🌻|Capítulo 24.|🌻
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Capítulo 24
“
Intrusos”
El aura en toda la aldea ha vuelto a ser la misma. Muchos de los habitantes ya han podido regresar a sus trabajos, negocios y a su vida normal gracias a que han estado arreglando la aldea. Los niños aún no podían regresar a la academia ya que algunos edificios estaban muy dañados, aunque en sí, tener más vacaciones no les molestaba en lo absoluto. Los genin no han tenido misiones o cargos más que ayudar con cosas, pero todo el Konoha está volviendo a ser como antes. La aldea Suna pidió disculpas y públicamente alegó que el culpable de todo fue sencillamente Orochimaru, declararon entonces paz y ayudar a Konoha en todo lo que se necesitara.
Todo está volviéndose al favor, después de todo ya era hora de un poco de paz. Aunque, era cuestión de tiempo para que una inminente guerra comenzara, o una tragedia pasara.
Rei se levantó temprano, yendo primero a hacer unas cuantas compras y a dejar una nota a Izumo y Kotetzu, pidiéndoles por favor que no le comentaran a sus alumnos su paradero; además de eso también pidió disculpas adelantadas, pues los conocía, y sabia que pronto esos tres niños llegarían a discutir.
Como está sucediendo ahora, por ejemplo.
—–¿Qué? ¿Cómo que Rei sensei no está?—volvió a preguntar Kai, dirigiéndose hacia Kotetzu, uno de los ninja que cuidaba en la entrada de la aldea.
—–¡Ay, ya te lo dije, niño! Rei nos pidió que no les dijeramos dónde está, tiene una importante misión que hacer y no quiere que enanos como tú la molesten.—insistió Kotetzu, ya perdiendo los estribos.
Kai y Meiko estuvieron molestándolos toda la mañana, intentado sacar información de dónde demonios podría encontrarse su maestra de cabello malva. Cabe decir que estaban frustrados, ya que Rei nunca había salido a una misión sin sus estudiantes.
—–¡Eso es imposible, Rei sensei no es así de mala como para ocultarnos algo!—Kai infló las mejillas, cruzándose de brazos como un niño pequeño.
Nami quien pasaba por ahí, vistiendo de amarillo y sin bandana de la hoja, encontró finalmente a sus amigos discutiendo fuertemente con Izumo y Kotetzu. Los observaba de lejos mientras comía unos cuantos mochis que llevaba en una bolsa. Cuando observó que la albina se dio cuenta de su presencia, Nami se acercó a escuchar mejor.
—–¿Y ahora? ¿Porqué Kai pelea con Kotetzu?—habló Nami al llegar, observando al castaño con una ceja levantada.—–¿Le robó la miel de nuevo, o qué?
—–No.—respondió Meiko, con seriedad.—–Rei sensei se fue a una misión sin nosotros. . .
Aquellas palabras hicieron que la Hyuga se atragantara un poco con el siguiente mochi que estaba comenzando a tragar. Tosió un poco, de no ser por la palmada de la albina se hubiera ahogado. Miró con sorpresa a la misma, y luego se acercó con Kai y Kotetzu dispuesta a meterse en la conversación y a irse con una respuesta concreta, no con un grito insultoso.
—–¡Oye! ¿Como es eso de que Rei sensei se fue a una misión sin nosotros?—preguntó la Hyuga, clavando un kunay en la superficie de la mesa, causando que tanto Kai como Kotetzu fijaran en ella su atención.
—–Agh, ya te estabas tardando.—suspiró Kotetzu, con cansacio.—–Escucha, Hyuga-san, no podemos decirles a donde fue Rei, ella nos pidió que no les dijéramos. Punto.
—–No me pongas el “San”—corrigió Nami.—–Y está bien. Gracias.—se apartó de la mesa y tomó a Kai de la muñeca, para atrastralo hacia Mei Mei.
—–¡P-Pero, Nami-chan! ¡Debemos descubrir donde está Rei sensei, ella nunca se iría sin nosotros!—insistió Kai, como un niño pequeño que no quiere bajarse del columpio en el parque.
Nami no le respondió, sólo sintió como una vena de la molestia se marcaba en su frente por escuchar ese horrendo "chan" junto a su nombre. Continuó arrastrando a su amigo, siendo seguida por la albina, que era la única callada ya que aveces Nami le reprendía al castaño. Meiko sabía lo que la Hyuga planeaba, al fin y al cabo, era su mejor amiga; sólo buscaba alejarse lo suficiente para no tener que levantar una sospecha de los shinobi que cuidaban la entrada de la aldea.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos, Nami soltó a Kai, dejando que él cayera en el suelo. El castaño sólo se quejó, pero no la insultó, en lugar de eso, observó a su compañera con tristeza y ojos aguados como un niño pequeñito.
—–¡Pero, pero Nami-ch!
—–Ni se te ocurra.—interrumpió Nami, frunciendo el ceño. Acomodó su cola baja en su cabello y suspiró, cruzando sus brazos.—–¿En serio crees que me voy a quedar en paz, sabiendo que nuestra sensei salió a una misión sin nosotros?
Esta vez, Nami sonrió de una forma ladina y divertida, levantando una ceja en el proceso. Meiko al observarla también esbozó una risa, mientras que Kai sólo se limpiaba los ojos para sonreír esta vez emocionado.
—–¿Entonces, buscaremos a Rei sensei?
—–Obvio.—respondió la Hyuga de inmediato, desviando su vista de él para fijarse en el resto del panorama.—–Hmm. . .—masculló, sintiendo dos presencias molestas muy cerca del bosque, de donde ellos se encontraban.
Se giró muy rápido para ver a los árboles, no encontró nada, en lugar de eso, sólo vio un cuervo salir volando despavorido de un árbol. Entonces no le tomó importancia a eso en realidad, simplemente volvió a cruzarse de brazos y a mirar el lugar desconfiada, sintiendo que aún la presencia estaba cerca. Podria jurar que en sus oídos retumbaba un ligero tintinear de un cascabel, que sonaba cada ciertos segundos y hacia eco en su cerebro. A comparación de otros, Nami tenía un muy buen sentido del oído, lo que le permitía estar muy atenta a su alrededor.
—–Nami.—llamó Meiko, haciendo que la Hyuga se girara a verla.—Rei sensei no pudo haber salido de la aldea. Mientras Kai discutía, no vi su firma en las hojas por ningún lado.
—–Tienes razón Mei Mei, yo tampoco la vi.—asintió Nami.—–Rei sensei debe estar por algún lado en la aldea. Más seguramente en la plaza. ¡Vamos!
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Soltando un suspiro de sus dulces labios, bajó de su mano la taza de té que llevaba consigo entonces. Rei estaba a un lado de el muchacho adulto de cabello platinado, mientras él leía su libro. Estaba ahí para ofrecer apoyo en la situación, pues como él, ella ya había sentido la presencia de dos seres desconocidos en la aldea.
—–¿Que te dijeron los chicos cuando supieron que no les ibas a entrenar hoy?
—–Oh, bueno. . .—murmuró ella algo apenada.—–En realidad, no les dije nada.
—–Sabes que. . . Ellos te encontrarán pronto ¿no? Podrías ponerlos en riesgo por eso, Rei.—reprendió Kakashi suavemente, sin apartar la vista de su libro.
—–Lo sé.—asintió.—–Pero. . . Ahora debo ayudarlos a ti y al niño Uchiha, estoy segura de que luego de que se aburriran y dejarán eso.
Aunque quisiera que fuera así, Rei muy en el fondo sabia perfectamente que sus alumnos no del ripo pacientes y comprensivos. Los tres eran tan tercos y obstinados que solo escuchaban sus ideales, sobre todo aquella Hyuga quien normalmente es la autora intelectual de todas los cosas que esos niños han hecho. Muy en el fondo sabia que ellos la buscarían para reclamarle el porque los dejó solos, buscando culpas por arte de lla por haberse ido sin avisar y sin decirles nada; y tarde o temprano terminarían metidos en ese embrollo.
—–Hmm. . .—balbuceó Kakashi, mirando a Rei por unos segundos.—–Conociendo y considerando que Nami Hyuga no pasa nada por alto, ten por seguro de que la veremos pronto. . .
Escuchó de la cabello malva un fuerte suspiro, indicaba que tenía razón. Y de hecho, era todo tan cierto como que el cielo es azul. Como he dicho antes, Nami ya se había dado cuenta de ambas presencias extrañas en Konoha; solo era cuestión de tiempo para que ella de apareciera en el campo de batalla, acompañada de sus dos otros mosqueteros dispuestos a ayudarla y a apoyarla en lo necesario. Aunque era también su perdición, era mas que todo una fortaleza que el equipo de Rei tenía. Nunca se dejaban solos. Si uno sufría, sufrían todos, si uno reía, reían todos, si uno celebraba, celebraban todos. . . Eran tan unidos y empaticos con el otro, que tenían la unión que todo equipo necesita, y de eso muchos de los maestros y jefes de equipo eran conscientes. Los tomaban de ejemplo, porque gravosa a su trabajo en quipo, todos ellos han logrado grandes cosas, manteniendo un ambiente sano y una leve rivalidad no dañina.
—–Si. . . Esos son mis pequeños. . . Dientes de león.—murmuró ella con una sonrisa.
—–Oh, pero si son ustedes. Vaya, cada vez los veo más juntos. Se están llevando mejor, ¿eh?
Al escuchar que Kakashi había dicho eso, Rei levantó la mirada para ver de quien se trataba y así confirmar sus sospechas. En efecto, eran Asuma -su hermano- y Kurenai Yuuji. Levantó una ceja y ladeó levemente la cabeza cuando vio en la hermosa azabache un leve sonrojo, ¿cuando podría verlos juntos oficialmente?
—–Idiota. Sólo vinimos porque Anko nos envió a comprar arroz para ella.—aclaró Kurenai.
Asuma se mantenía tan sereno como siempre. Típico en él, aveces hasta para Rei era difícil entender en lo que el Sarutobi estaba pensando.
—–Veo que ambos tampoco pierden el tiempo, ¿eh?—mencionó Asuma, mirando mas que todo a su hermana.
—–¿Eh?—puso los ojos en blanco, quedando perpleja por unos momentos.—–No me obliges a decir lo que no debo, Asuma-nii.—sonrió falsamente.
Kakashi explicó que esperaba a Sasuke junto con Rei, para un leve asunto que ellos debían responder. La de cabello malva y los otros dos jōnin supieron enseguida de lo que el cabello plata hablaba, porque, no fue al parecer tan buena idea para los intrusos el ocultarse a plena vista estando en el café en donde Kakashi yacía afuera con Rei. Cuando Sasuke llegó, Kakashi le lanzó una indirecta y Rei le señaló con los ojos hacia donde debía mirar. En eso, Kurenai y Azuma desaparecieron por un jutsu.
—–Ésto se pondrá bueno, Sasuke-kun.—sonrió Rei, mirando de reojo ahora que esos dos ya no estaban.
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—–Creo que hemos perdido nuestro toque. . .—comentó el de apariencia animal, mientras corría con su compañero a ocultarse a otro lado, más exactamente en el bosque.—–Primero esa mocosa del clan Hyuga se da cuenta de que la vemos, ahora ésto. . .
—–O quizás los subestimamos demasiado. Esa Hyuga es alumna de Sarutobi Rei después de todo, no me sorprende, además de que desde que mi hermano era niño, mencionaba sobre una niña que se encontraba leyendo todo el tiempo. Debemos tener más cuidado. . .
El de esa apariencia al estilo tiburón simplemente sonrió ladino, sosteniendo el sombrero que llevaba para ocultar su rostro al igual que su compañero. Las cosas se ponían interesantes, pronto comenzaría la acción. El azabache estaba tranquilo, muy paciente y relajado, encontraron un lugar en el cual podían esconderse estando a plena vista pero a la vez ocultos de todo, posados sobre un edificio que lograba ver desde la cima todo el panorama de la aldea.
—–Oh, mira allá.—señaló Kisame, el hombre de apariencia de tiburón.—–¿Es esa, la chica de allá?
Nami caminaba con Kai y Mei Mei tranquilamente, mirando a ambos lados de manera frenética con el objetivo de encontrar a su maestra, o bien, al adulto que vestía una máscara cubriéndole mitad del rostro. Sin embargo, aún no podía dejar de pensar en que la estaban observando, de que algo estaba mal.
—–Tiene una percepción impresionante. . .—–comentó Itachi.—Ella ya sabe que estamos aquí.
—–Bah. Es sólo una mocosa. No tendrá tanto poder para vencernos. . . Si es tan lista como dices, entonces, no se meterá con nosotros.
—–No me refiero a la Hyuga. . .-soltó sorprendiendo a Kisame. Luego, levantó su dedo índice para señalar en el cielo.
Cuando Kisame levantó la cabeza, pudo ver a un ave magnífica con plumas no típicas en un ave normal. Era un pájaro grande, coló una garza o un cisne, tenia las plumas traseras de color rojo, pero la mayoria de su plumaje era de color malva. Volando por el cielo. En su cabeza tenía algo extraño, unos palillos, era un pájaro muy hermoso y lujoso.
—–Nos encontró, debemos irnos.—avisó partiendo de nuevo a correr, lejos de esa ave.
El pájaro graznó, deteniendo su vuelo pronto y regresando por donde vino, yendo entonces con Kakashi y Sasuke. Al aterrizar en el suelo, el Uchiha notó con sorpresa que era del tamaño de su maestro, y luego, con una posición de sus alas, el ave volvió a transformarse en aquella mujer, hija menor del difunto tercer Hokage.
—–Hace mucho tiempo que no requería a Naka.—murmuró acomodando su cabello con una sonrisa.—–Bien, Asuma-nii y Kurenai-san van hacia allá. Es hora de irnos.—dijo al apoyar sus manos sobre sus caderas.
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K
urenai y Asuma acataron la petición de Kakashi, encontrando pronto a los intrusos, dispuestos a enfrentarse a ellos. Sus sospechas fueron confirmadas cuando encontraron a Uchiha Itachi, responsable de la desaparición de su propio clan, exceptuando a su hermano el cuál es el último de los Uchiha; y también encontrándose con Kisame Hoshigaki, un criminal de clase S muy peligroso, datado en el libro Bingo. Es responsable de haber asesinado al señor feudal de la tierra del agua, además de traicionar a su aldea.
El odio por como los dos jōnin miraban a los otros Shinobi no tenia precio. Estaban un poco nerviosos con respecto a lucha contra ellos, pero lo mejor que debían hacer era encargarse de ese problema, no sólo por ellos, mas bien por el bien de la aldea. No sabían bien que demonios estaban haciendo de "visita" pero, algo era seguro. No es nada bueno.
Comenzando con el conbate, Kisame levantó su gran espada de piel de tiburón y atacó a Asuma de frente, él bloqueó el golpe con ayuda de sus armas en los nudillos, aunque vacilaba un poco por la gran fuerza que el hombre de apariencia bestial usaba, y tan sólo con una mano y desde el mango. Kurenai que se quedó detrás del Sarutobi, puso en marcha su genjutsu, aunque en realidad no hizo mucho para engañar al Uchiha. Sólo pasaron unos segundos y ya Kurenai estaba siendo derribada hacia el agua, aunque pudo bloquear unos cuantos golpes de Itachi; de no haber sido por Rei que se apareció de la nada, bloqueando el brazo de Itachi con ayuda de sus abanicos estando cerrados, no sé que habría sido de ella.
—–No esperaba verte tan pronto, Rei.—soltó Itachi, manteniendo la fuerza de su puño contra los abanicos de la cabello malva, ambos mantenían una buena fuerza y soporte.
—–Sabes bien que no puedo pasar por alto el hecho de que un asesino venga a visitarnos. Quise darte una bienvenida. ¡Cariño, es tu turno!—sonrió ella, desapareciendo de pronto en espuma de agua. Siendo al momento reemplazada por Kakashi, que sostenía a Itachi contra un kunay y enseñaba su ojo sharingan.
Unos segundos después, Rei aparece al hombro de su hermano Asuma, dispuesta a ayudar a su queridisimo hermano mayor.
Kisame puso en marcha el jutsu de "Dragón de agua", mas sin embargo, éste fue bloqueado por una honda de tifón muy fuerte, proveniente de los dos abanicos que Rei agarraba fuertemente.
—–No me molesta verlos, pero ¿que hacen aquí?—habló Asuma, aunque aliviado algo frustrado por la aparición de la pareja.
—–Ay hermanito, ¿no te alegra verme?—burló Rei con una brillante sonrisa.
—–Sé que les dije que se encargaran, pero digamos que me preocupé por ustedes.—comentó Kakashi entonces, con un tono serio.
—–¡Vaya! Entonces tú eres la dichosa "dama del aire". Sarutobi Rei, el placer es todo mío.—habló Kisame, siendo irónico.
—–Quisiera poder decir lo mismo.—sonrió Rei, cerrando uno de sus abanicos.—–Sabemos que están aquí, no precisamente para visitar. ¿Que quieren?
Itachi, que miraba a Kakashi con inexpresion, no respondió a la pregunta de Rei. En lugar de eso sólo la evadió diciendo que buscaban algo importante, aunque comenzaban a impacientar a Kakashi. El Uchiha vio cómo Kisame levantaba entonces la espada, buscaba atacar a Rei y divertirse un poco, pues desde que conoce al espadachín sabe bien que tiende a perder el control en una pelea siendo extremadamente violento y sádico. Rei sólo esperaba el ataque con una agradable sonrisa, ya sabia bien como atacar.
—–Kisame, si atacas a esa mujer, te lo aseguro, no vas a salir ileso.—advirtió Itachi, observando de reojo la sonrisa de Rei.—–Ella tiene la habilidad de reflejar todo ataque con si estilo viento, y además, lo hace con el doble de fuerza. . . Ni te molestes en usar a tu espada.
Tal vez la vean inofensiva, femenina, refinada, pero Rei es toda una maquina para matar. Como ya Itachi dijo, tiene la capacidad de reflejar, además de que no solamente posee el estilo viento. Comparte afinidad con el fuego, con el agua y con el estilo quemar. También es físicamente tan fuerte que puede golpear con el abanico cerrado, y aun así causar estragos. Sarutobi Rei no es una damisela en peligro.
Para nada lo es.
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K
ai tomó entre sus manos la taza de té, bebiéndola en silencio. Meiko de nuevo, afilaba su espada y la limpiaba con un pañuelo hasta verse en su reflejo, y Nami miraba el prologo de un libro que apartó nuevamente en la biblioteca. El libro, de nuevo, era sobre jutsus y ataques, cosas por el estilo. Pasó enseguida la página para llegar a la historia de la dicha masacre del Clan Uchiha, realizada únicamente oír una sola persona.
—–Me pregunto porqué él habrá hecho lo que hizo.—comentó ella entre el silencio, llamando la atención de Mei Mei y Kai.
—–¡Me pregunto porqué Rei sensei nos dejó solos hoy!—se quejó Kai, soltando la taza posada sobre la mesa.—–¿Ahora quien nos va a entrenar. . .?-suspiró con cansancio.
—–A lo mejor Rei sensei le pidió a alguien que nos entrenara. Saben cómo es.—agregó Mei Mei, antes de beber un sorbo de la taza.
Sonó una pequeña campana, indicando al vendedor que un cliente nuevo había llegado. Nami, Kai y Meiko no se percataron de eso, ni siquiera le tomaron importancia. Solamente seguían en lo suyo. Fue entonces que un castaño con un palillo en la boca se acercó a los tres chicos, tocando la mesa con sus nudillos de forma relajada, solo buscaba llamar la atención de los tres. Cuando miraron havia arriba, se encontraron con el que fue el juez de los encuentros en las finales de los exámenes chūnin.
—–¿Genma. . .?
—–¡Genma-san!
—–¿Tío Genma?—soltó Nami, cerrando el libro.—–¿Qué haces aquí?
Él se sentó con una sonrisa, mientras aún masticaba el senbón.
—–Hola muchachos. . . Al fin los encuentro.—saludó.—–Rei me pidió que los cuidara mientras ella estuviera ausente. Así que, llamenme Genma sensei.—habló divertido mientras posaba sus pies sobre la mesa.
Meiko sonrió al igual que Kai, les agradaba muchi estar con él. Era divertido y además relajado. Nami en cambio, miró con seriedad a su "tío", a quien luego le sonrió ladina. Nami, aunque no lo admitiera o lo gritara, le gustaba muchi estar con Genma, lo conoce desde que es una niña, todo gracias a su padre quien era un gran amigo de él y lo proclamó su padrino. Desde que Hizashi dejó el mundo, Genma ha cuidado de Nami de manera indirecta.
—–Genial. Pero, ¿donde está Rei sensei? ¿Tío Genma?
—–No puedo decirlo.—respondió con rapidez, estirándose.—–Oh, y, tendremos un viaje mañana, así que vayan alistando Todo.
Los tres chicos se miraron los rostros confusos.
—–¿Como que un viaje?
¿De que se trata? No lo sé, pero de seguro será divertido.
Y de seguro, todo fue idea de Rei.
Definitivamente no sé que me ha pasado, he actualizado dos días seguidos xD
Lo de siempre espero lo hayan disfrutado. Voten, comenten, siganme. Y pues eso ^^
Espero les haya gustado el cap.
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