—Espera Jimin —pidió Jungkook.

—Metiste a esos dos en tu cama, ¿tienes idea de como me hiciste sentir?

—Lo sé, pero está noche…

—Está noche me toca a mi, ya lo sé ¡y por una mierda que no me pienso meter donde lo estuvieron esos dos bastardos! —gritó con lágrimas en los ojos— toma tu espada, porque voy a empezar a atacar y esta vez es definitivo.

—Jimin…

—Eres lo peor que me pudo pasar y si mi castigo es la muerte, que así sea —se puso en posición y a Jungkook no le quedó más remedio que sacar su espada.

En cuanto lo hizo Jimin se lanzó para atacarlo, con una rapidez y fuerza que no había mostrado antes.

No solo era fruto del entrenamiento que había tenido, sino de su determinación y dolor.

Jungkook apenas podía cubrirse, no tenía ganas de pelear, estaba sintiendo dolor en su pecho por ver a Jimin pelear mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, no le gustaba ver así al castaño.

Pero con todo y lágrimas, demostró que tan en serio iba en la batalla logrando hacer un corte en la pierna de Jungkook que lo hizo gruñir del dolor.

Notando en la mirada de Jimin la decisión de realmente terminar con lo que había entre ellos, por lo que empezó a actuar a la altura y luchar de la misma forma, titubeante al herir a Jimin porque no deseaba hacerle daño.

Y eran esos titubeos lo que le daban la ventaja a Jimin, que lanzaba ataque tras ataque haciendo retroceder a Jungkook, acorralarlo para terminar con eso.

Cuando el pelinegro lo sintió, dejó de retroceder y empezó a responder de la misma forma, lanzando ataques a dónde quiera que Jimin danzaba para evitarlos.

—No quiero herirte —logró decir Jungkook antes de que su ataque fuera desviado y tener que esquivar el filo que rozaba su cuello en cada oportunidad.

—Ya lo hiciste —dijo antes de continuar, agregando las patadas laterales y puñetazos cuando veía la oportunidad.

Jungkook tomó la mano con la que pensaba golpearlo y lo lanzó para hacerlo caer de espalda como hace tiempo, pero Jimin logró aterrizar de pie y aferrarse al brazo para patearle el rostro, logrando quitarle el equilibrio y de otra patada a su mano, la espada.

Pero Jungkook no se quedó quieto y pateó también la de Jimin para hacerla caer, convirtiéndose en una pelea a mano limpia, donde el pelinegro dudaba de lanzar los golpes mientras el castaño no perdía oportunidad y le daba en las costillas, estómago, rostro y patadas en los costados, terminando con una patada baja a sus pies que lo tiró al fin al suelo, Jimin se puso sobre él.

—No tienes idea de como me heriste Jeon Jungkook, pero vas a sentirlo dentro de poco, aunque la diferencia es que a ti se te quitará en unos días —cerró el puño con fuerza y empezó a plantarle golpe tras golpe en el rostro, ignorando la sangre en sus nudillos.

Jin se cubrió el rostro con horror por no poder ver, Yoongi temía acercarse y terminar igual, solo podían quedarse a la distancia y dejarlos, ambos eran fuertes así que si Jungkook se dejaba golpear era por sí mismo.

El pelinegro detuvo la mano de Jimin y la apretó con fuerza parando los goles.

—No voy a permitirme perderte —murmuró y escupió la sangre de su labio, arrojando con sus piernas a Jimin, que logró apenas caer sobre sus manos y una pierna.

Jungkook limpio la sangre de su nariz con su manga y tomó de nuevo su espada, sin importar que Jimin no tuviera la suya, solo quería hacer que se rindiera, no pensaba herirlo, pero incluso eso era difícil con lo hábil que era el castaño, que terminó encontrando la manera de volver a tomar su espada al dar una vuelta de carro y enseguida correr para atacarlo.

—¡Ya me perdiste!

—¡Nunca! —gritó molesto.

Haciendo que la pelea tuviera un momento de igualdad en ambos, sin estar seguros de quién ganaría por el intenso sonido del metal chocar pero las intenciones de ambos no eran las mismas y eso se vio cuando Jimin pateó con fuerza el pecho de Jungkook sacándole el aire y remató haciendo un corte en su pecho que lo salpicó de sangre.

Haciendo caer al pelinegro sin volver a levantarse.

—¡Jungkook! —gritó Jin con horror corriendo hacia él junto a Yoongi— ¡por favor responderme, no mueras!

—No lo hará si vas por el médico ahora, pero es seguro que ya no se levantará —habló Jimin antes de empezar a caminar al interior por sus cosas.

Había ganado el combate, así que ahora era libre.

—¡No tenías que llegar a esto! —le gritó Jin siguiéndolo y tomando su brazo para detenerlo, pero Jimin se lo dobló con la intención de romperlo.

—No me toques, maldito hipócrita, ¿te divirtió tenerme de títere? —preguntó aplicando más presión, aumentando sus gritos— Nadie se burla de mí y sale ileso, te vas a arrepentir de jugar conmigo.

—¡Detente! —pidió entre lágrimas, no solo por el dolor, sino por el miedo que le daba la mirada de Jimin.

—Te dije que aún no lo sentías, ¿recuerdas? —sonrió y soltó su mano, tomando su katana con el protector puesto para golpearlo en el rostro y hacerlo caer por completo.

—¡No lo toques! —gritó Yoongi apuntándolo con su katana de repuesto.

Una katana que tenía para entrenamiento sin filo.

Por lo que soltó una risa y tomó el arma con su mano para arrebatarsela a Yoongi, golpeándolo con la misma en el estómago y patearlo al mueble del pasillo, rompiendolo de paso.

—Realmente eres más imbécil de lo que pensé al tratar de atacarme con mi propia arma, una sin filo por cierto que todavía iba a usar para entrenarte, lo que me recuerda… —murmuró sacando su katana y lanzando un corte a la mejilla de Yoongi que llevó su mano gritando por la herida— Estoy seguro de que no fue un accidente.

Volvió a guardarla y entró por su maleta, ya había empacado luego de escuchar que Jungkook se había metido con ellos, al salir la dejó a un lado de Jin y se agachó para tomarlo del cabello y levantarle el rostro.

—¿Qué trataste de hacer al dormirme dos veces?, ¿evitarme el dolor de escuchar como se los cogia Jungkook?, cuánta amabilidad de tu parte.

—Por favor Jimin… Déjame explicarte.

—No me interesa escucharte, no tienes idea de cuanto me repugnan, sobre todo tú que escondías tus malditas intenciones detrás de ese angelical rostro de chico bueno, porque estoy seguro de que esta mierda fue idea tuya y Yoongi es lo suficientemente idiota para seguirte en todo y yo todavia fui a salvarlos de ese ninja —bufo.

—Lo siento… —murmuró llorando.

—No lo suficiente —lo soltó de mala forma y se levantó— pero les servirá de lección, una que no olvidarán en sus miserables y patéticas vidas, hicieron que me compadeciera de ustedes y dejara de verlos como una amenaza… —se aferró a su katana— pensaba dejarlos sin tantas heridas para que fueran por el doctor pero ya cambié de opinión, así que pónganse a rezar para que alguien venga y los encuentre a tiempo.

—¡No Jimin! —gritó Jin.

Fue lo último que pudo decir, Jimin se había encargado a golpes de ellos hasta dejarlos inconscientes, aprecio su desastre cuando termino de acomodar sus cosas sobre Estela, vio el cuerpo de Jungkook en el suelo, ignoró el dolor en su pecho, acomodó su sombrero kasa y salió a toda velocidad sin cerrar la puerta.

Sin mirar de nuevo atrás, porque no quería ver como también quedaba ahí su corazón.

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—¿Cómo se encuentra? —preguntó Namjoon al doctor al verlo salir de la habitación.

—Estable, por lo menos le bajó la fiebre, no es profunda la herida en el pecho pero si perdió mucha sangre de ella, agregando las dos costillas rotas, lo encontraste a tiempo.

—¿Qué hay de Jin y Yoongi?

—Sentirán dolor pero nada grave, para mañana despertarán.

—Es bueno escucharlo, así podrán decir quién hizo esto y empezar la búsqueda.

—Vendré mañana, si hay algún problema avísame de inmediato, estaré al pendiente.

—Lo haré, gracias.

Lo vio salir y suspiró preocupado, notando a Tae llegar.

—¿Lo encontraste? —preguntó Nam acercándose.

—No.

—¿Crees que haya ido detrás de quién hizo esto?

—En realidad… Creo que fue él quien lo hizo —dijo con pesar bajando de su caballo.

—¿Y por qué lo haría?, estoy seguro de que ama a Jungkook.

—Para obtener su libertad, no puedo asegurar nada, estoy tan confundido como tú pero no vi sus cosas en su habitación, así que casi estoy seguro de que fue él.

—¿Pero llegar a este extremo?, incluso golpeó a Jin y Yoongi.

—No juzguemos aún, esos dos no me agradan y puedo apostar a que si Jimin los lastimó fue porque algo le hicieron.

—No puedo imaginar qué habrá sido, pero si ya no quería a Jungkook, ¿por qué lanzó esa nota a mi casa?

—No se separó por falta de amor, por eso lo hizo, a pesar de todo sigue amándolo y no quería que muriera.

—Tenemos que encontrarlo, ¿a dónde irá?

—No te preocupes por él, estará bien, al menos por ahora, resentirá la separación después y será cuando su vida peligre, para ambos, porque se ve que Jungkook tampoco puede estar sin él.

—Tu no me harás esto, ¿verdad?

—Sino me das razones, no.

—¿Qué razones podría darte?

—Conseguirte otras parejas, te dejaría peor, no lo dudes.

—Estoy seguro de que no las necesito —se rió y se acercó para besar la mejilla de Tae.

No habían tenido tiempo de avisar su reciente matrimonio, razón por la que habían estado ausentes y con la situación encontrada solo quedaba esperar para averiguar qué había sucedido.

Decidieron quedarse en la casa de Jungkook para cuidar de su salud, durmiendo en la que fue la habitación de Jimin y turnándose para revisarlos, sobre todo al pelinegro, que terminó con la herida infectada y con mucha fiebre, que por suerte iba bajando pero no dejaba de murmurar el nombre de Jimin.

El primero en despertar al siguiente día fue Jin, desorientado y confundido.

—Iré por el doctor, tú quédate y ve si puede decirnos qué pasó con Jimin —dijo Tae antes de salir de prisa en su caballo.

—Jin, ¿puedes escucharme?

—Me duele el cuerpo…

—Lo sé, los encontramos muy heridos.

—Jungkook, ¿cómo está él?

—Sigue inconsciente, ha pasado un día, ¿recuerdas que pasó?, ¿quién les hizo esto?

—Jimin, él nos dejó así a todos.

—¿Por qué lo hizo?

—Por venganza…

—¿Venganza por qué?, ¿por ser sus esposos también?

—No, no es eso, a pesar de que no le gustaba la idea nunca intentó algo contra nosotros, fue mi culpa.

—¿Puedes explicarme o prefieres esperar a sentirte mejor?

—Estoy bien, adolorido pero puedo hacerlo, tengo que hacerlo, no quiero que acusen a Jimin de un atentado por mi culpa.

—En realidad creímos que se fue detrás del causante, temimos por su seguridad pero fue Tae quien dijo de la posibilidad de que fuera él quien hizo esto.

—Se ve mal, pero no es lo que parece, déjame explicarte y espero que no me juzgues por la forma en que decidí hacer las cosas.

—Te escucho. 

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Taehyung entró deprisa con el doctor y le dio el pase a la habitación de Jin, notando la sería expresión de Nam.

—¿Cómo te sientes Jin? —preguntó el doctor.

—Adolorido.

—Puedo imaginarlo.

—Los dejaremos solos, estaremos afuera si necesita algo —avisó Nam tomando la mano de Tae para salir.

—¿Qué sucede?

—Tenías razón, le hicieron algo a Jimin.

—¿Qué fue lo que le hicieron? —preguntó molesto— ¡Lo sabía!, esos dos nunca me agradaron y ya sospechaba que lastimarian a Jimin.

—Sus intenciones no eran malas, pero el método pudo ser mejor.

—Sólo dímelo, no les haré nada —aseguró y Nam lo miró dudoso— ¡de verdad!

—Bien, lo que pasó…

Dijo comenzando la explicación, tomando asiento en el comedor al ver que el doctor estaba tomándose su tiempo en revisar a cada uno porque Yoongi había despertado también, a Jungkook se le quitó la fiebre y dejó de murmurar el nombre de Jimin pero seguía sin despertar, la herida iba mejor pero tardaría en poder levantarse por las costillas rotas, aunque estaban seguros de que el pelinegro se levantaría en cuanto pudiera hacerlo.

O eso aseguraba Namjoon al menos.

—Son unos… —murmuró molesto Tae— ellos… merecen estar peor de lo que ya están, bastardos de mierda, ¡fue la idea más estúpida que he escuchado y no me constan sus intenciones!, ¿que no saben hablar?

—Lo sé, lo sé, no fue la mejor manera.

—¡Claro que no!, pero fue la única que estaban dispuestos a hacer porque en el fondo no quieren perder su comodidad, valerse por si mismos, ¡son unos mantenidos!, inútiles que no saben hacer más que servir a un hombre —se levantó caminando de un lado a otro, estaba muy enojado.

—Ya recibieron su lección.

—No fue suficiente, pudieron decirle a Jungkook que aceptaban hacerse a un lado para que ellos dos estuvieran juntos, pero decidieron que era mejor opción romperle el corazón a Jimin para obligarlo dejar a Jungkook y de paso que lo dejara así de herido —respiro hondo buscando calmarse— “seras el siguiente si te sirve de consuelo” —murmuró fingiendo otra voz— ¡¿de verdad dijo esa idiotes?! —gritó y Nam lo tomo de los hombros.

—Relájate mi caramelo, respira conmigo —pidió y ambos empezaron a inhalar y exhalar— esto tiene arreglo, ¿no?

—Deshacernos de ellos, le dije a Jimin que yo podría haberlos matado y fingir que alguien más entro a hacerlo.

—No haremos eso, caramelito se que estas molesto, pero ahora debemos pensar en una mejor forma de volver a unirlos.

—Con ellos de por medio no se podrá.

—Entonces el primer paso será hablar con Jungkook para hacérselo ver, aunque primero debemos esperar a que despierte.

—Aunque despierte va a tardar al menos seis semanas en recuperarse por completo —habló el doctor tras de ellos.

—Dudo que Jeon acepte estar en cama por tanto tiempo —mencionó Nam. 

—Tendrá que hacerlo si quiere mejorar por completo, les aplique una inyección a Jin y Yoongi para aliviar el dolor, disminuirá conforme pasen los días y deje otra para Jungkook, en cuanto despierte deben ponérsela porque el dolor que sentirá será más severo, lo ayudará con el proceso de sanación.

—Gracias doctor.

—Hasta luego, solo limpien una vez al día la herida de su pecho y cambien las vendas.

—Entendido —habló Tae y lo vieron salir— Puedo preparar la comida pero serás tú quien vaya a dárselas, no quiero ver a esos bastardos.

—Está bien, iré a preguntar si quieren algo para comer.

—Aunque no quieran ellos, yo muero de hambre —dijo observando los ingredientes, Nam solo negó sonriendo.

“Despierta Jungkook, tienes mucho por hacer”