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Capítulo 47: Planificación

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9 de marzo del año 2018

Residencia de la familia Kim

Ciudad de Seoul

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Ya eran las dos horas y cuarenta y cuatro minutos de la tarde, el clima no había cedido, la temperatura estaba un poco fría aún. Luego del incidente del cachorro y la niña en la piscina, ya todo estaba normal. La señora Kim se encargó de Min Ki Soo, mientras Park Shin Hye se había encargado de secar al pomeranian con su blower especial.

Tae Hyung daba vueltas de una habitación a la otra mientras las mujeres se encargaban de todo. No se quedada ni un minuto completo en la habitación donde estaban secando el cabello de Ki Soo cuando ya regresaba a la de Yeontan para observar un rato cómo Shin Hye cuidaba de su cachorro.

Más tarde los chicos no paraban de burlarse de él por su extraño comportamiento. Kim Ji Ra encontraba que era muy tierno de parte de su amigo el hecho de mostrar su preocupación de esa manera.

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Todos, salvo Seok Jin, estaban sentados acomodados en la sala de estar. El mayor estaba de pie dándole en frente a todos. El tenía la absoluta atención de todo el grupo a pesar de las risas que no cesaban y no les permitían escuchar con la precisión deseada.

—Conocí a mi pareja en un elevador y desde ese momento soy el amor de "subida" —Jin hacía un gesto señalando hacia el techo con su dedo índice, haciendo alusión al chiste que acababa de hacer a los chicos y todos renovaron sus carcajadas.

Ho Seok había encontrado la forma de sentarse justo al lado de Kim Ji Ra, ignorando la incomodidad que le provocaba a la morena.

Jin no esperaba a que se recuperaran de sus ataques de risas. Terminaba un chiste y a los pocos segundos ya estaba empezando el siguiente.

—¿Qué le dijo una impresora a otra? "¿Esa hoja es tuya o es mi impresión?".

Jimin se revolcaba sobre la alfombra y al verlo riendo de esa forma Kim Ji Ra, muy a pesar de su incomodidad ocasionada por la cercanía del pelirojo que reía palmeando sus propios muslos, ella reaccionaba contagiándose de la risa sonora del peligris. La morena no recordaba haber reído tanto en su vida.

—Papá, ¿qué se siente tener un hijo tan guapo?... no sé hijo, pregúntale a tu abuelo.

Los chicos continuaban riendo de los chistes de Jin cuando Shin Hye llegó a la sala de estar seguida por Tae Hyung. El segundo se unió al coro de risas porque pudo escuchar el último chiste de su hermano mayor, mientras que la pelinegra se detenía justo al lado de Jin.

Jeon Shin Hye, se aclaró la garganta preparándose para hablar y de inmediato las risas empezaron a disminuir.

—Chicos, lamento si arruino el momento, pero tenemos una planificación pendiente.

Los chicos empezaron a completar los planes para la fiesta sorpresa de esa noche por el cumpleaños de Suga. Aunque sabían que al festejado no le gustaban las fiestas con demasiada gente, decidieron hacerlo en grande, invitando a todos los estudiantes que cursaban ese mes en la universidad y eligieron celebrarla en uno de los salones del recinto porque ese era el lugar menos esperado por Suga para que pudiera ser una verdadera sorpresa.

A Ji Ra no le gustó la idea porque ahí iban a estar esos pervertidos y recordó que Jung Kook después de haberla abrasado y besado le dijo que hablaría con ellos para que la encerraran en un salón. En ese momento no sabía si estaba más arrepentida por haber aceptado la invitación de Tae Hyung y Lisa de ir a esa fiesta de cumpleaños que por haber guardado silencio y no poner a Tae en alerta de que algo andaba mal ese día desde la mañana, algo más fuerte que su miedo le impedía delatar a Jung Kook.

La conciencia de la morena se debatía ¿Y si solo estaba exagerando? ¿Y si él no estaba bromeando?, ¿debía o no decirle a Tae que también estaba empezando a pensar mal de él? No, su amigo lo defendería como defiende a Suga y a Ho Seok, seguro lo justificaría y ella quedaría como una paranoica. Por si acaso, pensó en una estrategia para que nada saliera mal durante la fiesta, estaba decidido, no se separaría de Tae Hyung o de las chicas ni un segundo, así estaría segura.

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Eran las tres horas y veintiún minutos de la tarde. Los chicos se habían quedado de hacer que la sorpresa fuera algo sencillo, al principio, casi la mitad del grupo apoyaba la idea de hacerle una gran broma a Suga, algo así como llevarlo a la universidad por una mala noticia, pero luego de los comentarios de Shin Hye en contra de esa idea, la descartaron como a muchas otras.

—Bien chicos, entonces... —Shin Hye iba a aportar algo más que aún quedaba por debatir, pero la risa repentina de Tzu Yu la hizo callar.

Todos miraban a la pelinegra que reía demasiado fuerte y Shin Hye solo esperaba a que la menor se calmara un poco para poder hablar.

—El amor de su-bi-da, —decía Tzu Yu estropeadamente entre carcajadas, su risa no se calmaba, al contrario, cuando balbuceó algo más, su risa se hizo más fuerte —es mi impresión, pregúntale a tu abuelo.

Todos entendieron que ahora es cuando Tzu Yu había terminado de analizar los últimos chistes que Seok Jin había hecho hacía más de media hora. Lisa se puso de pie e hizo que Tzu Yu se levantara también invitándole a tomar un poco de agua juntas, la chica accedió de inmediato, mientras aún seguía riendo. En su camino, ella recitaba los chistes de Jin a Lisa y la rubia le seguía la corriente riendo con ella.

Shin Hye se dispuso a responder su teléfono.

A Kim Ji Ra se le movió algo en el alma, ella observó el rostro de todos, a pesar del silencio en la sala, notó que esto parecía algo normal para ellos, pero a ella le dolía, le dolía darse cuenta de que su primita tenía un rollo un poco raro en la cabeza. Le dolía no ser ella quien tomara el cuidado de la que fue su pequeña bebé, pero también le tranquilizaba que tuviera unos amigos maravillosos como Lisa, Tae Hyung y los otros chicos, porque era muy notorio el cariño que todos le tenían, hasta podía decir que la hermana de Rosé también.

—Bien chicos —Shin Hye hizo una palmada para llamar la atención de todos—, entonces los preparativos de la fiesta están completados, salón, música, bebidas, aperitivos, en fin —Shin Hye suspiró sintiéndose satisfecha, acababa de terminar su llamada con el Señor Choi Si Won, quien le había confirmado que ya se había realizado la limpieza y ya habían empezado a ordenar las mesas y los toques decorativos del salón en ese momento.

—Solo nos falta un trabajo, ¿Quién se anima a encargarse de llevar a Suga hasta la universidad sin que sospeche de nada? —preguntó Seok Jin.

—Yo lo hago —dijo Min Ki Soo que estaba sentada en las piernas de Tae Hyung. Todos rieron.

—Ki Soo-yah, princesa tú te quedarás aquí con eomma! —le aclaró Jin a la niña, que luego empezó a hacer pucheritos y a cruzarse de brazos.

—Es cierto —decía Tae dulcemente a la niña —, si no te quedas aquí, ¿entonces quién va a cuidar de Yeontannie?

—¡Oh, es cierto! Entonces, ¿puedo dormir con él?

—Claro que sí —hablaré con eomma para que te dé permiso.

—¡Yoopiiiii! —gritó levantándose de un salto con las pequeñas manos hacia arriba —¿escuchó eso tía Kim? —agregó gritando con todos sus pulmones mientras subía las escaleras dejando a todos explotando en risas a sus espaldas.

—No corras en las escaleras, Ki Soo-yah —le corrigió Ji soo a su hermanita en medio de las risas.

—Bien, ¿algún voluntario? —preguntó Shin Hye girándose hacia los chicos que aún observaban a la niña mientras ésta se perdía por las escaleras.

Todos los chicos guardaban silencio y parecían expectantes. Así pasaron varios segundos.

—Esperen, esperen un momento, por favor, no debemos hablar todos al mismo tiempo porque así no nos entenderemos —bromeó Lisa haciendo que todos volvieran a reír, ella y Tzu Yu, ya totalmente calmada, se reincorporaban al grupo.

Después de un rato decidieron grupalmente que la propia Shin Hye llevaría a Suga a la universidad con la excusa de que se le había quedado su celular en el salón del Taller y no quería regresar allí sola para recuperarlo. A Suga no se le ocurriría negarse si se trata de ella, porque al igual que él, ella casi nunca bromea.

Lisa se puso de pie y llamó la atención de las chicas presente.

—Chicas como ya estamos de acuerdo. El plan es que esperemos a Suga en el salón de festejos. Tenemos que estar allá temprano y como somos chicas tenemos que arreglarnos bien, así que, es hora de poner manos a la obra. Ustedes deben ir a su casa y yo me quedaré aquí a petición de V-ssi.

—¿No te vas conmigo a la casa? —preguntó haciendo una mueca de confusión Shin Hye.

—Nop. Tengo algo importante que hacer, V-ssi me llevará más tarde —luego de decir esto en voz alta Lisa se acercó a Shin Hye para decirle algo al oído.

—Shin Hye abrió mucho los ojos y luego miró a Lisa —¿y él las va a ayudar?

Lisa asintió una vez.

—¡De ninguna manera, yo no permitiré eso! —dijo Shin Hye hablando muy rápido.

—¿Qué?

—Quiero decir, eeee... que... tú y yo nos la podemos llevar a casa y yo te ayudo. Él no podría ser más útil que yo ¿o sí?

—¡Aaaaaaaah! —gritaba Lisa dando saltitos —¿Qué dices V-ssi?, ¿estás de acuerdo?

Tae Hyung se encogió de hombros, conteniendo forzosamente una sonrisa —¡me parece bien! Paso por ustedes a más tardar a las ocho y diez, ¿de acuerdo?

—Vamos a despedirnos de la Tía Kim —dijo Lisa tomando a Kim Ji Ra del brazo— y luego vamos a casa con Shin Hye.

—¿Ir a la casa de Jeon Shin Hye?, ¿yo? Y... ¿por qué?

—Vamos a arreglarte allá en mi habitación. ¡Será divertido! —aclaró Shin Hye mientras Lisa asentía con la cabeza y continuaba subiendo las escaleras arrastrando a Kim Ji Ra.

—V-ssi, no toques los bolsos, ¿de acuerdo? —soltó Lisa mirando por el rabillo del ojo a Tae Hyung mientras éste se estaba acercando de puntitas hasta el lugar donde descansaban las bolsas de compras de las chicas.

Mientras todo esto pasaba, un Jung Kook estaba sin comer nada más que el desayuno de la mañana en su habitación, meditando sobre la situación con V y Kim Ji Ra.

Él quería arreglar las cosas con Tae y temía que para hacerlo debía aceptar que estaba equivocado o de otro modo tenía que desenmascarar a la protegida de su amigo. Sin embargo, después de lo que presenció en la mañana, ya no sabía bien qué pensar y mientras más le daba vueltas al asunto más confundido se sentía.

Al final no sabía si lo que lo hacía dudar era su propio deseo de haberse equivocado con ella a pesar de que antes se sentía cien por ciento seguro de que todo apuntaba a que el equivocado era Tae Hyung, pero eso era antes, ahora ya no se sentía tan seguro.

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Ya casi nadie lee, sé que tengo la culpa por tardar en las actualizaciones.

Estoy inmensamente agradecida con los amados lectores que han llegado hasta aquí conmigo.

💜❤Gracias por dejarme su amor, significa mucho para mí.❤💜

¡Les amo mucho!