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Jungkook pensó por un momento que estaba bromeando, pero la decisión en su mirada le confirmó que no era así.

Apenas llevaba un día ahí y ya quería dejarlo.

—¿Qué tontería estás diciendo?

—No es ninguna tontería, deja de evadir la respuesta.

Bajo del caballo y extendió la correa que Yoongi tomó para llevarse al animal, Jungkook sacó su arma y apuntó a Jimin también.

—Acepto, pero si gano vas a olvidarte de hacer esta petición de nuevo.

—Hecho.

Tomaron distancia y empezaron a rodearse, preparándose para atacar, Jin terminó por volver a entrar a la casa junto a Yoongi, observando por la ventana con nervios, ambos se veían muy molestos y no entendian que había sucedido para que ambos lo estuvieran.

El primero en atacar fue Jimin, lanzando una serie de ataques que fueron retenidos sin esfuerzo, Jungkook respondió de la misma forma, poniendo más fuerza en los que lanzaba, había notado que el castaño era rápido pero sus ataques carecían de fuerza.

En cambio él decidió que si quería ganar tenía que tomar en serio el enfrentamiento, por lo que aprovechó que consiguió desviar un ataque de Jimin para lanzar otro con la intención de tirar su espada.

Pero Jimin dio una patada lateral directo a su rostro que lo hizo retroceder para evitarlo que le impidió tomar la ventaja.

Ambos estaban decididos a ganar, demasiado molestos y más que fuerza era una batalla de control, no podían dejarse llevar por las emociones.

Y en eso Jimin estaba perdiendo.

Recordando la mano de Jin sobre la de Jungkook acariciándolo, como se metió a la habitación para darle el masaje prometido y más tarde los gemidos llegar a sus oídos.

Estaba ardiendo en celos y frustración.

Porque quería a Jungkook pero lo quería solo para él.

Además de eso, había otro dolor que lo estaba haciendo desconcentrarse, el de su lazo formado con Kook, empezaba a doler por la idea de tener que romperse, haciendo que sus ataques no fueran tan fuertes como tenía pensado.

En cambio Jungkook tenía en mente que sino quería perder a Jimin, sus ataques tenían que ser fuertes, hasta hacer retroceder al castaño que al entender lo que hacía y saber que el pelinegro no quería herirlo, solo obligarlo a rendirse; al verse sin posibilidad de contraatacar recurrió a deja sus katana de lado para empezar a lanzar patadas.

Dejando al descubierto su guardia pero sabía que no sería herido, Jungkook solo quería detenerlo y tal como esperaba, dejo de atacarlo, bufando molesto al descubrir lo que estaba haciendo se vio forzado a detenerse y empezar a esquivar los golpes, que eran rápidos y apuntando a su rostro y costillas.

Pero Jungkook no conocía la palabra rendirse y si quería algo, lo conseguía.

Así que soltó su espada, detuvo la pierna de Jimin rechazando el golpe y lo tomó de sus manos para lanzarlo y hacerlo golpear su espalda contra el césped, le quitó su katana de la mano y puso el filo contra su garganta.

—Di las palabras —ordenó.

—¡Jungkook, eso es demasiado! —dijo Jin asustado acercándose, pero el pelinegro no se movió de lugar, mirando fijamente los ojos del castaño esperando.

—He perdido —admitió molesto.

Jungkook quitó la katana de su cuello y la arrojó, se levantó sin despegar la mirada de Jimin.

—Es la última vez que lo vuelves a mencionar —dijo y caminó al interior de la casa, entró a su habitación y azotó la puerta.

Los chicos se quedaron sin saber qué hacer, Yoongi recogió ambas armas mientras que Jimin golpeó el pasto con su puño, molesto consigo mismo por haber perdido, Jin se acercó cauteloso a él.

—¿Estás bien? —preguntó arrodillándose a su lado.

—Ese golpe se vio doloroso —mencionó Yoongi.

—Estoy bien, la superficie no es tan dura, entrenaba entre rocas así que esto no es nada —dijo empezando a levantarse, sintiendo el escozor del dolor en la espalda baja, pero lo ignoró y aceptó la ayuda de Jin para levantarse.

—Realmente fue aterradora esa batalla, ahora entiendo porque Jungkook entrenó tanto cuando estaba por luchar contigo—dijo Yoongi.

—Necesito entrenar más, no puedo permitir que me derrote tan fácilmente —murmuró molesto.

—¿fácilmente?, yo hubiera perdido la espada enseguida.

—Es diferente, supongo que no tienes práctica, yo tengo el título de guerrero y tengo que hacer honor a él.

—No olvides que Jungkook tiene el de ser uno de los mejores espadachines y le diste una buena batalla —señaló Yoongi.

—¡Así es! Y no cualquiera reta a Jungkook, deberías ir a descansar, Yoon y yo nos encargamos del resto, te hablaremos cuando ya sea hora de la comida.

—Puedo ayudar, mientras no sea cocinando, soy malo en eso.

—No te preocupes.

—No soy tan inútil como quizá parezca —insistió ofendido.

—No lo decía por eso…

—Entonces me ayudarás a limpiar, también soy malo cocinando así que de eso se encarga Jin —declaró.

—Está bien.

Dejó su katana en su habitación, se cambió y siguió a Yoongi para ayudarlo a limpiar toda la casa, tuvo que limpiar el sudor de su frente al terminar y cayó rendido en el suelo, seguía sintiendo un pequeño malestar en su espalda.

—Te prepare la tina de baño, ve a relajarte, ayudare a Jin mientras y después me bañaré también.

—Gracias —dijo levantándose, Yoongi solo le sonrió, fue por su toalla y entró al baño, cerrando con seguro, no quería más visitas.

Vio satisfecho que su mano ya estaba mejor, aprovechó para masajear un poco sus músculos y pensar en lo que haría ahora, porque estaba convencido de que no lograría adaptarse, apenas lograba hablarle de forma decente a Jin, aunque sentía que la amabilidad no era fingida.

Podría tratar de hablarle más pero no garantizaba que eso lo hiciera querer continuar esa relación de compartir a su esposo.

Terminó de lavarse y empezó a secarse, se vistió  y salió a su habitación para cepillar su cabello, su puerta fue tocada y Yoongi se dejó ver.

—La comida está lista.

—Enseguida voy.

Respiro hondo y se preparó para ver a Jungkook, pero para su sorpresa, Jin le llevó un charola con comida porque no quería salir de su habitación, lo que le dio un poco más de tranquilidad y oportunidad de comer mejor.

—Puedo lavar los platos antes de ir a dormir.

—Oh no Jimin, ya hiciste mucho por hoy.

—Todavía no se bañan y no son tantos de todas formas, no tengo problema en hacerlo.

—Es muy amable de tu parte, en ese caso iremos a bañarnos mientras lavas los trastes.

—¿Cómo sigue tu mano?, compre un ungüento para ti en la mañana, ayuda a cicatrizar las heridas más rápido —mencionó Yoongi.

—No tenias que hacerlo, ya esta mejor, al menos ya no me duele.

—Deberías ponerte de todas formas, las heridas son recientes.

—Lo haré, gracias.

—Somos tus mayores después de todo, debemos cuidar de ti.

—¿Que edad tienen?

—Yo tengo veintiocho y Yoongi veintisiete, Jungkook nos dijo que tenias dieciocho.

—¿Y hace cuánto que están con Jungkook?

—Cinco y cuatro años, Jin llegó primero.

—Deben conocerlo bien —llevo un bocado a su boca.

—Supongo que si, aunque en ocasiones sigue sorprendiéndonos —dijo Jin.

—Me gustaría preguntarte algo sobre las tradiciones de tu clan —mencionó Yoongi.

—¿De qué se trata?

—¿Por qué hacen un combate para casarse?, ¿tú también puedes retar a alguien?

—Si, también podría hacerlo si hubiera querido, pero no fue el caso y la razón es sencilla, se busca a una pareja fuerte, que demuestra ser capaz de protegerte, ser un buen equipo y se dice que cuando adquieres un nivel de experiencia en batalla superior eres capaz de comunicarte en una pelea sin necesidad de hablar, el estilo de cada persona dice mucho de cada quién.

—¿Te sucedió con Jungkook? —preguntó curioso Jin.

—Cuándo peleamos yo… pude sentir que se divertía y estaba emocionado pero no tenía intención de hacerme daño, además ambos somos muy competitivos así que era claro su deseo de ganar.

—Que emocionante, pudimos darnos cuenta de que le interesaba desde que llegó.

—No dejaba de mencionarlo en cada oportunidad —recordó Yoongi.

—Es verdad y cuanto se quejaba por tener que salir a misiones que no le permitían entrenar —se rieron.

—No recuerdo verlo en alguna otra ocasión tan intenso con el entrenamiento.

—Decía que era bueno por naturaleza, que no lo necesitaba, practicaba en ocasiones solamente.

Jimin escuchó, curioso de conocer de Jungkook lo que ellos sabían pero sin animarse a preguntar, por lo que sólo acepto lo que ellos dijeron y empezó a recoger y lavar en lo que ellos iban a bañarse, cuando termino recordó la charola en la habitación del pelinegro y se cuestionó si debería ir por ella.

“De todas formas quieres verlo, es una buena excusa”

Se sonrojo molesto por sus deseos, pero de todas formas acomodó su cabello y se aseguró de que estuviera bien su vestimenta antes de tocar la puerta.

—Pase —escuchó y su corazón empezó a acelerarse, pero su rostro era completamente inexpresivo cuando entró y vio a Jungkook recostado en su cama sin camisa y leyendo un libro, lo vio fijamente, parecía todavía molesto.

—Sólo vine por la charola —avisó acercándose al lado derecho de la cama para tomarla.

—Jimin —llamó antes de que se fuera.

—¿Si?

—Lamento mi actitud en con la mesera, tienes razón no eres culpable de ser atractivo y de que los demás se fijen en ti, pero yo… no pude controlar mis celos, ahora me siento avergonzado, ¿puedes perdonarme?

—Esta bien, de todas formas debería disculparme también, quizá hice mal en sonreirle, se malinterpreto aunque solo me causó gracia su reacción por saber que era del Clan Dal.

—No hay nada que disculpar —se levantó y caminó hacia él, el vello de Jimin se erizó por su cercanía— me siento mejor ahora, estuve tan avergonzado de mi actitud que no sabia como hablar contigo.

—Ahora puedes estar tranquilo, descansa.

—Saldré de viaje, no es necesario que me acompañes, pero tardaré al menos una semana en volver.

—¿Una semana? —repitió sorprendido y noto entonces el halcón mensajero en su ventana.

—Si, no quería irme y que siguieras molesto conmigo —acarició su mejilla—partiré al amanecer.

—Debes dormir entonces.

—Lo haré, buenas noches —lo vio a los ojos y después se desvió a sus labios, dudando de acercarse pero al final inclinándose un poco, Jimin cerró sus ojos y aceptó el gestó, avergonzado de admitir que había extraño sentir los labios de Jungkook— te quiero —murmuró al separarse un poco.

—Yo también…—abrió sus ojos y sintió el cariño de Jungkook por el lazo, unos ruidos en el baño advirtieron que alguien estaba por salir por lo que puso un poco de distancia con el rostro rojo— Iré a terminar de limpiar.

—Esta bien, yo me bañare y dormiré —dejó un rápido beso en sus labios y sonrió— para que realmente sean buenas noches —dijo y Jimin bufo avergonzado saliendo de una vez, Jungkook se rió y cuando escucho la puerta del baño abrirse tomó su bata y se acercó para entrar, notando a ambos salir.

—Oh Kook, deja que te prepare el baño —mencionó Jin.

—Yo lo hago, no se preocupen, saldré de viaje mañana y tardaré una semana en volver.

—¿A qué hora te vas?

—Al amanecer.

—Entiendo, buenas noches.

—Descansen —dijo antes de cerrar la puerta.

Jimin terminó de limpiar el plato de Kook y secó sus manos antes de ir a su habitación a dormir, estaba por ponerse la pijama cuando su puerta fue tocada y curioso abrió notando a Jin del otro lado con un frasco en la mano.

—Gracias por tu ayuda hoy, espero no molestarte, solo venia para darte un masaje, no queremos que mañana te duela más la espalda.

—¿Cómo lo sabes?

—Soy muy observador, note que tensabas la mandíbula al agacharte, significa que si te lastimó ese salvaje y no me sorprende, te arrojó con mucha fuerza, te vez muy delgado así que dudo que seas pesado.

—No tienes que molestarte, estaré bien.

—No es molestia, tranquilo y no me tomará mucho tiempo, así que quítate la ropa y recuestate.

Jimin no estaba acostumbrado a ser visto sin ropa, por lo que se avergonzó un poco al dejar su pecho al descubierto.

—Recuestate, yo me encargo del resto —el castaño obedeció y respiró para calmarse, no estaba haciendo nada malo ni raro, solo era un masaje.

Jin puso el aceite en sus manos y lo frotó antes de empezar a esparcirlo en la espalda de Jimin, masajeando desde los tensos hombros hasta encontrar el origen del dolor, del que Jimin no pudo evitar quejarse.

—Así que es la parte baja de tu espalda, tienes un pequeño moretón, debí hacer algo en cuanto ocurrió —mencionó suspirando, tratando suavemente esa área, el castaño empezó a relajarse y dormitar, hasta que sus costado fueron también tocados dándole un poco de cosquillas— se nota que eres un guerrero, tienes buen cuerpo.

—Eso creo… nunca pude conseguir mucho músculo.

—No lo necesitas, ya luces demasiado bien —continuó un poco más y después se alejó— listo, espero que sea de ayuda.

—Te agradezco.

—Cuando quieras, buenas noches, Jungkook se va de viaje y tendré que levantarme temprano para preparle algo de comida, descansa.

—Igual.

Jin tomó el frasco de aceite y salió de la habitación, siendo interceptado en cuando salió, vio a Jungkook sin sorpresa.

—¿Qué sucede?

—¿Qué hacías en la habitación de Jimin?

—Le daba un masaje, lastimaste su espalda cuando lo lanzaste al suelo, salvaje.

—¿Lastimar? —repitió preocupado— ¿es grave?

—Espero que no, por eso le di el masaje, ¿no puedo acercarme a la habitación de Jimin acaso?

—No es eso, solo era curiosidad, buenas noches —se alejó y entró a su habitación, Jin fue a la suya sin estar convencido de lo que había dicho el pelinegro.

“¿Será posible… que Jungkook estuviera celoso?”

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