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Capítulo 38: Impotencia



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Advertencia:

Este capítulo contiene lenguaje y posibles escenarios o situaciones explícitas.

En caso de continuar con la lectura, será bajo tu absoluta responsabilidad.

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Marzo del año 2018

Universidad para Idols de Seoul

UPIDS

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Habían pasado unos quince minutos después de la pelea de la que todos se encontraban hablando.

Joy había llamado Hyunah para ponerla al tanto de lo acontecido, Huynah había llamado Sana para que se encargara de apuntar toda la información posible. Luego de darle órdenes explicitas a Sana, también llamó a Ho Seok para que éste se encargara de ayudar a Kim Tae Hyung, él, Ji Min y Yoon Gi eran los únicos que le hablaban a la rubia, pero de los tres, el pelirojo es el único que no se había negado a darle su número.

Ho Seok corrió hacia el vestíbulo inmediatamente y se encontró con que Tae estaba rodeado de algunos miembros del personal, ya estos habían llamado a una ambulancia, porque el castaño no se prestaba a recibir los primeros auxilios, pues resulta que Tae no tenía nada excepto la ausencia de botones en su camisa, los puños un poco enrojecidos y el área de los nudillos ligeramente inflamada.

Jeon Jung Kook, que había cambiado su horario por un favor que le había pedido Ji Min, venía llegando y vio al personal reunido en un punto del vestíbulo. Se acercó porque obviamente parecía que algo estaba ocurriendo. La ambulancia llegó casi en ese mismo momento que Jung Kook iba a preguntar a alguien qué estaba pasando y rápidamente vio que se trataba de Tae porque el personal se hizo a un lado haciendo camino para que los camilleros y asistentes de primeros auxilios pudiera pasar. Jung Kook corrió rapidísimo hacia el montón de gente que hace un momento estaba asfixiando al castaño.

Alguien preguntó a Jung Kook y a HoSeok cuál de los dos acompañaría al herido mientras lo llevaban en la ambulancia. Ho Seok tenía la intención de ofrecerse, pero Jung Kook se le adelantó.

—¡Yo!, ¡yo voy a ir con él! Hyung por favor llama a la tía Kim —pidió Jung Kook a Ho Seok, mientras él mismo buscaba los contactos en su propio celular para marcar a Nam Jun.

—¡Cielos! No entienden que está demás tanto alboroto ¿también han contagiado a Jung Kook? —Tae Hyung se queja rodando los ojos con fastidio—, ¿cuántas veces tengo que repetir que no-ten-go-na-da? Que se perdieran algunos botones de mi camisa no justifica que actúen con tanto drama.

Un miembro del personal pedía al castaño de se calmara, mientras le guiaba cerca de la camilla para que se dejara revisar por el paramédico.

—No, ustedes no me escuchan, pero aun así no debo callarme. Al que deberían llevarse en una camilla es al estúpido de Jackson.

—¿Jackson? —pregunta Jung Kook confundido.

—Se peleó con Jackson —aclaró alguien del personal

—¿Te peleaste con Jackson? —Jung Kook miraba al castaño incrédulo.

—No, no pelee con él.

El mismo empleado de antes soltó un bufido sin temor a ser escuchado.

—Kim Tae Hyung-ssi, no mienta para que no lo lleven al hospital, hay muchos testigos de esa pelea —adujo el hombre.

—¡Les digo que no peleé con él! —insiste Tae Hyug con fastidio.

—¿A no?, y ¿cómo explicas el estado de tu camisa?, ¡solo mira como quedaron tus manos! —reprendió Ho Seok preocupado mientras subían la camilla con Tae Hyung en ella dentro de la ambulancia.

Tae Hyun revoleó los ojos.

—Eso no fue una pelea, él no se defendió y ese hecho provocó que le pegara con más rabia. Creo que pude haberle roto una pierna porque lo patee varias veces ahí.

—¿Por qué te peleaste con él Tae? —quiso saber Jung Kook entrando en la ambulancia porque uno de los socorristas le indicó que subiera primero.

—Completaremos la aplicación de los primeros auxilios aquí dentro, permítanos cerrar la puerta, por favor —avisó uno de los paramédicos.

Tae Hyung seguía tumbado en la camilla, pero no porque se sentía mal, sino porque la gente lo hacía sentir agobiado. Le pidió al paramédico que antes de cerrar las puertas saliera unos segundos para tener privacidad con Jung Kook. Éste le obedeció.

—¿Por qué? Bueno, porque anoche él y dos estúpidos más casi violan a mi amiga.

Jung Kook arruga en entrecejo y se queda pensativo por unos segundos. De repente sus ojos se abren incapaces de pestañear en su típico JungShook.

—¿Dijiste anoche? ¿te refieres a anoche en el baño del edificio C?

Tae Hyun bufa ante la pregunta del moreno. Sus manos tapando su rostro.

—¿Tan rápido te enteraste? ¿Acaso lo subieron a algún grupo? Esos malditos ya dispersaron los detalles, seguramente lo hicieron cambiando la historia con otra versión de los hechos.

—Yo no me enteré Tae, estuve ahí...

La voz calmada de Jung Kook fue interrumpida por el castaño. Quien se ha retirado bruscamente las manos que estaban sobre su rostro.

—¡Ouch! —su mano derecha se lastimó un poco al impactar contra la superficie de la camilla—. ¿Qué me estás... ¿me estás diciendo que participaste...

—No, no, no, claro que no Tae —se adelantó a aclarar el pelinegro—. No participé, pero estuve ahí, justo frente a la puerta del baño y nunca noté que ocurriera algo como un intento de violación, más bien, la chica parece que consiguió lo que andaba buscando porque había entrado por su propia cuenta al baño de los hombres justo detrás de Niel, según él ella parece que a ella le gusta.

Una risa falsa y sarcástica salió de la garganta de Tae Hyung —no me hagas reír.

A Jung Kook le sorprende un poco su reacción y le pregunta si es que no le cree.

Tae Hyung le dio un jaque al moreno cuando respondió con un "Por supuesto que no" por vez que se sentaba de golpe en la camilla y empezando a desconectarse todos los menesteres que le colocó el paramédico.

El mayor se acomoda sentándose para quedar frente al menor. Su rosto enjuto, su mirada demasiado seria y un poco desafiante —dime una cosa Jung Kook-ah, todo eso que me acabas de contar, ¿lo viste con tus propios ojos?

—Bueno, no, pero Niel sí y él me lo contó todo de primera mano mientras la chica estaba jugando a ser la perra de Sehun, Jackson y Eun Woo dentro del baño.

Esta vez, los ojos de Tae Hyung fueron los que se abrieron de forma inmensurable.

—Jung Kook-ah, ¿me estás diciendo que estuviste justo ahí mientras esos malditos la estaban ultrajando? —su voz iba aumentando el volumen gradualmente—, ¿Y TE QUEDASTE SIN HACER NADA? —preguntó Tae Hyung indignado arrastrándose hacia la punta de la camilla para terminar empujando las puertas de la ambulancia y salir de un salto.

—Si, Tae estuve ahí, y por eso te digo que no hubo ningún ultraje o ninguna violación porque nunca escuché a nadie solicitando ayuda —explicaba Jung Kook casi en un susurro cuando también saltó fuera del vehículo y había sostenido a Tae Hyung por su brazo para que le escuchara sin tener que levantar la voz. Estaba indignado porque su primo y amigo no parecía creer en sus palabras.

—Tae, escucha, deberías tener más cuidado para escoger amigos, si esa tipa te contó una versión diferente a los hechos, entonces debe ser buena actriz y muy mentirosa porque no te contó las cosas como realmente sucedieron y mírate ahora, mira a nuestro alrededor, estás aquí creando un escándalo por alguien que no vale la pe...argh! —Jung Kook no pudo terminar su frase porque su estómago había recibido un puñetazo de parte de un furioso Tae Hyung.

El menor arqueó su espalda y se encontraba inclinado por el dolor. Tae posicionó su rostro cerca de la oreja del moreno para susurrarle algo con voz muy profunda y amenazante.

—No te permito que hables así de Kim Ji Ra, tú no la conoces, nadie la conoce como yo.

El castaño se fue alejando lentamente para seguir su camino. La gente del personal estaba escandalizada por la escena que estaban presenciando, la situación era algo nunca visto por nadie.

—Urgh! Tae... tal vez

Tae Hyung detuvo sus pasos a un par de metros de distancia. No se giró para gritarle al menor.

—Cállate —ordenó bruscamente, sorprendiendo a todos aún más cuando levantó la voz—. Si vas a seguir diciendo estupideces es mejor que te calles, Jeon —agregó, aún gritando, antes de seguir su camino hacia el estacionamiento pasando a través del vestíbulo sin importarle el cúmulo de gente que estaba fuera viéndolos discutir.

—¡Tae Hyung-ssi!

Aquel llamado no recibió ninguna respuesta.

—¡Hyung! Por favor, escucha —rogaba Jung Kook por vez que le alcanzaba y le rodeaba para quedar frente a él, tratando de hacer que se detuviera—... Escucha, hyung, solo trato de abrirte los ojos para evitarte un dolor mayor, yo no quiero lastimarte, yo no quiero que nadie te lastime, hyung, esa chica te va a lastimar...

Tae Hyung sostuvo a Jung Kook por la parte superior delantera de su camiseta.

—Te lo advierto, Jeon, no te atrevas a repetir estupideces, no lo vuelvas a hacer porque no te lo voy a permitir, si dices algo más, te romperé la boca, ¿me oíste? —advirtió por última vez antes de soltar la camiseta de Jung KooK para darle la espalda una vez más y retomar su camino al estacionamiento.

—¡KIM TAE HYUNG! Nunca en la vida pensé que tú me tratarías de ese modo —reprochaba Jung KooK con lágrimas contenidas en los ojos —no imaginé que llegarías a hablarme de este modo y menos por culpa de un pedazo de basura que no vale la pena —agregó dirigiéndose a la espalda de Tae Hyung quien, una vez más, había detenido sus pasos sin darse la vuelta, al menos no hasta que Jung Kook hizo una pausa silenciosa.

Inmediatamente Jung Kook terminó de hablar, Tae Hyung se giró y regresaba sus pasos con su brazo derecho tomando el impulso necesario para pegarle un puñetazo en la cara a Jeon Jung Kook, sin embargo, el golpe nunca se concretó ya que el brazo de Tae fue detenido por la mano de Kim Nam Jun.

—Regla No. 5: Si tienen algo que discutir, esperen a estar dentro de una oficina o habitación cerrada, sin cámaras o testigos, como personas civilizadas; nunca se debe discutir ni lo más mínimo en público, así evitan este tipo de escándalos.

Jung Kook, aún conservando la expresión causada por la impresión de que el castaño, ciertamente le iba a pegar un puñetazo en el rostro, se inclinó para disculparse con Nam Jun.

—Lo siento hyung, pero...

—No, Kook —le interrumpió el líder—, si vas a decir algo más, lo dirás adentro. Por favor —explicó señalando el camino hacia los ascensores.

—Está bien, huyng —Jung Kook empezó a caminar obedientemente.

—Tú también, Tae.

—Yo me voy a casa —respondió el castaño con voz seria y queda.

—No te estoy hablando como tu hermano, Tae.

El castaño se giró en sus talones metió la mano buena en el bolcillo de su chaqueta y comenzó a caminar detrás de Jung Kook.  —Como digas, hyung —respondió con una voz verdaderamente grave y rodando los ojos con fastidio.

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