Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27: Lo siento, Ji Hye


▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬

Ciudad de Seoul, Corea Del Sur

Marzo del año 2018

Mansión de la familia Nam

(Antigua Mansión de los Lee)

▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬

El Señor Nam caminaba por el pasillo del segundo piso de su enorme casa. Había salido de su habitación para recibir una llamada de uno de sus hombres sin despertar a su esposa. Él esperaba esta llamada, pues había encomendado vigilar a uno de los hijos de los Kim, quien había insistido en recomendar a un Exursurero para que trabajara como guardaespaldas en su compañía.

Tanta insistencia de parte del chico le parecía muy sospechoso y más si se trataba de reclutar a un delincuente sin escrúpulos, el joven explicaba que al sujeto se le daría muy bien ese puesto, entonces debido a esto decidió investigar al chico, lo que nunca imaginó fue que, a raíz de esto, descubrió algo que iba más allá de lo que esperaba.

El Sr. Nam, por asuntos de conveniencia, no tuvo más alternativa que darle su palabra al hijo menor de los Kim de que encontraría algo para que aquel sujeto tuviera un medio para ganarse la vida, pero no como su guardaespaldas personal, claro, no podía saber a ciencia cierta si ese chico quería implantar descaradamente un espía.

Al regresar a la habitación encontró a su esposa sentada en la orilla de la cama mordiéndose las uñas y mirándolo fijamente mientras sacudía de forma ansiosa una de sus piernas. Se apresuró para llegar hasta ella, dejando la puerta abierta.

—Mujer ¿qué haces despierta a esta hora? Aún es muy temprano. ¿Pensaste que ya me había ido? —Él se sienta junto a ella y le acaricia la espalda, con su mano izquierda mientras posaba la derecha en aquella pierna que ella no paraba de sacudir. Ella lo mira con ojos suplicantes y con algo de nervios—. ¿No tomaste tus medicamentos? ¿Por eso estás despierta?

Ella aparta sus manos de su boca y niega con la cabeza. —Es que el vibrato de tu celular me despertó.

—Oh, cuanto lo siento, ji Hye —se disculpa el señor Nam mientras se pone de pie para cargar a su esposa y acostarla de vuelta en la cama—, lamento mucho haberte despertado.

—No es eso —aclaró ella con urgencia al mismo tiempo que, con sus brazos, rodeaba a su esposo por la nuca y se dejaba cargar por él—, es que escuché tu conversación, Goong Min, escuché lo que hablaste con tu empleado. ¿Desde cuándo lo sabes?, más bien, ¿Por qué no me lo dijiste?

El Sr. Nam da un respingo al escuchar la declaración y las preguntas de su esposa. El asunto que se trataba en aquella conversación era algo que prefería mantener oculto a su esposa, al menos hasta que tuviera el control de la situación.

—Es cierto —Reconoce tranquilamente—, lo sé desde hace días, pero no te lo dije para que no te pongas cómo estás justo ahora —él sonríe condescendiente mientras la deposita con cuidado en su lado de la cama.

—¿Ella está bien? ¿Vas a traerla devuelta?

El Sr. Nam se pone serio y se le queda mirando por unos segundos y antes de responder toma asiento en la cama junto a ella.

—La he tenido vigilada durante los días de esta última semana, pero ¿eso es lo que quieres? ¿quieres que la traiga de vuelta? Sabes que no será tan fácil.

—¿Quién es ese joven que supuestamente la acompaña a todos lados?

El Sr. Nam cierra los ojos, los estruja usando sus dedos pulgar e índice de su mano derecha y cuando termina suelta un ligero suspiro.

—Eso no tienes por qué saberlo.

La Sra. Nam se sienta súbitamente y se acomoda al lado de su esposo con el ceño fruncido y una mirada casi agónica mezclada con un matiz de desconcierto.

—Por supuesto que debo saberlo, es mi sobrina, es como mi hija, yo la crié, nadie tiene más derecho a saber.

—Si, si, tranquila, no debes alterarte. Por esa razón no te había contado nada. Pero, ya que lo sabes te diré todo al respecto de cuanto he sido informado, solo mantén la calma, ¿sí?

El Sr. Nam besa con cuidado la frente de su esposa, sostiene delicadamente su rostro por ambas mejillas y le sonríe mientras la mira con una nota de nostalgia en sus ojos.

—Tenemos que evitar que tengas otra crisis de nervios —le advierte casi en un susurro.

Ella sierra sus ojos y asiente con la cabeza, luego se acomoda para quedar de frente a su esposo y carraspea antes de empezar con sus preguntas, mostrándose más relajada.

—El joven con quien está ahora ¿la está cuidando bien?

—Si, de hecho, lo hace mejor que tú. Sin ánimos de ofender —repara el Sr. Nam en su defensa al percatarse de la mirada ofendida que le echaba su esposa.

—Lo sé —admite, luego de un breve lapso de tiempo, agachando la mirada hacia sus propias manos y luciendo muy triste—, yo le robé el cariño de sus padres y le negué el mío, pero sabes que todo era con un propósito.

—Y parece haber funcionado.

Al escuchar esa información desaparecen las arrugas del ceño de la Sra. Nam.

—¿E-ese muchacho es su novio? ¿mi niña tiene novio? —Ji Hye se muestra ansiosa y ligeramente conmovida.

—Mis informantes no pueden llegar tan lejos, eso no es tan fácil de averiguar, pero puede ser que sí, creo que es lo que parece.

Ji hye sonríe genuinamente emocionada, agarra una almohada pequeña y se la coloca encima de sus piernas que ahora se encuentran cruzadas en forma de indio.

—¿Sí? Esa muchachita, no hacen ni seis meses que salió al mundo ¿y ya tiene un novio? y como no, con lo bonita que es, sería difícil que no le lluevan los pretendientes donde vaya. ¿No crees que lo sacó de su tía? —Bromea altanera dando un suave manotazo en el antebrazo de su esposo.

Repentinamente se pone seria, empequeñece los ojos e inhala profundamente antes de volver a hablar.

—¿Investigaste quién es el novio? exijo saberlo todo de él —su expresión es casi amenazante y su voz ha subido algo de tono.

—Te lo diré, pero esta es la parte que me preocupa, así que primero necesito que te calmes —pidió el Sr. Nam hablando tranquila y pausadamente.

Ella abre la boca con la intención de decir algo y luego la vuelve a cerrar, respira profundo varias veces hasta que se siente más calmada. Hace un ademán con sus manos para que su esposo continúe.

—Necesito que no me interrumpas, y permanezcas calmada mientras hablo ¿de acuerdo? —advierte con seriedad. Ella asiente—. Bien, esto va a ser un poco difícil. Pero el chico con el que está saliendo Ji Eun es el hijo más pequeño de la Familia Kim, ¨esa familia Kim¨. —hace énfasis al repetir las últimas palabras.

Ji Hye abre los ojos de una forma inmensurable y sus orbes se ven totalmente desenfocados, su respiración, que había logrado calmar, poco a poco se empieza a escuchar agitada y su cuerpo adopta cierta rigidez que descoloca un poco a su esposo.

—Jie Hye, escucha, creo que ella no ha dicho nada y el joven no la ha reconocido. Si lo piensas, como es el hijo más pequeño, él apenas era un bebé cuando ella jugaba en su casa en el pasado... ¿Ji Hye?

Ella tarda para volver a reaccionar, suelta todo el aire que había contenido en sus pulmones y pestañea como si estuviera saliendo de algún trance.

—Tal vez el más joven de los Kim no la reconozca —La Sra. Nam admite con un semblante muy serio y perturbador—, pero si sigue saliendo con él tarde o temprano terminará mezclándose con toda la Familia incluyendo a los Min, los Jung y los Jeon y alguno de los mayores terminará reconociéndola. Nam, debemos traerla devuelta o de otra forma convencerla para que se vaya a vivir a otro país.

Ella sostiene el rostro de su esposo por las mejillas mientras continúa hablando apresuradamente y poco a poco va elevando el tono de su voz.

—Ella no puede seguir rondando a esa familia, todo se va a descubrir. Tenemos que sacarla de ahí. Tú y yo iremos a la cárcel y mi Tzu Yu, mi pobre Tzu Yu quedará en vergüenza, sin un solo won, porque todo el dinero le pertenece a su prima. Goong Min, nuestra hija quedará desamparada, porque hasta la maldita vieja Jeon le dará la espalda cuando sepa que Ji Eun está viva. Por favor, tienes que ayudarme.

El sr. Nam se apresura a abrazar a su esposa y tratar de reconfortarla y la siente temblar entre sus brazos.

Ya, ya, tranquilízate, si vuelves a tus crisis no mejorarás el panorama, Tzu Yu, a pesar de su dislexia podría notar que no estás bien. Ya, ya —susurraba en su oído mientras le acariciaba el cabello.

La señora Nam se suelta con violencia del abrazo de su esposo, se sale de la cama y camina con sigilo hacia la puerta de la habitación. Al llegar hasta el corredor mira a ambos lados de una forma frenética.

—¿Quién anda ahí? Sra. Kim, ¿es usted?

El Sr. Nam se acerca por detrás de su esposa y también mira con sospecha a ambos lados del pacillo. — Ji Hye, no hay nadie aquí —declara luego de soltar un chasquido de lengua.

—Pero, si yo vi un reflejo en el espejo que quedaba a tus espaldas, había alguien en la habitación, lo vi salir y dejar la puerta abierta —explica Jie Hye mientras se pellizca las uñas de las manos y miraba a todos lados del pasillo con los ojos desenfocados.

—No hay nada de qué preocuparse, yo fui quien dejó la puerta abierta cuando regresé de tomar la llamada de hace rato. Tranquila, no pasa nada. Ven, será mejor que te tomes los medicamentos un poco más temprano de lo habitual, ven conmigo, Ji Hye. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro