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Capítulo 44: ¿Es excitación? [Parte 1].

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9 de marzo del año 2018

Ciudad de Seoul

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Cuando el señor Jae Suk, me dijo anoche que me podía tomar el día de hoy libre lo primero que se me ocurrió fue visitar a la señora Song y pasar el día molestando a Shin Bae, ya que nueva vez se está encargando de administrar la recepción del negocio de la familia, le pediría algunos libros para traerme a mi sublime refugio y el resto del fin de semana, regresaría para pasármelo con Tae, quizá también con Jimin, ya que me habían dicho que no los vería tan seguido en los próximos días debido a su trabajo.

Nunca me pasó por la mente que ya Tae tenía todo un itinerario programado para mí contando desde la mañana de hoy hasta la noche y probablemente la madrugada, como él mismo lo dijo. ¿Por qué me sospecho que él tuvo algo que ver con la decisión del señor Jae Suk de darme un viernes libre cuando apenas estoy iniciando en el trabajo?

Mis planes se fueron al piso o mejor dicho Tae los mandó a volar. Todo se evaporó en mi mente antes de verbalizarse cuando dijo que hoy iríamos a un lugar especial y que conocería a su amada madre y a su precioso más consentido.

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Hicimos una breve parada en el camino para comprar bebidas calientes, lo cual yo aprovecharía para ir al baño mientras Tae se encargaba de conseguirlas.

Yo me detuve para atar las cintas de mis zapatillas cuando Tae estaba a punto de entrar a la lujosa cafetería. Adentro se sentía un ambiente cálido y acogedor, pero no era nada tranquilo, el bullicio y los gritillos, sobre todo de las jovencitas, era un poco estrangulador para mis delicados oídos, ya que estaban poco acostumbrados a los volúmenes altos. Antes de desviarme hacia el baño observé por el rabillo del ojo que las chicas tras el mesón se disputaban por el puesto de la caja, se podría decir que enloquecieron porque prácticamente casi se peleaban por ser quien le tomara la orden a Tae.

Mientras me alejaba para buscar el baño del establecimiento, me perseguían sus voces chillonas llamando por el nombre de mi amigo, "¡Taehyung oppa!, ¡Taehyung oppa!"  casi todas parecía conocerle, debían tener mucho tiempo sin verlo. Yo sonreía sin mirar hacia atrás mientras negaba con la cabeza. Me imaginé que Tae debe estar acostumbrado a este tipo de reacciones, o al menos eso parecía. ¿Las chicas siempre son así con él?

Al principio sus grititos no tan disimulados me dejaron perpleja. Es verdad, Tae es demasiado bello, pero ¿es normal para las chicas reaccionar de esa manera? ¿Cuándo tenga a alguien que me guste mucho, podré darlo a demostrar como lo hacen ellas? No, creo que si no es mal visto que las chicas demuestren que les gusta alguien, yo lo haría de una forma menos histérica, menos escandalosa, no sé.

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Tae me encontró en el pasillo cuando yo regresaba del baño y su presencia me sacó de mis divagaciones y me hizo caer en cuenta de que mantenía una sonrisa tonta sosteniendo mis propias mejillas con las palmas de mis manos. Él me sonrió enternecido como si, de hecho, fuera la cosa más tierna que hubiera visto, me pasó su llavero y me informó que había dejado las bebidas sobre la mesa contigua a la puerta de la salida. Debía tomarlas y esperarle dentro del auto.

Cuando llegué al lugar que debía ser próximo a la salida yo perdí un poco mi orientación, la mesa de la que Taehyung me habló debía estar sola, pero ocupada solo por nuestro pedido, sin embargo, las dos mesas situadas cerca de ambos lados de la puerta estaban ocupadas, en mi mente surgió una duda: ¿me equivoqué de salida?, ¿dónde se supone que estaba? Miré a mi alrededor, lo que me sirvió para comprobar que la otra puerta llevaba hacia una especie de terraza y, por ende, la puerta hacia donde me dirigía originalmente era la correcta.

Cuando volví la vista hacia el frente una de las mesas ahora sí estaba desocupada, bueno, quizá yo fui la que había interpretado mal a los dos hombres vestidos con trajes negros que estaban de pie a cada lado de la mesa donde reposaban nuestras bebidas. Sonreí por lo tonta que puedo llegar a ser y me adelanté a tomar los envases y a salir para esperar a Tae dentro del auto, tal como él lo había pedido.

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Recuerdo que la temperatura a las seis a la mañana estaba, digamos que algo fría, no, que va, estaba muy fría. Y a medida que el tiempo corría el frío se iba disipando, pero no desaparecía del todo. Por eso me apresuré a tomarme mi bebida caliente.

Para cuando Tae había llegado al auto, ya me la había tomado casi toda. Estaba calientita, era reconfortante, pero luego de unos minutos no pensé que la propia llegaría al punto de provocarme calor, por lo que terminé retirándome mi chaqueta a la par que hacía caso omiso a los reclamos de Taehyung y sus súplicas para que me la volviera a colocar.

—¿A dónde vamos, Tae? —hice una pregunta que más temprano no sé cuántas veces me atreví a realizar, pero es que vagaba por mi cabeza en todo el transcurso del camino.

—Esta es la cuarta vez que te digo que iremos a mi casa —sí, cierto, les dije que lo había preguntado. Me sentía un poquito mareada, pero esperé a que se me pasara sin tener que decirlo.

—Pero Tae, esta es la cuarta vez que te digo que dejes de bromear, tu apartamento lo dejamos atrás ¿Quién vive en dos casas?

Tae reía divertido, no sé si por mis repetidas preguntas o por mis horribles pucheros, que no sé de dónde me salían.

—Bueno, yo vivo en dos casas, la verdad vamos a mi real casa porque el apartamento donde me estoy quedando es de mi hermano Jin. Eeee... no quería decírtelo antes porque no sé qué ibas a pensar si te decía que he estado viviendo en dos partes desde que te conocí.

—¿Qué? —¡Increíble! ¿era eso posible?

—Por favor, no lo dije antes porque tenía miedo de que lo tomaras a mal, por favor, no lo hagas ¿sí?

—Te voy a perdonar porque sé que has sido desinteresadamente bueno conmigo —le miré con los ojos entrecerrados por vez que lo señalaba con mi dedo— y porque no podría enojarme contigo y porque me moriría antes de pensar mal de ti, Tae —mi lengua se empezaba a sentir un poco pesada.

Me removí un poco de mi asiento para pegarle un ligero zape en el brazo a Tae, pero ese simple movimiento empeoró el calor que sentía emanando por todo mi cuerpo, sobre todo en cierta zona que se contrajo un poquito en cuanto me moví.

La risa de Tae me sacó de mis divagaciones.

—Gracias noona. ¡Ah! por cierto, los chicos van a estar en la casa, es decir todos los de la familia y también Tzu Yu, que es como de la familia, porque vamos a planificar la sorpresa de cumpleaños de Suga Hyung.

—¿En serio?, me hice la idea de que solo estaríamos tus padres, tú y yo, bueno y quizá tus hermanos. ¿Sabes?, recuerda que me dijiste que desde la próxima semana en adelante estarás súper ocupado, quiero disfrutar este fin de semana contigo porque te voy a extrañar muchísimo. Así que ayudaré en lo que pueda con lo del cumpleaños de tu amigo Suga... e-espera ¿Suga? ¿Ese no es el amigo que te enseña a decir malas palabras?

Tae se giró para observarme por breves segundos, al parecer mi cara debía ser todo un poema, porque su risa no se hizo esperar.

—Sí, el mismo —aclaró con esfuerzo para volver a reír—. Y no es solo mi amigo, es mi primo. Por cierto, él solo dice sus palabrotas y yo soy el que las copia —puntualizó luego de haberse calmado un poco.

—Es lo mismo, de todas formas —dije un poco exasperada y arrastrando ligeramente las palabras, mi lengua seguía sintiéndose un poco pesada—, te ha enseñado a decir palabras sucias. Ya quiero conocer a ese primo tuyo. Bueno, aunque ya lo conozco por el nombre, pero a él no me lo presentaste anoche.

—Creo que se fue temprano y si no, seguramente se echó a dormir por ahí, Suga-huyng duerme más que un gato en el día.

—Aparte de boca sucia, es un holgazán —farfullé cruzándome de brazos. «¿Dije eso en voz alta?».

—Noona, ¿No recuerdas lo que te dijo Ji Min hyung cuando antes hablaste mal de nuestro Suga sin conocerlo? —la voz profunda de Tae le añadía más seriedad a su reproche. Hizo que me sintiera pequeñita y casi sentí que literal me encontraba encogiéndome sobre el asiento.

—Aaaah si, lo recuer... —iba a subir mis piernas para abrazar mis rodillas y hacerme una bolita, pero el movimiento de mis extremidades provocó varias contracciones más en aquella zona, el calor se hacía más obvio. Volvía a colocar mis piernas en el piso del auto y busqué en algún rincón de mi mente, ¿qué le estaba diciendo a Tae? ¡Ah, las malas palabras de su primo!

—¡Oh! ya sé lo qué quieres decir, ¿Tú también lo defiendes? ¿Eh? Aisssh, de verdad que ya quiero conocer a ese Suga a ver qué es lo que tiene de bueno para que ustedes lo defiendan tanto.

Taehyung soltó otro coro de carcajadas antes de volver a defender a su primo.

—No sé qué tiene, él solo es él mismo —sonreía divertido por vez que concentraba su atenta vista a la carretera.

Me removí ligeramente en mi asiento, mi cuerpo seguía comportándose extraño, ¿qué me pasaba?

«¿Debería seguir disimulando o debería decirle a Tae lo rara que me estoy sintiendo?, no, no, mejor lo sigo distrayendo para que no se dé cuenta de nada».

Mi mente divagaba entre la decisión de decirle o no a Tae, pero ¿Cómo iba a explicárselo sin que lo malinterpretara?, no me arriesgaría a confundirlo, y consideré que lo mejor era distraerme continuando con el tema de conversación.

—Ya sé que dijiste que no me los mencionarías a todos porque prefieres que vaya conociéndolos paulatinamente, pero por lo menos mencióname quienes son los que van a estar en tu casa y cuáles son sus parentescos —disparé tratando de sonreír, aunque él no me estuviera mirando.

—Bueno... —levantó una de sus manos desde el volante hasta su barbilla, simulaba rascarse mientras pensaba.

—Espera, ya no tienes que mencionar, ni a tus hermanos, ni a Lisa-ssi —empecé a enumerar usando los dedos de mis manos—, ni a tu amado, ni a Ji Min, ni a... ¿cómo se llama? Ho... Ho...

Había olvidado el nombre de ese chico que casi me comía con la mirada y me hacía sentir incómoda, no era nada discreto. Se veía muy seguro de sí mismo y también bastante confianzudo y demasiado sonriente, su presencia tan abrumadora, tan solo de recordarlo, me provocaba querer encogerme en mi sitio.

—Ho Seok —me corrigió Tae antes de arrugar el entrecejo, confundido—. ¿Y quién se supone que es mi amado? —preguntó con una expresión que se juzgaba entre curiosidad y confusión.

—¡Eso, Ho Seok!. Ya los he conocido, a todos ellos. Y como te decía también conocí a tu amado. Tae, ¿por qué eres tan olvidadizo? ya te lo había dicho, pero no hablemos de eso ahora, primero háblame de ese Ho Seok —en ese momento quería cambiar el tema, pero sabía que ya era muy tarde. Solo de recordarlo a él mi cuerpo reaccionó de inmediato, mi corazón aceleró, también el calor se intensificó y mi zona baja se sentía incómodamente humedecida.

«¿Será que se me adelantó el período?».

No podía descartar la posibilidad, aunque no era exactamente el dolor característico de ese proceso lo que estaba sintiendo. Aquellos síntomas se hacían lejanos, extraños, pero al mismo tiempo conocidos si habláramos de reducir la intensidad de cien a uno.

—De acuerdo, pero no creas que lo voy a olvidar ¿Mhm? —dijo señalándome con un dedo para luego volver a colocar su mano en el volante—. Ho Seok es el hermano mayor de Ji Min, ambos son hijos de mi tía Park...

—¡¿Qué?!¡No puede ser! ¿¡Que Ji Min y Ho Seok son hermanos!? ¡Pero si no se parecen en nada físicamente! Y... sus personalidades son tan distintas... Ji Min-ssi es tan dulce, tan tierno que dan ganas de mimarlo y apretujarlo, mientras que Ho Seok es... no sé, ¡iugh!, solo, no parece que sean hermanos... no me lo creo. Tiene que ser broma, ¿a que sí? —dije haciendo mi mejor esfuerzo por mantenerme a raya con las ligeras, pero continuas contracciones de mis partes íntimas.

—Veo que Ji Min-hyung te ha caído muy bien, pero... también veo que no te ha caído bien Ho Seok. Si supieras que él es el que tiene mejor personalidad de todos nosotros.

Eso sí que me dejó sorprendida.

—¿Ah sí? —respondía elevando mis cejas a más no poder con toda la incredulidad grabada en mis ojos.

Ya no me sorprendía que Taehyung volviera a reírse de mí.

—Sí, ya verás que tengo razón cuando lo conozcas mejor, pero prométeme una cosa.

—Mhm —respondí de inmediato, curiosa.

—Que no te vas a enamorar de él —eso sí que me dejó fuera de juego.

—¿Cómo? —era mi turno de reír a carcajadas, lo cual no duró mucho, ya que se acrecentaba más y más el incómodo malestar, si es que así podía llamarle—, ¿Tanto así de brillante es su personalidad? —volvía a reír porque sentí una terrible, desesperante y loca necesidad de tocarme y por brevísimo segundo me imaginé haciendo lo que mi cuerpo me pedía en esos momentos.

—Deja de reírte y solo promételo, ¿sí?

¿Taehyung tiene neuronas disfuncionales?, cómo me voy a enamorar de alguien que no me cae bien. Además, ya voy conociendo mis gustos, y si supiera que se parecen demasiado a los de él. ¿o podría decirse que tenemos los mismos gustos?

Volví a reír a causa de mis divagaciones.

—Aunque no te lo prometa no lo voy a hacer —afirmé negando con la cabeza y tratando de ponerme lo más seria posible.

—Está bien, pero que conste que te lo advertí —agregó, divertido.

—Tú tranquilo, no me voy a enamorar de Ho Seok, pero no porque me lo estas pidiendo. Tae, ¿no has escuchado que las personas no eligen de quien se van a enamorar y de quien no?

«Mírame, yo no elegí que mis ojos se fijaran en tu persona favorita».

—Tienes razón, me siento satisfecho con tu respuesta. Listo, ya te hablé de Ho seok, ahora te toca a ti aclararme quién se supone que es mi a-ma-do y, ¿de dónde sacas la idea?

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¿Les gustó o me pasé demasiado?

próximamente la continuación de este Cap.  

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¿Es excitación? Parte 2.

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¿Alguna teoría loca para la siguiente parte?  ▬●▬ ¡¡¡Soy toda ojos para leer!!!!