Capítulo 48: Sorpresa
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9 de marzo del año 2018
Mansión de los Jeon
Ciudad de Seoul
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Ahí estaba yo, sintiéndome cual conejillo de indias en un experimento, totalmente incómoda con la ropa que me compró Lisa-ssi, no podía negar que ese vestido blanco era muy bonito, pero para que lo llevara otra persona, no yo, a mí me faltaba tener el estilo necesario para lucirlo, tampoco es que pudiera llevar aquellos hermosos zapatosde tacón.
A pesar de que Lisa nunca estuvo de acuerdo, me alegra haber podido convencer a Shin Hye-ssi de que me prestara unos zapatos bajitos en el momento en que Lisa se estaba preparando para la fiesta en otra habitación, porque si no, de seguro que no iba a poder caminar bien. Lisa seguía insistiendo en que Shin Hye-ssi y yo arruinábamos desastrosamente su obra de arte por no ponerme aquellos preciosos, pero totalmente incómodos tacones que, más temprano en la mañana, había comprado para mí.
Estábamos en la sala principal de la casa de Shin Hye esperando por las otras chicas y por Tae. Las chicas llegaron primero con su ya conocido bullicio. La primera que entró en mi campo de visión fue Jennie, la hermana mayor de Rosé.
—Lisa. ¿Cómo se te ocurre? ¿Por qué llevar a una empleada a una fiesta privada? —empezó a quejarse desde que sus ojos cayeron sobre mí, haciendo una mueca que arrugaba su linda cara. No puedo negar que ella y esa forma de mirarme me ponían mucho más nerviosa de lo que ya estaba.
—Porque ella es nuestra invitada y si no te gusta, no vayas —habló Shin Hye pasando por el lado de Jennie para dirigirse a la salida —Lisa-yah y Kim Ji Ra esperarán aquí a que V-ssi las venga a recoger ¿Quiénes vienen conmigo?, ah, eso sí, les advierto que primero debemos pasar a buscar a Tzu Yu a su casa, ¿sí?
—Yo voy, Shin Hye-yah —dijo Ji Soo.
—Yo También voy contigo, unnie —se sumó Jennie —en otra ocasión iría con Lisa, pero no quiero llegar en el mismo vehículo que esa —soltؚó por vez que lanzaba una última mirada despectiva sobre mí.
—Entonces yo me quedo con Lisa y my new friend —celebró Rosé aplaudiendo como una niña.
—Bien, vamos chicas —ordenó Shin Hye haciéndolas apurarse.
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Ya eran las ocho horas y trece minutos y Tae Hyung no había llegado. Rosé dijo que iba a estar afuera para atender una llamada. Por otro lado, Lisa estaba llamando a Tae Hyung porque ya estaba 3 minutos tarde. Ella caminaba de forma elegante de aquí para allá mientras yo estaba quieta recostando mi codo sobre la repisa que estaba a mi lado.
La rubia vio a Jung Kook bajar por las escaleras y fue corriendo a su encuentro olvidándose de seguir contactando a Tae.
—Oh ¡oppa! Pensé que estabas en el apartamento de RM. ¡Qué bueno que estás aquí! —exclamó Lisa abrasando a Jung Kook por la cintura. Algo se removió dentro de mi pecho. Él le devolvió el abrazo y se notaba que con ella se sentía muy a gusto.
—¿Por qué? ¿La amable Shin Hye te dejó tirada? ¿Quieres que te lleve? —preguntaba Jung Kook con una sonrisa deslumbrante pareciendo enternecido con las niñerías de Lisa mientras le hacía cariñosamente un mechón de cabello hacia atrás de la oreja. Yo no resistí mantener mis ojos sobre ellos y desvié mi mirada hacia el piso. Mis ojos empezaban a picar.
«Acaso...son... ¿Son novios?» —pensé mientras sentía que mis pies iban a salir corriendo de esa casa por sí solos.
—Eso no es necesario, yo la llevaré —La voz profunda de Tae me sacó de mi trance y giré hacia el lugar de procedencia de ese sonido que tanto bien me hizo escuchar, él, que acababa de llegar, se encontraba en el umbral de la puerta de entrada de la casa—. ¡Pero por Dios! Lisa, ¿qué has hecho? —preguntó caminando hacia mí y mirándome con sorpresa sumada a su peculiar y hermosa sonrisa cuadrada.
Seguramente piensa que me veo ridícula. Yo miré hacia Lisa evitando mirar a Jung Kook que aún estaba a su lado al pie de las escaleras —te lo dije Lisa-ssi —mi voz salía temblorosa, muy distinto a lo que yo pretendía—, esto es exagerado, ahora mismo voy y me quito...
Cuando iba a moverme la mano de Tae me detuvo con un agarre en mi muñeca. Hizo un movimiento extraño que me obligó girar para que yo quedara de frente hacia él.
—¿Quién eres tú? ¿Eres una supermodelo acaso? ¡Estás hermosísima! —decía Tae mientras seguía tirando de mi mano y la levantaba por encima de mi cabeza haciéndome volver girar en trescientos sesenta grados —Lisa, soy admirador de tu trabajo desde hoy mismo ¡I purple you, baby! —seguía diciendo sin dejar de mirarme con el mismo asombro.
—Gracias Tae, pero necesitaba que llegaras porque esta unnie es muy cabeza dura y no quiere ponerse los tacones que le compré.
—¿A si? ¿Y por qué no, señorita? —exigió soltando mi mano y colocando las dos propias en ambos lados por encima de sus caderas y cambiando su hermosa sonrisa por una mueca de reproche.
—Porque no... —miré hacia Lisa porque me daba vergüenza con ella, pero por inercia miré hacia Jung Kook que estaba justo detrás de ella, su mirada, no sabía cómo descifrarla —E... está bien, me los pondré.
—¡Aaaaaaaaah! Sabía que te dejarías convencer por V-ssi —dijo Lisa celebrando mientras subía las escaleras corriendo. A consecuencia de este hecho, la imagen de Jung Kook quedó completamente a mi vista y sin poderlo evitar mis ojos no se podían apartar de su figura. Mientras más lo veía más sentía que mi corazón iba a explotar porque él tampoco me quitaba la vista de encima.
Tae dijo que tenía que lavarse las manos, ya que las tenía sudadas porque supuestamente mi apariencia lo puso muy nervioso. El regresó casi al mismo tiempo que Lisa había bajado con los tacones en la mano y Rosé entraba nueva vez a la casa luego de haber atendido su llamada. En el lapso de tiempo que nos quedamos solos Jung Kook-ssi no se movió ni tampoco dejó de mirarme, yo también hice lo mismo. No entendía su expresión, y me ponía muy nerviosa que nos dejaran solos, aunque fuera un momento.
Llegamos a la fiesta faltando ocho minutos para las 9:00, Ji Soo nos estaba esperando junto a Jin sumbae-nim, Tzu Yu-ssi, Nam Jun-ssi, Ji Min-ssi, Ho Seok-ssi y Jennie-ssi en las afueras del parqueo de los estudiantes de la universidad.
—Al fin llegan, Shin Hye-ssi dijo que todo estaba perferto y ya se fue hace unos 20 minutos, ya saben cómo es ella de puntual, seguro se aparecerá por aquí a las nueve en punto con Suga, vamos, tenemos que estar preparados —solicitó Jin sumbae-nim.
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UPIDS
Ciudad de Seoul
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Cuando llegó el festejado, todos salimos de nuestros escondites al mismo tiempo que las luces se encendieron —¡SORPRESA!—. Gritamos todos y el chico llamado Suga parecía totalmente sorprendido, aunque no tanto como yo cuando le vi.
«Dios, el chico tenía un tremendo parecido con mi viejo amigo Min Yoon Gi, de no ser porque ya sabía su nombre, podría jurar que se trataba de él. No, es que no es posible que dos personas se parezcan tanto, pero es imposible que tuviera un hermano gemelo, Min Yoon Gi no tiene hermanos, Suga podría ser un apodo como el de Tae, así que tiene que tratarse de él. Sé que es él».
«Por todas las estrellas, sigue siendo un chico tan pálido. ¿Qué hago, salgo corriendo? No, sería muy sospechoso» —pensé y luego, de golpe, en ese momento recordé lo que dijo la tía Ji Hye:
"Si ves a alguien conocido, actúa con naturalidad siempre siendo Kim Ji Ra, porque algunas personas pueden parecerse a otras, además, nadie te molestará insistiéndote que te pareces a alguien que falleció y menos de esa forma tan trágica siendo tan joven"
Regresé de mis pensamientos, seguí mirando hacia ellos y escuché que ese chico que creí que se trataba de Yoon Gi-ssi comenzó a decirle varias palabrotas a Shin Hye, mientras ella explotaba en risas junto a Tae.
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Hasta hoy podría jurar que el día más emocionante de mi vida fue la mañana en que tía Ji Hye me permitió salir del sótano, ese registro siempre permanecerá en mi corazón, pero el día de hoy quedará registrado como el día de los sucesos desafortunados.
Cualquier chica tomaría como el día más dichoso si recibiera su primer beso justo de los labios del chico que le gusta, pero si yo pudiera regresar el tiempo para borrarlo, lo haría. Fue el momento más desastroso de mi vida, todavía sus horribles palabras hacen eco en mi cabeza y me dan deseos de llorar. No entiendo cómo puede ser tan temerario conmigo cuando es tan dulce con Lisa-ssi, debe ser porque ella es su novia.
Mi desastroso primer beso no es por lo único que quisiera borrar este día. Mi corazón no podía resistir la situación y la incertidumbre de encontrarme en el mismo salón que Min Yoon Gi con terror de que me reconozca y soportando el deseo de echarme encima de él para darle un fuerte abrazo y decirle lo mucho que lo he extrañado.
Hice mi mejor esfuerzo por reprimir mis emociones al igual que mis lágrimas.
Luego de cantarle cumpleaños feliz, y que Gatito soplara las velas del pastel que había preparado Jin sunbae-nim, todos se dispersaron. Unos les expresaban sus felicitaciones individualmente al festejado, otros en cambio, empezaron a bailar acercándose a la pista que fue preparada para lo propio, otros más a servirse tragos y algunos cuantos simplemente se agrupaban a charlar y reír aun con todo y el volumen alto de la música.
Yo llevaba rato enganchada del brazo de Tae para no caerme porque se me dificultaba caminar bien con los tacones y pues también para llevar a cabo mi plan de no quedarme sin su compañía estando en medio de tantas posibles ratas y cuando llegó el momento de que Tae felicitara a gatito, me quedé congelada porque no es lo mismo pensar en el Diablo que verlo en persona.
—¡Min Yoon Gi hyung! —dijo Tae antes de chocar las manos y seguir haciendo un saludo medio extraño con el festejado y luego atraerlo hacia sí en un abrazo fraternal de hermanos.
No, no es lo mismo llamar al Diablo que verlo llegar. Quizá en el fondo guardaba la estúpida esperanza de que Gatito tuviera un doble o que él no fuera él.
«¿En dónde me he metido? ¿Acaso mi corazón dejó de latir cuando dijo Min Yoon Gi? Si no estoy paranoica ¿Entonces si yo le reconocí, él también me reconocerá a mí? ¡Cielos! ¿Qué hago?, ¿qué hago?, ¿cómo salgo de ésta?" —me preguntaba presa del pánico.
—¡Feliz cumpleaños primito! —le felicitaba Tae mostrando su hermosa sonrisa rectangular.
El momento que no quería que llegara llegó, Min Yoon Gi puso sus ojos sobre mí y mi corazón saltó de su sitio en ese mismo instante. Mientras que los nervios me carcomían traté de actuar con la máxima naturalidad que éstos me permitían.
—Oh ella debe ser tu famosa amiga, ¿Kim Ji Ra? —saludó Min Yoon Gi manteniendo toda la atención de sus ojitos felinos hacia mí.
—Mucho gusto, no soy famosa, pero si soy Kim Ji Ra —saludé en respuesta mientras le sonreía nerviosa—. Feliz cumpleaños, Suga —agregué sintiendo un montón de sentimientos al mismo tiempo, mientras sentía el poder de esa mirada sobre mí.
—Hyung, ella estaba loca por conocerte desde antes —afirmó Tae mientras se reía con burla.
El chico pálido elevó una de sus cejas y luego volteó a ver a Tae transformando sus facciones con una mueca de reproche —ah sí, ¿y por qué no nos presentaste antes?
—Te la iba a presentar en la actividad de anoche, pero te desapareciste. Pensé que te habías ido temprano o te habías echado a dormir por ahí.
Yoon Gi asentía mientras me miraba por el rabillo del ojo.
—Si, realmente me fui temprano, ya sabes que esas cosas me aburren, solo estuve ahí hasta que terminó la Pasarela —respondía Min Yoon Gi a Tae mientras una vez más desviaba su mirada hacia mí—. A ver, ¿y cuál es la razón por la que tu amiga quería conocerme?
—Tae explotó en risas —hyung, es que ella estaba curiosa por saber quién es el primo que me enseña a decir palabrotas.
Yoon Gi hizo un gesto que bien podría ser llamado preocupación —¡ah! entonces, debo pensar que antes de conocerme, ya tienes la primera impresión a causa de un fragmento de lo peor de mí. ¿Sabes?, también puedo comportarme, solo digo palabrotas cuando la ocasión lo amerita, pero, si no estás de acuerdo, trataré de no soltar ninguna cuando tú estés presente.
—¡No Huyng, no lo haga! —propuso Tae haciendo confundir no solo a Yoon Gi, sino también a mí.
—¿Y por qué no? ¿Acaso es que a ella le gusta? —inquirió Min Yoon Gi algo perplejo.
—No, claro que no le gusta, y de eso se trata. Amo la cara que pone cuando las escucha, parece una niña de 9 años.
«¡Dios! Tae ¿Por qué de todas las cosas vienes y me comparas con una niña?! ¡Por favor, que alguien me salve!, ¡Por favor, que Yoon Gi oppa no me reconozca!»
—¡Ahhh! Ji Ra-Ssi ¡ven con nosotras! —gritaba Rosé acercándose a mí.
—Miré hacia Tae, casi rogándole.
—Ve con ellas un rato. Diviértete, anda. Te estaré vigilando, si eso te tranquiliza.
Mhm —respondí, pero Tae Hyung no me escuchó, el habla no me salía muy bien por los nervios—. ¡Ok! —solté como pude e hice la seña que él me enseñó juntando el dedo índice con el pulgar formando un círculo y mostrando los tres dedos restantes hacia arriba y luego caminé como pude con los benditos tacones hacia las chicas.
Todas, excepto Shin Hye y Jennie, las cuales se habían sentado en una de las mesas, me habían arrastrado hacia la pista de baile y ya teníamos un rato bailando y saltando como locas. Después de otra canción más, Tae se había sentado junto a Shin Hye y a Jennie no la veía por ningún lado.
Cuando las chicas se sintieron un poco cansadas y acaloradas, decidieron salir al aire fresco cerca de la entrada del salón.
En el cielo ya no habían estrellas visibles, se había convertido en un pizarrón negro, estaba nublado, en cualquier momento podía empezar a llover a pesar del calor provocado por tanta locura en la pista, la fría brisa me calaba hasta los huesos.
Una chica chocó conmigo cuando pasaba por mi lado y yo me disculpé con ella e hice varias reverencias. La susodicha y sus acompañantes se rieron con pura burla, dejándome confundida.
—¿Ella no sabe cómo actuar en este ambiente? —preguntó Ji Soo pareciendo sorprendida.
Todas miraron a Lisa-ssi al igual que la mayor.
—No, es mi culpa —Lisa-ssi se encogió de hombros—, pues no he tenido tiempo para orientarla mucho con relación a la universidad.
—Bueno, pues por lo menos le informaremos las bases para que no esté tan perdida la pobre —proponía la pelimorado mirándome con algo de lástima. Ella acariciaba la parte superior de mi brazo cómo dándome ánimos.
—No, esperen, V-ssi me pidió que no le diera mucha información al mismo tiempo. Él dice que hay una buena razón para ello, así que solo háblenle del grupo de víboras de allá, por el momento ¿sí? —dijo Lisa-ssi señalando un grupito pequeño de chicas que también estaban afuera tomando aire a unos cien metros de distancia.
«¿Por qué Tae no querría que me dieran demasiada información? Dios, es tan tierno y protector, se preocupa de cada detalle para cuando él no está. Me pregunto si le haré mucha falta cuando me vaya, porque debo hacerlo, tarde o temprano Yoon Gi oppa me descubrirá y entonces yo los estaré extrañando a los dos».
Mi alma buscaba desesperadamente un consuelo para soportar la tristeza que la envolvía tan solo con pensar en dejarlos atrás.
—Ya vuelvo —anunció Lisa-ssi mientras leía un mensaje en su celular alejándose despacio.
—¡Chicas! —llamó Ji Soo para atraer la atención del resto, las cuales se habían adelantado. Una vez que ellas detuvieron sus pasos fue fácil alcanzarlas —Siempre quise presentar a las diablas de esta universidad al estilo "Ming girls" ¿se animán a darle una breve instrucción a nuestra Ji Ra? —ellas respondieron que sí con mucho entusiasmo.
Ji Soo frotó las palmas de sus manos con una cara de malicia fingida —bien, comencemos.
—Todas las plásticas están en la misma clase de danza y vocalización —inició Rosé-ssi.
«¿A qué se refiere con plásticas?».
—¿Plásticas?
—Ya sabes, la realeza "del bisturí, el botox y la silicona" —aclaró Rosé-ssi.
Yo abrí mis ojos perpleja por la palabra bisturí que es lo único que entendí, pero me sirvió de referencia para entender que son personas que se han hecho alguna mejora o modificación estética.
—Sí, cualquiera que quiera apuntarse a competir con la categoría de zorra, no podrá pasar de seis colas porque ellas ya tienen siete, ocho y nueve respectivamente — continuaba Ji Soo-ssi.
Yo exploté en risas y ellas también rieron un poco junto conmigo. Ji Soo-ssi tenía una manera muy graciosa de hablar.
—Son dueñas de la categoría más alta, nadie las supera, ni siquiera nuestra Jennie —intervino Tzu Yu, ella solo sonreía mientras asentía repetidas veces.
—¡Oye! Tzu Yu, no estamos hablando de nosotras! —reprochó Ji Soo con voz serena y cariñosa, no había enojo en su voz mientras ponía una mano pacientemente en el hombro de Tzu Yu.
Realmente me alegraba mucho que trataran tan bien a mi pequeña bebé. Cuando me vaya, extrañaré su tierna presencia también.
—Oh, perdón, unnie —se disculpó mi prima.
—Mira, esa de ahí es Joy —dijo Ji Soo-ssi, señalando a una chica bien alta de cabellera muy larga—. Es una de las lame botas más grandes que pudieras conocer jamás. El otro día se quitó la chaqueta para colocarla en el piso para que su majestad no pisara los restos de la comida que se le había caído a alguien en la cafetería.
«¿Cómo que su majestad?».
—La bajita que lleva shorts blancos es Sana. Debes cuidar lo que digas o hagas delante de ella. Todo lo que digas delante de su presencia puede ser utilizado en tu contra. Es la periodista del recinto, lo sabe todo y lo que no sabe, no sé cómo, pero lo averigua solo para ganar créditos con su majestad —expuso Rosé.
—¿Quién es su majestad? —inquirí curiosa.
—Es ella —Tzu Yu señalaba con el dedo a una rubia despampanante. Su presencia transmitía una fuerza poderosa, se notaba que tenía una personalidad única y especial a lo lejos se le notaba cuánta seguridad tenía en sí misma. Con razón le dieron ese apodo.
—Y si el diablo puede tomar forma humana, yo diría que lo hizo en Hyun ah, que no te engañe... parece la típica golfa traicionera y egoísta con actitud de soy la más sexy, pero en realidad, es mucho más que eso —comenzó Ji Soo.
Esas palabras se desviaban un tanto de la impresión que yo tomé de aquella rubia.
—Es la bruja de corazones como en el cuento de Alicia en el país de las maravillas, pero en la vida real —Rosé hablaba dramatizando el miedo que podía provocar una bruja—. A las demás, las hace parecer como sus soldados con forma de carta—. Terminó en para corroborar su propia exposición.
—Hyun ah... ¿Cómo podría empezar a describir a Hyun ah...? —dijo Ji Soo fingiendo estar pensativa.
—Es perfecta —sugirió Rosé.
—Escuché que sus manos están aseguradas por 50 mil dólares. Imagínate cuánto sumará la totalidad de sus pólizas por cada miembro asegurado de su hermoso cuerpo— tanteó Ji Soo.
—Una vez conoció al elenco de avengers cuando estuvo de vacaciones en... ¿Cómo se llama? dijo Tzu Yu pareciendo emocionada.
—Edimburgo, Escocia. En la estación Weaverly donde se filmó la batalla de los Vengadores contra los aliados de Thanos— completó Rosé.
Yo asentía para hacer sentir bien a Tzu Yu, pero no tenía idea de qué eran los avenyeres o como sea que se diga eso.
—Si, eso, y ellos le dijeron que era muy bonita—remarcó Tzu yu.
—Tiene bolsos exclusivos de todas las marcas más caras del mundo —informó Ji Soo.
—Y un Ferrari Pininfarina Sergio valorado en tres millones de dólares —agregó Rosé.
—Una vez me dio una bofetada y me dijo estúpida, sí —recordó Tzu Yu asintiendo con la cabeza haciendo un triste pucherito.
Yo miré hacia la rubia echando fuego por los ojos.
—Pero eso no es lo mejor que tiene —intervino Ji soo-ssi echando su brazo alrededor de mis hombros sacándome del breve estado de enfado en el que estaba comenzando a caer. Me callé lo que estaba pensando decir porque la mayor no parecía darle importancia a las palabras de Tzu Yu.
—No, no es lo mejor que tiene —corroboró Tzu Yu negando con la cabeza—. E-espera... ¿Tiene algo mejor? Aaaaaah sí, tiene un perrito chihuahua, y es blanco —recordó Tzu Yu chasqueando sus dedos.
—No, eso no es lo mejor, Tzu Yu.
—¿Y qué es lo mejor que tiene? —preguntó Tzu Yu haciendo pucheros tiernos, provocando que se me pasara completamente el enojo.
La pelimorado nos miró a todas con malicia y luego empezó a hablar casi en susurros —los tiene a todos.
Yo arrugué el ceño, obviamente no entendí para nada de lo que la mayor estaba hablando.
—Tiene a todos los Idols y trainees comiendo en la palma de su mano, bueno a casi todos. Los masculinos y también algunas féminas, los tiene a todos babeando y haciendo fila, bueno a casi todos, lo dan todo por tan solo unos minutos de su atención —me aclaró Ji Soo-ssi.
—En cuanto a las Idols y trainees femeninas en su gran mayoría la odian, pero no se atreven a contradecirla, mucho menos a enfrentarla, unas cuantas la temen, algunas la respetan o la envidian, otras pocas hasta la veneran —me explicó Rosé-ssi.
—Sí, yo me incluyo un poco en las que la odiamos, pero le tenemos envidia, porque en verdad ella los tiene a todos, incluyendo una gran parte de los chicos a prueba de bala —Admitió Rosé-ssi, su voz era un poco llorona, pero sé que no era en serio.
—Ninguna chica se atreve a decir que ha estado con ellos, aunque todas lo han intentado, pocas, pero muy pocas han podido, sin embargo, ella se ha echado múltiples polvos con la gran mayoría de ellos —aclaró Ji Soo-ssi.
«¿Qué tiene que ver el polvo con estudiar?».
—En conclusión, es una maldita reina, ya que de los siete trofeos BangTan solo le faltan 2 por follarse —afirmó Rosé-ssi.
«¿Cómo puede hablar de eso como si de frutas se tratase?».
—¡Rosé-ssi! —reproché antes de llevarme una mano a la boca y luego recodé que soy una adulta, somos adultas, podemos hablar de cosas de adultos.
Me recompuse de inmediato y por suerte, las chicas entendieron mi silencioso mensaje de que no me hicieran caso. Ji Soo-ssi me soltó los hombros y se colocó frente a mí. Las dos mayores se miraron entre sí y se rieron mirándome con ternura.
—Sí, ella tiene la delantera, pero no será por mucho porque a nuestra Jennie actualmente le faltan 4 bangTan por follarse —agregó Tzu Yu después de una larga pausa sintiéndose muy orgullosa—. Y quizá esta noche...
—¡Tzu Yu! —retaron ambas mayores al unísono.
—Mhm, creo que es hora de volver a entrar —sugirió Ji Soo-ssi abrazándose a sí misma y mirando hacia el cielo. Pequeñas gotitas de lluvia empezaban a caer—. Suficiente charla sobre temas de zorras. Vamos a divertirnos, yo quiero bailar con mi novio.
—¡Y yo con Namjunnie! —corroboró Rosé con una risita y una vocecilla de niña pequeña—, y Kim Ji Ra con V —agregó tomando a Tzu Yu de la mano para que la siguiera.
Minutos atrás yo bailé, o mejor dicho salté como una loca, en la pista para disimular mi estado de ánimo con respecto al encuentro con Yoon Gi oppa. Pero no quería verme obligada a hacerlo otra vez, esos tacones me estaban matando.
—¿Y yo c-con-con quién voy a bailar yo? —inquirió Tzu Yu cargándose tremenda cara de preocupación, como si bailar con un chico se tratara de una emergencia de vida o muerte.
Todas caminábamos de regreso al interior del salón de festejos riendo por las boberías de Tzu Yu, mi prima creció, pero aún se comportaba como una niña, ella era la persona más tierna que jamás hubiera conocido.
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