Capítulo 21: Unnie...¡Por favor!
Ciudad de Seoul, Corea Del Sur
Marzo del año 2018
Mansión de la familia Jeon
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—¡Oh unnie!, ¡por favor!, necesito que seas mi modelo —Lisa lloriqueaba y movía sus hombros mientras dejaba que sus delgados brazos, simularan encontrarse sin vida y fueran sacudidos levemente por sus movimientos.
—Ya te dije que se lo pidieras a una de las chicas, ustedes son muy amigas, ¿no? ¿Por qué tengo que repetirlo tantas veces para que entiendas?, no voy a pintarme el cabello con esos colores extravagantes, ni siquiera si lo retiraras inmediatamente termine el evento. Las fotos son para siembre, ¿sabes? Y... a...además, no tengo tiempo para esos asuntos.
—¡Oh Unnie!
Lisa siguió a su hermana mayor, que subía por las escaleras, haciendo pucheros y rogándole hasta llegar a la puerta de su habitación.
—¡Si no te necesitara, no te lo estaría pidiendo, ¡por favor! —farfullaba mientras hacía más pucheros—. Además, ¿qué tiene de malo mostrar un poco de color y vida en tu cabello?, eso no sería nada comparado a como andas vestida, ¿te diste cuenta de que pareces un hombre? —preguntó esto último mirándola de arriba abajo, actuando sin pensar, como siempre, sin embargo, no recibió repuesta. Shin Hye entró a su habitación y le cerró la puerta en la cara.
—Pasados unos 30 minutos, Shin Hye se disponía a bajar al primer nivel de la mansión, y reparó en que Lisa estaba sentada en el mueble más cercano a la salida principal, concentrada en su teléfono y al parecer esperándola a ella, ya que cuando ésta levantó la vista saltó de su cómodo asiento para caminar y quedar al pie de las escaleras.
—¿Sabes?, de verdad ni me molestaría si no fuera porque no tengo más alternativa. Unnie, ¿crees que si alguna de las chicas pudiera servirme de modelo estaría aquí pidiéndotelo tan desesperadamente?, por favor, tienes que creerme... Ji Soo y rosé están compitiendo y Jennie va a servir de modelo a Rosé porque se lo pidió antes que yo.
—Tsk... y esa no es la que anda detrás de ti como un pollito? —preguntó con una mirada despectiva y haciendo una mueca de desagrado—. Deberías ser su prioridad si no va a competir. Por lo menos ayudarte siendo tu modelo porq...
—¡Aihsss! ¡no empieces unnie!, ¡no estamos hablando de ese tema!
—¿Y tú como sabes que lo traería a colación? Mocosa, sé más respetuosa, soy tu hermana mayor, y bueno con respecto al tema yo... yo... yo no iba a... —La pelinegra se quedó algo pensativa y cerró los ojos apretándolos muy fuerte por un breve instante —¡Urrrgh! ¡Ay! ya sabes, solo, es que no termina de caerme bien esa P..., no lo sé. Pero no iba a hablarte de eso y ahora, quien ha sacado el tema de vuelta has sido tú —farfulló soltando las palabras rápidamente mientras caminaba hacia la salida.
—Pero...
—Lisa —llamó la pelinegra al mismo tiempo que se colocaba detrás de la puerta—, lo siento, pero no puedo ayudarte.
—Como siempre —musitó la rubia desanimada, sintiendo un nudo en su garganta, pensando que todo estaba perdido y bajando la vista, luego de mirar tristemente la imagen de la cabeza de su hermana tras la puerta de la salida principal de la casa.
—Me voy primero, Min me está esperando afuera, y sabes que no es muy paciente, ¿no? Se ofreció a recogerme porque ayer dejé el auto en el taller y no quiere que vaya sola a recogerlo. Ya te las arreglarás para encontrar a tu modelo, adiós —se despidió rápidamente antes de cerrar la puerta.
Lisa se quedó parada en la antesala de la mansión, permaneció en la misma posición durante unos minutos, hasta que escuchó el ruido que hacían al abrir la misma puerta por donde había salido su hermana.
La rubia levantó su cabeza con la esperanza de que Shin Hye estaba regresando para decirle que lo había pensado, o que solo estaba bromeando, sin embargo, cuando la puerta se abrió y ver que no se trataba de su hermana terminó mucho más triste y muy decepcionada de ella misma por pensar tal estupidez.
—Pero qué clase de bienvenida... ¿Así es como recibes a tu oppa?
—¡Oppaaaaaa! —Lisa da pasos largos y sonoros hasta llegar a Jung Kook y lo abraza por la cintura. Él sonríe complacido y le devuelve el gesto rodeándola por los hombros con ambos brazos.
—¿Se puede saber por qué mi linda hermanita tiene esa carita tan triste? —preguntó luego de separarse de su abrazo—. Por un momento pensé que te disgustó verme.
—¿Cómo podrías no gustarme, Oppa? Lo que pasa es que antes de que entraras pensé una Tzuyusada —respondió haciendo pucheros—, pues unnie acaba de salir y tontamente tuve la esperanza de que se había devuelto para ayudarme con lo que le pedí.
—Pensar que noona te ayudará, si, es una Tzuyusada. ¿Pero, porqué tanto desespero que pides ayuda a la última persona que te la brindará?
—Es que, veras, Tzu Yu ya no será mi modelo para el examen de corte, color y estilo que se aproxima, la pasarella será el jueves de la próxima semana y su madre me llamó para decirme que ella necesita que su hija se pueda concentrar en los proyectos de las campañas donde ella es la figura principal para que así su puntuación de valor de la marca no tenga un descenso. Fui corriendo a pedirle a Jennie que sustituyera a Tzu Yu, pero me dijo que como yo ya la tenía a la mejor, ella entonces aceptó ser la modelo de Rosé. Ya la fecha está muy cerca y por eso estoy tan desesperada como para pedírselo a Unnie.
—Oh, entiendo.
—Es la clase que más disfruto, después de danza, claro, y quería hacerlo bien, quería la aprobación de la Tía Kim.
—¿Tú buscando aprobación?
—No es como si fuera la de la abuela. Y ahora que la menciono, ella pensará que no puedo hacer bien ni lo que me gusta.
—¿Y desde cuándo empezó a importarte lo que piensen de ti?
—No precisamente, lo que pasa es que, si ella lo dijera, ya sabes que mayormente rechaza todo de mí, lo diría con puro desprecio acompañado de un buen puñado de dramatismo. Y yo sentiría que de verdad soy un fiasco porque no tuve éxito en algo que me gusta tanto, aparte de bailar —confesó la más joven con una mirada de tristeza.
—Ven aquí mi chiquita... —Jeon sostiene la mano de Lisa, atrayéndola hacia sí, para luego volver a abrasarla y darle un beso en la cabeza.
—¡Oye! ¡ya no soy chiquita!
Jeon soltó su típica risa de bebé —¡Lisa-yah! —dijo después de depositar otro beso en el mismo lugar del anterior—, tu oppa te ayudará a encontrar tu modelo, así que no te preocupes, ¿sí?
—¿Hablas en serio? —La menor se separó del abrazo, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Si, por supuesto, tú tranquila. —le confortó Jeon, metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones.
—¡OPPA! —gritó Lisa rebosante de emoción y conmoción. Su hermano era su héroe y una vez más se sentía tan agradecida de la vida por tenerlo—, ¡ERES EL MEJOR!, ¡te quiero tanto hermano!, ¿Ya te lo había dicho?
El pelinegro suelta otra risa de bebé —Muchas veces. Yo también te quiero mi chiquita.
—¡Qué ya no soy chiquita!
—Está bien, ¡joha!, ¿Quieres ir al gimnasio?
—¡Claro!, te acompaño, pero yo bailaré mientras te ejercitas, y solo será media hora porque iré a una pijamada a la casa de los Jung, la abuela me llevará porque ella va por el mismo camino.
—¡Oh! media hora está bien, porque yo también quedé de pasar por Nam Joon. El muy adicto al trabajo sigue en la universidad.
—Iré a cambiarme, tú deberías hacer lo mismo Oppa.
—¡Joha!
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Ambos se dirigieron a sus habitaciones. Una vez que Jeon Estuvo dentro de la suya lo primero que hizo fue sacar su móvil para hacer una llamada, cuando activó la pantalla se encontró una llamada perdida de Nam, sin embargo, decidió que devolvería en cuanto termine la llamada que necesitaba hacer ahora antes de que se le olvidara.
Un timbrazo, dos timbrazos, tres... —¿Hola? —se escuchó la voz de Ji Min a través del auricular.
—Oh, Hyung, hola, tengo que pedirte un favor.
—Escucho. Habla.
—Necesito a una chica que sea lo menos sanguijuela posible...
—¿Cómo, escuché bien? ¿me has dicho que necesitas a una chica?
—Si, es para que sea modelo de Lisa en el examen del próximo jueves.
Ji Min explota en sonoras carcajadas —¡Daebak!, por un momento pensé que Kookie Jr. quería probar algo que resultara mejor que manuela.
—¡Ji Min-ssi!
—Oh, eso. Uhm... veré que puedo hacer, nos vemos al rato. Colgaré primero.
—¡Ne! Espera...
Ya el mayor había colgado. Entonces decidió devolver la llamada a Nam Joon.
«¿Ha dicho... nos vemos al rato?».
—¿Hola? —se escuchó esta vez la voz de Nam Joon a través del auricular— ¡Qué bueno que me devuelves la llamada!, hace rato quería informarte que los chicos me...
—¡JungKookiiiiiiiiiiiie! —de repente se escuchaba la voz chillona de Ho Seok.
—¡Dame eso! Todavía no le he dicho nada a nuestro maknae —se quejaba Nam Joon devuelta al teléfono—. ¿Kook?, estos mocosos me han sacado a rastras de la oficina. Llegaron no mucho después de que te fuiste. Necesitaba decirte que estamos en el Panda Express nuevo que está a la vuelta de mi apartamento.
—Entonces nos veremos allí.
—Aquí no, tu pedido será para llevar, en un rato iremos a comprar cervezas, pollo y soju al super y más tarde iremos a ver pelis en mi apartamento. Suga dijo que tenía algo que hacer, pero llegará más tarde y V dice que lo llamemos cuando lleguemos al apartamento, solo faltan ustedes tres.
—Joha, nos veremos al rato, Hyung. colgaré primero.
—Salió de su habitación para llegar a la puerta de Lisa y tocarle.
—¿Ya te cambias...te?
—No. Cambio de planes, ya no haré ejercicios, y en vez de eso saldré después de darme un baño, lo siento chiquita.
—No te preocupes oppa, no me enojaría nunca contigo.
—Lo sé, pero no me gusta plantarte, iré a bañarme —anunció el mayor mientras comenzaba a andar por el pasillo.
El pelinegro regresó a su habitación con una mezcla de sensaciones. Estaba feliz de que iban al apartamento de Nam Joon como quería desde el principio, pero le decepcionaba la idea de estar allí con más compañía, porque con todo el alboroto y ruido que hacen los chicos, posiblemente ya no podría disfrutar o apreciar, ni el sonido de la guitarra, ni la melodiosa voz de ángel.
Y, bueno... desde luego que con sus hungs ahí, le sería difícil buscar una excusa para plantarse en el balcón de la habitación de su líder y poder deleitarse tranquilamente con otro de aquellos mini conciertos de ensueños que solo es capaz de hacer por las noches aquella chica que solía subir a la azotea del edificio donde residen Nam Joon y Jin.
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