Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25: Viejas chismosas


Ciudad de Seoul, Corea Del Sur

Marzo del año 2018

Complejo Residencial Kim

▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬0▬

Ho Seok y Yoon Gi bromeaban acerca de emparejar a Jung Kook con Tae Hyung, mientras limpiaban los restos de la cena en la cocina de Nam Jun.

     Mientras tanto, un Jung Kook muy sigiloso pasaba por el espacio lateral del área del comedor, pensando en encontrar una forma de escabullirse hasta llegar a la habitación de Nam Jun, sin embargo, su intento se vio frustrado una vez que puso los pies en el salón donde se encontraban reunidos los demás chicos, los cuales, al percatarse de su presencia, rápidamente hicieron un repentino cambio de tema.

     —¿Se compró otro auto de lujo? —esta vez preguntó Tae Hyung siguiendo la corriente al mayor de todos.

     —Ummm... nop... —negó el de cabellera color chocolate.

     —¡Nome digas que...! ¡compró otra casa?! —exclamó Nam Joon.

     —Bueno... digamos que es lo mismo, porque compró un apartamento nuevo por el módico precio de doscientos ochenta y ocho mil cuatrocientos dólares. Y todo amuebladito para su nueva secretaria —informó Seok Jin.

     El mayor tenía una extraña obsesión con seguir los movimientos de los magnates de la ciudad, entre ellos tenía un favorito, el señor Nam, a quien llamaba el magnate de los magnates.

     —¡Daebak...! —exclamó Tae Huyng y luego suspiró. A él le entretenía escuchar al mayor hablando del tema, sobre todo cuando éste concernía sobre la compra de automóviles.

     —¡Tsssk! Ts, ts, ts... parecen viejas chismosas —murmura Jung Kook después de chasquear la lengua varias veces, mientras caminaba despacio.

Todos se le quedan mirando en silencio.

     —Aquí tampoco hay nada interesante de escuchar —El azabache suspiró—. Creo que la comida no me ha caído muy bien, necesito descansar un momento. Me voy primero ­ —avisó mirando una vez más su reloj antes de continuar su camino hasta la habitación de Nam Joon, disimulando muy bien lo feliz que se sentía de poder zafarse de los chicos, pues, le resultó más fácil de lo que había pensado.

     Todos en la sala siguieron el recorrido del menor con la mirada, hasta que su figura desapareció tras la puerta de la habitación. Luego, se dirigían expectantes hacia Nam Jun, como si esperaran algún comentario suyo, al comprobar que éste tenía razón en lo que les dijo antes.

     En respuesta a la presión ejercida por las miradas que mostraban ansias por una explicación, Nam Jun simplemente se encogió de hombros.

     —Se los dije —agregó a su gesto y al silencio que estaba abrasando el lugar.

     Luego de estas simples palabras, nuevamente ese silencio fue quebrantado, pero esta vez por las risas de Ho Seok y Yoon Gi, quienes venían de la cocina y se acercaban al grupo.

     Yoon Gi interrumpió abruptamente sus carcajadas al percibir el ambiente demasiado calmado. —¿Qué...?, ¿pasa algo? —interrogó dubitativo y perspicaz a la vez.

     —Nada que podamos explicar hasta que comprobemos si nuestro Nam se preocupa demasiado por nuestro maknae —respondió Jin.

     —Ah, eso, no te preocupes tanto, sea lo que sea, no es nada que amerite preocuparnos, hablé un poquito con él mientras estábamos en la cocina, eso hasta que el Caballo nos interrumpió.

     —Yoon Gi-Ssi! —Ho seok pretendía hacerse el ofendido, se cubrió la boca con una mano para ayudar a reprimir la risa.

     Jin explotó en carcajadas y luego le siguió Ji Min, quien estaba de pie y se echó a reír al mismo tiempo que se sentaba en las piernas de Tae Hyung.

     —Min, quizá tengas razón, pero es que he observado que está adoptando ciertos comportamientos nuevos. Tengo la certeza de que, al menos le debe estar pasando algo fuera de lo común, no sé por lo que pueda estar atravesando, pero me preocupa que, sea lo que sea, se lo está guardando, el hecho de que no se haya comunicado con ninguno de nosotros es demasiado raro tratándose de él —aducía el líder del grupo con preocupación.

     —Huyng, cuéntale lo que está haciendo últimamente — pidió Ji Min luego de recuperar la compostura y volver a ponerse serio.

     —Bien... estos... últimos días se los ha pasado más en mi apartamento que en su propia casa... ¡Aissh!, ¿tengo que repetir todo? —Farfulló Nam Jun mostrándose algo frustrado.

     Se escucharon algunas risitas de Jin, Ho Seok y Ji Min.

     —Si, Hyung —Tae Hyung demandó con una tenue sonrisa.

     —Bueno... el caballo y yo podemos conformarnos con un resumen, ya que tuvimos oportunidad de escuchar cómo piensa nuestro maknae acerca del tema de las mujeres, ¿verdad, Hobi? —Quizo tranquilizar Suga al líder, mientras le guiñaba un ojo a Ho Seok.

     —Si, veamos de qué se trata este asunto. Así que adelante Nam, haznos un resumen —aceptó Ho Seok sentándose en el posabrazos del mueble donde descansaba Seok Jin.

     —Ok, no es que sea algo complicado, solo que no se está comportando como lo hace habitualmente, tal vez sea cosa mía, entonces ustedes me dirán.

     —Está bien —respondió Suga sentándose en el otro posabrazos del mismo mueble, mientras todos se acomodaban mejor prestando atención al líder.

     —En las últimas semanas está viniendo muy seguido aquí. Siempre busca una excusa para venir, cuando digo siempre no significa todos los días, pero casi. En estos últimos días he tratado de zafarme porque necesito descansar o hacer algo solo, ya saben, privacidad.

     — ¡Ah!... Sí que sabemos Hyung —interrumpió Ji Min levantando las cejas sugestivamente.

     —¡No es lo que piensas, Ji Min! —se defendió rápidamente el líder.

     —Si, Ji Min, no es lo que piensas, solo extraña ver un poco de pornografía, y ya está —soltó Suga desinteresado.

     —¡Min Yoon Gi Hyung! —El líder miraba a Suga con una mezcla de reproche y vergüenza. En su cara se apreciaba un ligero sonrojo.

Todos explotaron en risas.

     —Ya, ya, ya, continua... —pidió Min, después de aclararse la garganta.

     —Bueno, lo que quiero decir es que, a todo esto, no entiendo la razón de tanta insistencia de Kook por meterse en mi habitación...

     —¡Lo tengo!, ¿será que en vez del VKook debemos proponer NamKook?, ¡Ouch!...

     Después de propinar un golpe en la parte posterior de la cabeza de Ho Seok, Suga, con una señal de su mano, invitó al líder a continuar.

     —Todos volvieron a explotar en risas.

     —Perdón Nam, continúa —tuvo que pedir Suga, después que los chicos cesaran las carcajadas.

     —Chicos, estoy consciente de que tal vez no se trate de algo de otro mundo, pero, por ejemplo: cuando llegamos aquí, él ha sugerido que veamos una película y luego de un rato busca la forma de escabullirse a mi habitación —explicaba Nam Joon mientras volteaba a ver a Ho Seok—, SOLO —aclaró subiendo el tono de su voz con su mirada muy fija en su dongsaeng.

     —Todos rieron una vez más.

     —La verdad, esto si da curiosidad —dijo Tae Hyung—, digo, debe tener sus motivos, pero me da curiosidad saber cuáles son.

     —¡Exacto! —exclamó Nam Jun.

     —¿Y no has tratado de averiguarlo? Quizá solo quiere encontrarse con tus revistas pornográficas, que se yo — sugirió Seok Jin.

     —No creas que no he pensado en eso, pero no creo que sea el caso, de cualquier modo, lo hubiera descubierto hace tiempo, porque no las tengo bajo llave ni nada parecido.

     —Si, no creo que Kookie sea un perverti... Perdón, Hyung —se disculpó Ji Min al percatarse del tipo de mirada que recibía por parte de Nam Jun.

     —Bueno ya, hablando en serio —intervino Jin—, ¿sí averiguaste algo?, o ¿has tratado al menos?

     —Claro que sí, Hyung.

     —¿Cómo hace para estar solo en tu habitación si están los dos en el apartamento? —Quiso saber Tae Hyung.

     —Ah. Eso... te contaré una de las formas más frecuentes: por ejemplo, cuando estamos mirando una película, en el momento en que se pone más interesante me dice de pronto que tiene que ir al baño y luego nunca regresa. Ya cuando ha pasado demasiado tiempo o quizá cuando ha terminado la película, es que me doy cuenta de que Kook no regresa del baño, y siempre que voy a ver qué está haciendo, sucede que lo encuentro ensimismado en el balcón de mi habitación. A veces pareciera que solo duerme, pero descubrí que en realidad se queda despierto, lo sé porque que en más de una ocasión me habla cuando escucha mis pasos.

     —¡Daebak! —exclamó casi como un susurro Tae Hyung.

     —Esto sí que da curiosidad, ahora te entiendo Nam —Suga asentía con los labios ligeramente abiertos, mirando un punto fijo del piso.

     —Y si tiene problemas con su sexualidad y no sabe de qué forma enfrentarlo, y si le da vergüenza hacerlo saber, ya saben salir del closet —Tras estas palabras se escuchó otro sonido de golpe, muy parecido al de hace rato—. ¡Ouch!, ¡pero, Suga Hyung!

     Todos, incluyendo el afectado, volvieron a estallar en risas una vez más.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro