꧁𓊈𒆜12𒆜𓊉꧂
A la mañana siguiente Jimin despertó por el ruido de la cocina, pensó en levantarse para ayudar pero sabía que quizá era más probable que estorbara ya que no sabía cocinar, por lo que se quedó un poco más recostado, vio su mano, había aplicado el ungüento que le compró Yoongi y las heridas era casi invisibles, el dolor en su espalda era mínimo también, quizá le pediría a Jin un masaje más.
Estiró su cuerpo y decidió levantarse al escuchar murmullos, se cambió y peino su cabello antes de salir, Yoongi ayudaba a Jin a acomodar la comida.
—Buenos días Jimin, ¿cómo te sientes? —saludo Jin.
—Mejor, gracias a ambos, la herida de la mano ya no molesta, las marcas casi no se ven y el dolor en la espalda es mínimo.
—Me alegra escucharlo, puedo darte otro masaje si gustas.
—Creo que lo aceptaré, gracias.
—Buenos días —habló Kook detrás de Jimin.
—Buenos días, la comida ya está lista —avisó Jin
—No tenías que molestarte pero gracias, ya debo irme.
Yoongi fue por el caballo de Kook y le entregó la correa, Jin la bolsa con comida y Jimin le pasó su arma.
—Ve con cuidado —dijo Jin.
—No sentirán que me fui —aseguro, abrió la puerta y el castaño vio una sombra moverse entre los árboles, tomó el brazo de Kook sin permitirle avanzar llamando su atención.
—Espera, vi a alguien esconderse entre los árboles, podría ser una trampa para atacar en cuanto te salgas o quizá pretendan atacarnos al dejarnos solos.
—¡¿Qué?! —medio grito Jin asustado.
—Revisaré antes de irme, vayan adentro y no salgan.
—Te acompaño, iré por mi caballo.
—No, tú te quedas aquí con ellos.
—¿Y si tratan de hacerte daño?
—Me preocupa más que te lo hagan a ti, aquí es seguro.
—Jungkook…—mencionó molesto.
—No me perdonaría que te hicieran daño —interrumpió y Jimin se calmó.
—Estaré bien, eres tú quién saldrá, solo te ayudaré a revisar.
—Sólo revisar —advirtió y ambos salieron, Jimin le quitó la espada a Jungkook y corrió a donde vio la sombra, dando un giro para cortar lo que sea que hubiera ahí, siendo detenido su ataque por la espada de Nam.
—Eso realmente pudo herirme muy mal —mencionó divertido, Jungkook se acercó enseguida.
—¿Qué haces ahí escondido?
—No quería interrumpir tu despedida, pero parece que quede como sospechoso, lo siento Jimin.
—No importa —bajo el arma y se la regreso a Kook.
—Veo que nada se te escapa —soltó Nam divertido.
—De todas formas no salgan si no es necesario, regresaré lo más pronto que pueda y Jin sabe como mandar mensajes por medio del halcón en caso de que pase algo.
—Bien, vayan con cuidado.
Jungkook silbo y el caballo avanzó hacia él.
—Ve adentro, saber que estas aquí me da un poco más de tranquilidad.
Subió al caballo y Nam dejó ver el suyo al que también subió, Jimin espero a que ambos se fueran para caminar a la entrada, sin perder detalle de su alrededor, quizá exageraba pero era mejor prevenir.
—Que susto me dio Namjoon, realmente creí que estábamos por ser atacados, escuche de varios espadachines que encuentran a su familia muerta —habló preocupado Jin.
—Ellos no tenían un guerrero como nosotros para protegernos, así que no será nuestro caso, ¿no viste que reaccionó incluso mejor que Jungkook?
—Yo no soy un guardaespaldas, no es el propósito con el que fui traído aquí.
—Claro que no, Yoongi no se refería a eso, ¿cierto?
—No, pero ya que Jungkook no está para que le cumplas y si llegara a suceder que nos ataquen, nos protegerás ya que no creo que tengas el valor de dejarnos morir —aseguró y Jimin lo miró fijo, no le gustaba el tono que estaba usando.
—Sólo si no me estorbas, de lo contrario pondré mi vida como prioridad —aclaró y vio a Jin— ¿necesitas ayuda con algo?
—Ya limpiamos ayer, no te preocupes, nos haremos cargo del resto nosotros.
—Iré a mi habitación entonces —avisó alejándose.
—¡¿Qué demonios fue eso Yoongi?! —murmuró Jin molesto, pero no pudo escuchar la respuesta de Yoongi porque entró a la casa y en realidad no le interesaba.
Entró a su habitación y tomó su katana, ya no sería extraño que lo vieran entrenar, diría que es para mantenerse en forma si es que llegaban a cuestionarlo, cosa que en realidad dudaba que sucediera.
“—...no creo que tengas el valor de dejarnos morir.”
¿Qué no lo tenía?
—Espero que eso no haya sido un reto… —murmuró desenfundando su katana.
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La tensión era alta entre ellos después de eso, Jimin salió para entrenar durante varias horas, movió su katana con destreza e hizo algo de ejercicio, cuando sintió que era suficiente se encargó de cepillar a su caballo y limpiar.
Fue mientras comían que Jin trató de aligerar el ambiente.
—Cuando no está Jungkook suele ser más tranquilo, así que puedes aprovechar para entrenar lo que gustes.
—¿Se va seguido muchos días?
—No por muchos días pero casi siempre tiene misiones que lo hacen estar fuera de casa.
—¿Y qué suelen hacer?
—Nosotros… uh…
—Lo mismo de siempre, solo que opcional, limpiar si tenemos ganas y salir a las compras —habló Yoongi.
—Pero ahora solo saldremos si es necesario, no hay que correr riesgos innecesarios —aclaró Jin.
—¿Realmente piensan que podríamos ser atacados? —cuestionó Jimin.
—Podría suceder, no olvides en la casa de quien vivimos.
—En ese caso, puedo ir a comprar si se requiere mientras ustedes se quedan.
—¡Es arriesgado que vayas solo!
—¿No lo es que se quede alguien aquí solo también?, suelen seguirme por ser el Clan Dal, es mejor que no me vean con compañía.
—Es porque sales con una katana y tu ropa tiene el símbolo de tu clan, si no lo usarás…
—Es para mi un honor formar parte de mi clan y jamás salgo sin mi katana, es como ir sin ropa.
—Por lo menos en lo que sales de compras podrías usar otra ropa, quizá la de Yoongi te quede, con tu katana no tengo objeción —Jimin lo pensó, sino quería exponerse sería buena idea.
—Está bien —aceptó y Jin sonrió—¿Cómo se dividen las tareas de la casa?
—Por hoy Yoongi limpiará, nosotros lo haremos mañana —declaró y el mencionado no se quejó.
—¿Seguro?
—Si, Yoongi no tiene quejas, ¿cierto? —preguntó.
—No —murmuró, Jimin no estaba convencido pero no quiso decir nada.
—En ese caso, ¿está bien si me voy a bañar primero?
—Adelante, yo haré algo más, no te preocupes.
—Gracias.
Ayudó a recoger los platos antes de ir a su habitación para tomar su pijama y toalla, cerró el baño y puso a llenar la tina mientras quitaba su ropa, pensando que la actitud de esos dos era muy extraña.
Parecían muy unidos y algunos de sus gestos eran muy íntimos.
¿Es así con los que comparten pareja?, ¿Incluso entre ellos había algo?
Jimin no estaba seguro de poder compartir esas acciones, Jin le agradaba y Yoongi a pesar de tener un mal rato no lo detestaba, pero sentir algo más era algo muy poco probable.
Corrección, en realidad era imposible.
Terminó de bañarse y salió, notando el silencio en la casa, escuchó unos murmullos en la habitación de Jin por lo que supuso que estarían ahí, así que fue directo a su habitación, secaria su cabello y luego dormiría, tenía que entrenar mucho si quería vencer a Jungkook.
Por lo que se volvió su rutina entrenar todas las tardes después de terminar su parte de la limpieza, intentando hacer más rápidos sus movimientos, recordando la primer batalla que tuvo con Jungkook y recreándola para buscar la manera de vencerlo y hacer lo mismo con la segunda, donde fue arrojado contra el suelo, cosa que lo hacía gruñir molesto por tal humillación.
Pateó el tronco de uno de los árboles y lanzó una ráfaga de ataques consecutivos que terminó con su katana siendo de nuevo envainada mientras las hojas del árbol caían al suelo cortadas por la mitad.
—Puedes hacer eso pero no derrotar a Jungkook —murmuró molesto.
Sintiendo que era suficiente por ese día regresó dentro de la casa, escuchó algo caer al suelo y volteo congelándose al ver como Yoongi tenía acorralado a Jin con el dorso descubierto mientras lo besaba.
Los ojos de Jin se abrieron entre el beso y vieron a Jimin, alejando un poco a Yoongi que notó entonces la presencia del castaño.
—Uhm… así que ya nos viste —dijo Yoongi, el castaño no pudo decir nada, demasiado sorprendido.
Ni siquiera estaba seguro de lo que tenía que decir o si solo debía pasar de largo y hacer como que no vio nada, ellos estaban haciendo eso en plena cocina que los dejaba a la vista de quien pasará, así que no tenía que disculparse por ver lo que era muy probable que viera si no iban a su cuarto para intimar.
—¿No te gustaría unirte? —preguntó Jin.
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