XX
Sariatu despertó, pero Cyborg se había ido, cosa que la hizo sentir mal, pero no esperaba menos de él, se sentó en la litera, no había fluidos en sus piernas, pero sabía que había derramado su semilla en ella, puesto que sentía su intimidad más húmeda de lo usual, hasta en eso el Rey le había ganado, su semilla era más que la del mech que había estado con ella la noche anterior. Se puso una bata que encontró y se dirigió al baño para limpiarse, se sentía asqueada, se dio un baño rápido y se miro en el espejo del baño, notó unas marcas en su cuello, mismas que él le había dejado, pero notó una marca en su seno derecho, y recordó que Némesis le había dado una pequeña mordida, encajando dos de sus colmillos en ella, y esa marca, encajaba a la perfección con la punta de los colmillos del Rey, un recuerdo de su noche de pasión.
De la nada, empezó a sentir su boca ácida, se inclinó en el retrete y las nauseas la hicieron vomitar. Duró así aproximadamente quince minutos, una sirvienta entro y la miro, haciendo que Sariatu la viera también, se levantó y se enjuago la boca
-No es suyo, ¿verdad?- Sariatu solo negó con la cabeza, por lo usual, las nauseas de un embarazo se presentaban un día después del apareamiento, y ese era el tiempo que había pasado desde que estuvo con Némesis
-Por favor, no le digas nada a Cyborg-
-No se preocupe, trabajé para el Rey Némesis hace algunos años y le tome cariño, él me dio un hogar donde quedarme, y por eso estoy en deuda con él- la femme soltó un suspiro de alivio -Pero, ¿cómo se lo va a ocultar?-
-Trataré de permanecer todo el día de hoy aquí, así no sabrá si me dan nauseas-
-Y cuando nazca, ¿qué hará? El cachorro tendrá características de su padre, eso lo delatará-
-Espero estar lejos de aquí cuando llegue el momento, tal vez irme a otro reino, tal vez con Sorbus, él era buen amigo de Némesis- lo pensó por unos momentos -Aunque eso sólo complicaría más las cosas.. mira, eso lo arreglo luego, ya se me ocurrirá algo- se sentó en un taburete
-Bueno, dejando eso de lado, ¿gusta que le traiga el desayuno a la habitación?-
-Si, por favor, y si Cyborg pregunta, dile que tú no sabes nada-
-De mis labios no saldrá ninguna palabra- dijo haciendo un gesto como si cerrara una cremallera en sus labios -¿Y esa marca?- señaló la marca que tenía en la parte superior de su seno
-Ah, bueno, me la hizo Némesis, me estaba dando un beso y no se que se le pasó por la cabeza, lo hizo inconscientemente, porque al instante se disculpó- dijo recordando lo que había pasado
-Ya veo, bueno,me voy antes de que llegué ese tipo, con permiso-
Salió del baño, dejando a Sariatu sola, quien se quitó la bata y se puso un vestido azul de tirantes y salió a su habitación, sentándose en la litera, pasando sus manos por su vientre
-¿Así que tú eres lo que me queda de él? Voy cuidarte de todo, nadie te hará daño- sonrío ante ese pensamiento
La sirvienta le llevó el desayuno y se retiró, mientras comía, escuchó que la puerta se habría y que el miedo la invadía
-Por favor mi bebé, no me hagas tener nauseas, no se puede entrar todavía-
-¿Te sientes bien?- se paró frente a ella
-Si, solo me siento resfriada, eso es todo- se empinó el vaso de energon -No me siento en condiciones de andar por los pasillos, hoy me quedaré aquí-
-De acuerdo, avísame si necesitas algo- le dio un beso en la frente y se fue
-Por favor, mi cachorro,necesito que no me des más náuseas por hoy, no quiero que te haga algo- pidió mientras acariciaba su vientre
Tenía que ocultarlo hasta la mañana siguiente, sino, sería capaz de hacer algo para que lo perdiera, y esa era su única oportunidad de tener un cachorro, pero seguía sin entender cómo había quedado embarazada, en una Valkiria eso es prácticamente imposible, sabía lo que era porque Némesis se lo había dicho, tal vez Primus le concedió ese regalo por todo lo que ambos habían pasado.
No salió en todo el día y, por fortuna, no le habían dado más náuseas. Cyborg había estado entrando a la habitación unas cuantas veces, pero no había notado nada raro.
El día se fue rápido y la noche había llegado, Némesis estaba desesperado, se encontraba sentado en la litera médica, siendo retenido por Stormreing
-Déjame, tengo que ir por ella- se puso de pie, pero una oleada de dolor en el pecho lo hizo sentarse de nuevo
-No estás en condiciones, casi te matan, entiende- suspiro -No puedes arriesgarte así-
El Rey soltó un suspiro, tenía razón, su magia parecía haber desaparecido, pero pudo derrotar a enemigos sin ella en el pasado, podía hacerlo ahora, pero solo se ponía de pie y sentía que de desmayaria, pero la desesperación no lo dejaba pensar en otra cosa.
La mañana llegó, y de nuevo las náuseas se hicieron presentes, era como si su cachorro supiera que su vida dependía de que no lo descubriera antes de tiempo.
Sariatu salió del baño y se topó con Cyborg, quien tenía un semblante preocupado, no quería decirle, pero tarde o temprano se enteraría
-¿Te encuentras bien?-
-Si, es solo que... tal vez.... estoy embarazada- eso lo sorprendió, pero más sorprendida quedó ella cuando la abrazó
-Es una buena noticia, no puedo creerlo-
-¿De verdad estás tan feliz?- estaba confundida, esperaba una bofetada o algo, pero no que se alegrara
-Sí, es un hijo nuestro, te prometo que voy a cuidar bien de ambos- la abrazó con más fuerza
Una lágrima se escapó de sus ojos, ansiaba tanto poder compartir esa hermosa noticia con su Rey, pero por algo, el destino quiso que así fueran las cosas, no sabía si volvería a verlo o tan siquiera poder mantener su imagen viva en su mente... y eso dolía.
Quería ir con él, estar a su lado, pero solo complicaría la situación, no se perdonaría si lo llegaban a matar por su culpa.
Los días pasaban, había ratos en que se sentía muy cansada, otros en los que no se podía quedar quieta. Tuvo que tener más cuidado, puesto que su embarazo era de riesgo. Se dedicó a dibujar algunos paisajes que recordaba de aquel reino en la nieve, era como su único consuelo
-Sari, entiendo que las cosas no can muy bien entre nosotros, pero... si me das una oportunidad, te prometo que no te arrepentirás- lo miro y dejo su libreta a un lado
-¿Quieres que te de una oportunidad? No veo el porqué- se puso de pie, quedado frente a él. Se encontraban en la sala de estar
-Porque eres mi esposa ahora, por lo menos para que dejes de verme con ese odio-
-Entiende Cyborg, yo nunca te voy a amar, me alejaste del mech al que yo amaba, y eso... nunca, entiendelo, nunca te lo voy a perdonar- las lágrimas amenazaban con bromas de sus ojos
-¿Por qué te casaste conmigo si tanto lo querías?-
-Porque no te ibas a detener, lo ibas a matar y yo no puedo vivir con la culpa de que alguien haya muerto por mi culpa- su voz salía quebrada
Cyborg solo la miro y se fue, dejándola sola en aquel lugar. Ella deseaba que todo acabara pronto, que fuera solo una pesadilla, pero todo era real, deseaba salir corriendo y reunirse con el Rey, añoraba con toda su alma eso......
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