARA DEMOSTRAR QUE NAMI NO ES UN MONSTRUO SIN CORAZÓN ^^

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO, Y QUE PUEDAN SEGUIR LEYENDO Y SINTIENDO LAS EMOCIONES QUE YO SENTÍ EN ESTE CAP.

AHORA QUIERO ABRAZAR A MI MAMÁ, PERO ELLA NO ESTÁ CONMIGO AQUÍ XD -no tristeza, estoy de viaje y en otra ciudad- JEJEJE

COMO SEA, DEJÉ UNA TANDA DE VOTOS DE OPCIONES PARA EL ESPECIAL 7K EN EL APARTADO ANTERIOR ASÍ QUE SI QUIEREN VAYAN A PARTICIPAR

¿LES GUSTARÍA QUE HICIERA UNA RONDA DE PREGUNTAS USTEDES A MÍ ACERCA DE LA HISTORIA O DE MIS OC'S O INCLUSO SOBRE MI?

@Miss_References ¡Se va!